Despegue económico
provocado por una reforma

[Narrador] LI YINING [Reportera textual] LIU QIONG

Li Yining, miembro del Comité Permanente del Comité Nacional de la CCPPCh y subdirector de la Comisión de Economía del Comité Nacional de la CCPPCh.

Li Yining, famoso economista chino, nació en 1930. Es el actual rector del Instituto de Investigación sobre la Economía de Administración Civil de la Universidad de Beijing, rector honorario del Instituto de Administración Guanghua, de la Universidad de Beijing, tutor de doctorados sobre la economía nacional, miembro del Comité Permanente del Comité Nacional de la CCPPCh y subdirector de la Comisión de Economía del Comité Nacional de la CCPPCh.

Cuando era joven, albergaba la idea de “salvar al pueblo con la ciencia y revitalizar el país con la industria”, pero al final me hice economista. Al inicio de la reforma económica de China, yo había planteado el sistema de acciones y, precisamente por iniciativa mía, el Gobierno puso la economía de administración civil en la misma posición que la de propiedad estatal. Ahora yo estoy esforzándome por resolver el problema de la “Agricultura, el campo y el campesinado”.

Aprendí economía por casualidad

En la escuela primaria y secundaria tenía preferencia por la literatura y leí muchas obras clásicas de China y otros países. Crecí en una época turbulenta, con la agresión japonesa y la guerra civil. En vísperas de graduarme de la secundaria, asistí a una visita organizada por mi escuela a una fábrica grande de productos químicos, en la que conocí la importancia de la producción de fertilizantes químicos para el desarrollo agrícola de China, y en mi mente brotó la idea de “salvar al pueblo con la ciencia y revitalizar al país con la industria”. Por lo tanto, cuando fui admitido por la Universidad Nanking, no dudé en elegir la carrera de ingeniería química.

Sin embargo, en febrero de 1949, cuando recibí la notificación de ingreso a la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nanking, la situación cambió rápidamente. En abril de ese año, la ciudad de Nanjing fue liberada. En diciembre siguiente suspendí mis estudios y fui al distrito de Yuanling, de la provincia de Hunan, a trabajar como contador. En el verano de 1951, después de dos años en aquel puesto, se me ocurrió la idea de entrar otra vez en el campus y contacté a un compañero mío de la secundaria, quien estudiaba historia en la Universidad de Beijing, para inscribirme en el examen de admisión de los centros docentes superiores. Considerando mi experiencia de trabajo, mi base de estudio y la necesidad social, mi amigo solicitó para mí la Facultad de Economía de la Universidad de Beijing. En agosto pasé el examen y empecé mi carrera académica de Economía.

En 1955, me quedé en la universidad, trabajando en la Sala de Referencia de la facultad, para coleccionar, arreglar y recopilar los documentos y libros. Revisando un montón de obras y revistas nacionales y extranjeras, conocí muchas teorías económicas. Durante ese período, traduje numerosas obras y tesis originales y asumí el cargo de redactor principal de la revista de la facultad, Desarrollo de la economía extranjera.

A finales de los 70 se levantó en el país el debate “La práctica es el único criterio de la verdad”, que duró medio año. La discusión emancipó la mente de las personas, guiándolas a probar todo en la práctica, en vez de creer a ciegas en los libros. Desde entonces, he participado personalmente en las reformas económicas de China y hecho mi propia contribución.

Algunos me llaman, “Li Gufen” (gufen, acciones en chino)

En abril y mayo de 1980, presenté por primera vez la reforma del sistema de acciones en un simposio sobre la labor y salarios, organizado conjuntamente por la Oficina de Investigación de la Secretaría del Comité Central del Partido Comunista de China y la Administración Estatal del Trabajo.

En ese tiempo el Gobierno enfrentaba las presiones de asignar empleos a miles de jóvenes instruidos que retornaron del campo a las ciudades. Propuse en el evento el establecimiento de empresas por acciones, que por una parte permitirían a las empresas ampliar sus operaciones al emitir acciones, y por otra, resolvería el problema del empleo. Esta idea no tuvo una gran acogida, pese a que en ese momento en el campo ya había aparecido el embrión del sistema de acciones, mediante el cual, con el fin de fortalecer la productividad, algunas empresas estimulaban a los campesinos para que estos dominaran acciones a través de sus factores de producción, formando así las empresas de cooperación por acciones. Era un modelo activo y dinámico, pero lejos de ser perfecto.

