Urumqi retorna a la normalidad

Zhao Gang, natural de Beijing, sufrió una contusión cerebral en los disturbios del 5 de julio.

DEBIDO al desarrollo de la situación en la región autónoma Uigur de Xinjiang, en la madrugada del 8 de julio, el presidente chino, Hu Jintao, regresó al país tras concluir su visita de Estado a Italia, donde tenía previsto asistir a la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) y principales naciones en vías de desarrollo programada del 8 al 10 del propio mes.

A su llegada a la capital china, el mandatario presidió una reunión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, centrada en recuperar la estabilidad de Xinjiang, localidad del oeste del país, que el pasado 5 de julio fue escenario de un incidente de brutal violencia, caracterizado por la agresión, destrucción, saqueo e incendio.

El día 5 era un domingo normal, la gente paseaba bajo el crepúsculo en la Plaza del Pueblo de Urumqi. Algunos sacaban fotos en el Monumento Conmemorativo de la Liberación Pacífica de Xinjiang, pero nadie imaginaba los desastres que se avecinaban.

A las 18:00 horas (hora local), se veía cada vez más personas llegar a la plaza, en su mayoría hombres jóvenes. Una parte de ellos se mostraban alterados y excitados. Dos horas más tarde, grupos de malhechores desataron disturbios en distintos lugares de la ciudad.

Según estadísticas publicadas por el gobierno de la región autónoma Uigur de Xinjiang, hasta el 12 de julio se habían reportado 184 muertos y 1.680 heridos, además de 627 carros quemados o destrozados. Un total de 633 edificaciones con una superficie total de 21.353 m2 fueron dañadas.

Tienda de coches totalmente destruida durante los actos violentos de la capital de Xinjiang. Hasta el 12 de julio se habían reportado 184 muertos y 1.680 heridos por los disturbios.

La mayoría de los ciudadanos de Urumqi ha manifestado su indignación por los disturbios. Kadeliya, una joven uigur de 23 años, herida durante estos incidentes, recordó que ‘‘aquel día regresaba a mi casa en el autobús número 106, pero debido a la violencia que había en la calle, el chófer nos pidió que bajásemos antes. Sin embargo, en ese momento se produjo una revuelta dentro del propio ómnibus y cuando bajaba me pegaron muy fuerte en la cabeza con algo como un palo. Me salvé del peligro gracias al personal de primeros auxilios’’.

Aimudula vive en la calle Houquan, donde la violencia fue mayor y como consecuencia de ella su esposa perdió el conocimiento. En su edificio viven 17 familias de varias etnias, que mantienen relaciones armoniosas. ‘‘Estos bribones sin entrañas cortan a cualquier persona y queman cualquier coche que encuentran”, dijo Aimudula, vendedor de frutos secos que desea que Xinjiang goce de un ambiente estable y pacífico, lo cual le garantiza un mejor desarrollo y una vida feliz a sus familiares.

Wang Lequan, secretario del Comité del Partido Comunista de China en la región autónoma Uigur de Xinjiang, y Nur Bekri, presidente del gobierno regional, consideran que el “atentado de 5 de julio” es un crimen violento instigado por las tres fuerzas exteriores (extremistas religiosas, separatistas nacionales y terroristas internacionales) aprovechando el incidente del pasado “26 de junio”, en la fábrica de juguetes Xuri, de la ciudad de Shaoguan, Guangdong.

En esta foto, tomada el 10 de julio, se ve que la paz ha regresado a Urumqi.

Xuri es una empresa grande de capital hongkonés, con más de 18.000 trabajadores, que durante mayo y junio recientes, a fin de apoyar la política de exportar la mano de obra excedente del oeste, reclutó 700 trabajadores campesinos en el distrito de Shufu, Kashi, de Xinjiang. A mediados de junio, un usuario publicó un mensaje en un sitio web local de Shaoguan, titulado “Aspiraciones de los habitantes”, en el que afirmaba que seis chicos de Xinjiang habían violado a dos chicas. El texto fue reproducido por muchas páginas en Internet y provocó la indignación de los empleados de la fábrica, que en la noche del 26 de junio se enfrascaron en una pelea con un grupo de obreros de Xinjiang, detonante de los fuertes disturbios posteriores, en los que estuvieron involucradas centenares de personas y terminó con un saldo de 120 heridos y dos trabajadores de Xinjiang muertos.

Después de investigar el asunto, la policía de Shaoguan descubrió que en la fábrica no se había producido violación alguna, como aseguraba el mensaje colgado en Internet. Un hombre identificado como Zhu fue detenido el 28 de junio y confesó ante la policía ser el autor del texto, que reconoció era falso. Además, trascendió que éste había abandonado el empleo que tenía en la propia factoría y que recientemente había vuelto a solicitar un puesto, pero fue rechazado. Entonces, descontento, publicó la nota.

Hasta el 5 de julio, 13 personas involucradas en la riña habían sido detenidas, incluidos tres residentes de Xinjiang.

