Pueblo antiguo de Tengchong
Por LI ZHUOXI y WU MEILING
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Torre de Wenxing. |
En el sudoeste de China existe un lugar increíblemente
hermoso, llamado Tengchong, que una escritora estadounidense describió
como un paisaje vivo, una pintura.
Tengchong fue la última posta para los comerciantes que
tiempos atrás viajaban a lo largo de la legendaria Ruta
de la Seda. Debido a su ubicación, los historiadores la
denominaron Primera ciudad limítrofe china.
Más adelante están Birmania, la India y Afganistán.
Volcán, ventana hacia el espacio exterior
Mirando desde la boca del volcán Xiaokong hacia su interior,
vi muchas marcas, dibujos y frases talladas en las piedras por
los turistas, los que hacen cambiar cada día el aspecto
interior del volcán vivo. Entre estas huellas, resulta
muy llamativa unas palabras grabadas tras el desastroso terremoto
de Sichuan, el año pasado, gracias a un esfuerzo conjunto
de varios turistas, que dice ¡Ánimo, Sichuan!
Emocionado por estas inscripciones recorrí el camino en
la boca del cráter y descendí unos sesenta metros
hasta el fondo, un espacio de unos sesenta metros de diámetro.
Levanté la cabeza y comprobé las dimensiones de
la parte superior, de aproximadamente 200 metros de diámetro.
Desde la sima vi un cielo azul, nubes blancas y aves volando.
Me pregunté si había sido desde este lugar que una
vez la madre naturaleza lanzó su furia, y coloqué
unas pequeñas piedras para formar un patrón de corazón.
Nueve de cada diez montañas son planas en la parte superior,
aseguran con razón los residentes locales. Más de
noventa volcanes aparecen en diferentes partes, ofreciendo cada
uno un aspecto peculiar, como numerosas ventanas hacia el espacio
exterior, o un libro prohibido que podría contener el secreto
de este planeta, o, al menos, una enciclopedia geológica.
Manantiales de agua caliente
En la zona se han localizado más de ochenta manantiales
de agua muy caliente, de los que brota vapor por todas partes.
La población local llama a este lugar mar caliente,
dado que el agua alcanza hasta 96,6ºC y se convierte en vapor
y burbujas. Muchas personas utilizan el calor geotérmico
para cocinar, disfrutando así de las bendiciones de la
naturaleza. Algunos vendedores ambulantes comercializan huevos
cocidos precisamente en estas aguas, otros promueven su pan de
harina, hechos al vapor en unas ollas que curiosamente tienen
como tapas sombreros de paja. Como amante de los alimentos de
harina sentí una gran ansiedad por probar los panecillos.
Hay muchas atracciones en el mar caliente, como los rayos de
sol que se escurren entre las hojas de los árboles, los
pájaros que cantan y las rocas de formas específicas
erosionadas por las aguas durante muchos años. Fuente Perla
tiene un famoso sedimento silíceo, similar a una pintura
al óleo, y otro manantial ha tronado continuamente durante
mucho tiempo.
Heshun: un pueblo antiguo
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Existen más de ochenta
manantiales de agua caliente en Tengchong. |
El pueblo, al pie del monte Heilong, está formado por
casas antiguas que se extienden hasta una vertiente de más
de 2 kilómetros. En la entrada a la ciudad, un río
tranquilo y claro ha servido durante mucho tiempo a la población
local para lavar sus ropas y las verduras. En la orilla hay unos
quioscos donde las mujeres pueden lavar. Dicen que estos puestos,
únicos y típicos, fueron establecidos por comerciantes
que no podían permanecer en sus casas con sus mujeres.
Hoy en día, más de 6.000 personas viven en este
pueblo antiguo. Además de intercambiar saludos, se mantienen
ocupados en su quehacer y nunca molestan a los turistas. En este
lugar me siento como si estuviera en una película, con
increíbles escenas cambiando a cada paso.
La vida aquí es un epítome de cómo vivió
la población de las montañas en la provincia occidental
de Yunnan. En un paseo de ocio, mi mirada se quedó clavada
en la vieja casa en la que fueron elaborados finos muebles de
estilo clásico y otros objetos que nos traen diversos recuerdos:
bordados de Suzhou, sillas de Birmania, hornos de EE.UU., de la
década del 20 del siglo pasado, una máquina de fideos
de Japón, un tocador de señoras de la dinastía
Qing (1616-1911) y una enorme cama de madera de la dinastía
Ming (1368-1644), grabada y tallada. Todos esos elementos debieron
haber sido transportados en caballos hasta este remoto pueblo,
a lo largo de los caminos sinuosos, a través de bosques
y montañas, pese a lo cual mantienen un buen estado de
conservación que permite exhibirlos con orgullo a los turistas
que visitan la localidad.
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Volcanes de Tengchong. |
Este pueblo tiene la costumbre de hacer negocios fuera. Por ejemplo,
a mediados del siglo XX, 5.000 residentes permanecieron en el
lugar y más de 7.000 se radicaron en otros países,
razón por la que el estilo local es una combinación
de elementos chinos y occidentales.
De todos los sitios de interés, la biblioteca municipal,
que abarca unos 1.392 m2, es uno de los más recomendados.
Fue construida en 1928, con fondos aportados por los habitantes
que emigraron a otros países, y combina la arquitectura
china y foránea, un elemento muy pocas veces visto en cualquier
otro escenario.
El llamado Museo de Arte Folclórico es una
pequeña habitación de no más de 20 m2, donde
se guardan placas litográficas de la dinastía Qing
(1616-1911) y los visitantes pueden hacer una copia de lo que
le guste y llevársela como recuerdo.
Hay una larga lista de lugares que visitar, pero mi tiempo es
limitado. En el camino de regreso vi algunas citas filosóficas
en la puerta de una antigua casa: Planta árboles
y logra agua, compra piedras preciosas y estarás rodeado
por nubes blancas. Estas palabras simples tienen un sentido
profundo. En el fondo de mi corazón, me siento purificado
después este viaje.
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