Nuevas energía,

entre realidad y aspiración

Por LI YAHONG

Calentador de agua de energía solar, muy utilizado por familias rurales de la perifería de Beijing.

Liuminying es una aldea rural corriente de la zona periférica de Beijing, a sólo 30 Km. del centro de la capital, que en 2007 registró un PIB de 150 millones de yuanes y un ingreso promedio de casi 10.000 yuanes. La utilización popular de la energía limpia es una característica propia de la localidad. Aquí los primeros estanques de metano se construyeron hace 20 años, con una inversión gubernamental, y desde 2005 se empezó a levantar una red de alumbrado público a lo largo de las avenidas, que se nutre de la energía del sol, así como a equipar las casas de los aldeanos con otras tecnologías para el ahorro energético. Sin embargo, cuando las personas comenzaron a disfrutar de una vida más fácil, gracias al empleo de estas energías limpias y efectivas, encontraron también una distancia entre la realidad y el sueño.

Vida diferente

Al hablar de la estación de metano de su aldea, Zhang Zhihui se mostró muy contenta: “Cocinar con él es más fácil y económico. Por año bastan 400 yuanes para una familia de cinco personas, como la mía”. El metano se produce en la planta del poblado, a través de la fermentación del bálago y el excremento y es llevado a cada familia por una tubería.

Con la pared de azulejos blancos, la cocina de su casa se mantiene limpia y brillante, muy diferente a la época en que se cocinaba con leña, en que frecuentemente permanecía llena de madera y humo.

En aquel entonces “el problema higiénico de los baños y pocilgas también representó un dolor de cabeza. Además, los aldeanos solían tirar la basura por todas partes”, recordó Zhang.

En 1994, cuando el municipio de Beijing promovió la utilización del metano en la zona rural y patrocinó la construcción de las instalaciones para el almacenamiento del gas, ella y la mayor parte de los vecinos de Liuminying no mostraron mucho interés, “Ya estábamos acostumbrados a cocinar con leña, que podíamos localizar fácilmente por todas partes”. En aquel entonces sólo 8 de más de 100 familias aceptaron cavar el estanque para el metano. Aunque no todos fueron muy conscientes pronto de la notable ventaja del combustible, cada día más aldeanos se sumaban a la construcción de estanques en sus propios patios, hasta que en 1999 la aldea construyó la estación pública de metano, para abastecer a todos sus habitantes.

Actualmente en Liuminying las aguas residuales y los excrementos son sometidos a tratamiento en la estación, lo que ayuda a mantener la limpieza de la localidad.

Lámpara solar en una aldea de Beijing.

En 2005 Beijing puso en marcha 108 medidas dedicadas a la utilización de las nuevas energías y la protección medioambiental, con una inversión total de más de 10 mil millones de yuanes, incluyendo más de 100 obras para el empleo del gas metano y 300 mil camas hechas de ladrillos y tierra, apoyadas en postes bajos, para el ahorro energético.

Según los expertos, una familia rural consume por lo general unas 5 toneladas de carbón por año para cocinar, lo que genera y emite 2.800 Kg. de aire pernicioso, como bióxido de sulfuro. Actualmente hay en el campo de China 2,2 millones de familias que usan el metano y consumen anualmente energía limpia equivalente a 13,5 millones de toneladas de carbón.

En las áreas rurales periféricas de Beijing, la mayor parte de los hogares tienen instalados en sus tejados calentadores de energía solar, también en la casa de Zhang Zhihui, quien lo calificó de práctico y barato para tomar el baño en el verano.

Perspectiva llena de aspiración

Al caer la noche, en Liuminying se encienden al mismo tiempo todos los faroles solares. En el campo de China, el uso de este tipo de lámparas no se popularizó hasta los años 80 del siglo pasado. Durante largo tiempo los campesinos no dieron cuenta de ningún inconveniente por la falta de alumbrado público. A partir de 2005, la capital destinó centenares de millones de yuanes para instalar cerca de 80 mil luces que aprovechan la energía del sol en su campo periférico.

Conforme a la estimación de los expertos, si un farol consume 35 watts, 80 mil faroles ahorran 2.700 Kw./h y 7 millones de Kw. anualmente, si se calculan 8 horas de iluminación por día.

En el campo del norte de China, las camas se hacen de ladrillos y tierra y son huecas en el centro, para encender leña y calentarse en el invierno. Antes dichas camas se ponían en contacto con el piso, pero últimamente el Gobierno promovió las apoyadas en postes bajos, que evitan la absorción del calor por el suelo, porque la termodifusión sólo circula en su interior. En casa de Zhang Zhihui el municipio instaló gratuitamente tal cama, según su solicitud. “Resultó muy práctica, sólo un puñado de leña puede dar suficiente calor durante toda la noche”, señaló la inquilina excitada.

