Confucio y sus pensamientos

LA ideología tradicional china consiste en un sistema totalmente independiente de la filosofía occidental y cuenta con sus propias características. Los chinos prestan especial atención a la armonía entre el ser humano y la naturaleza, ya que su ideología promueve, como precepto principal, “la combinación entre el cielo y el hombre”. La teoría tradicional da más importancia al mejoramiento de la aptitud individual y el cultivo de las virtudes, sobre todo a la sabiduría, y no a la deducción lógica.

Se puede afirmar que China dispone de un sistema ideológico completo que ha influido en el país durante varios milenios. El confucianismo, creado por Confucio y Mencio, el taoísmo, fundado por Laozi y Zhuangzi, y el budismo son los tres pilares de este sistema. De ellos, la escuela del confucianismo ha sido la de mayor influencia.

Confucio

Puerta Dazhong del Templo de Confucio, famoso sitio de valor histórico de Qufu.

Confucio (551-479 a.n.e.), filósofo y pedagogo chino, se llamaba Kong Qiu, conocido también como Kong Zhongni. Nació en Zouyi (hoy Qufu de Shandong), en el seno de una familia noble en decadencia. Pese a sus orígenes muy humildes, desde joven mostró gran inclinación por los estudios. “De los tres compañeros de ruta, uno debe ser mi maestro”, decía. Vivió durante largo tiempo de la enseñanza privada, en la que se afirma llegó a tener 3.000 discípulos, de los cuales más de 70 eran sobresalientes. Rompió la tradición de que sólo los niños de las familias ricas tenían derecho a asistir a la escuela.

Sin encontrar oportunidad para experimentar en la práctica su ideal político, viajaba por diversos reinos. A los 50 y tantos años de edad fue funcionario del reino Lu, encargado de los asuntos penales, las cárceles y la supervisión, y se incorporó a la administración de los asuntos estatales del reino. Pero no estuvo más de tres meses en esta tarea. En su vejez, se dedicó a recopilar libros, entre los que se afirma aparecen Libro de los cantos, y Libro de la historia. También revisó las obras clásicas Libro de los ritos y Libro de la música, hizo prólogo el Libro de los cambios, y redactó Anales de Primavera y Otoño, considerada la más antigua crónica conservada, y ejerció una enorme influencia sobre las obras históricas posteriores.

Después de su muerte, sus discípulos recopilaron sus sentencias (anécdotas, conversaciones y frases) en el volumen intitulado Analectas de Confucio.

“Cuatro libros” y “Cinco libros clásicos”

Los “Cuatro libros”, que aparecieron antes de la dinastía Qin (221-206 a.n.e.), aunque en aquel entonces no se les denominaba como tal, abarcan La Gran Ciencia, La Doctrina del Justo Medio, Analectas de Confucio y Mencio. Este último refleja las ideas políticas de Mencio, representante de una de las escuelas del confucianismo. Los dos primeros contenían artículos del Libro de los ritos, en el cual se explica cómo ser un erudito y cultivar virtudes. En la dinastía Song del Sur (1127-1279), el célebre sabio Zhu Xi los separó del Libro de ritos y les añadió algunos apuntes.

Junto con Analectas de Confucio y Mencio, Zhu editó varios libros que sirvieron como materiales pedagógicos para el aprendizaje básico del confucianismo. Los cuatro reciben en conjunto el nombre de “Anotaciones de los cuatro libros” o “Cuatro libros”. Los “Cinco libros clásicos” son Libro de los cantos, Libro de la historia, Libro de los cambios, Libro de los ritos y Anales de Primavera y Otoño.

Durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), los temas de exámenes imperiales provenían de las frases de los “Cuatro libros” y “Cinco libros clásicos” y el estilo de los artículos era un cliché (estilo literario conocido por su rigidez de forma y pobreza de ideas, según el cual toda composición para los exámenes imperiales en las dinastías Ming y Qing debía tener invariablemente ocho partes). Los examinados debían hacer anotaciones de acuerdo con los Cuatro libros de Zhuxi.

