Industria financiera de Shanghai en la tempestad

Por LIU QIONG

Centro financiero de Lujiazui, Pudong, Shanghai.

En China se transmite una frase antigua: “Los hombres temen meterse en un trabajo equivocado, y las mujeres temen casarse con la persona inadecuada”. Pero lo que preocupa a la señorita Li Sha es si ella se incorporó imprudentemente a un sector malo por impulso, luego que atraída por el elevado salario de sus colegas en el sector financiero, abandonó su puesto de funcionario en el gobierno de Shanghai a principios de 2008 y, con la recomendación de un amigo empezó a trabajar en la venta de la Bolsa de Xingye, en la propia ciudad.

Aunque el mercado accionista de China venía decayendo desde aquel momento, Li, quien estaba trabajando en el edificio frente al mencionado mercado de valores, en la zona comercial y financiera shanghainesa, tenía plena confianza en el precio de su inversión y creía que iba a subir rápidamente. Sin embargo, tras medio año de espera apareció el maremoto financiero de EE.UU. y un gélido invierno para la economía global.

Sin ataques directos

Guo Linkai, estudioso de la Bolsa de Xingye, con muchos años de trabajo en el sector financiero, dijo a Li Sha que esta agitación financiera, causada por la crisis de las hipotecas estadounidenses, no ha afectado directamente al sector financiero de nuestro país. “Las compañías de acciones de China casi no tienen inversión en el extranjero, por lo que no existen en nuestro escenario los motivos que conducen a los bancos extranjeros a hundirse en la crisis”.

La Bolsa Hualin de Shanghai en una jornada muy concurrida.

La zona comercial y financiera de Lujiazui, en la dinámica Nueva Área de Pudong, es el lugar donde compiten por entrar las diferentes instituciones financieras. Aparte de numerosas bolsas y compañías comerciales chinas y foráneas, también se han establecido aquí el Banco de China, HSBC y Citibank. “La crisis afecta menos a los bancos comerciales, cuyo principal negocio son los depósitos y préstamos tradicionales”, abundó Guo. Su punto de vista se ha comprobado en el informe del tercer trimestre de 2008 del Banco Industrial Xingye, que revela que hasta el 30 de septiembre los ingresos del negocio llegaron a los 22.268 millones de yuanes, con un beneficio neto de 9.427 millones de yuanes, para un incremento de 39,32 y 56,49 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Otro motivo por el que los bancos comerciales de China se mantienen estables reside en su baja proporción de propiedad de divisas, según Wang Songqi, subdirector del Instituto de Investigación Financiera, de la Academia de Ciencias Sociales de China. El ingreso más importante de los bancos comerciales del país lo genera la diferencia de la tasa de interés entre el depósito y el préstamo, la cual se mantenía alta en 2008. Las ganancias netas de estas instituciones financieras se incrementaron, como promedio, más del 60 por ciento durante la primera mitad del año pasado.

Por su parte, la industria de seguros, como las compañías domésticas, tiene pocas inversiones en el extranjero, por lo que no se ha visto afectada por la crisis mundial. Debido a que las empresas de otras naciones ocupan una cuota inferior al 10 por ciento del mercado chino, cualquier temblor que pudieran sentir de sus representaciones en otros lugares no afectará gravemente el mercado asegurador de China.

“El sector financiero de nuestro país no ha sufrido muchas pérdidas por la crisis de EE.UU. y el sistema se mantiene estable. Merece nuestra confianza”, señaló Ding Zhijie, vicepresidente del Instituto de Finanzas de la Universidad de Economía y Comercio Exterior.

Agentes de la bolsa de Shanghai ocupados con los intercambios a futuro.

Las reformas en el sector financiero de China, como la participación de acciones en los bancos comerciales estatales y la mejor administración en instituciones financieras de envergadura media y pequeña, han avanzado en los últimos años y amortiguan el riesgo del ramo.

Los departamentos de administración y supervisión de bancos han alertado sobre los riesgos del mercado desde hace dos años, lo que conllevó a una subida del porcentaje del primer pago de los préstamos hipotecarios de la vivienda por un buen tiempo. Y como los bancos comerciales chinos son tradicionalmente cautelosos en ofrecer préstamos, evitan el peligro de las hipotecas “subprime” de EE.UU.

El Banco de Industria y Comercio de China, el mayor banco comercial del país, sólo tiene un insignificante porcentaje del 1,84 por ciento en préstamos nocivos a los bienes raíces, y un 0,74 por ciento al comprador individual de viviendas, de acuerdo con las estadísticas.

El sector financiero de Shanghai, con 850 instituciones establecidas, incluyendo 375 de capital extranjero o joint ventures, con una propiedad total de 5 billones de yuanes, mantiene una perspectiva optimista. El volumen comercial en el mercado financiero doméstico de enero a noviembre de 2008, alcanzó los 144,2 billones de yuanes, un 26,5 por ciento de incremento en relación con el mismo período del año pasado, según la Oficina de Servicios Financieros del gobierno municipal. Y durante los primeros tres trimestres de 2008, la industria bancaria de la propia metrópoli registró beneficios por 62.050 millones de yuanes, 1,1 veces los de 2007.

