Caracteres
chinos
Por CHENG WENJUN
Los caracteres chinos conforman una de las formas de escritura
más antiguas y utilizadas en el mundo. De origen logográfico
y similar a los sistemas de escritura maya y egipcio, la escritura
china consta de miles de símbolos, también conocidos
como ideogramas, en chino hànzì (??), que se han
utilizado durante al menos tres mil años, como forma escrita
de la lengua china.
Origen legendario
La tradición china atribuye la invención de los
caracteres chinos al legendario personaje Cang Jie, ministro del
mítico Emperador Amarillo (Huang Di), quien habría
inventado los caracteres inspirándose en las huellas de
los pájaros.
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Libro del Cielo, obra
dedicada a la muestra de la belleza de los caracteres chinos,
exhibida en la Zona Artística 798, de Beijing |
Existen otras leyendas menos difundidas sobre el origen de los
caracteres. Una de ellas, recogida en el Laozi, sitúa su
origen en un sistema de nudos en cuerdas. Otra leyenda señala
a los bagua (Ocho Trigramas) del Yijing (Libro de los Cambios),
inventados por el no menos legendario sabio Fu Xi, como precursores
de los caracteres.
Los caracteres chinos más antiguos que se conocen se remontan
a la época de la dinastía Shang (1766 a.n.e -1027
a.n.e), y se han podido conservar gracias a que se escribieron
como hendiduras sobre huesos oraculares y caparazones de tortuga,
lo que ha permitido su conservación hasta nuestros días.
A esta forma de escritura se le conoce como jiaguwén (???,
escritura de caparazones y huesos). A lo largo del siglo XX se
han exhumado numerosos huesos y caparazones en excavaciones arqueológicas.
Estos hallazgos han contribuido a un conocimiento mucho más
científico sobre el origen y la evolución de los
caracteres chinos.
Métodos de formación
La formación de los caracteres chinos se basa principalmente
en los siguientes cuatro métodos:
Pictograma: La creación del carácter que imita
la forma de los objetos. Así por ejemplo, el carácter
yuè (?, luna) imita la forma de una luna menguante.
Ideogramas: Añade al pictograma inicial alguna señal
para indicar alguna cualidad concreta o crea un carácter
nuevo. Así por ejemplo, daorèn (??, filo), se escribe
añadiendo un trazo al filo del cuchillo para resaltar esta
cualidad.
Ideopictogramas: Une dos o más signos en un nuevo carácter.
Así por ejemplo, el carácter míng (?, claridad),
está formado por los caracteres de sol y luna. ¿Cómo
es posible no tener claridad cuando sol y luna se juntan?
Fonogramas: Se combina una parte etimológica y una parte
fonética para constituir un nuevo carácter. Normalmente
la parte etimológica contiene el significado de la palabra
y la parte fonética da una pista sobre su pronunciación.
Así, hú (?, lago), se forma por el signo de agua,
una clara alusión a su significado, y una parte cuya pronunciación
es hú y que determina la pronunciación del nuevo
carácter creado.
Durante miles de años, los chinos utilizaron una forma
de escritura extremadamente compleja y compuesta por un gran número
de trazos. Por lo tanto, la misma era difícil de recordar
y reconocer. Después de 1949, con la intención de
popularizar la educación, el gobierno llevó a cabo
la tarea de simplificar los caracteres. Aunque se pueden llegar
a contar decenas de miles de caracteres, si se incluyen todas
las variantes, arcaicas o sumamente raras, la mayor parte de los
diccionarios chinos actuales contienen entre 5.000 y 10.000 caracteres
diferentes.
Reglas de su estructura
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La escritura del carácter
chino va evolucionando en la escuela independiente del arte. |
Desde el punto de vista de la forma, los caracteres chinos parecen
dibujos y dan la impresión de no atenerse a reglas. Los
que emplean escrituras alfabéticas pueden creer que nuestros
caracteres son difíciles de conocer y escribir.
En realidad, aunque difieren de las letras fonéticas de
aquellas escrituras, los caracteres chinos poseen también
sus reglas. Al escribirlos, basta colocar cada trazo en su debido
sitio, según un determinado orden, para que parezcan bellos
y bien ordenados. Una vez conocidas y dominadas las reglas, ya
no será difícil escribirlos.
Al escribir caracteres chinos hay que tener en cuenta el número
de trazos de cada uno de ellos, la sucesión de dichos trazos,
el tamaño de cada uno y la distancia entre un trazo y otro.
Si a la palabra dà (?, grande) se le agrega una raya encima,
puede convertirse en tian, (?, cielo); si se le añade una
tilde inferior, puede resultar en tài (?, demasiado); de
faltarle un trazo, será rén (?,persona) .