En las ciudades, la reforma de las empresas de propiedad estatal había sido siempre un dolor de cabeza. A finales de 1978 comenzó la reforma de “Descentralización del control de la administración y concesión de los beneficios”, “ampliar la autodecisión de la empresa”. Pero eso no podía cambiar fundamentalmente el modelo de administración y a principios de los 80 las empresas de propiedad estatal todavía no salían de los apuros que atravesaban.

En ese momento, algunos directores plantearon la aplicación plena del sistema de responsabilidad por contrato en las empresas industriales y comerciales de las ciudades. Una fábrica de camisas del distrito de Haiyan, en la provincia de Zhejiang, se hizo estrella de esta reforma. El director de la factoría, Bu Xinsheng, inspirado en el sistema de responsabilidad por contrato con remuneración en función del rendimiento del campo, implementó en el taller el sistema de responsabilidad en la producción con el pago de remuneración según el rendimiento. Los obreros recibieron un salario a destajo, rompiendo el igualitarismo de “comer todos por igual de una olla común” y la fábrica fue seleccionada Empresa Avanzada de la Provincia de Zhejiang, mientras Bu Xinsheng se convirtió en un ejemplo de la reforma en 1983. Muchas personas visitaron su industria para aprender de su experiencia.

El sistema de contratación estimuló a corto plazo la producción, pero, sin una gestión científica, este modelo también habría causado el caos en el orden de la economía y un alza de los precios. En este caso, el Gobierno decidió dejar la aplicación del sistema de contratación en las ciudades y emprendió la reforma fiscal de las empresas de propiedad estatal (empresas de este tipo pagaron sus impuestos sobre los beneficios al Estado), pero la medida no logró que las entidades asumieran las responsabilidades de sus ganancias y pérdidas, tuvieran el derecho de autodecisión y mantuvieran una competencia equitativa.

Hasta ese momento, mi propuesta sobre el sistema de acciones aún no había sido aceptada. A finales de abril de 1986, en un seminario celebrado en la Universidad de Beijing, pronuncié un discurso titulado Pensamiento básico de la reforma, en el que abogué por la reforma del sistema accionario en las empresas, pero algunas personas lo pusieron en dudas. En abril de 1987, el sistema de contratación fue presentado oficialmente y, pese a sus obvias fallas, todos creían que estas podían superarse. A finales de 1987, el 80 por ciento de las medianas y grandes empresas había implementado ese sistema. En ese momento surgió un nuevo ejemplo de reforma, Ma Shengli, quien contrató cien plantas de papel en 20 provincias y ciudades, formando el Grupo de Papel de Ma Shengli de China. En 1988, debido a la rápida expansión, el rendimiento del grupo bajó en gran medida, y su creador dejó definitivamente el cargo.

Cuatro años después, tras la histórica visita de Deng Xiaoping al sur de China, los directivos centrales conversaron especialmente con Wang Jiafu, miembro de la Academia de Ciencias Sociales de China, Lu Baifu, subdirector del Centro de Investigación de Desarrollo del Consejo de Estado, y conmigo, sobre el sistema de acciones. Desde los puntos de vista legal, político y económico, demostramos que el sistema no sólo era necesario, sino también viable.

En 1997, el informe del XV Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) indicó con claridad: Establecer un sistema de empresas modernas es la dirección principal de la reforma de las empresas, y las formas del sistema de propiedad pública pueden y deben ser diversificadas. El sistema de acciones es una forma de organización de capital de las empresas modernas. Es favorable para la separación entre la propiedad y el derecho de gestión y contribuirá a mejorar la eficiencia operativa de las empresas y el capital. Es un sistema que puede ser utilizado tanto en el capitalismo como en el socialismo. La clave está en quién es accionista dominante.

Por primera vez en un documento oficial del Comité Central del PCCh se hacía una innovación significativa en la teoría de la propiedad, que suponía un gran avance en el pensamiento económico del país.

