Pintura de flores y pájaros

Por WU BING

Flores del Monte Yandang, de Pan Tianshou.
Orquídea, de Zheng Sixiao.

En la primavera de 1994 fue colgada una pintura tradicional china de grandes proporciones en la pared del salón de Zhongnanhai, sede del Gobierno Central. Si se contempla de lejos la obra, se podrán notar los colores jaspeados que en ella aparecen, similares a los del impresionismo francés. Sin embargo, el cuadro fue creado según el estilo peculiar de nuestro país. El pincel y la tinta fueron bien empleados para dibujar la hierba, el árbol, las flores y la montaña.

Titulada Tiempo de Primavera, la pieza fue concebida por Guo Yizong, un famoso pintor de flores y pájaros, seguidor del método tradicional en la expresión espiritual de ambos elementos naturales. Sin limitarse a plasmar un sentimiento personal, este artista es considerado el padre de un nuevo género de pintura que gusta mucho a la gente de hoy, después de más de medio siglo de estudio y práctica.

A partir del siglo VII aparecieron en la plástica china los cuadros que reflejaban las plantas y los animales. Después de varios cientos años de desarrollo, en el siglo X, surgieron dos tendencias fundamentales dentro de este estilo, representadas por Huang Quan y Xu Xi. Las técnicas del primero se asemejaban a las de Leonardo da Vinci, uno de los exponentes del Renacimiento, mientras el estilo del segundo era similar al del Impresionismo o de las acuarelas de Inglaterra. Las pinturas de Huang Quan se caracterizan por su suntuosidad, mientras que las de Xu Xi son de un estilo libre y rústico. Después de esto, la pintura de flores y pájaros experimentó un desarrollo de mil años. En algunas dinastías hubo incluso entidades específicas que se dedicaron al estudio de la pintura, donde los artistas tenían un sueldo y un alto rango oficial. A veces el emperador también participaba en el trabajo artístico y dejaba algunas obras extraordinarias.

En el otoño de 1955, la Filial Este de China en Hangzhou de la Academia Central de Bellas Artes de China convocó una reunión plenaria, para discutir la suspensión de los cursos de pintura de flores y pájaros.

En efecto, después de la fundación de la Nueva China, en 1949, el Gobierno hizo hincapié en el papel pedagógico del arte en la sociedad. En esta época, las obras más populares eran más bien los murales que se exponían en las construcciones y que presentaban a menudo escenas de trabajo, imágenes de héroes en el combate y trabajadores modelos. Los cuadros de flores y pájaros no tenían más utilidad. “Entre las pinturas chinas tradicionales, aparte de las de figuras, lo demás debe abandonarse”, afirmaban quienes preconizaban desechar estas creaciones. Este tipo de pinturas, argumentaban, no era más que una diversión para los literatos en tiempos antiguos y no podían expresar la vida real ni animar el espíritu de las masas populares. En otra parte, debido a la limitación de sus temas, la expresión de estas obras era débil en comparación con los óleos de gran talla.

Otoño, de Gu Weiqu.

“No se debe abandonar imprudentemente el patrimonio cultural”, exhortó Pan Tianshou, famoso pintor de flores y pájaros y entonces rector del Instituto de Bellas Artes de Zhejiang. En su opinión este género podía expresar los temas realistas y plasmarse en grandes dimensiones. Así también tendría utilidad para servir a la sociedad.

Pan Tianshou realizó ensayos en la reforma de la pintura de flores y pájaros. Cuando era joven, dedicó mucho tiempo a estudiar las técnicas de este arte tradicional y también tuvo una buena formación artística de la pintura occidental. Se opuso a la combinación de las pinturas nacional y occidental y creyó que ello significaba “modificar la pintura china según los criterios occidentales”. Destacó la diferencia entre los dos tipos de estilos y al hacer una comparación entre ellos, consideró que la especialidad de nuestra pintura estaba en dibujar las cosas para expresar los sentimientos.

En las creaciones de Pan Tianshou, suelen aparecer las grandes piedras que ocupan casi todo el espacio y las pequeñas hierbas creciendo desde la grieta de estas rocas. Las plantas silvestres simbolizan el vigor y energía de la vida. A veces al autor le gustaba pintar una rana saltando de una piedra hacia otra más grande. La escena es vívida y el movimiento del animal resulta interesante.

Aves raras.

Este artista se especializó en las águilas y dejó muchas obras sobre ese tema. La imponente ave se mantiene posada en el precipicio, mirando a lo lejos, lo que da un sentido de alto espíritu y amplia vista. La serie Flores del monte Yandang fue bien acogida por los visitantes al ser expuesta en Beijing, en 1962. El pintor Guo Weiqu, entonces decano de la Facultad de Pintura de Flores y Pájaros de la Academia Central de Bellas Artes, escribió dos artículos en los que elogiaba el éxito de Pan Tianshou en la renovación de esta pintura tradicional. Las obras de este maestro, dijo, reflejan bien el espíritu de la época, mostrando una actitud más positiva en relación con la soledad y la depresión que existía entre los antiguos pintores.

