Beneficios sin precedentes y margen para más

Por MIAO GENGSHU*

*El autor es presidente del Consejo de Fomento de Inversiones Internacionales de China

El embajador de China en México, Yin Hengmin (quinto de la der.), en su gira de inspección de un proyecto de Sinopec en Tampico, México.

Desde 2004, cuando el presidente chino, Hu Jintao, hizo su primera visita en calidad de jefe de Estado a América Latina, las relaciones económicas y comerciales chino-latinoamericanas han logrado un rápido desarrollo. Ese año, el mandatario chino respaldó el propósito de que el volumen comercial bilateral alcanzara los 100.000 millones de dólares para el año 2010, y de acuerdo con las estadísticas aduaneras chinas, al cierre de 2007 el intercambio había llegado ya a los 102.570 millones de dólares, superando la meta con tres años de anticipación. Ello marcó la entrada en una nueva etapa de desarrollo de los vínculos bilaterales en el plano comercial.

Comercio multiplicado por 10 en 8 años

Desde que China comenzó a aplicar la política de reforma y apertura al exterior, los lazos económicos y comerciales con América Latina presentan un fuerte empuje de desarrollo. En 1990, el flujo comercial entre ambas partes apenas rebasó los 1.800 millones de dólares, no obstante, al finalizar 2003, la compra y venta de mercancías entre ambos mercados reportó 26.800 millones de dólares, adelantando ya un despegue que en 2008 se tradujo en 143.400 millones de dólares, un 40 por ciento más que el año precedente, 10 veces más si se compara con los resultados del año 2000 y casi 80 veces si el dato es confrontado con el de 1990. Además, la cooperación e inversiones en las áreas de energía, minería, telecomunicaciones y construcción de infraestructuras han registrado nuevos avances y las relaciones económicas y comerciales entre las dos partes alcanzaron un nivel sin precedentes.

El presidente del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, y su par del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, firmaron un memorando de entendimiento para la cooperación, el 3 de febrero de 2009.

Mientras tanto, la estructura del comercio también ha experimentado transformación favorable. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de China, de enero a septiembre de 2008 se observó no sólo un aumento sustancial en el intercambio, sino también algunos cambios positivos en la composición de este. Por ejemplo, entre las exportaciones de China a América Latina, además de los tradicionales textiles y productos industriales ligeros, los de altas tecnologías, como la informática y las tecnologías de las comunicaciones, así como equipos de inspección de contenedores muestran un crecimiento acelerado en relación con la proporción total de las exportaciones. Mientras tanto, entre las importaciones, productos como los circuitos integrados y componentes microelectrónicos se convirtieron en las principales adquisiciones de China. Además, los aviones de pasajeros de Brasil, las cervezas mexicanas y los vinos chilenos lograron también entrar en el mercado chino.

El entorno económico y comercial ha ido mejorando. En noviembre de 2004, durante la gira del presidente Hu Jintao por Brasil, Argentina, Chile y Cuba, los cuatro países reconocieron el carácter mercantil de la economía China, creando condiciones favorables para que sus productos entrasen en el mercado latinoamericano. Hasta 2008, China había firmado acuerdos sobre cooperación económica y tecnológica con 16 países latinoamericanos, convenios sobre fomento y protección recíproca de inversión con 11 países y pactos para evitar el doble gravamen con 5 países. Estos compromisos bilaterales y mecanismos de consultas proporcionan una base sólida y una fuerza motriz potente para promover el intercambio mutuo.

Espacio amplio y demanda real

Las economías China y Latinoamericana son altamente complementarias y tienen un amplio espacio de cooperación. En primer lugar, la magnitud del comercio bilateral tiene aún un gran margen de crecimiento. En 1998, el volumen de comercio bilateral representó sólo un 1,2 por ciento en el comercio exterior latinoamericano, y en 2003, aunque llegó a los 26.800 millones de dólares, esta cifra significó sólo un 3,3 por ciento en el comercio exterior total latinoamericano, que fue superior a los 800.000 millones de dólares. La escala comercial bilateral tiene por tanto un gran potencial.