La legislación del mercado bursátil

El mercado bursátil de China se estableció a comienzos de la década del 90 del siglo pasado. En 2001, las maniobras tenebrosas de varios fondos y la caída brusca de la cotización de las acciones Zhongke atrajeron la atención de toda la sociedad sobre las irregularidades de la joven bolsa. Hice críticas severas a la manipulación en el mercado de valores y lancé mis percepciones sobre éste en China, que en ese momento parecía un gran casino. Es algo anormal que toda la población se dedique a buscar utilidades en la compra y venta de acciones y el mercado de valores chino produce una relación beneficio-precio demasiado alta.

El mercado bursátil chino se ha convertido en barómetro de la macroeconomía nacional.

Sin embargo, cuatro economistas chinos, Xiao Zhuoji, Dong Fureng, Wu Xiaoqiu y Han Zhigang, me plantearon al mismo tiempo que se debía mantener una actitud más tolerante hacia la especulación y estimular, en vez de reprimir, la especulación racional. Es buena la pasión de todo el pueblo por las acciones, lo que demuestra que el rumbo del desarrollo del mercado de capitales y de la reforma económica se corresponde con la exigencia del desarrollo social y público. La relación beneficio-precio del mercado bursátil actual no resulta muy elevada. Pese a todo, no hay que rechazar la función del mercado chino so pretexto de su irregularidad. De esta manera, comenzó el gran debate sobre el desarrollo del mercado de valores.

Presidí la elaboración de la Ley de Valores de China, dirigida a dos objetivos fundamentales: por un lado proteger el interés de los inversores y prohibir estrictamente la manipulación del mercado, y por el otro, a través del mercado de valores, llevar a cabo la reestructuración industrial y el desarrollo de la economía nacional. En aquel entonces fui también miembro del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo del país, que progresivamente fue abriendo sus puertas a expertos de otras instituciones para la elaboración de las nuevas leyes, como los catedráticos y estudiosos de la Universidad de Beijing que tomaron parte en la redacción del referido estatuto sobre el mercado de valores.

Desde que la legislación entró en vigor, el 1 de julio de 1999, funciona activamente como reguladora de la cotización y la compra-venta de las acciones en las bolsas, la protección del derecho y los intereses legales de los inversores, la salvaguardia del orden económico y social y la promoción del desarrollo económico. Además de la Ley de Valores, dirigí también la elaboración de la Ley de Fondos de Inversión en Valores, cuya salida a la luz contribuyó a regular en mayor grado la gestión de los fondos y promover el fomento del mercado de valores.

A principios del siglo XXI se estableció primordialmente el sistema accionarial a nivel nacional y quedaron al descubierto algunos problemas. Según lo estipulado en el procedimiento originalmente diseñado, sólo las acciones públicas, casi un tercio de todas las acciones, podrían cotizar en las bolsas y entrar en las operaciones de compra y venta (acciones de circulación). Las otras dos terceras partes de las acciones, compuestas por las de propiedad estatal y las de personas jurídicas (acciones de no circulación) no podrían cotizar en bolsa. La reserva ocupa la mayor parte de las acciones, pero queda como no negociable, lo que ocasiona que muchas empresas que cotizan no cuenten con una auténtica asamblea de accionistas y una junta directiva efectiva. Con el fin de que todas las acciones entren en circulación, China realizó su segunda reforma del sistema accionarial en la separación de las acciones y sus derechos. Tras la conclusión de esa transformación, a finales de 2006, el mercado bursátil del país se encaminó a la órbita correcta y funcionó como barómetro de la macroeconomía nacional.

Me llamaron Li Minying (minying, economía de administración civil)

Durante 30 años de reforma económica, las empresas estatales chinas consiguieron un éxito notable, mientras la economía de administración civil también logró un desarrollo considerable. El avance de la última experimentó tres etapas. La primera de 1978 a 1992, la segunda a partir del discurso pronunciado por Deng Xiaoping en su gira de inspección por el sur del país, en 1992, y la tercera arrancó en 2005, luego de la promulgación del documento de “36 Puntos sobre la Economía No Estatal”, que abrió nuevos horizontes para el desarrollo del sector.

El 11 de diciembre de 1980 se concedió a Zhang Huamei, entonces una muchacha de 19 años, la primera Licencia de Negocios para Industriales y Comerciantes Individuales del país, emitida por la Oficina de Administración Industrial y Comercial local. A continuación emergió a nivel nacional una oleada de trabajadores individuales, que plantó la semilla de la economía de administración civil de nuestro país.

