Nuestra historia
aún se está escribiendo
Tres
generales chino-cubanos
Por WU KAI y LEONARDO ANOCETO
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Carlos
Manuel Pereira, embajador de Cuba en China, y Li Xiaolin,
vicepresidenta del AAPCE, destacaron el aporte de los chinos
a las luchas del pueblo cubano. |
Los nombres de Armando Choy, Gustavo Chui y Moisés Siowong,
para la mayoría de los chinos tal vez resulten desconocidos.
En Cuba, en cambio, son tres reconocidos generales, que a mediados
de la centuria pasada formaron parte de la guerrilla liderada
por Fidel Castro, que coronó su lucha armada el 1 de enero
de 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana.
Descendientes de aquellos inmigrantes chinos, en su mayor parte
provenientes de Guangdong, que se asentaron en la isla desde la
segunda mitad del siglo XIX y durante las primeras décadas
del XX en busca de mejoras económicas, Choy, Chui y Siowong,
con el común denominador de sus raíces como justificado
pretexto, volvieron a enrolarse en otra contienda, Nuestra historia
aún se está escribiendo, título del libro
que recoge la historia de sus vidas y cuya edición en la
lengua de sus antepasados acaba de ver la luz en Beijing.
Traducida al chino por Wang Lusha y Wang Ping, después
de ser publicada en español e inglés, la obra recoge
los testimonios de los tres militares de origen chino que más
alto rango han alcanzado en la historia de las luchas de Cuba,
desde la época de la colonia española hasta la actualidad,
sobre su participación en la gesta revolucionaria de finales
de los 50, matizada con el típico humor criollo.
Según las personalidades que acudieron a la presentación
de esta recopilación, realizada en la sede de la Asociación
de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero (AAPCE), se trata
de un anecdotario aleccionador de las vidas de tres revolucionarios
plenos, que estuvieron también en la guerra de Angola,
de mediados de los 70 a finales de los 80.
Ante un escenario conformado fundamentalmente por personalidades
que décadas atrás estudiaron español en Iberoamérica,
ex embajadores de China en Cuba y otras naciones de Latinoamérica
y el Caribe y diplomáticos de la propia región que
actualmente destinados en China, así como funcionarios
gubernamentales y de la Cancillería local, Li Xiaolin,
vicepresidenta de la AAPCE, destacó las grandes contribuciones
hechas por los emigrantes chinos al desarrollo económico
y social de Cuba y los lazos de amistad que durante mucho tiempo
han caracterizado las relaciones entre los pueblos chino y cubano.
La edición en chino de Nuestra historia
, dijo por
su parte Carlos Manuel Pereira, embajador de Cuba en China, es
un homenaje a una de las epopeyas más memorables de la
Revolución Cubana, la que definió como una crónica
viva, y expresó su deseo de que el libro refuerce
la amistad y solidaridad entre los pueblos, partidos y gobiernos
de los dos estados.
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Carlos Manuel Pereira entregó
a Li Xiaolin un cuadro con una foto del presidente Mao Zedong
y el guerrillero cubano-argentino Ernesto Che
Guevara. |
El diplomático reconoció por su parte a los emigrantes
chinos que se establecieron en la isla como parte indisoluble
de esa identidad forjada en la mezcla de culturas y esencias y
en la sangre común vertida en el campo de batalla
y no pasó por alto tampoco el importante papel histórico
que desempeñaron aquellos primeros culíes en las
luchas por lograr la independencia de España, en la segunda
mitad del siglo XIX.
Precisamente a ese rol se refirió en su discurso Zhang
Mingzhi, presidente del Centro Internacional de Arte y Cultura
de China, que resumió la participación de sus coterráneos
en las guerras independentistas cubanas apelando a una conocida
frase del general mambí Gonzalo de Quesada, Nunca
hubo un chino cubano traidor, nunca hubo un chino cubano desertor,
perpetuada en un monumento erigido en un céntrico parque
de La Habana como homenaje a los ciudadanos de este país
que participaron en aquella epopeya.
Los tres generales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Cuba se unieron en distintos momentos al Movimiento 26 de Julio,
encabezado por Fidel Castro, que lideró la lucha contra
la dictadura de Fulgencio Batista. Choy formó parte de
la columna del comandante Víctor Bordón, en las
montañas del Escambray (centro de la isla), Chui estuvo
bajo las órdenes del también comandante Guillermo
García Frías, y Siowong luchó en la clandestinidad
junto a mártires como Gerardo Abreu Fontán y más
tarde se incorporó a la guerrilla en la Sierra Maestra.
Como presidente de la Asociación de Amistad Cuba-China,
cargo que desempeña aún, Siowong ha dedicado grandes
esfuerzos durante muchos años al intercambio entre los
dos países y ha trabajado estrechamente con la embajada
de China en La Habana en el fortalecimiento de los vínculos
históricos, culturales y comerciales.
Choy, en tanto, se desempeña como director del Grupo para
el Saneamiento y Desarrollo de la Bahía de La Habana y
es delegado del ministro de Transporte en el puerto de la propia
ciudad; mientras Chui está a cargo de las finanzas de la
Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana,
además de contribuir ambos a fortalecer también
la amistad entre las dos naciones.
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