Resumen del pasado y miradas hacia el futuro

30 años después del comienzo de la Reforma y Apertura

China, con una población numerosa (más de 1.300 millones de habitantes) y tan mala base industrial en la construcción del socialismo, muchas veces se ha desviado del camino justo, pero también ha realizado exploraciones exitosas. Con la Reforma y Apertura de 1978, el país tomó el camino del desarrollo sostenible y rápido.

Deng Nan, hija de Deng Xiaoping. En 1970 se graduó de la Facultad de Física de la Universidad de Beijing. Es miembro del XVII Comité Central y del X Comité Nacional de la CCPPCh. Ha asumido sucesivamente los siguientes cargos: pasante del Instituto de Automatización de la Academia China de Ciencias, pasante del Instituto de Investigación de Semiconductores, subdirectora de la Administración de Políticas del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, subdirectora del Departamento de Desarrollo Social del Ministerio de Ciencia y Tecnología, directora adjunta del Ministerio de Ciencia y Tecnología y viceministra de Ciencia y Tecnología. Actualmente desempeña los cargos de vicepresidenta de la Asociación China de Ciencia y Tecnología y directora gerente de la Sociedad China para el Desarrollo Sostenible.

Logros de 30 años de Reforma y Apertura atraen la atención mundial

La Reforma ofrece una gran fuerza interior y la Apertura fortalece el impulso exterior para el desarrollo económico del país. Ambos factores permiten liberar una gran productividad, logrando impresionantes crecimientos en el PIB per cápita y significativas contribuciones a la economía mundial.

China es el “motor” para el desarrollo económico sostenible

Desde la III Sección Plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) del 1978, debido a la aplicación sistema de responsabilidad en la producción mediante contrato familiar con ingresos en función del rendimiento en las zonas rurales, el entusiasmo de la mayoría de los campesinos ha aumentado. En aproximadamente cinco años, la productividad agrícola creció considerablemente, resolviendo en lo fundamental el problema de la alimentación y la vestimenta de la población. Desde entonces, con el establecimiento del sistema de la economía de mercado socialista, la aplicación de la reforma institucional y el ingreso en la Organización Mundial del Comercio (OMC), la economía china ha creado lo que en el mundo es reconocido como un milagro.

De 1978 a 2007, la tasa media crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) anual fue de 9,8 por ciento, muy superior a las de Estados Unidos, Japón, Singapur, Corea del Sur y otros países en fase de despegue económico, y tres veces mayor que el promedio de crecimiento mundial. En la actualidad, el PIB chino representa alrededor del 6 por ciento del total mundial, situándose en el cuarto puesto. A partir de 2006, la contribución de China al crecimiento del comercio global ha sobrepasado a los Estados Unidos y Alemania, el primero del mundo, y el gigante asiático se ha convertido en el motor impulsor del crecimiento económico mundial, desempeñando un papel cada vez más importante.

Salto del nivel de vida

En 1978 el ingreso per cápita de los residentes urbanos de China era de apenas 343 yuanes, mientras que la población rural registraba tan sólo 134 yuanes en ingresos netos y el total de habitantes del campo que vivía por debajo de la línea pobreza ascendía a 250 millones. Aumentar los ingresos de la población y erradicar la pobreza fue por tanto la prioridad de entonces.

En 2007 el ingreso disponible per cápita de las ciudades chinas alcanzó los 13.786 yuanes, y el ingreso neto en las zonas rurales llegó a 4.140 yuanes. A lo largo de 30 años, el ingreso de los habitantes de la ciudad aumentó en 39 veces, mientras que en el campo lo hizo en 30 veces. La población rural en la pobreza absoluta se ha reducido a menos de 15 millones y la de bajos ingresos ha disminuido a 28 millones. Conforme al estándar de pobreza del Banco Mundial, de un dólar por día, la proporción de la población pobre de China ha descendido al 10 por ciento, por lo que el país, con sus propios esfuerzos, ha logrado resolver el problema de la alimentación de sus 1.300 millones de ciudadanos, cumpliendo el propósito de una vida modestamente acomodada.

Aumento de la capacidad de desarrollo sostenible

En la década del 90 del siglo pasado, China tomó plena conciencia de la escasez de recursos y llegó a la conclusión de que el desarrollo sostenible es ineludible.

A finales de la década del 80 del siglo pasado, el país planteó las diez estrategias del Medio Ambiente y el Desarrollo; en 1991, en la Reunión Ministerial de los Países en Desarrollo, emitió la “Declaración de Beijing”; y en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en 1992, firmó la “Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo”, la “Agenda 21” y otros documentos relacionados con el tema.

Más tarde, en 1994, el Consejo de Estado examinó y aprobó el “Programa del Siglo XXI de China”, otro documento programático que orienta el desarrollo a largo plazo de la economía nacional y la sociedad. Y en la III Sesión Plenaria del XVI Comité Central del Partido Comunista de China se presentó el concepto científico de desarrollo.