El 12 de octubre de 2004, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, visitó la aldea Liuminying. Reproducción en miniature de una cama suspendida en una exposición de ahorro energético.

Según un informe de investigación del Ministerio de Agricultura de China, en Beijing el consumo anual promedio de una familia rural oscila alrededor de las 2,9 toneladas de carbón, de las cuales 2,3 ton. se dedican a la calefacción en el invierno. Aún así la temperatura interior sólo puede llegar a unos 10 grados, porque en la zona rural el 99% de las casas tienen una sola planta. El 78% de las familias considera una carga pesada económica la adopción de las medidas de calefacción en el invierno. Sin embargo, la utilización de camas suspendidas es capaz de aumentar la efectividad del calor desde el 45% hasta el 70%, y eleva también de 4 a 5 grados la temperatura interior, además de ahorrar más de 600 Kg. de carbón.

Hoy en día, el ahorro enérgico constituye una de las cuestiones más preocupantes para el Gobierno chino. En 2006 entró en vigor la Ley de Energía Renovable, que comprendió especialmente el contenido sobre la generación fotovoltaica solar y otras energías biológicas. En los 3 años siguientes las autoridades invertirán 10 mil millones de yuanes en las tecnologías de las nuevas fuentes de energía, el ahorro energético y la reducción de las emisiones de sustancias contaminantes del medio ambiente. Un tercio del capital se destinará a las zonas rurales.

“Nos esforzamos por lograr un ahorro de 50 millones de toneladas de carbón hasta 2010 en las zonas rurales, la producción agrícola y la explotación energética, y que el número de usuarios que consumen gas metano aumente a 40 millones de familias”, declaró Sun Zhengcai, ministro de Agricultura de China.

Zhang Huizhi aplaude la cocina de metano, porque sale más práctica y económica. En realidad para millones de familias campesinas el presupuesto siempre forma un factor decisivo para que ellas tomen o no una acción.

“Si quieres que alguien haga algo, debes asegurarle un beneficio real y claro”, agregó Fan Jinwei, hijo mayor de Zhang Huizhi. Sobre el alumbrado público de energía solar en la aldea, este campesino común y corriente opinó: “Es una buena idea, pero si pudiera instalar una lámpara así en mi propia casa, disminuiría considerablemente el gasto eléctrico”. Hasta ahora la cuestión del costo sigue siendo el obstáculo más directo para la difusión amplia de las lámparas de energía solar. En los últimos 30 años, aunque bajó el costo de la generación fotovoltaica por Kw. de 40 yuanes a 4 yuanes, continua saliendo mucho más caro que las lámparas regulares.

En 2007, la Academia de Ciencias de China, junto a cinco universidades famosas de Beijing, envió al campo a 13 grupos formados por estudiantes universitarios de todas partes del país, para investigar la situación de la energía. Según esta encuesta, a nivel nacional hay una baja utilización del metano y alta tasa de abandono. Por ejemplo, en un pueblo de la ciudad de Guilin, región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, hace 20 años empezó a usarse el metano. Pero entre las 81 familias del pueblo hay sólo 18 usuarios de metano y hasta ahora 11 dejaron de utilizarlo, lo que se debe a que al día de hoy apenas fue abierto un punto de reparación en todo el distrito. “El servicio de reparación del metano llegó 20 años después que el inicio de su utilización”. En el último lustro, el Gobierno chino invirtió 8 mil millones de yuanes en la promoción y difusión del empleo de este combustible, pero hasta el momento en el mercado todavía no ha aparecido ninguna compañía de servicio.

“La promoción de las nuevas energías tiene que ver con la transformación de la ideología y el modo de vivir supone un proceso complicado”, concluyó un miembro del grupo de investigación.

Zhang Zhihui, aldeana de Liuminying.

En la casa de Zhang Huizhi, nadie utiliza la cama de ladrillos suspendida. “Cuando yo sea un poco más vieja, voy a dormir en esta cama”, comentó la dueña, pero sus hijos no están de acuerdo. A los ojos de los aldeanos, dormir en la cama ancha y amplia significa vivir modernamente. Los campesinos sueñan con trabajar en las ciudades, vivir en casas con calefacción y cama Simmons, especialmente los jóvenes, que rechazan fuertemente este viejo modo de dormir, porque “es sucia e incómoda”.

En la calle de la aldea Liumiying cuelgan pancartas que dicen “Para una mejor fisonomía de la aldea”, pero si desea difundirse el uso de las nuevas energías, debe ser de la manera que dice Fan Jinwei, “Tienen que prometer un beneficio real y claro” a los campesinos.

Dirección: Calle Baiwanzhuang 24#, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoyes@yahoo.com.es
---------chinahoylm@yahoo.com.mx
Todos los derechos reservados: China Hoy