Relación
económica y comercial chino-latinoamericana bajo la crisis
financiera
Por LU GUOZHENG*
La crisis financiera puso fin al rápido
crecimiento del comercio entre China y América Latina
Desde noviembre de 2008 hasta mediados de 2009, el comercio exterior
de China con América Latina ha experimentado una tendencia
a la baja, un fenómeno nunca visto en la historia de las
exportaciones del país desde la fundación de la
Nueva China, hace ya 60 años.
En el presente siglo, las relaciones comerciales entre ambas
partes mantuvieron un rápido crecimiento durante nueve
años consecutivos, hasta diciembre de 2008. Sin embargo,
a partir de enero del corriente, el intercambio ha venido sufriendo
un gran descenso, mucho mayor que la caída del comercio
exterior del país con otras regiones del planeta durante
la misma etapa.
De enero a abril de 2009, el comercio exterior de China con sus
principales socios de América Latina mantuvo su línea
descendente y aparte de las ventas a Venezuela, que registraron
cierto crecimiento, el intercambio con los otros cinco principales
socios latinoamericanos sufrió una reducción considerable.
Obviamente, el comercio entre China y América Latina ha
entrado en un nuevo período.
Desafíos que enfrentan las relaciones
comerciales chino-latinoamericanas
Limitada variedad de mercancías
En el comercio entre ambas partes, las mercancías que
exporta China pertenecen generalmente a los productos industriales
terminados y las que importa son los productos primarios.
Desequilibrio
Durante los últimos nueve años, el comercio global
entre China y América Latina se ha mantenido en un estado
de equilibrio. Pero si analizamos la relación de los diferentes
países por separado vemos que el comercio de China con
Brasil, Argentina y México ha estado en desequilibrio durante
mucho tiempo. Con el último existe un superávit,
mientras la balanza con los dos primeros es desfavorable.
Disminución de la eficiencia económica
En un momento de alto desarrollo de este comercio, el precio
internacional de los productos primarios subió de manera
sorpresiva, especialmente el del crudo, que emprendió una
escalada a partir del primer semestre de 2008 y se elevó
hasta los 150 dólares por barril. Mientras tanto, el precio
de los cereales y los productos minerales se multiplicó
durante varios años consecutivos. Sin embargo, el de los
productos fabricados tendía a caer. Tras los efectos ocasionados
por la subida del valor del crudo y los fletes, las empresas chinas
intensivas en mano de obra y bajo nivel de contenido tecnológico,
sufrieron una reducción en su rentabilidad económica.
Aumento de las fricciones comerciales
Las estadísticas de la OMC muestran que de 1995 a 2008
el número de casos de investigación antidumping
que lanzaron siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia,
México, Perú y Venezuela) hacia China llegó
a 172, representando el 25 por ciento de la totalidad de las demandas
presentadas contra China. En el mismo período, esas propias
naciones tomaron medidas antidumping en 114 casos, equivalentes
al 23,8 por ciento del total.
A pesar de que países como Brasil, Argentina y Perú
reconocen el estatus de China en la economía de mercado,
no dejaron de involucrarse en la investigación antidumping
y la ejecución de las medidas, y después de estallar
la crisis financiera, se notó un abrupto aumento de estos
casos, incluidos los provisionales y perpetuos.
Desequilibrio en la inversión
Hasta ahora, el volumen de inversión de China en América
Latina no es grande. Para las empresas de la primera, es malo
el ambiente de inversión en los países latinoamericanos:
baja eficiencia de trabajo, mala infraestructura, sindicatos poderosos
y apreciables diferencias culturales. Estos factores constituyen
la principal dificultad para la entrada de los inversionistas
chinos en el mercado de América Latina. Además,
las empresas chinas no están bien preparadas en aspectos
como los recursos humanos, fondos y capacidad administrativa para
invertir en el extranjero.
Nuevo modo de desarrollo frente a la
crisis financiera
Transformar el modo de desarrollo
En el mundo actual, la revolución científica y
tecnológica representada por la ingeniería informática
impulsa fuertemente el desarrollo de las fuerzas productivas sociales.
China, como un país densamente poblado, tiene ventajas
en cuanto a mano de obra calificada. En otras partes, la escasez
de recursos naturales y el empeoramiento ambiental frenan el desarrollo.