Hasta la fecha en el país se han construido más de 60 zonas experimentales nacionales, más de 90 zonas experimentales provinciales y 13 zonas ejemplares nacionales, en las que se promueve el concepto y modo de desarrollo sostenible.

Grandes contribuciones al desarrollo sostenible del mundo

La apertura de China al exterior ha vinculado estrechamente su avance con el desarrollo integral del mundo, lo que facilita el movimiento y asignación de los recursos. Desde los 90, el gigante asiático se ha convertido en el principal importador de productos primarios del planeta, especialmente de petróleo y hierro. Por un lado, ello significa que los países exportadores pueden obtener grandes beneficios que estimulen sus economías nacionales, y por el otro, que la gran cantidad de materia prima importada garantiza el progreso acelerado del sector manufacturero chino. El crecimiento de la economía china y el salto de su comercio exterior fortalecen la vitalidad de la economía mundial.

En segundo lugar, según el Informe de la Huella Ecológica de China, publicado recientemente por el Fondo Mundial y el Consejo de China para la Cooperación Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, desde los años 60 del siglo pasado el consumo chino de recursos ecológicos se ha duplicado. Pero en el presente, la huella ecológica per cápita del país es de sólo 1,6 hectáreas, muy por debajo de las 2,2 hectáreas de la media mundial y las 10,9 hectáreas de Estados Unidos. Estas cifras nos permiten comprender que el modo de consumo de los chinos alivió en cierta medida la presión de los recursos mundiales y del medio ambiente.

Además, las políticas de protección medioambientales de China hacen una contribución positiva al entorno. Desde la década del 70, el país ha participado activamente en el ámbito de la protección medioambiental global. En el segundo Congreso Nacional de Protección del Medio Ambiente, celebrado en 1983, el Gobierno Central identificó la protección medio ambiental como una de las políticas nacionales fundamentales, cuando aún no teníamos suficiente que comer.

Después de la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en 1992, Beijing definió la estrategia nacional de desarrollo sostenible. Hasta el año 2006, la ONU había elaborado y promulgado nueve leyes de protección del medio ambiente, 15 leyes de recursos naturales, 50 reglamentos administrativos. La inversión en este campo supone el 1,3 por ciento del PIB, muy superior al 0,5 por ciento de la etapa inicial de la Reforma y Apertura. Por ejemplo, sólo el proyecto de rescatar las tierras de cultivo ocupadas por bosques representa un desembolso total de 430.000 millones de yuanes.

Desafíos del futuro

Los 30 años de rápido desarrollo económico que hemos vivido equivalen a 100 años o más de desarrollo de los países occidentales, por lo que podemos imaginar entonces los problemas y desafíos que debemos enfrentar y que en general se reflejan en tres aspectos.

Primero, en los últimos 30 años, los recursos y el medio ambiente han hecho grandes contribuciones al rápido crecimiento económico de China, pero en el futuro el desarrollo sostenible supondrá una formidable presión sobre la energía.

Al comienzo de la Reforma y Apertura, satisfacer las necesidades básicas del pueblo era el problema real de China. Pese a su gran población y débil base industrial, el país desarrolló un sistema industrial completo y moderno, aprovechando los recursos naturales.

Se estima que en las pasadas tres décadas sólo los recursos minerales crearon de un 10% a un 30% del PIB, al tiempo que se incrementó considerablemente la eficiencia en la utilización de los recursos y el medio ambiente. Y con un crecimiento de consumo de recursos más lento que el crecimiento de PIB, mantenemos el desarrollo económico.

Pero en comparación con los países desarrollados, la eficiencia de la utilización de los recursos naturales de China debe aumentar. Una investigación muestra que en el ranking de rendimiento de recursos, China ocupa el puesto 54 entre 59 países. El nivel de consumo de energía del país es de 3 a 11 veces superior al de los países desarrollados.

En lo referente a los recursos estratégicos, China enfrenta a una grave escasez, en especial de petróleo, hierro y otros minerales. Según las estadísticas, en 2006 la dependencia del comercio exterior de China en petróleo llegó al 47 por ciento y la del hierro al 50 por ciento. Esta fuerte atadura amenaza la seguridad de la economía local. Por lo tanto, debemos construir una sociedad amigable con el medio ambiente y ahorrativa de recursos, para aliviar la escasez de recursos y cambiar el actual modo relativamente extensivo y difusivo de desarrollo.

Con la ampliación de la magnitud de la economía, el problema medioambiental es cada día más grave. Paso a paso, las fuentes de contaminación están ampliando su ámbito, desde las zonas avanzadas a las zonas atrasadas, desde las ciudades al campo. Aunque mejoramos las condiciones ecológicas de ciertos lugares, la situación general está empeorando.

Según el “Comunicado sobre el Estado Ecológico de China en 2007”, publicado por el Ministerio de Protección del Medio Ambiente en junio de este año, en las 407 secciones para la detección de la calidad del agua en 197 ríos, el 50,1 por ciento son de Grado ?, ? y peor que V. De los siete principales sistemas fluviales, el Río Amarillo, Huaihe y Haihe presentan una contaminación moderada, mientras la del Liaohe, Haihe, está considerada como grave. La situación de protección del medio ambiente sigue siendo sombría.