A Patiguli, hermana de Aximujiang Aimaiti, que murió en el incidente del 26 de junio en Shaoguan, expresó su dolor por el hecho de que algunas personas emprendieran acciones violentas en nombre de su hermano, provocando que otros perdieran familiares. ‘‘Los asesinatos deben ser castigados”, dijo Patiguli, quien con la ayuda del gobierno se graduó del primer ciclo de educación secundaria, junto con sus dos hermanos, uno de ellos el que fue enterrado en su pueblo natal, el 29 de julio, según la costumbre uigur, con el apoyo de las autoridades.

Al mismo tiempo que se producían los disturbios en Urumqi, elementos de “Turquestán Oriental” atacaron las embajadas chinas en Holanda, Alemania, Australia, Turquía, Suecia, Noruega y Japón, amenazando gravemente la seguridad del personal y los bienes de esas sedes y alterando el orden laboral.

A las 14:00 horas del 7 de julio, en Washington, separatistas de Xinjiang, liderados por la presidenta del “Congreso Mundial Uigur”, Rebiya Kadeer, intentaron penetrar en la embajada de China en EE.UU., gritando la consigna de “independencia para Xinjiang”, pero fueron repelidos por la policía local.

Wang Lequan destacó que “el atentado del 5 de julio es un crimen violento incitado por las fuerzas hostiles en el extranjero encabezadas por Rebiya Kadeer, y una minoría virulenta del país, que convirtieron un caso de seguridad pública en un asunto político nacional, provocando el odio entre los grupos étnicos nacionales. Fue una intriga creada por fuerzas hostiles de fuera del país, cuyo objetivo es deteriorar la unión nacional, provocar la oposición y destruir la estabilidad y unidad de China”.

Hasta el momento la policía ha aclarado que estas fuerzas manejaron el atentado a través de varios teléfonos, desde otros países, y tiene en su poder las grabaciones de esas llamadas. Las pruebas muestran que las organizaciones encabezadas por Rebiya Kadeer manipularon los sucesos. Tras el incidente, el “Congreso Mundial Uigur” contactó a través de Internet con sus seguidores dentro de China, para controlar la situación y desplegar nuevas acciones, subrayando que la tarea debería ser “más valiente y llamativa”.

Qin Gang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, expresó: “Más y más personas en el mundo verán con claridad la intención e intrigas de las fuerzas separatistas de ‘Turquestán Oriental’ para sabotear la unidad nacional y dividir China, y su esencia de violencia terrorista”.

Los brutales atentados ocurridos recientemente en Xinjiang llamaron la atención tanto dentro como fuera del país. El 8 de julio el consejero de Estado, Meng Jianzhu, llegó a Urumqi para visitar a los heridos inocentes en los disturbios del 5 de julio y a los familiares de las víctimas.

A partir del 8 de julio, la vida fue retornando a la normalidad en Urumqi. Ese mismo día por la mañana fue levantado el control de tránsito en la ciudad y el transporte público volvió a funcionar al 80% de su ritmo habitual. Algunas empresas reiniciaron su producción, muchas tiendas y restaurantes abrieron de nuevo, las instalaciones civiles destruidas comenzaron a ser restauradas con urgencia y el orden social y de la vida de los ciudadanos se restableció rápidamente. Mientras tanto, el gobierno municipal anunció que asignará 100 millones de yuanes para subsidiar a las masas populares heridas en los disturbios y también a los que sufrieron pérdidas económicas.

La capital de Xinjiang, con una población de 2,3 millones de habitantes, recuperó su orden y prosperidad una semana después de los disturbios.

Región autónoma Uigur de Xinjiang:

La región autónoma Uigur de Xinjiang se fundó el 1 de octubre de 1955. Con una superficie total de 1.660.400 kilómetros cuadrados, es la mayor región administrativa de nivel provincial de China, equivalente a una sexta parte del territorio nacional. Está ubicada en la frontera occidental del país y limita al este y al sur con las provincias chinas de Gansu y Qinghai y la región autónoma del Tíbet, al noreste con la República Popular de Mongolia, al oeste con Rusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, y al suroeste con Afganistán, Pakistán y la India.

Xinjiang es la región de línea fronteriza más larga entre las provincias y regiones autónomas del país, con una extensión de más de 5.300 kilómetros. En ella habitan 47 minorías, como la han, uigur, kazaka, hui, kirguiz, mongola, xibe, tajik, uzbeka, manchú, daur, rusa, tártara, dongxiang, zhuang, salar, tibetana, yi, bouyei y coreana, por citar algunas.

La población residente de Xinjiang es de 21 millones de personas, de las cuales los uigures representan el 45 por ciento y los hanes aproximadamente el 40 por ciento.

En el siglo III antes de nuestra era, Xinjiang ya aparecía en los registros históricos de China y era conocida como “Regiones del Oeste”. Precisamente en esta época, el Gobierno Central empezó a establecer instituciones políticas locales en las zonas occidentales, convirtiéndolas en parte inseparable de China. El nombre de “Regiones del Oeste” fue usado hasta mediados del siglo XVIII, cuando el gobierno de la dinastía Qing (1644-1911) las reunificó y denominó como Xinjiang.

