Avanzar entre la liberación
y la democracia
30 años de Reforma y Apertura y su perspectiva
Por LI JUNRU*
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Deng Xiaopong (derecha)
en la III Sesión del XI Congreso del Partido Comunista
de China. |
A finales de 1978, China decidió llevar a cabo la política
de Reforma y Apertura, que abarca una transformación en
dos sentidos, hacia el interior del país y hacia el escenario
internacional. La primera planteaba modificar los mecanismos que
frenaban el desarrollo de la producción social, mientras
la segunda iba desde el establecimiento de cuatro zonas económicas
especiales, como la de Shenzhen, a la apertura de la costa, la
ribera del río y sus zonas fronterizas, hasta participar
en la globalización económica. Ambos puntos se relacionan
estrechamente y buscan el desarrollo y perfección del socialismo
con características chinas.
Este es un hecho sin precedentes en la historia de la milenaria
nación asiática, que desde 1949 adoptó el
modelo socialista, denominado por el pueblo chino como la Nueva
Revolución.
La tercera sesión del XI Congreso del Partido Comunista
de China (PCCh), celebrada a finales de 1978, fue considerada
el comienzo de la Reforma y Apertura. El entonces líder
chino, Deng Xiaoping, presidió la reunión y decidió
trasladar la clave del trabajo a la construcción y modernización
del socialismo. La formación del grupo de dirigencia alrededor
del mandatario como núcleo simbolizó el fin de la
lucha de clases y el comienzo de la construcción económica.
Debido a ello, el encuentro, bajo el lema de La democracia y
liberación de la mente, fue considerado un gran cambio
político, justamente el que puso en marcha el proceso de
Reforma y Apertura de China.
En el ambiente de la liberación de la mente y la democracia,
el país experimentó un gran viraje histórico,
que abarca una serie de inmensas transformaciones no vistas anteriormente,
como hacer de la lucha de clases un eslabón,
impulsar todos los trabajos alrededor de la construcción
económica o pasar de la tradicional economía
planificada a la economía de mercado socialista, del estado
cerrado o semicerrado a la apertura hacia el exterior y del culto
personal a la legalidad y democracia.
Entre estos cambios, el más profundo fue la renovación
de la mentalidad sobre el socialismo tradicional y la elección
del socialismo con características chinas, un camino que
supone la modernización socialista de manera pacífica
y que en los 30 años posteriores a la tercera sesión
del XI Congreso del PCCh sustituyó el modelo de socialismo
soviético por el socialismo con características
chinas.
Durante estas tres décadas han tenido lugar cambios sin
precedentes en diversos aspectos de la sociedad china y se han
registrado avances históricos en la economía, la
política, la cultura y la construcción socialista.
China se ha convertido de una sociedad rígida en una sociedad
llena de vitalidad. A lo largo de la Revolución Cultural,
la gente andaba preocupada y pesada. Sólo después
de la trascendente sesión de 1978, los chinos revitalizados
empezaron a hacer a su gusto.
Atrás ha quedado la sociedad pobre, con problemas para
alimentar a su población, y se ha obtenido un rápido
desarrollo de la economía nacional. Un país de 1.300
millones de habitantes se ha granjeado el reconocimiento de todo
el mundo, gracias a un crecimiento económico sostenido
del 10 por ciento anual durante tres decenios, el monto global
de su economía, que ocupa el cuarto puesto en el mundo,
y las enormes reservas de divisas, las mayores del planeta.
De una sociedad plagada de carencias, China ha establecido un
sistema de mercados que se perfecciona en la práctica.
En los años de escasez de mercancías, todos los
artículos necesarios, como cereales, aceite comestible,
sal, azúcar, pescado, carne, carbón y bicicletas,
fueron distribuidos por cupones de racionamiento que poseía
cada familia, lo que con frecuencia daba origen a grandes colas
delante de las tiendas. Pero actualmente se ven todo tipo de mercancías.
Es increíble el pasado.