En general, el agravamiento del problema se debe a muchas y complejas razones. Las principales son la numerosa población, que requiere gran cantidad de recursos en la búsqueda de su supervivencia y desarrollo, la débil capacidad tecnológica y administrativa y la baja eficiencia en la utilización de los recursos. China está en un proceso de industrialización, lo que sin duda requerirá de una gran cantidad de recursos y contaminará el medio ambiente. En los últimos veinte años, se ha convertido en la fábrica del mundo. La alta presión de los recursos nos exige que desarrollemos la economía y la sociedad con un menor costo para el medio ambiente.

En segundo lugar, China se encuentra en un período de transición de desarrollo económico y social, y los desequilibrios y desigualdades regionales son evidentes.

Desde el comienzo de la Reforma y Apertura, debido a la transformación del sistema y las diferencias en las condiciones económicas regionales, una gran cantidad de recursos de las áreas rurales fluye de la zona oeste y central a la zona este, lo que contribuye mucho a la industrialización y urbanización de China, pero también ha creado más riqueza en el este que en el oeste, ampliando las diferencias regionales.

Según las estadísticas, en 1978 la proporción del PIB de la región este, central y oeste en el PIB total fueron del 52,4%, 30,7% y 16,9%, respectivamente, en tanto en 2006 fueron del 61,8%, 25,3% y 12,9%. La comparación del PIB per cápita entre estas zonas muestra que en 1978 fue de 1,75:1, 17:1, y en 2006 de 2,48: 1,28:1, por lo que las diferencias entre las tres regiones se han ampliado aún más.

La creciente brecha entre pobres y ricos ha despertado preocupación en la sociedad. Año por año cada vez más chinos figuran en la lista de las Personas Más Ricas del Mundo que elabora la revista Forbes, mientras que 20 millones de sus compatriotas son pobres. La seguridad social de las personas de bajos ingresos es un problema social a resolver urgentemente. El alza del precio de las viviendas, el alto costo de los elevados gastos médicos y la educación, la desigualdad de los recursos educativos y otras cuestiones que en gran medida impiden que China aumente su capacidad de desarrollo sostenible.

Debemos reconocer claramente que estos problemas se derivan de la actual fase de desarrollo. Las dificultades sociales sólo pueden ser resueltas con un mayor progreso. La igualdad que buscamos será construida sobre la base de mejores condiciones de vida y armonía entre las personas. El Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado conceden gran importancia a este fenómeno, de ahí que plantearan “Cinco Equilibrios” en el XVII Congreso Nacional de la gobernante formación política, mientras en la III Sección Plenaria del XVII Comité Central del PCCh también enfatizaron en la “construcción de un nuevo campo socialista y la integración del desarrollo económico y social en las zonas urbanas y rurales”. Necesitamos tiempo y más adelanto económico. Entonces deberíamos tener plena comprensión y confianza.

En tercer lugar, los frecuentes desastres naturales y accidentes de producción nos avisaron que la gestión de riesgos se ha convertido en un desafío que tenemos que enfrentar.

La topografía especial y complicado ambiente geográfico determinan que China es un país que sufre frecuentes desastres naturales. Sumando las inundaciones de 1998 y las nevadas y el terremoto de Wenchuan, en 2008, las pérdidas económicas se calculan en miles de millones de yuanes, por no mencionar las pérdidas humanas.

Como la nación asiática se encuentra en la etapa de la industrialización en la que las industrias química pesada y minera son dos de sus principales pilares, los accidentes mineros y de contaminación son más frecuentes que en otras etapas. Las empresas están en la fase inicial de desarrollo, por eso frecuentemente se reportan incidentes que perjudican la sanidad de los consumidores, como el más reciente escándalo protagonizado por el sector lácteo.

Aprovechando las oportunidades y enfrentando los desafíos

El 2008 fue el año del 30 Aniversario de la Reforma y Apertura, a la vez que un importante período para llevar a la práctica el espíritu del XVII Congreso Nacional del PCCh. En vista de los nuevos problemas y desafíos, la Sociedad China para el Desarrollo Sostenible debe realizar estudios e investigaciones académicas y prestar servicios de asesoramiento, para la continuación de la prosperidad económica nacional.

Enlaces:

La Sociedad China para el Desarrollo Sostenible (SCDS), fundada el 14 de enero de 1992, es un organismo académico, nacional, sin fines de lucro, compuesto por especialistas, eruditos, gerentes y empresarios que prestan atención al desarrollo sostenible. Hay cinco comités especiales subordinados a la institución, el de Medio Ambiente, Agrícola Sostenible, Prevención de las Calamidades, Recursos de Agua y Asentamiento Humano. El organismo también abrió la revista académica Población China, Recursos y Medio Ambiente (editada en chino e inglés).

Desde 2004 la SCDS ostenta el rango de asesor empresarial no gubernamental del Consejo Económico y Social de la ONU. El Departamento de Información Pública (DIP) de la ONU aprobó la asociación de ambos.

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