Debido a que la región se encuentra en el paso importante que comunica el Este y el Oeste, se hacían muy frecuentes los traslados e intercambios entre las etnias en la historia. Hace mucho tiempo, los productos de la seda de China ya se vendían en el sur de Asia y Europa, después de atravesar las “Regiones del Oeste”, que conecta al Este con el Oeste, un paso que a la postre fue identificado como “Ruta de la Seda”.

Urumqi es la capital de la región autónoma Uigur de Xinjiang y centro político, económico y cultural del territorio, además de una puerta importante de comunicación con el extranjero por el oeste. La ciudad aporta más de una cuarta parte del PIB total de la región y su PIB per cápita supera los 3.000 dólares. Entre las 12 capitales provinciales (región) del oeste del país, Urumqi se coloca a la vanguardia en la competitividad integral y es reconocida como la “Perla de la región occidental de China”.

Políticas étnicas de China:

China es un país multinacional unitario, con 56 grupos étnicos, y para promover el desarrollo político, económico y cultural de las minorías, el Gobierno Central ha establecido un conjunto de políticas étnicas. Las principales son:

I. Persistir en la unidad e igualdad de las etnias. La Constitución establece: “Todas las nacionalidades de la República Popular China son iguales. El Estado protege los derechos e intereses legítimos de las minorías étnicas, salvaguarda y desarrolla la igualdad, unidad y asistencia mutua de todos los grupos étnicos y prohíbe la discriminación y opresión hacia cualquier etnia”.

II. Aplicar la autonomía étnica regional. Sistema según el cual, en ciertas áreas donde las minorías étnicas viven en comunidades compactas, bajo la dirección unificada del Gobierno Central, se aplica la autonomía étnica regional, se establecen órganos autonómicos que ejercen la jurisdicción autónoma, para que la minoría pueda manejar sus propios asuntos y ejercer una administración interna. Actualmente en China hay 155 áreas de autonomía étnica, incluidas 5 regiones autónomas, 30 prefecturas autónomas y 120 distritos (bandera) autónomos.

III. Desarrollar la causa de la economía y la cultura de las regiones de minorías étnicas. El Estado adoptó una serie de políticas y medidas especiales con el propósito de respaldar y ayudar al desarrollo económico de las regiones de las minorías étnicas, así como movilizar y organizar las zonas desarrolladas del grupo étnico han para brindar ayudas a las zonas de etnias minoritarias. En los últimos años el Estado aplicó tres medidas importantes: en primer lugar, impulsó la estrategia del gran desarrollo del Oeste, dedicada a beneficiar a 12 regiones autónomas, provincias y municipios de jurisdicción central, incluidos Xinjiang y Tíbet; en segundo, puso en marcha el proyecto de Acciones para Desarrollar las Zonas Fronterizas y Enriquecer al Pueblo Local, que cubrió los 135 distritos (banderas, municipios) distribuidos a lo largo de la frontera terrestre de China, de 21.000 km de largo. Muchas zonas de Xinjiang también figuraron entre las beneficiadas por este proyecto, que incluye los siguientes contenidos principales: aumentar la construcción de las obras de infraestructura, establecer enérgicamente un mecanismo de desarrollo económico y fortalecer la capacidad de fomentar y elevar el nivel de vida del pueblo. Como tercer punto, respaldar especialmente el desarrollo de las 22 etnias de poca población. A nivel nacional están registradas 22 etnias con menos de 100.000 integrantes cada una, que en total suman casi 600.000 personas. A partir de 2006, cada año el Estado ha destinado 500 millones de yuanes al desarrollo de estos grupos, ayuda que llegará a los 5.000 millones de yuanes.

IV: Formar los cuadros de las etnias minoritarias, con el objetivo de mantener un apropiado porcentaje de dirigentes de minorías en los grupos directivos de los comités del Partido Comunista de China, gobiernos, Asamblea Popular y Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino de diversos niveles.

V: Desarrollar la ciencia, la educación, la cultura y la sanidad, entre otros sectores, de los grupos étnicos.

Dos ciudadanas asombradas ante la devastación que observan en la calle.

VI: Apoyar el uso y desarrollo del idioma y escritura de las etnias minoritarias. Según la Constitución china, “cada grupo étnico tiene libertad para emplear y desarrollar sus propias lengua y escritura”.

VII: Respetar el hábito y la costumbre de los grupos étnicos. Comprende respetar los hábitos alimentarios, costumbres y festividades, ceremonias matrimoniales y ritos funerarios. Entre los medios de comunicación evitar las acciones que violen los hábitos y costumbre étnicos y estimar la libertad de transformar las costumbres y hábitos de las etnias.

VIII: Respetar y proteger la libertad de creencia religiosa de las minorías étnicas. La Constitución china establece que los ciudadanos de la RPCh cuentan con libertad de creencia religiosa. La mayor parte de la población de los grupos étnicos de China profesa algún credo. Por ejemplo, en China hay 10 grupos étnicos que profesan el Islam y actualmente existen 30.000 mezquitas en todo el país.

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