Después que Deng Xioping pronunció su famoso discurso en la gira de inspección por el sur de China, el desarrollo de la economía privada nacional entró en su segunda etapa. Se registró un crecimiento del número de empresas privadas, de casi 140.000 hasta las 2,435 millones, del capital registrado, que pasó de 22.100 millones de yuanes a 2.475.600 millones de yuanes, y del personal contratado, de 2,32 millones de personas a 34,09 millones, así como un aumento de 208 veces de la recaudación por concepto del pago de impuestos.

Li Yining respondió las preguntas de los periodístas en una conferencia de prensa.

Sin embargo, la reforma no adelantaba siempre con viento en popa. A comienzo de 1982, varios empresarios exitosos fueron acusados de especulación. En el poblado de Liuzhen, ciudad de Wenzhou, pueblo de origen de la economía privada, Hu Jinlin, “rey de la ferretería”, Cheng Buqing, “rey de la lámpara de mina”, y otros seis influyentes productores privados enfrentaban una investigación judicial. No obstante, en la enmienda de la Constitución que se aprobó poco tiempo después, en la V Sesión del V Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, se estableció por primera vez la posición legítima de la economía individual. Muchos trabajadores individuales que se habían enriquecido fueron invitados a divulgar sus experiencias y tratados como modelo ante la sociedad.

En la década del 90 del siglo pasado, la ciudad de Zhucheng, de la provincia de Shandong, se convirtió en foco de atención. Su teniente alcalde de entonces, Chen Guang, vendió en dos años el 95% de las empresas estatales y colectivas, ganando el apodo de Liquidador Chen y generando muchas dudas y críticas por llevar a cabo una privatización. Sin embargo, después de investigar el caso de la ciudad, el Gobierno reconoció esta experiencia, que por medio del sistema accionario, la introducción de la inversión extranjera, la quiebra o la fusión logra acelerar la reforma de las empresas estatales medianas y pequeñas, con resultados satisfactorios. Más tarde, con la salida a la luz del pensamiento orientador del Gobierno Central, que autorizaba la venta de las empresas estatales de tipo pequeño y general a las entidades colectivas e individuos, se registró un aumento de las empresas nacionales de 90.000, en 1990, a 238.000, en 1994. Zhucheng fue pionera en la promoción del desarrollo de la economía de administración civil, logró un gran éxito e hizo una gran contribución a la historia.

En la primavera de 2005, el Consejo de Estado emitió el documento titulado Opiniones sobre impulsar, apoyar y orientar el desarrollo de la economía de propiedad no pública, conocido ampliamente como 36 Puntos sobre la Economía No Estatal, el primero que concedió igualdad de condiciones a la economía de administración civil y la estatal, lo que se considera también la llegada de la primavera para ese sector económico.

Yo fui el iniciador de ese documento. En aquel momento, en calidad del subdirector de la Comisión Económica del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), encabecé el grupo que llevó a cabo una investigación profunda por provincias como Liaoning, Jiangsu, Zhejiang y Guangdong, en las que descubrimos que el desarrollo de la economía de administración civil enfrentaba muchas barreras, como las limitaciones en el acceso al mercado, el tratamiento injusto en la financiación, el pago de tributos e impuestos, el uso de la tierra y el comercio exterior, así como la opinión pública no amigable.

A finales de 2003, el grupo de investigación terminó un informe detallado que presentamos ante el Comité Nacional de la CCPPCh y, al mismo tiempo, enviamos una carta al primer ministro, Wen Jiabao, a la que adjuntamos nuestro estudio. El premier concedió una alta importancia a la misiva y a principios del año siguiente escribió una larga instrucción y encargó a la Oficina de Investigación del Consejo de Estado y la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma dirigir la elaboración de los 36 Puntos sobre la Economía No Estatal.

En 2005, la política a favor de la economía no estatal, 36 Puntos sobre la Economía No Estatal, fue dada a conocer y puesta en vigor. Esta fue la primera vez que el Gobierno Central emitió un documento político dedicado a estimular, apoyar y orientar el desarrollo de la economía no pública, que dio luz verde al acceso del capital no público a los sectores monopolísticos, como el financiero, la electricidad, las telecomunicaciones, el ferrocarril, la aviación y el petróleo, para introducir el mecanismo de competición al mercado. El documento también estipuló que ninguna institución ni persona puede violar los bienes legales de las empresas no públicas y cambiar ilegalmente el derecho de propiedad de éstos.