Pérdidas indirectas: oportunidades y desafíos

Estos análisis optimistas, sin embargo, no significan que China es inmune a la crisis que actualmente asola a la economía mundial. Indirectamente el país se está viendo afectado. El reajuste profundo del mercado global de acciones y la fluctuación de la tasa de cambio entre el yuan y el dólar representan grandes amenazas, particularmente para la economía real de china.

“La desaceleración económica mundial está tomando su peaje en las exportaciones de China y, en consecuencia, perjudica a toda la economía nacional, incluyendo el sector financiero”, manifestó Li Sha. Dada la fuerte dependencia de las exportaciones en su rápido crecimiento económico durante los últimos 30 años, el gigante asiático no va a evitar la influencia negativa, porque Europa y EE.UU. son sus importadores más importantes y están en plena recesión.

Una deflación del 70 por ciento que sufrió el mercado de acciones de China en 2008, lo enlistó como uno de los peores de todo el mundo. Li y sus colegas tienen pocas expectativas en relación con sus empresas sobre la bonificación final del año.

Según Wang Songbo, investigador de la Compañía Limitada de Capital Internacional de China, para 2009 los ingresos de operaciones y los beneficios netos del sector de valores seguirán registrando un crecimiento negativo del 13% y 16%, respectivamente, sobre la base de una caída del 55 por ciento y el 63 por ciento, en ese orden, en 2008. La tasa de rentabilidad de capital neto también se esperaba que buceara más allá del 13 por ciento en 2008 y llegue al 10 por ciento en 2009. El sector de valores finalmente encuentra su invierno de descontento, después de una primavera suave en 2006 y un floreciente verano en 2007, cuando se establecieron nuevos topes de ingresos y beneficios.

Pero, como cada moneda tiene dos caras diferentes, el reto y la oportunidad coexisten al mismo tiempo. Fang Xinghai, de la Oficina de Servicios Financieros del Gobierno Municipal de Shanghai, apuntó que el centro financiero mundial está trasladando su foco hacia Asia, luego de la crisis hipotecaria de EE.UU. El fracaso de los bancos de inversión internacionales abre el camino para que las empresas de valores avancen al mercado mundial, donde los jugadores chinos pueden compensar su falta de experiencia y conocimientos administrativos mediante la compra de acciones de sus homólogos internacionales.

El regimiento de profesionales despedidos de Wall Street también es una lluvia de oro para China. En diciembre de 2008, el gobierno municipal de Shanghai envió una delegación de representantes de más de 20 bancos, compañías de seguros y valores al Reino Unido y EE.UU., con el propósito de reclutar altos directivos de distintos ámbitos financieros. Hubo informes de una enorme cantidad de solicitantes en cada parada. La delegación regresó con una carga de 150 Kg. de currículum vitae.

Más capacitación para los Cuellos Blancos

La afluencia de cerebros internacionales podría beneficiar la industria financiera de China, pero no es un buen augurio para los que ya están trabajando en ella.

Zhang Ruijun, un amigo de Li Sha, que este año va a recibir su doctorado en economía de la conocida Universidad del Pueblo, escribió recientemente la siniestra leyenda en el MSN: “Nacido en un mal momento, y disgustado toda la vida”. Su enojo es comprensible. Los trabajadores de bachillerato o maestría en el sector de valores ganaron en 2006 y 2007 sueldos anuales de seis o siete dígitos.

Los grandes almancenes mantuvieron su fuerte atmósfera navideña, pero la gente no gastó tanto como antes, debido a la crisis financiera mundial.

Zhang, por lo tanto, tenía buenas razones para creer que alguien como él, con un doctorado, podría tener un porvenir brillante. Pero sus ambiciones quedaron destrozadas pocos meses antes de su graduación, por la recesión que se extendió por todo el mundo, dejando un alto índice de desempleo en su sector.

Una noticia acerca de posibles reducciones de puestos de trabajo en la Compañía Limitada de Capital Internacional de China (China International Capital Co., Ltd., CICC), en octubre de 2008, provocó el pánico en los círculos de valores de la nación asiática, ya que planteaba la posibilidad de una reacción en cadena en toda la industria. CICC aclaró rápidamente el rumor: "Aunque el mercado es débil, sigue siendo importante mantener una reserva de talentos. No vamos a dejar ir a las personas con habilidades".

Pero las garantías de un solo empleado, no importa cuán grande sean, no pueden rescatar el pabellón general del mercado laboral. En el segundo semestre de 2008, el trabajo de publicidad del sitio Web 51job.com registró una caída del 12 por ciento de los puestos ofrecidos por las empresas financieras, y una baja del 6 por ciento en las empresas de bienes raíces.

“Los empleados en medio de la presente recesión económica deben aferrar sus aves en la mano en lugar de buscar nuevos puestos de trabajo”, recomendó el profesor Wang Fanghua, rector del Colegio Antai de Economía y Gestión, de la Universidad Jiaotong de Shanghai. Tal vez valdría la pena volver a la escuela a aprender nuevas habilidades y conocimientos. "Nuestra universidad ha experimentado un aumento de solicitantes para la carrera de MBA en este año, lo que confirma la regla general de que en momentos de prosperidad económica la gente se centra en ganar dinero, y cuando las cosas están tranquilas en el frente económico, la gente busca refugio en la educación superior, tales como un curso de MBA".

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