La crisis financiera pide de modo especial a la gente reflexionar
sobre el anterior modo de desarrollo económico y la nueva
orientación de la economía china bajo la nueva oleada
de la globalización económica.
Además de su velocidad de crecimiento, China debe considerar
otros factores, como la protección ambiental, la armonía
social, el cambio climático, la calidad de su crecimiento
económico y la fuerza de desarrollo sostenible.
Acelerar la construcción de la Zona
de Libre Comercio China-Latinoamérica
El Gobierno chino ha tomado la cooperación económica
interregional en consideración de la estrategia nacional
y ha obtenido notables éxitos en la construcción
de la Zona de Libre Comercio (ZLC), que proporcionará garantías
a los intereses de los países concernientes y contribuirá
realmente a la ejecución de la libre inversión y
el comercio iniciada por la OMC. Bajo la actual crisis financiera,
acelerar la construcción de la ZLC tiene un mayor significado
para ambas partes.
Lo que se debe hacer en la próxima etapa es iniciar cuanto
antes las negociaciones para firmar acuerdos de libre comercio
entre China y el MERCOSUR. Estas negociaciones son convenientes
para la demanda de ambas partes sobre la estrategia de desarrollo
y la globalización económica.
Fortalecer la cooperación financiera
para firmar acuerdos de canje monetario
Bajo la influencia de la crisis financiera, los países
latinoamericanos recurren a la cooperación financiera.
Argentina y Brasil firmaron acuerdos sobre canje monetario, y
posteriormente los países del MERCOSUR aumentaron la cooperación
financiera con los demás países latinoamericanos.
El 29 de marzo de 2009, los bancos centrales de Argentina y China
firmaron un acuerdo marco sobre canje monetario por un monto equivalente
a 70.000 millones de yuanes. Este es el primer pacto de este tipo
suscrito por China con un estado de América Latina. Sobre
esta base, China debe incrementar eficazmente la cooperación
financiera con sus principales socios comerciales de América
Latina, incluido un acuerdo de canje monetario.
Garantizar la seguridad de los cereales y energéticos
en el mundo
La seguridad de los cereales y la energía se relaciona
no sólo con la economía y el bienestar de cada país,
sino también con el desarrollo y la seguridad de todo el
planeta. Como los mayores productores y consumidores de cereal
en el mundo, China y los países latinoamericanos deben
coordinar activamente sus políticas y tomar medidas para
mantener la seguridad mundial de la producción de cereales
y energía. Es necesario que ambas partes presten atención
a la producción, inversión y tecnologías
para aumentar la provisión de granos; mejorar el ambiente
para el comercio de cereales y establecer un justo y racional
orden de comercio de los productos agrícolas. Hace falta
una mayor coordinación para suprimir la especulación
en el mercado y estabilizar el precio de los cereales.
Ambas partes deben profundizar la coordinación en el desarrollo
y utilización de la energía en favor de los intereses
comunes, con el propósito de impulsar la diversificación
y globalización del suministro energético, construir
un avanzado mecanismo de desarrollo de las tecnologías
energéticas y promover el uso de las energías limpias
y renovables.
De todas maneras, en comparación con los factores negativos,
son muchos más los positivos para las relaciones chino-latinoamericanas.
En el Documento sobre la Política de China hacia América
Latina y el Caribe, publicado en noviembre de 2008, se mencionan
los 14 campos principales de la cooperación económica,
tales como el comercio, cooperación de inversión,
cooperación financiera, cooperación agrícola,
cooperación industrial, construcción de infraestructuras,
cooperación en recursos y energía, cooperación
aduanera, cooperación en el control de la calidad, cooperación
turística, exención y disminución de deudas,
asistencia económica y tecnológica, cooperación
multilateral y cooperación entre asociaciones y cámaras
de comercio. Cada uno de estos escenarios promete mucho.
El desarrollo y la ampliación de las relaciones económicas
y comerciales entre ambas partes tienen un positivo significado
para la pronta recuperación de la economía mundial.
*Lu Guozheng, Asesor de China hoy y editor
jefe del Foro de Comercio Internacional, revista trimestral de la
Asociación de Comercio Internacional de China.
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