China frente al desafío de la gripe A/H1N1
Por ETHEL LU
DESDE
finales de marzo pasado, la epidemia de la gripe A/H1N1, que estalló
en México y Estados Unidos, ha sido objeto de alta atención
por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
y todos los países. En un poco más de un mes se
registraron sucesivamente casos de esta enfermedad en más
de 30 países y regiones, incluyendo Gran Bretaña,
Alemania, Francia, la Región Administrativa Especial de
Hong Kong y el interior de China.
El 29 de abril, la OMS elevó el grado de alerta del nivel
4 al 5, después que dos días atrás había
pasado del 3 al 4.
Prioridad para las medidas preventivas
Inmediatamente después del aviso emitido por la OMS, el
Gobierno chino aplicó en todo el país detalladas
medidas de prevención. Para evitar la introducción
de la enfermedad en el territorio nacional, la Administración
General de Supervisión de Calidad, Inspección y
Cuarentena publicó el 25 de abril un comunicado urgente.
Según el documento, todas las personas provenientes de
los países y regiones afectadas por el virus o con síntomas
de portarlo deberán declarar su estado de salud a los servicios
de control sanitario de la aduana; todos los que hayan estado
en los lugares afectados durante las pasadas dos semanas y presenten
síntomas de gripe deberán comunicarse inmediatamente
con las entidades pertinentes. Además, a partir de las
20:00 horas del 3 de mayo, todas las personas que entren a China
deben llenar un formulario de salud.
El 26 de abril, el Ministerio de Salud publicó en su sitio
web oficial la información sobre la prevención de
la gripe A/H1N1, orientando reforzar la propaganda para elevar
la capacidad de los ciudadanos para defenderse de la epidemia.
Los Ministerios de Educación y Salud promulgaron conjuntamente
una notificación, exigiendo a las escuelas de diversos
niveles organizar actividades de difusión de los conocimientos
sobre la gripe y evitar al mismo tiempo el pánico entre
los alumnos y profesores.
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A las 0:30 del 1 de mayo
llegó a México la ayuda humanitaria donada por
China. El presidente Felipe Calderón (centro), la secretaria
de Asuntos Exteriores, Patricia Espinosa (derecha), y el embajador
de China en México, Yin Hengmin (izquierda), presidieron
la ceremonia de entrega. |
Después de la aparición del Síndrome Respiratorio
Agudo Severo (SARS, siglas en inglés), en 2003, China ha
establecido un sistema eficaz de información directa sobre
las epidemias e incidentes en la salud pública. Según
Mao Qunnan, director del Centro de Educación para la Salud
del país, a principios de mayo, todos los centros para
el control de la epidemia estaban bien preparados, y una vez se
detecte la enfermedad en cualquier lugar, esa red garantizará
que la información llegue en tan sólo unos segundos
a los departamentos gubernamentales pertinentes.
Debe reforzarse la cooperación entre China, los países
afectados y las organizaciones internacionales, y es necesario
proporcionar apoyo financiero, material y técnico a los
países y regiones que tengan esta necesidad, declaró
el 5 de mayo el primer ministro Wen Jiabao, durante una reunión
del Consejo de Estado. El Gobierno mexicano ya recibió
de China una ayuda financiera ascendente a un millón de
dólares y material valorado en otros cuatro millones de
dólares, entre mascarillas, ropa de aislamiento y líquido
desinfectante.
En todo el país se ha instalado hospitales especiales
con suficientes reservas de medicamentos para casos de aislamiento,
exámenes, diagnósticos y tratamientos de los enfermos.
Además, el Gobierno Central asignó una partida de
5.000 millones de yuanes y ordenó a las autoridades locales
desplegar las labores de prevención necesarias.
Utilizar la red de prevención y control
Hasta el 13 de mayo se habían identificado tres casos
de gripe A/H1N1 en Hong Kong y el territorio continental del país,
todos personas provenientes del extranjero.
En la noche del 1 de mayo, en la Región Administrativa
Especial de Hong Kong se registró primer paciente con gripe
A/H1N1, un ciudadano mexicano que había tomado el vuelo
AM098 de Aeroméxico con destino a Shanghai, y de allí
otra aeronave hacia Hong Kong.
Hasta el 3 de mayo, todas las personas que viajaron en el mismo
avión de la aerolínea mexicana, una vez identificadas,
fueron aisladas y puestas bajo supervisión médica.
Entre ellas estaban dos periodistas de la sucursal de nuestra
revista en la Ciudad de México, que también vivieron
una cuarentena de siete días después de su llegada
a Beijing.
El 9 de mayo se reportó el primer caso de gripe A/H1N1
en la parte continental de China, exactamente en Chengdu, provincia
de Sichuan. El enfermo era un estudiante que regresó de
Estados Unidos para visitar a sus familiares. En el vuelo doméstico
con destino a Chengdu, el joven tuvo dolor de garganta, tos y
secreción nasal, por lo que fue llevado directamente al
hospital una vez aterrizó la aeronave. La revisión
previa a la que se había sometido en el aeropuerto de Beijing
no había mostrado nada anormal.
Después de haber recibido la información del pronóstico
de la enfermedad, los organismos gubernamentales ordenaron a las
entidades provinciales localizar y poner en cuarentena de 7 días
a todos los que habían estado cerca del enfermo en el vuelo,
el hotel y el taxi.
El 8 de mayo, un estudiante de 19 años llegó a
la capital china en un vuelo proveniente de Canadá y sintió
fiebre y dolor de garganta y cabeza. En la noche del día
11 tomó un tren con destino a Jinan, en la provincia de
Shandong, su pueblo natal. En el tren, anunció su mal al
Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Jinan.
Al llegar tuvo que ser trasladado al Hospital Epidemiológico
local, donde varias pruebas llevaron a los expertos a determinar
que se trataba de un caso parecido de gripe A/H1N1.
Ante la confirmación del primer contagio en China, el
presidente Hu Jintao declaró que el país debería
permanecer en estado de elevada alerta, para evitar la propagación
del virus.
Los departamentos nacionales de transporte y comunicaciones pidieron
a los trabajadores del sector elevar la consciencia de prevención,
mientras las oficinas de correos y telecomunicaciones exigieron
crear zonas específicas para aislar y desinfectar los paquetes
y correspondencia procedentes de las regiones contaminadas por
el virus.
Según Hans Troedsson, representante acreditado de la OMS
en China, el trabajo de prevención del país en el
caso de la gripe A/H1N1 es muy bueno. El Gobierno estableció
mecanismos de coordinación y concertación interdepartamentales
e interministeriales y elaboró un plan de acción
vinculado a una posible pandemia, gracias a la experiencia que
adquirió durante la lucha contra el SARS y la gripe aviar.
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