Por lo tanto, los “Cuatro libros” y “Cinco libros clásicos” eran los materiales pedagógicos más importantes para los intelectuales y el confucianismo reflejado en ellos devino norma de vida en el trato social. Considerada una serie importante de la antigüedad china, los “Cuatro libros” y “Cinco libros clásicos” ejercen todavía una profunda influencia sobre los chinos contemporáneos.

Confucianismo

Confucio abogaba por los ritos. A su juicio, los que servían de normas de acción para los nobles, desde la dinastía Zhou del Oeste, no debían ser sólo una forma, sino combinarse con la benevolencia. Hacía hincapié en este don, tomándolo como norma ideal de la virtud. Consideraba las agitaciones en el Período de Primavera y Otoño como un fenómeno “Sin ley bajo el cielo”, y añoraba a la dinastía Zhou del Oeste, que calificaba como “Con ley bajo el cielo”.

Su ideario ha enriquecido el contenido de la “bondad”. Para ser bondadoso, uno debe amar al prójimo. No se debe imponer a otros lo que no se desea para sí mismo. Se deben asimismo, reconocer las diferencias entre personas y no medir a todos con un criterio único, de modo que se alcancen la armonía y estabilidad sociales.

Quien es cortés nunca es humillado, quien es magnánimo se gana a las multitudes, quien tiene buena fe es honrado con la confianza del pueblo, quien es diligente logra lo que se propone, y quien es bueno puede obtenerlo todo del pueblo. Sin benevolencia, un hombre no puede soportar la adversidad por mucho tiempo ni gozar mucho tiempo de la prosperidad.

El sentimiento de la conmiseración es el principio de la benevolencia. El sentimiento de la vergüenza es el comienzo de la rectitud. El sentimiento de lo correcto y falso es el principio de la sabiduría.

Las cinco relaciones fundamentales son las que se establecen entre el monarca y el ministro, el padre y el hijo, el marido y la esposa, el hermano mayor y el hermano menor, el amigo y su amigo.

Las tres obediencias de la mujer: al padre antes de casada, al marido después de casada, y a los hijos varones en orden de edad después de la muerte del marido.

Las cuatro virtudes femeninas: moralidad, habla adecuada, cuidado de la apariencia, y laboriosidad doméstica.

En la educación Confucio abogó por estimular el pensamiento independiente de los alumnos a través del desarrollo de la inspiración y la búsqueda por propia cuenta del conocimiento en los libros.

Su concepto de la enseñanza privada estaba en contraposición con la enseñanza oficial de los nobles. Quien estudia bien, dijo, llegará a ser un buen funcionario. Esto indica que el objetivo de la educación era hacer de sus discípulos hombres con condiciones para intervenir en la política. Sobre este particular, adoptó el principio de “recomendar personas capaces e íntegras”, en contra del sistema de cargos hereditarios.

La magnitud de la enseñanza privada creada por Confucio sirvió para abrir las puertas de los conocimientos culturales a un mayor número de gente, haciendo considerables contribuciones a la cultura y la educación. Pero en lo político, aunque sus actividades reflejan cierta tendencia progresista, fue un conservador que marchó en contra de la corriente de desarrollo de la historia. Había en esa época quienes afirmaban que él “hace lo que sabe que no es aplicable”.

Desde su época hasta hoy día, su presencia no ha cesado de influir en nuestra cultura. Considerado el más destacado educador del país, su pensamiento brota de una reflexión sobre la conducta humana y de un análisis sutil de los matices del comportamiento: apreciación justa de las circunstancias, penetración psicológica, flexibilidad, oportunidad, y de esta moral nace el rito.

Las generaciones posteriores han absorbido y desarrollado sus teorías, reconociendo en ellas la columna vertebral de la ideología tradicional china, la cual se ha difundido en los países vecinos.

Confucio pertenece a China, donde su fama se mantiene viva. La mayoría de las doctrinas chinas reciben parcial o totalmente las influencias del confucianismo. Pero también es parte del patrimonio mundial, como bien reconoce la UNESCO, al incluirlo en la lista de los Diez personajes más importantes de la cultura del mundo.

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