Vivienda Propia
Por XIN XIN
EL mejoramiento de las condiciones de vida de los chinos ha ido
acompañado de un gran cambio en el sistema de propiedad
de vivienda, que transitó del otorgamiento de casas en
los centros de trabajo como bienestar para los empleados a la
actual comercialización inmobiliaria.
En espera de una casa
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Patios colectivos entre los
callejones de Beijing de la pasada década del 70. |
Debido a un reflejo real de la vida de los beijingneses comunes,
la novela Vida feliz del garrulador Zhang Damin, de Liu Heng,
consiguió la primera edición del Premio de Literatura
Laoshe, el más importante galardón literario del
país. Con su madre viuda y cuatro hermanos, Zhang, protagonista
de la obra, vive en una casa de dos habitaciones en un patio cuadrado
de Beijing, que comparten varias familias. En la habitación
más amplia de su casa no queda espacio libre, después
de colocarse allí una cama matrimonial y otra personal
y demás muebles necesarios, mientras la habitación
menor es más parecida al camarote de un tren.
Sin embargo, estas condiciones no fueron de las peores en la
capital china durante los años 80 del siglo pasado. Alrededor
de la década 50, con el aumento demográfico, los
tradicionales patios cuadrados tenían que ser compartidos
por muchas familias, que en ocasiones superaban la decena. En
aquellos reducidos escenarios, excepto los dormitorios, casi todos
los espacios eran colectivos. En Shanghai, otra de las grandes
ciudades del país, la población vivía igualmente
hacinada.
Cuando Zhang Damin y uno de sus hermanos contrajeron matrimonio,
la vida sexual de las dos parejas se convirtió en uno de
los problemas más embarazosos dentro de aquella morada
de menos de 16 m2. La solución final que encontró
el protagonista fue edificar una habitación pequeña
alrededor de un árbol de granada que había en el
patio y al nacer su hijo le puso por nombre Zhang Shu (Shu significa
árbol).
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.Banderas de todo el
mundo. Así se describía de modo irónico
el aspecto que ofrecían algunas fachadas de Shanghai,
llenas de tendederos, en la década de los años
80 del siglo pasado. |
Aquella estrechez y escasa privacidad produjo una relación
sin sentido de la distancia entre los vecinos, reforzando el antiguo
axioma de Vecino cercano vale más que parientes lejanos,
pero también generó una sensación deprimente
entre quienes afrontaban estas condiciones. Wang Zengqi, famoso
escritor chino, calificó a los vecinos en los patios colectivos
de muy nobles y capaces de soportar las condiciones más
adversas.
Los que vivían en los recintos colectivos sentían
mucha envidia de quienes habitaban en edificios. No obstante,
los edificios del tipo Tubo eran en realidad inmuebles
colectivos, diseñados en un principio como dormitorios
colectivos para los estudiantes u obreros solteros, que poco a
poco se convirtieron en apartamentos sin baño ni cocina
independiente. Los moradores de cada piso compartían un
solo baño y colocaban un horno al lado de la puerta de
entrada de sus habitaciones. Cada día, a la hora de preparar
la comida, el pasillo se convertía en una larga cocina.
Los más envidiados eran quienes vivían en los edificios
generalmente de color rosa y 5 pisos de verdaderos apartamentos,
que pese a su limitada superficie (de 30 m2 a 50 m2) contaban
con baño y cocina propios.
En aquel entonces, asignar una casa a un empleado formaba parte
del bienestar social, pero para disfrutar de este beneficio y
contar con el pequeño nido propio era necesario
esperar varios años o incluso una vida entera. Calificar
para poseer una vivienda, ante todo, requería ocupar un
cargo público, porque no existía el comercio inmobiliario
y todas las casas se distribuían entre los empleados públicos.
En segundo lugar, uno debía estar casado. Los solteros,
independientemente de la edad que tuviesen, tenían que
vivir con sus padres o en los dormitorios colectivos. Por este
motivo, en aquella época no faltaban los cónyuges
que se casaban con el objetivo de disponer de una vivienda propia.