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China se ha sacudido
del estado de pobreza. |
Con la Reforma
el país ha reducido en gran medida su población
pobre. |
Se ha reducido en mayor medida la población en la pobreza
y el pueblo ha entrado en el camino del enriquecimiento. Durante
los 30 años recientes, los ingresos de la población
urbana aumentaron de los 343 yuanes a 13.700 yuanes, mientras
el de los campesinos pasó de 133 a 4.100 yuanes. La población
en la pobreza absoluta disminuyó de 250 millones a 23 millones
de personas y pese al desequilibrado desarrollo entre la ciudad
y el campo, entre las diversas regiones y entre la economía
y la sociedad, el número de chinos pobres continúa
bajando y la clase de ingresos medios va en ascenso.
China ha obtenido avances también en la construcción
de la legalidad y la democracia. Bajo la dirección y promoción
del Partido Comunista, el lema Tomar el ser humano como
base orienta el desarrollo económico y social del
país.
La civilización de la nación asiática ha
entrado en la ruta del resurgimiento y con el propio auge económico
social se ha rescatado el sentimiento de orgullo nacional. En
la aplicación de la reforma, apertura y modernización,
el espíritu y la apariencia de los chinos han variado,
lo que se pudo apreciar en los grandes sucesos de 2008, como el
recorrido de la antorcha olímpica y las labores de rescate
después del terremoto de Sichuan. En la organización
de los Juegos Olímpicos, los chinos mostraron al mundo
su patriotismo, espíritu nacional y amplias vistas.
Tendencias y futuro
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Ceremonia de celebración
del 50 aniversario de la fundación de la República
Popular China, el 1 de octubre de 1999. |
Los 30 años de la Reforma y Apertura han traído
inmensos cambios para China, cuya consecuencia es mucho mayor
que lo imaginado por el diseñador de esta política,
cuyo desarrollo se relaciona con intereses de diversas partes,
de ahí que no dependa completamente de la voluntad de unos
pocos. En la actualidad, el proceso enfrenta tensiones y desafíos
sin precedentes.
Primero aparecen los retos y presiones internacionales. Debido
a que la economía china ha entrado en la economía
mundial y se ha cambiado el fundamento de la definición
del sistema y política del país, ahora resulta difícil
elaborar o cambiar en un día las reglas, como se hizo al
principio de la Reforma y Apertura. Las estrategias económicas
de Occidente, especialmente de Estados Unidos, influirán
cada vez más en la economía y sociedad chinas, por
lo que existen factores incontrolables.
Además, las políticas democráticas y las
leyes corrientes en el mundo, aptas para la economía de
mercado abierto, impondrán más presiones a la economía
y política de China. Queda responder entonces ¿cómo
se redefinirá la política y aliviarán las
tensiones políticas y económicas, para ajustarse
al nuevo ambiente de la globalización?
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De una sociedad plagada de
carencias, China ha establecido un sistema de mercados que
se perfecciona en la práctica. |
En segundo lugar está la presión de la vida del
pueblo, que no sólo se refiere al problema provocado por
las diferencias de ingresos y el insuficiente abastecimiento del
mercado, sino también al aumento del populismo y los problemas
sociales causados por la distribución irracional de la
sociedad. Cabe preguntarse entonces ¿cómo se tratará
el problema de la vida del pueblo y el populismo?
Tercero, la presión de la necesidad de derechos populares.
A diferencia de la reducida elite con mentalidad y valores de
política democrática, la demanda de la mayoría
del pueblo es el problema de la vida. Debido a la distribución
retorcida y el condensado espacio de vida popular, aumentan a
diario los reclamos sobre una mejor provisión de artículos
para satisfacer las necesidades públicas. ¿Cómo
se enfrenta por tanto la demanda de la política democrática?
El cuarto y último aspecto es la caída de la fuerza
propulsora de la transformación. Sólo con la profundización
de la Reforma y Apertura se pueden resolver y aliviar los conflictos
y problemas mencionados. Los futuros 5 ó 15 años
serán un período clave para el triunfo de la modernización
y la política de Reforma y Apertura.
*Rector adjunto de la Academia del
Partido Comunista de China y vicepresidente de la Academia de Derechos
Humanos de China. |