Con la publicación de ese documento, los gobiernos locales de diversos niveles y departamentos lanzaron también medidas compatibles, dando un fuerte impulso al fomento de la economía no pública y marcando una nueva fase de su desarrollo. A finales de 2008, las empresas del sector representaban el 61% de todas las empresas del país, convirtiéndose en la mayor fuerza empresarial de China.

Prefiero que me llamen Li a favor de los tres asuntos rurales

Durante 2004 y 2005 hice una investigación por las zonas rurales de 16 provincias, con el objetivo de concluir y difundir las experiencias exitosas del nuevo cooperativismo, el sistema del enviado técnico, la transferencia racional del derecho del uso de la tierra y la emigración de los habitantes de las montañas. También planteé mi concepción sobre el sistema accionario de la tierra.

Según mi punto de vista, la reforma china avanza sin cesar y es inevitable su profundización en el campo. El sistema accionario no sólo influyó en la economía urbana, sino que también conexiona estrechamente con la economía rural. Por ejemplo, en las zonas rurales de las ciudades de Wenzhou y Taizhou, en la provincia de Zhejiang, se fundaron muchas fábricas por acciones a principios de los años 80, que introdujeron un caudal apreciable de capital en la producción, crearon millones de empleos, provocaron un aumento de dos dígitos del PIB durante 20 años seguidos, contribuyeron con cientos de miles de millones de yuanes a la recaudación de impuestos y construyeron centenares de urbes bellas y modernas. Los campesinos de estos lugares llevan una vida enriquecida desde hace muchos años. Todo eso corroboró que el sistema accionario puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de las zonas rurales.

Para nosotros, la reforma y apertura al exterior es una práctica sin antecedentes que se encuentra inevitablemente con barreras y deficiencias. El mecanismo de la economía planificada de nuestro país se edificaba sobre dos fundamentos: en primer lugar el sistema de las empresas de propiedad estatal, que no separa la función del Gobierno y la empresa ni define claramente el derecho de propiedad; en segundo, el sistema dual urbano-rural, que divide la zona urbana y la rural y limita la circulación de factores productivos entre ambas áreas. Estos dos pilares sostenían la existencia y el funcionamiento de la economía planificada.

Actualmente un problema que la reforma de las empresas estatales no ha logrado resolver es el del monopolio sectorial. Para fundar la auténtica economía de mercado, se requiere una reforma más profunda, que elimine este monopolio, generalmente relacionado con el monopolio en administración. Además, el presente sistema agrícola de contratación de la tierra se está llevando a cabo con un reconocimiento previo del sistema dual urbano-rural y no ha producido ningún cambio radical, de ahí que el ingreso de los campesinos aumente lentamente, el paso de la urbanización no sea rápido y exista todavía desigualdad de derechos entre los ciudadanos urbanos y los del campo. Un ejemplo de ello son los trabajadores inmigrantes del campo que laboran en las ciudades. La reforma de las zonas rurales acababa de comenzar y tiene un largo camino por recorrer.

Otro problema es el establecimiento del sistema de seguridad social, que debido a la escasez financiera y otros motivos avanza lentamente y encuentra muchas dificultades.

Entre los tres problemas mencionados, resulta primordial el de los tres asuntos rurales (las zonas rurales, los campesinos y la agricultura) y en los últimos años me empeñé en llamar la atención social sobre ese problema. A principios de 2008, publiqué en la Gaceta de la Universidad de Beijing un artículo largo titulado Sobre la Reforma del Sistema Dual Urbano-Rural, en el que indico que para impulsar el desarrollo agrícola y elevar el ingreso de los campesinos, la clave es transformar el sistema dual del campo y la ciudad y dejar que los ciudadanos rurales y los urbanos gocen de los mismos derechos y oportunidades. Creo que sin la reforma del sistema dual no habrá un aumento considerable de los ingresos de los campesinos ni tampoco disminuirá la brecha entre las zonas rurales y las urbanas. Anteriormente me llamaron Li a favor del sistema accionarial o Li a favor a la economía de administración civil, pero ahora prefiero el tratamiento de Li a favor de los tres asuntos rurales.

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoy@chinatoday.com.cn
Todos los derechos reservados: China hoy