En tercer lugar, se requería paciencia y suerte. La distribución
de los departamentos se realizaba según la calificación
que uno acumulaba, calculada tomando en cuenta los años
laborales, categoría tecnológica, premios obtenidos
y otros aspectos. No existía un reglamento claro y fijo
para la distribución de las casas, que cada vez podía
variar.
Antes de 1949, en más del 70% de las familias urbanas
la distribución de sus integrantes variaba de 3 a 5 por
habitación en casas de teja o adobe. Después de
establecida la República Popular China (RPCh), influida
por el modelo de desarrollo de Primero la producción,
segundo el consumo y Primero la producción,
segundo la vida, hasta 1978, la inversión total en
la construcción de viviendas alcanzó apenas los
37.400 millones de yuanes, con una superficie construida de casi
500 millones de m2, por lo que la inversión per cápita
anual era menor a 10 yuanes. En los primeros años de la
Nueva China, la superficie de vivienda por persona fue de 4,5
m2, suma que descendió a 3,6 m2 en 1978, cuando casi la
mitad de los residentes urbanos no contaba con casa propia.
Fin de la distribución de viviendas como beneficio
Debido a que el sistema vigente hasta aquel entonces obstaculizaba
gravemente la solución del problema de la vivienda de los
chinos, se llevó a cabo la reforma del sistema de viviendas.
Según Gu Yunchang, subsecretario de la Asociación
de Investigación de Bienes Raíces y Viviendas de
China, la transformación centrada en la elevación
de la renta de las casas asignadas y el modelo adoptado por Singapur
y Reino Unido, de privatizar la propiedad de las casas públicas,
constituyeron las dos variantes tomadas en cuenta. Al final se
optó por la segunda, considerando que el bajo nivel de
ingresos no soportaría una alta renta de la vivienda.
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Un edificio tipo tubo,
construido en la década 50 del siglo XX, adaptado al
modelo soviético. |
En 1980 el Gobierno chino empezó a permitir la construcción
y compra de casas por individuales, pero no se produjo una reacción
fuerte del mercado, pese al precio de 120-150 yuanes por m2, en
parte porque la gente todavía no se adaptaba al concepto
de la privatización de las casas y porque comprar una sola
vivienda suponía entonces un costo muy alto para los chinos,
aunque las leyes establecían que el comprador sólo
necesitaba abonar un tercio del precio total.
En un discurso pronunciado durante una gira de inspección
por el sur de China, en 1992, Deng Xiaoping promovió la
expansión rápida del mercado nacional de bienes
raíces, que pronto duplicó su inversión y
experimentó un alza notable en los precios, obligando a
las autoridades a implementar políticas de macro-reajuste
que permitieran controlar la situación.
Seis años después se llevó a cabo a escala
nacional la reforma del sistema de viviendas y empezó a
aplicarse la monetización del sector, anunciando el fin
del sistema de viviendas como bienestar. El mercado de bienes
raíces experimentó otro auge y constituyó
un pilar importante para el crecimiento de la economía
nacional. Las condiciones residenciales de los chinos experimentaron
una rápida mejoría. Según Qi Ji, viceministro
de Vivienda y Construcción Urbana y Rural, actualmente
los habitantes que tienen registro de vivienda urbana disponen
de una superficie de construcción per cápita de
28 m2, mientras que la cifra desciende a 22 m2 si se incluye a
las personas que viven también dentro de las áreas
urbanas, pero sin registro civil.
Li Changxiu es un obrero jubilado, de 73 años, que vive
en un departamento de 120 m2, en el barrio de Wangjing, en Beijing.
Hasta los años 80 del siglo pasado, 8 personas de tres
generaciones de su familia habitaban una casa de menos de 30 m2.
Después de la Reforma y Apertura al Exterior, sus hijos
empezaron a hacer negocios propios y un lustro atrás, cuando
la zona residencial donde estaba su anterior morada fue desmantelada,
él y su esposa compraron su apartamento actual, gracias
a la subvención que les entregaron por la demolición
de la casa anterior y el dinero proporcionado por sus hijos.
