Gobierno busca estimular el consumo doméstico
Por CHENG XIAOBEI
Hace unos días recibí un e-mail, titulado No
debe comprar ropa en estos meses, debido a que los precios caerán
pronto bruscamente. El remitente es simplemente un amigo
con quien no tengo un contacto frecuente. Sólo soy uno
de los más de diez destinatarios a los que envió
su mensaje.
En el texto mi colega señala: casi la mitad de las
empresas orientadas a la exportación comenzaron a vender
sus productos en el interior del país, dada la desaceleración
económica. Recientemente los precios de la ropa y muchos
tipos de accesorios en grandes mercados se redujeron en gran escala.
Como a las pequeñas y medianas empresas nacionales les
resulta cada vez más difícil vender sus mercancías,
pues es seguro que reducirán los precios, para ganar competencia
en el mercado. La situación es considerada el comienzo
de una etapa en la que los consumidores domésticos disfrutarán
de los bienes de alta calidad a un costo bajo.
Cancelé sin vacilación los planes de hacer compras
los fines de semana y también transmití el mensaje
a algunos de mis amigos. Mi familia, excepto las necesidades para
nuestra vida diaria, dejó de comprar todo lo que consideramos
productos de lujo. Suspendimos el plan de adquirir
un lente de cámara Nikon, vamos al restaurante menos veces
cada semana y hacemos compras a través de Internet, donde
conseguimos productos que antes íbamos a buscar a los mercados.
En el Foro Tianya, el más popular de Internet entre los
chinos, las secciones de moda y entretenimiento solían
ser mis favoritas. Sin embargo, ahora la columna de economía
se ha convertido en una necesidad para mí. He podido ver
que la situación de algunas personas es peor que la mía,
que se ven amenazadas por la posibilidad de perder el empleo y
la reducción de su sueldo. La mayoría de los que
se enfrentan a esos problemas son los empleados de empresas orientadas
a la exportación, como fábricas y empresas de Inteligencia
y Tecnología.
Muchas compañías comenzaron a reducir el número
de empleados y los salarios, para mantener los gastos. Incluso,
los gobiernos frenan el gasto en el presupuesto para el próximo
año y de hecho se preparan para hacer frente a futuras
dificultades. Hace unos meses, las autoridades chinas también
ajustaron las políticas macroeconómicas de centrarse
en frenar la inflación a evitar la recesión económica.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha disminuido
alrededor de un 4 por ciento, después de un auge cercano
al 9 por ciento. Sin embargo, la previsión de la recesión
económica continuará limitando el consumo del pueblo.
Exportación, inversión y consumo siempre han sido
los tres sostenes del desarrollo de la economía china.
En virtud de las circunstancias desfavorables en la exportación,
el estímulo de la demanda doméstica se ha convertido
en el más espinoso y urgente problema para el Gobierno,
que aumentó el precio de compra de los granos, para incrementar
los ingresos de los agricultores, con la intención de desarrollar
el mercado de consumo rural, un nicho que cuenta con una población
de 900 millones de personas.
También se mejoró la vida básica en las
zonas urbanas de diferentes niveles. Sin embargo, podemos ver
que los agricultores, después de ganar tan sólo
unos cientos de yuanes más, y sin mucha seguridad en la
atención médica y educativa, probablemente sólo
guardarán su dinero bajo el suelo dentro de sus casas.
Desde la perspectiva política, las autoridades deberían
centrarse en estimular la demanda de los consumidores de la clase
media. Los ricos, que componen el 1 por ciento del total, nunca
vacilan en sus gastos en bienes de lujo solo por causa de la recesión
económica. Mientras, las personas de bajos ingresos, que
representan el 80 por ciento, no van a aumentar sus gastos diarios
solo porque ganan un poco más. Por lo tanto, hay que concentrarse
en la clase media, los principales consumidores antes, que ahora
reducen sus desembolsos. Sin embargo, de momento el Gobierno sigue
haciendo caso omiso de la propuesta presentada por la población
y los expertos, de elevar el umbral del impuesto sobre la renta
individual.
El Estado tiene previsto evitar la desaceleración económica
a través de la inversión. Ya se comprometió
a destinar 4 billones de yuanes de estímulo económico,
que representan el 16 por ciento del PIB de China, un plan que
tiene el visto bueno del rendimiento de mercado chino de valores.
No obstante, si las demandas de los consumidores no pueden ponerse
al día, es posible que la economía caiga en crecimiento
negativo.
Un punto clave para estimular el consumo público es invertir
en el mejoramiento del sistema de seguridad social. La gente está
realmente dispuesta a consumir, si el Gobierno puede ayudar a
pagar la educación, atención médica, vivienda
y otros elementos que componen la mayor parte de sus gastos. La
crisis económica que afecta también a China debe
ser considerada como una oportunidad para ampliar la cobertura
de la seguridad social del país.
Pese a todo, el pueblo chino mantiene su confianza en sus gobernantes.
Una investigación iniciada por la revista Foro del Pueblo
y el sitio Web Sina muestra que un 48 por ciento de los entrevistados
respaldan la gestión de las autoridades y un 22 por ciento
están muy convencidos de que el Gobierno chino abordará
adecuadamente la crisis económica.
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