Electrodomésticos van al campo

Por LI YAHONG

En los próximos diez años, los campesinos chinos deben comprar 168 millones de televisores, para alcanzar la tasa de popularización de artículos electrodomésticos de las zonas urbanas de 1996.

En la casa de Shi Yunguo, el nuevo televisor en colores de 25 pulgadas, de la marca Changhong, ocupa un lugar importante. “Me costó 1.350 yuanes, 175 de los cuales me los proporcionó el Gobierno como subsidio”, comentó el propio campesino de Linyi, provincia de Shandong. A partir de febrero de 2009, si los residentes rurales chinos compran televisores, celulares, refrigeradores, lavadoras y otros electrodomésticos en el ámbito indicado, el Estado les concede un 13 por ciento como contribución.

Esa compensación se aplicará en cuatro años y se estima que las ventas ascenderán a 480 millones de unidades y el consumo acumulado a 920.000 millones de yuanes. “La idea del Gobierno es muy sencilla y tiene el propósito de estimular el consumo en el campo y asimilar el excedente de producción del sector”, señaló Zeng Xiao’an, subdirector del Departamento de Construcción Económica del Ministerio de Finanzas.

Electrodomésticos baratos

Durante un año se ha estado probando la política de compensación para los electrodomésticos que van al campo. A partir de diciembre de 2007, los agricultores de Shandong, Henan y Sichuan pueden conseguir el subsidio de un 13 por ciento que aporta el Estado, siempre que compren sus artículos en los lugares indicados. Este año la política se ha extendido a todo el país. Los datos del Ministerio de Finanzas muestran que hasta finales de octubre de 2008, en los puntos de venta establecidos se habían vendido un total de 3,5 millones de equipos.

El televisor que compró Shi Yunguo es uno de los productos indicados de esta estrategia. Según los reglamentos, las autoridades organizan la licitación pública y las empresas que ganan la pugna empiezan a fabricar conforme a las normas establecidas. El precio del producto no puede sobrepasar los 2.500 yuanes.

Actualmente, China es el mayor productor de electrodomésticos del mundo. En 2007 la exportación de televisores, refrigeradores, lavadoras y teléfonos móviles reportó 57.900 millones de dólares, constituyendo la principal fuente del superávit comercial del país. Pero la cifra generó un debate mundial.

El alza de las exportaciones nacionales ha hecho grandes contribuciones al crecimiento económico chino. Sin embargo, afectado por la crisis económica global, este incremento va disminuyendo. Según Zeng Xiao’an, el aprovechamiento de las potencialidades del sector rural del país puede hacer disminuir la tasa de exportación de electrodomésticos.

Varios campesinos seleccionan los televisores con subsidios en la ciudad de Huaying (Sichuan), en diciembre de 2008.

Shi Yunguo, de 54 años, no pensaba que el Estado le diera el subsidio, porque su aldea está entre las montañas y sus dos hijos van a las ciudades a trabajar, una de las principales fuentes de ingresos para los campesinos de las aldeas remotas. Según recuerda, 20 años atrás, en toda la aldea, sólo una familia tenía un televisor de la marca japonesa Hitachi. “En aquel entonces no se podía conseguir un televisor, si no se tenían buenos contactos con las personas correspondientes”.

China introdujo la primera línea de producción de televisores en colores en 1978 y hasta 1994 en el mercado nacional pululaban las marcas japonesas, mientras la tasa de popularización de los televisores en las zonas rurales registraba niveles sumamente bajos.

En el campo chino contraer matrimonio es un asunto importante. “Al casarse, la pareja primero debe comprar un televisor y una lavadora”, manifestó Shi. El primer televisor que tuvo su familia, de 17 pulgadas, fue comprado en 1992, cuando su hijo mayor se casó. “Ahora no funciona bien y no se ven las imágenes con nitidez”.

Xiao Zhang, de Henan, compró un televisor y un refrigerador de bajo consumo de energía en diciembre de 2008 con la ayuda ofrecida por el Gobierno.

Alrededor de 900 millones de campesinos chinos no llevan una vida apegada a la modernidad como los residentes en las ciudades. La baja tasa de popularización de electrodomésticos es un buen certificado. Conforme a los datos de la Administración Estatal de Estadísticas, en los próximos diez años, las más de 200 millones de familias campesinas deben comprar 168 millones de televisores, para alcanzar la tasa de popularización de artículos electrodomésticos de las zonas urbanas de 1996.

Debido al gran potencial del mercado campestre, muchas empresas, incluidas las de capital extranjero, empiezan a mostrar mayor interés en la explotación de los poblados chinos. Haier, reconocido fabricante de electrodomésticos, elabora un modelo de televisor contra la humedad y con voltaje super ancho, a fin de resolver los inconvenientes que generan la humedad y la inestabilidad del voltaje en el campo. La representación en el país de la Compañía Limitada Siemens ha aportado el dinero para apoyar en su promoción a Suning, proveedor de los productos electrónicos para el hogar en el campo. Y Jiang Feng, vicepresidente de la Asociación de Artículos Electrodomésticos de China, pronostica que las empresas más exitosas del sector serán las que dominen el campo nacional.

