El primer oro olímpico
Por QIAO TIANBI
El 29 de julio de 1984 es una fecha importante en la historia
del deporte de China. Ese día, a las 12:26 horas, hora
local en Los Ángeles, Estados Unidos, el entonces presidente
del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio
Samaranch, entregó una presea de oro al tirador chino Xu
Haifeng y en todo el campo sonó el himno nacional de nuestro
país. El atleta había conquistado la primera medalla
de oro de la cita, con un resultado final de 566 puntos en la
modalidad de pistola libre para hombres, del certamen de tiro,
convirtiéndose de esta manera en el ganador de la primera
medalla de oro olímpica del país.
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El tirador Xu Haifeng consiguió
la primera medalla de oro olímpica de China. |
En 1932, también en Los Ángeles, China participó
en los X Juegos Olímpicos con sólo un representante,
el velocista Liu Changchun. Poco más de medio siglo después,
la delegación china a la XXIII edición de la lid
estival estuvo integrada por 225 deportistas, que intervinieron
en 16 disciplinas. Sólo en fútbol, hockey sobre
césped, boxeo, ecuestre y pentatlón moderno el país
no contó con ningún competidor. Al final la delegación
china ocupó el cuarto lugar en el medallero, con 15 preseas
de oro, 8 de plata y 9 de bronce. Se cumplió así
el sueño de volver a asistir los Juegos Olímpicos
y comenzó entonces el de ser sede alguna vez del magno
evento deportivo.
El 4 de diciembre de 1991, China informó que solicitaría
los Juegos Olímpicos de verano del 2000, pero perdió
contra Sydney por dos votos en el sufragio del COI. En 1999 presentó
otra vez la candidatura de Beijing, para acoger en este caso los
Juegos de 2008, lo que finalmente consiguió el 13 de julio
de 2001, en Moscú, con 56 votos a favor.
Los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing se efectuaron del
8 al 24 de agosto con la participación de 10.700 deportistas
de 204 países y regiones del mundo. En esta edición
se batieron 38 récords mundiales y 85 olímpicos.
La reunión de los diferentes países, grupos étnicos
y culturas bajo la bandera de los cinco aros olímpicos
permitió a todo el mundo vislumbrar el hermoso futuro al
que aspira la humanidad mano a mano. El presidente del Comité
Olímpico Internacional, Jacques Rogge, calificó
de excepcional la olimpiada de Beijing y afirmó que la
más importante e inmaterial herencia dejada por esta cita
fue la mayor comprensión mutua entre China y el resto del
mundo.
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