En segundo lugar, también hay gran espacio de desarrollo para las inversiones. Según datos del sitio web del Ministerio de Comercio de China, hasta octubre de 2008, nuestro país invirtió 400 millones de dólares en México, 170 millones de dólares en Argentina, 440 millones de dólares en Chile y 210 millones de dólares de carácter no financiero en Brasil. Comparando estos datos con el rápido desarrollo del volumen del comercio, podemos afirmar que la cooperación en materia de inversiones tiene todavía un gran potencial de crecimiento.

Por último, existen buenas perspectivas en la cooperación financiera. En 1974 el Banco de China estableció una sucursal en Panamá y en los años 85 y 86, firmó acuerdos de reciprocidad con el sector bancario de Colombia y México. El 30 de septiembre de 2008, el Consejo Monetario Nacional de Brasil autorizó a la misma institución financiera asiática a hacer negocios en Brasil, e incluso Suramérica, lo que la convirtió en el primer banco de capital chino en recibir ese aval. Al mismo tiempo, el Banco de Desarrollo de China proporciona respaldo crediticio a Brasil para la explotación de recursos petroleros en el mar.

En resumen, la cooperación empresarial tiene un espacio amplio y demanda real, especialmente ante la actual crisis financiera internacional. Los comerciantes chinos y latinoamericanos son conscientes de la importancia, necesidad y urgencia de cooperar. Debido a los lazos cada día más estrechos, los hombres de negocios de América Latina perciben que China es cada vez más importante para esa región y están dispuestos vehementemente a emprender un nuevo capítulo en las relaciones económicas y comerciales bilaterales. El secretario general de ejecución del Consejo de Brasil expresó que la cooperación chino-latinoamericana reviste una importancia vital para superar la crisis económica y el desarrollo regional futuro. Si tomamos como ejemplo a Brasil, el mayor socio comercial de China en el subcontinente, veremos que mientras sus exportaciones en general se redujeron como consecuencia de la crisis, las ventas a China aumentaron en un 34,4 por ciento.

La solidez de las relaciones genera nuevas oportunidades para las empresas latinoamericanas. En declaraciones a la agencia de noticias china Xinhua, durante una reunión entre empresas chinas y brasileñas, el jefe de operaciones de Embraco S.A., que tiene ya 15 años de experiencia en un negocio de capital mixto en nuestro país, señaló que “ahora las relaciones económicas y comerciales entre China y los países latinoamericanos, con Brasil en particular, se tornan cada vez más estrechas y eso favorece a las dos partes”.

Abarcadora plataforma de cooperación

Visitantes mexicanos presencian los Juegos Olímpicos junto a los chinos.

Para promover el intercambio y cooperación empresariales, en julio de 2006 se estableció el Consejo de Fomento de Inversiones Internacional de China, un grupo estatal y profesional con personalidad jurídica independiente, que cuenta con 348 miembros y 5 organizaciones filiales, entre ellos el Comité de Trabajo de Empresarios Chino-Brasileños (CTECB) y el Comité de Trabajo de Empresarios Chino-Chilenos (CTECC).

El CTECB, establecido con el auspicio de los jefes de Estado de Brasil y China, está formado por iniciativa propia de empresarios brasileños y chinos, es una institución no gubernamental, que tiene como propósito fortalecer el intercambio y cooperación bilaterales y desarrollar las relaciones económicas y comerciales. Su constitución oficial tuvo lugar en mayo de 2004, en Beijing, y en 2006 se incorporó al Consejo de Fomento de Inversiones Internacionales de China, convirtiéndose en una rama importante de este.

Desde su creación, el CTECB ha impulsado las visitas de los dirigentes de ambos países y la cooperación empresarial. En noviembre de 2004, durante la visita del presidente Hu Jintao a Brasil, acompañaron al mandatario representantes de más de 150 empresas chinas y celebraron con éxito el Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Brasil y otras actividades económicas. En marzo de 2006, para coordinar la visita a nuestro país del vicepresidente brasileño, José Alencar, la institución celebró en Shanghai el Foro de Cooperación y Desarrollo Económico China-Brasil, al cual asistieron Alencar y su comitiva.

En tanto, la parte china del CTECB acompañó en un viaje a Brasil en 2006 al presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, Wu Bangguo, oportunidad que aprovechó para celebrar la reunión anual del Comité Trabajo de Empresarios Chino-Brasileños, en la que el líder asiático pronunció un importante discurso. En mayo de 2009, con la visita a China del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, la parte china del CTECB, con la coordinación del Banco de Desarrollo de China, convocó a sus miembros para un simposio sobre nuevas oportunidades para ambos socios estratégicos.