A veces, los mismos trazos en la misma sucesión pueden
formar distintos caracteres debido a la diferencia en su longitud.
Sirvan de ejemplo en ese sentido ba (?, ocho), rù (?, entrar)
y rén (?, persona), que son tres caracteres con significados
completamente distintos.
Al escribir es necesario prestar atención a la posición
o colocación de los trazos, pues cualquier error deformará
el carácter, convirtiéndolo en otro, o produciendo
una errata. Por ejemplo, si se confunde la colocación del
grafema del carácter péi (?, acompañar),
trasladándolo del lado izquierdo al derecho, el carácter
será bù (?, ministerio).
Un análisis de su estructura permite dividir a los caracteres
chinos en dos clases: simples y compuestos. La estructura interna
de algunos caracteres es tan compacta que no hay manera de desintegrarlos.
Estos caracteres son simples, como por ejemplo rì (?,sol),
yuè (?, luna), nu (?, mujer), mù (?, ojo), etc.
Otros caracteres están constituidos por dos o más
elementos, por lo que son llamados caracteres compuestos. Buenos
ejemplos de estos últimos son péng (?,amigo), ma
(?, madre), ni (?, tú), etc.
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Los carácteres chinos
cuentan con su propia ley de estructura y forma de escritura. |
Los simples sólo ocupan una ínfima minoría
en la totalidad de los caracteres chinos. Tienen en general pocos
trazos y una estructura sencilla; por lo tanto son fáciles
de escribir. Los compuestos, en cambio, representan la inmensa
mayoría y, debido a su estructura interna relativamente
compleja, se escriben con cierta dificultad. Pero, trátese
de un carácter simple o compuesto, sea que tenga muchos
o pocos trazos, al escribirlo hay que observar el orden de prioridad.
Las reglas fundamentales son las siguientes:
1. Primero raya horizontal y después línea vertical
2. Primero la cola y luego la escoba
3. Primero los trazos superiores y luego los inferiores
4. Primero los trazos del lado izquierdo y luego los del derecho
5. Primero los trazos exteriores y luego los internos
Las estructuras en que hay un cerco que se hace por el lado izquierdo
y el de arriba o por tres lados: izquierda, arriba y derecha,
deben escribirse según el siguiente principio: primero
los trazos exteriores y luego los internos.
6. Primero los trazos interiores y luego los externos
Las estructuras en que hay un cerco que se hace por el lado izquierdo
y el de abajo o por tres lados: izquierda, abajo y derecha, deben
escribirse según el principio de primero los trazos interiores
y luego los externos.
7. Primero el trazo central y luego los laterales
8. El cierre al final
Recordar los caracteres chinos sin duda requiere de un proceso,
y no importa tanto cuánto tiempo se dedique a ello. Lo
fundamental es la constancia.
Caligrafía china: la escritura como arte
La caligrafía china ha sido una forma tradicional de escritura,
que después de un prolongado proceso de evolución
y desarrollo se ha convertido en una manifestación artística
con gran personalidad. En China la caligrafía tiene más
de dos mil años de existencia. Sus legendarios creadores
generaron los caracteres que la integran observando las huellas
de los animales sobre la arena o el lodo. Después, comenzaron
a trabajar imágenes simples que representaban distintos
objetos, animales, astros y fenómenos naturales.
Los estilos caligráficos más practicados son los
conocidos como zhuànshu (??, escritura de sello), lìshu
(??, escritura administrativa), kaishu (??, escritura regular),
caoshu (??, escritura cursiva), y xíngshu (??, escritura
semicursiva).
Zhuànshu es el estilo de escritura estandarizado en la
dinastía Qin (221 a.n.e - 206 a.n.e.), que se caracteriza
por ser rectangular. Se buscaba un mayor espacio en la parte inferior
del carácter para otorgarle equilibrio estructural. Lìshu,
estilo de escritura estandarizado en la dinastía Han (206
a.n.e.-220), marca el viraje en la evolución de los caracteres
chinos, al sentar la base del kaishu. Kaishu, aparece a finales
de la dinastía Han. Dicho estilo defiende la estructura
cuadrada como el mejor modelo para la escritura. La escritura
caoshu es un estilo caligráfico de trazos rápidos
que se basa a su vez en las formas lìshu y kaishu; por
último, la forma caligráfica de xíngshu se
sitúa a medio camino entre la kaishu y la caoshu. Sus trazos
no son tan ordenados como los que caracterizan a la caligrafía
kaishu, ni tan difíciles de reconocer como en la caoshu.
Este último estilo es el más extendido y el que
presenta menos dificultades a la hora de escribir a mano.
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