Bambú cubierto de nieve.

Guo Weiqu dedicó toda su vida a salvar la pintura de flores y pájaros. Solía llevar a sus discípulos a los campos, para que trabajaran y se hicieran amigos de los aldeanos. Así conocieron bien el sentido estético de las masas populares. Para elogiar el trabajo agrícola y la cosecha, creó un gran número de cuadros de flores y pájaros. Guo contribuyó mucho a la innovación de las técnicas de pintar. Según él, los pintores deben aprender mutuamente, en vez de marcar barreras entre diversas escuelas y técnicas. Al combinar las técnicas de distintos tipos de pintura, creó una serie de obras dotadas con el espíritu de la época, que representan una perfecta combinación entre el estilo tradicional y el moderno.

Nueva época

La pintura de flores y pájaros logró desarrollarse gracias a los esfuerzos de pintores como Pan Tianshou y Guo Weiqu. En los años ochenta del siglo pasado, China aceleró el ritmo de su reforma y apertura. La política estatal sobre el trabajo del arte se reajustó en gran medida. Guo se ubicó afortunadamente a la vanguardia de este género y según él, las obras de flores y pájaros deben prosperar conforme al progreso de la época.

Nacida en una sociedad agrícola, esta corriente correspondía al gusto estético de una vida con un ritmo más lento. Sin embargo, la gente de hoy ya no tiene tanta paciencia para sentir tranquilamente el encanto esparcido desde los trazos finos y lo que necesita es un choque visual inmediato. Sobre la base de esta idea, Guo emprendió la reforma en diversos aspectos de la pintura de flores y pájaros.

Sus primeras pruebas partieron de la selección de los colores. La tradición china valoriza la simplicidad y sobriedad, ya que se considera que los colores demasiado brillantes corren el riesgo de estimular el deseo y debilitar la voluntad. Por esta razón, los cuadros típicos de flores y pájaros están hechos en negro y blanco. Esta tradición se mantuvo hasta el tiempo de Pan Tianshou. Guo Yizong empleó colores brillantes en la creación, tomando como referencia las obras de Claude Monet. En su momento hizo estudios sobre las estampas de Año Nuevo de su pueblo natal y los murales de la gruta Dunhuang, artes populares que habían sido despreciadas por los antiguos literatos y gustaban a la gente ordinaria por sus colores expresivos.

Este cambio operado por Guo modernizó la corriente y a partir de entonces el artista inició la reforma de los temas. En su opinión, la pintura de flores y pájaros debe ser de gran talla al tratar argumentos de importancia. Además, los contenidos pueden ser más variados y las obras pueden representar peces, camarones, piedras, árboles, leones, tigres, hierbas, grillos y moscas. En una palabra, podía incluir todo tipo de temas, excepto los personajes.

Los antiguos pintores expresaban su sentimiento personal a través de las plantas y los animales. En la cultura china muchos cultivos y animales han sido personificados según sus características naturales. El bambú es más preferido por los literatos por su elevada estatura e interior hueco, símbolo de la modestia. Las flores del ciruelo nacen en invierno y representan la inflexibilidad y la pureza. El crisantemo significa la persona que se desinteresa de la reputación y la fortuna. La orquídea que vive en los valles profundos, es sinónimo de nobleza y elegancia. Estos atributos son tesoros culturales que heredamos de nuestros antepasados. Guo Yizong piensa que la reproducción del modelo establecido por los artistas antiguos no puede favorecer la innovación y el desarrollo del arte. “Los pintores no deben limitarse a copiar las pinturas modelos de los antepasados, sino aprender la esencia de la tradición. Deben preocuparse al mismo tiempo por los cambios de la sociedad y el medio ambiente humano”, reflexionó.

En el momento del regreso de Hong Kong a la patria, en 1997, Guo creó una obra de grandes dimensiones El río Xiangjiang bajo el sol, en memoria del retorno de ese territorio a la soberanía de nuestro país. En esa pintura aparece la cercis china, una flor emblemática de la antigua colonia británica. La pintura ha conseguido muchos elogios de los hongkoneses. Como pintor de flores y pájaros, le gusta la naturaleza y se preocupa por el medio ambiente. Su obra El sol ecuatorial - mi declaración de Nairobi, en la que aparece una flor de cactus, demuestra su positiva actitud para proteger el medio ambiente y mantener el equilibrio ecológico.

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