Dinero en las manos de los campesinos

Muchas compañías no prestan atención al mercado rural por su bajo nivel económico. Chen Xiwen, director de la Oficina del Grupo Central de Dirección de Trabajo Rural, se ha percatado de que cada vez que llega la tempestad económica, todos empiezan a mostrar interés en explotar esta zona del país. “Cuando la crisis financiera barre el planeta, China también sufre el impacto”. El presidente Hu Jintao expresó en diciembre de 2008 que se deben llevar a cabo efectivamente las diversas medidas destinadas a ampliar la demanda interior y promover el crecimiento económico, con el fin de enfrentar adecuadamente los riesgos provenientes del ambiente económico internacional.

Si miramos el precio estipulado por el Gobierno, el refrigerador más barato cuesta 1.090 yuanes, quitando el subsidio de 141 yuanes, el comprador debe pagar 949 yuanes. Los datos del Ministerio de Agricultura de China muestran que en 2007 el ingreso anual de las familias rurales llegó a los 10.000 yuanes. Para los campesinos que ganan muy poco, esta cantidad de subsidio no significa mucho. Un funcionario de Shandong afirmó que como cultivar la tierra no reporta mucho dinero, los jóvenes no quieren quedarse en su pueblo natal. Para ganar más, la gente prefiere irse a las ciudades a trabajar.

En 1990 la mano de obra excedente del campo se exportaba a la construcción urbana. Ahora el campo es considerado un mercado de consumo, pendiente de una apertura. Empero, los campesinos ya están acostumbrados a ahorrar dinero. Pese a que ellos pueden lograr el subsidio del Estado, Shi cree que la compra de un televisor de más de 1.000 yuanes es un gran gasto para una familia rural.

Además de cultivar la tierra, Shi Yunguo abrió una pequeña tienda en la aldea, en la que vende artículos de uso diario, con la cual puede tener un ingreso anual de 10.000 yuanes. Otro enorme gasto para su familia es la compra de un triciclo eléctrico, que costó más de 4.000 yuanes. La frugalidad es una costumbre de largo tiempo para los campesinos chinos, pues ellos prefieren guardar el dinero para los gastos escolares de sus hijos o para su vejez.

En las zonas rurales, los campesinos todavía no tienen seguro de retiro. “Tenemos que ahorrar dinero para nuestra vejez”, subrayó Shi. Aunque el Gobierno ha ofrecido algún subsidio para el sistema de tratamiento médico en el campo, en la mayoría de las regiones, no importa si es ciudad o campo, la gente teme padecer enfermedades repentinas.

El ingreso neto per cápita de la población rural china en 2007 sólo representó 4.140 yuanes. Los gastos escolares, médicos y para la vejez constituyen un gran pago. Muchos campesinos no quieren dedicar dinero a los electrodomésticos, porque consideran que estos no son necesarios. Wang Yiguo, campesino proveniente de Hunan, que ahora hace trabajo manual en Beijing, indicó que aunque la política de subsidio del Estado es buena, no necesitamos los electrodomésticos”. Él empieza a ahorrar dinero para que su hija vaya a la universidad.

Dificultades reales

En Beijing cadenas de tiendas como Gome y Suning han lanzado anuncios de grandes descuentos, e incluso regalan 400 yuanes en los casos que las compras rebasen los 1.000 yuanes. Un responsable de la primera reconoció que “afectados por el ambiente económico, los fabricantes de artículos electrodomésticos sufren por la gran presión de excedentes almacenados”.

En Linyi muchas tiendas reparten sus anuncios al campo, acto que no ha atraído a muchos consumidores. Yang Hong, responsable de la Compañía Limitada de Equipos Electrodomésticos Shenglong, de Linyi, manifestó que en los primeros meses consiguieron un buen efecto, pero ahora se ve poca gente”.

Aunque vienen atraídos por los anuncios, los clientes a veces regresan desesperados. Gao Wansheng quiere comprar un refrigerador. Sin embargo, ha venido dos veces y el modelo que quiere está todo vendido. Como la venta de estos electrodomésticos no reporta grandes beneficios, muchas tiendas no quieren comercializarlos.

Por otro lado, no pocos campesinos creen que los trámites son un poco complicados. El proceso completo es el siguiente: los compradores deben llevar la copia y original de la factura del producto, copia y original del carné de identidad, tarjeta especial del producto comprado, libreta bancaria del comprador y otros datos necesarios que pide el departamento de administración, para ir al departamento local de finanzas y solicitar el subsidio. Tras la revisión inicial del departamento financiero de nivel cantonal, se hace el pedido correspondiente al departamento financiero a nivel de distrito. Tras la confirmación y revisión de este último, se realiza la transferencia bancaria a la cuenta del comprador. “Será más bien acogida esta política si se pueden simplificar los trámites”, sugirió Yang Hong.

Según las normas del Gobierno, los aparatos comprados deben ser enviados a domicilio. Pero es muy difícil reparar las averías. La aldea de Shi Yunguo dista 15 kilómetros del distrito. “Será muy molesto si los aparatos presentan averías”.

En la aldea de Shi, la mayoría de los aldeanos posee celular y televisor, pero pocas familias cuentan con refrigeradores y aires acondicionados. “Además de que no sirven mucho, son muy caros”.

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