Según Li, nunca imaginaba disponer de una casa tan ideal
como la que hoy tiene. Bajo el sistema de viviendas de bienestar,
él, en calidad de obrero común y corriente, no hubiera
podido adquirir un apartamento de estas dimensiones. Además,
está muy satisfecho por el diseño racional de la
casa, con muy buena iluminación solar y una cocina grande.
La única dificultad es que el edificio está en un
barrio tan amplio que en los primeros días residiendo aquí
la pareja perdió varias veces el camino.
Precio del espacio privado
El Ministerio de Vivienda y Construcción Urbana y Rural
reveló que en 2007 la tasa de posesión de vivienda
propia de los residentes urbanos fue del 83%. Detrás de
esa cifra una gran cantidad de personas tienen que rembolsar cada
mes al banco una cifra elevada por concepto de préstamo
e intereses, por lo que los chinos les consideran esclavos
de la casa. Para ellos, la fuente principal del capital
para la compra de vivienda consiste en sus propios ahorros, el
fondo público para la vivienda (reserva a largo plazo depositada
por las entidades para sus empleados y también por los
mismos empleados. Las entidades se refieren a instituciones gubernamentales,
empresas estatales, empresas colectivas urbanas, compañías
del capital extranjero, empresas urbanas privadas, así
como empresas e instituciones de otros tipos), subsidio para la
vivienda y préstamos bancarios.
Los precios del sector inmobiliario se mantienen en un nivel
alto, sometiendo a una fuerte presión a los compradores.
Para tener casa propia, muchos de ellos, además de sus
ahorros, gastan el dinero que sus padres han acumulado durante
décadas. Las estadísticas revelan que en 2007 las
instituciones financieras del país concedieron un total
de 3,2 billones de yuanes en préstamos personales (excluido
el préstamo para la gestión personal), entre el
cual el préstamo hipotecario para la vivienda equivale
a 2,7 billones de yuanes, más del 80%.
Conforme a la Administración Estatal de Estadísticas
y la de Beijing, el precio de la vivienda en la capital experimentó
un alza veloz en 2008. Sin embargo, si se calcula según
el ingreso disponible de los ciudadanos, el salario de un año
no alcanza a comprar 2 m2 de vivienda.
En vista de que el valor de las casas en las zonas más
demandadas está fuera del alcance de la mayoría
y los varios miles de yuanes que hay que pagar al mes por concepto
de renta no resultan económicos, muchos jóvenes
recién egresados de las universidades y ciudadanos de bajo
poder adquisitivo, que no lograron conseguir una casa en el barrio
en el que anteriormente vivieron y luego fue desmantelado, se
vieron obligados a establecerse en las fueras de la ciudad, donde
la cotización sale más barata.
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La exploración inmobiliaria
forma parte importante del crecimiento de la economía
china. |
Después del año 2000, se registró un enorme
aumento de la disponibilidad de viviendas en las zonas residenciales
recién construidas en la periferia de Beijing. Los terrenos
destinados al sector inmobiliario se expandieron desde el tercer
anillo de la ciudad al cuarto e incluso quinto anillos. Recientemente
más de la mitad de los nuevos barrios se sitúan
fuera de esa última circunvalación.
A diferencia de los países occidentales, donde los pobres
viven dentro de la ciudad y los ricos fuera de ella, en la mayor
parte de las grandes urbes chinas el fenómeno es contrario.
Los barrios donde se concentran los empleados jóvenes suelen
ser llamados valles dormitorios. Además de las horas de
trabajo y la gran cantidad de tiempo que deben dedicar para ir
la oficina y regresar a casa, a estos chicos sólo les queda
el tiempo justo para dormir. El asentamiento de los pobres en
las afueras de la ciudad va a generar muchos problemas en el futuro
cercano, como el atasco del tráfico, advirtió Wang
Xiaoguang, profesor del Instituto de Investigación Macroeconómica
de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma.
Casas para todos
Para la capa social de ingreso medio y bajo, la vivienda es la
cuestión más importante de su vida, de ahí
que el Gobierno también tome como una de sus metas principales
el mejoramiento de la vida de la población.