En el ámbito de la promoción de la cooperación en materia de inversión entre China y Brasil, el CTECB juega un papel activo como plataforma para los empresarios de ambos países y logró ricos resultados, como el acuerdo para el fortalecimiento del comercio de petróleo y financiación cooperativa, suscrito por la estatal brasileña PETROBRAS y la china Sinopec durante la visita del vicepresidente chino, Xi Jinping, a Brasil, en febrero de 2009, el cual contempla la importación por nuestro país de 3.000.000 a 5.000.000 de toneladas de crudo.

Mientras tanto, en el campo de las comunicaciones, desde 1999 Huawei Technologies Co., Ltd abrió una filial en suelo brasileño, donde sus negocios se han desarrollado con rapidez y actualmente tiene oficinas en Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia y da empleo a 1.136 personas. Además, su volumen de ventas en ese mercado alcanzó los 1.300 millones de dólares en 2008.

En el sector de aviación, China Aviation Industry Corporation estableció una empresa de capital mixto con la Compañía Aérea EMBRAER, de Brasil, que garantizará la entrega de 27 aviones de pasajeros ERJ-145 a aerolíneas chinas, lo que es considerado un modelo exitoso de la cooperación en altas tecnologías entre los dos países.

La cooperación económica entre China y América Latina aumenta cada día más.

En años recientes, el CTECB ayudó también a China Aluminium Co., Ltd. y a la Companhia Vale do Rio Doce a establecer fábricas mixtas de alúmina en Brasil, creó las condiciones para que Shandong Yanzhou Mining Industry Group, Co. Ltd y la Compañía Vale do Rio Doce emprendieran varios proyectos de cooperación, y desempeñó un papel activo en la solución de los problemas afrontados en la cooperación entre otras empresas chinas y brasileñas.

En mayo de 2005, también en virtud de la promoción gubernamental, se creó el Comité de Trabajo de Empresarios Chino-Chileno, que en septiembre de 2006, durante la visita de Wu Bangguo al país andino, celebró en Santiago de Chile el Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Chile, en el que el titular de la APN tuvo a su cargo las palabras de apertura.

Igualmente, en abril de 2008, en ocasión del viaje a China de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, el CTECC organizó en Beijing el Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Chile, en el cual el viceprimer ministro chino, Wang Qishan, y la propia mandataria pronunciaron sendos discursos. El éxito de este evento para la promoción comercial chino-chilena tuvo un efecto positivo en los intercambios y fortaleció la confianza mutua entre empresarios de ambos países.

Luego de varios años de esfuerzos, la creciente influencia de los comités Chino-Brasileño y Chino-Chileno se han convertido en una plataforma importante para la cooperación y consiguió elogios de los gobiernos y empresas de las partes.

Sin embargo, las estrechas relaciones económicas y comerciales no sólo traen oportunidades, sino también plantean algunos desafíos. Aunque el volumen del comercio con China está creciendo, los latinoamericanos consideran que la variedad de productos importados desde nuestro país es muy baja y esperan aumentar aún más nuestra inversión en América Latina. Ivan Ramalho, viceministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, confirmó que este año su país enviará más delegaciones a visitar China y organizará más actividades de promoción, con el objetivo expreso de ampliar las exportaciones brasileñas a China. También hizo hincapié en que la Expo Mundial 2010, que se celebrará en Shanghai, será una excelente oportunidad para exponer los productos y servicios brasileños.

En materia de inversión en el mercado latinoamericano, el Consejo de Fomento de Inversiones Internacionales de China tomará medidas en dos áreas específicas. Por un lado, guiará a las empresas nacionales a fortalecer la participación directa en la construcción de infraestructuras en América Latina, y por otro sugerirá a la región mejorar el ambiente de inversión, lo que facilitará la llegada de los inversores chinos.

Como un importante puente entre los empresarios de ambas partes, el Consejo de Fomento de Inversiones Internacionales de China seguirá impulsando activamente el intercambio bilateral, para explorar y construir un modelo macro del Comité de Trabajo de Empresarios Chino-Latinoamericanos y construir una plataforma más amplia de cooperación para este fin.

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