Ojos que descubren la riqueza

Por nuestra reportera LIU QIONG

Fui a Wenzhou con una tarea poco agradable, investigar cómo ha afectado las pymes locales la actual crisis financiera, pero al final me contagió la alegría y la confianza en sí mismos de los residentes locales.

Mercado de zapatos al por mayor de Wenzhou.

Todas las personas con las que conversé, empresarios privados, representantes de cámaras de comercio de diversos sectores, o funcionarios gubernamentales, me expresaron con optimismo que encontrarán oportunidades en la crisis. Zheng Chen´ai, presidente de la Cámara de Comercio de las Confecciones de Wenzhou, dijo que, por la crisis financiera, se elevaron las desgravaciones a la exportación de las confecciones y el Gobierno Central ofreció mayor atención al otorgamiento de los créditos de las pymes, por lo que muchas de ellas aprovechan el momento para tomar aliento.

La crisis financiera provocó una caída en el precio del capital, haciendo que las empresas tengan la oportunidad de fusionarse y ampliar sus negocios. Los wenzhouneses son hábiles para identificar las coyunturas favorables, indicó Fan Chongguo, secretario de la junta directiva de la Compañía Limitada de Tecnología Fotoeléctrica Cristal de Zhejiang.

El escritor Ye Yonglie contó una historia en su libro Wenzhouneses en Europa: En Wenzhou abunda el cangrejo. Un comerciante wenzhounés transportó un barco de este crustáceo a Holanda. Sin embargo, la aduana holandesa no le permitió entrar. Sin más remedio, el hombre arrojó la carga al mar. Pero los cangrejos nadaron y llegaron a las costas holandesas, donde empezaron a establecerse y reproducirse. Unos años después, puede verse este tipo de cangrejo por todo el país.

Unos critican con gracia que los wenzhouneses son como estos cangrejos, que pueden superar todas las dificultades y prosperar en cualquier lugar.

Otra historia la trae a colación una anciana de Pingyang, Wenzhou: En los primeros años de la década del 80 del siglo pasado, al ver que sus paisanos habían ganado dinero por comprar y vender pelos de conejo, salió también del poblado. No sabía leer ni hablaba putonghua (chino oficial). Entonces, preparó dos papelitos metidos en dos bolsillos de su chaqueta, en uno de los cuales se podía leer, “Soy de Pingyang, de Wenzhou, ayúdeme a comprar un boleto, por favor” y en el otro “Voy a comprar pelos de conejo, ¿cuánto por un kilo?”. Con estos dos papelitos, la anciana recorrió media China y se hizo rica, al llegar a acumular 10.000 yuanes en momentos en que el ingreso anual de los chinos era sólo de varios centenares de yuanes.

El 25 de febrero de 2005, el Banco Industrial CTIC emitió la tarjeta de crédito para los wenzhouneses en Wenzhou, la primera de su tipo en el país.

Cuando has escuchado demasiados relatos como estos, no los ves como pura historia, sino que comprendes que el éxito no se logra con un modelo fijo. Nuestro guía y chofer pueden contar fácilmente numerosas anécdotas como éstas. Por ejemplo, Qiu Jibao, fundador del Grupo Feiyue, quien goza de la reputación de “Rey de la Máquina de Coser”, fundó su compañía con un moderado ahorro acumulado en el tiempo que se dedicó a reparar zapatos, pero gracias a 15 años de desarrollo, su empresa se ha convertido en una transnacional con un capital de miles de millones de yuanes.

Cuando la crisis financiera atacó a las empresas que se dedican a la exportación, fue inevitable que Wenzhou sufriera. Sin embargo, las empresas de este lugar no esperaron la muerte pasivamente. Más de 20 marcas locales de vestuario y zapatos, como FAPAI, DEENER, SOFANI, LINGZHONGNIAO, JDON, etc., se organizaron y solicitaron con éxito la entrada en la Plaza Comercial Maigou de Tianjin. Siguiendo su ejemplo, otras marcas de calidad también se unieron y lograron entrar en los mercados de diferentes ciudades. De esta forma quieren incorporarse primero al mercado de 100 ciudades grandes y medianas del país y luego expandirse por toda la nación. Según Hong Zhenning, vicepresidente de la Federación de Ciencias Sociales de Wenzhou, este modo de cooperación, se llama en chino “Baotuan”, que significa que “los dedos se hacen un puño”. Dicen que en cualquier lugar del mundo, no importa que no tengas ni un centavo, con sólo el carné de identidad de número inicial 3303, puedes encontrar comida y vivienda en la Cámara de Comercio de Wenzhou, y si quieres abrir una pequeña tienda, también te prestan dinero.

Cualquier oportunidad buena se conoce entre los wenzhouneses. Así que en diversos cantones y poblados se han establecido más de 30 centros de producción industrial de considerable categoría, que obtienen famas como Capital de los Zapatos de China, Capital de las Cerraduras de China, Capital de la Piel de China, etc. Y estos nombres son reconocidos por departamentos correspondientes del estado. Caminando por las calles de la ciudad se ven alineados por todas partes gigantescos carteles de anuncios, lo cual demuestra la actividad de la economía privada. Dos vecinos pueden ser, quizás, rivales en el mercado comercial.

“A lo mejor deberían venir veinte días más tarde, cuando maduren las míricas”, sugirió nuestro guía. Pero no tuvimos que lamentarnos, porque las compramos en el puesto de una anciana, camino al aeropuerto. Dicen que fueron transportadas desde Fujian. Cualquier necesidad sensibilizará el sentido comercial del wenzhounés. Nunca falta la riqueza en el mundo, sólo faltan los ojos que descubran dónde encontrarla.