La vivienda económica de uso práctico, política
planteada en 1994 para beneficiar a las familias de ingreso medio
y bajo, fue muy aplaudida y en poco tiempo su demanda se disparó,
debido a su precio inferior al del mercado. Es tan demandada que
los aspirantes que cumplen los requisitos para poder comprarla
tienen que conseguir el turno a través de un sorteo.
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En 2008 el precio de las
viviendas experimentó un alza considerable en Beijing. |
En 2005, un mes antes del inicio de la venta de unas viviendas
económicas en las afueras de Beijing, fuera de la oficina
donde se comercializaban las ventas aparecieron alrededor de una
decena de tiendas de campaña de personas que hacían
cola durante día y noche. Algunos de los presentes eran
individuos de altos ingresos, lo que originó un debate
que demandó la justicia de esta política preferencial.
Aunque existen deficiencias en los procesos de exploración,
venta y manejo de la vivienda económica, nadie sospecha
de la función efectiva de esta política en la garantía
del interés de la clase de ingreso bajo y la detención
del crecimiento veloz del precio del mercado. Este sistema también
se va desarrollando en un sentido más justo, transparente
y eficiente, aseveró Yan Jinming, profesor del Instituto
de Administración Pública de la Universidad del
Pueblo de China.
Dos años después el Gobierno emitió el Método
sobre la Administración de Viviendas Económicas
de Uso Práctico, en el que se fijan los requisitos para
los compradores, las normas de las viviendas y el trámite
de la compra. Actualmente la información personal de los
solicitantes calificados para adquirir viviendas económicas
se da a conocer en los medios de comunicación, tratando
de garantizar la supervisión social y asegurar la justeza
del procedimiento.
En 2008 comenzó en todo el país la construcción
de viviendas económicas, con un área total de 90
millones de m2, de los cuales 60 millones de m2 ya fueron concluidos.
Según el nuevo planeamiento gubernamental, en los próximos
tres años se edificarán 4 millones de apartamentos
de esta misma categoría.
Más tarde el Estado promulgó la política
que asegura que el suministro de terrenos para la construcción
de apartamentos medianos y pequeños (incluidas las viviendas
económicas y de renta módica) no debe ser menor
al 70% del total. Hasta finales de 2006, el 77.9% de las ciudades
del país implantó el sistema de viviendas de renta
módica, que ha beneficiado a 547.000 familias del bajos
ingresos. La inversión en este programa ha ascendido a
7.080 millones de yuanes.
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Sorteo celebrado en 2005,
en la ciudad de Yichang, provincia de Hubei, para la venta
de 95 viviendas económicas entre 743 solicitantes. |
La aprobación posterior de otras políticas gubernamentales
estableció el mecanismo de garantía social para
las viviendas de las personas de bajos ingresos. En el Método
de Aseguramiento de las Viviendas de Renta Módica se confirma
que la inversión en la construcción de viviendas
de renta módica no debe ser inferior al 10% del ingreso
del fondo de concesión de tierra.
Según Guo Songhai, director del Instituto de Investigación
de Economía Inmobiliaria de la Universidad de Economía
de Shandong, el Gobierno tiende a revertir la situación
de "Primero el mercado y luego la seguridad social"
para llegar al estado de "Igual importancia para el mercado
y la seguridad social", política establecida con la
reforma inmobiliaria de 1998.
En 2008, el fondo invertido en el sistema de viviendas de renta
módica ascendió a 35.400 millones de yuanes, 3,7
veces la inversión de 2007, desglosado en 28.600 millones
de yuanes para la construcción o compra de 630.000 departamentos
de renta módica y 6.800 millones de yuanes de subsidios
de alquiler a 2,49 millones de familias, con lo que se ha beneficiado
a 3,12 millones de familias urbanas de bajos ingresos y cumplido
en lo básico el compromiso de Dar garantías
a los necesitados, dirigido a las familias que viven de
la garantía mínima del Gobierno y afrontan dificultades
con su vivienda.
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