Aerolínea de Shenzhen al rescate

Por SUN LI y LIU QIONG

El 12 de mayo de 2008, en el momento en que la tierra tembló en Sichuan, Li Zeyuan, asesor de alto rango de la Compañía Aérea de Shenzhen (CAS), quien hacía entonces un viaje de negocios a la ciudad de Chongqing, supo inmediatamente qué era lo que acababa de ocurrir. Más tarde, a través de los medios de comunicación, corroboró sus sospechas y supo que el sismo había alcanzado una magnitud de 8 grados en la escala de Ricther y su epicentro estaba en Wenchuan (provincia de Sichuan), no lejos de donde se encontraba.

Más de 70 ambulancias esperan la llegada de los 34 heridos transportados por la CAS. Un herido fue transportado en la cabina del avión.

Sus experiencias en el servicio militar, sobre la participación en las operaciones de rescate tras el terremoto de Tangshan, en 1976, le habían enseñado que tal conmoción sísmica perjudicaba las carreteras y los carriles ferroviarios y que los rescatadores y el material de ayuda no podían ser transportados por tierra a la zona del desastre, sino por vía aérea.

Después del restablecimiento de los servicios de telecomunicaciones en Sichuan, Li pidió a la gerencia general de su compañía formar un grupo de trabajo de rescate y emprender un plan urgente.

La empresa, que tenía seis aviones de carga del modelo Boeing 747-400, dos de los cuales estaban en el país, decidió utilizarlos de inmediato para prestar auxilio a las regiones afectadas.

Al mismo tiempo, Li ordenó el regreso de las otras cuatro aeronaves para incorporarlas a la misma misión. No obstante, la demanda chocó con la oposición de los socios alemanes, porque se había firmado un contrato de transporte y su violación significaba una pérdida de 23 millones de yuanes.

“En estos momentos difíciles, nuestros aviones deben servir a nuestro país. La patria está en dificultad y debemos mostrar nuestro sentido de responsabilidad”, declaró Li a la parte germana. “Si su país enfrentase la misma dificultad, también los apoyaríamos”. Los socios dieron el visto bueno después de conocer la decisión de la parte china de encargarse de todas las pérdidas. El 13 de mayo, luego de descargar sus mercancías en el extranjero, las cuatro aeronaves de carga Boeing 747-400 retornaron a suelo chino.

“Estos aviones permanecerán en China a disposición del Gobierno”, ordenó la dirección de la compañía, que calculó que las pérdidas acumuladas durante un mes se aproximarían a los 200 millones de yuanes.

La aerolínea pidió también a sus 70 aviones dar prioridad al transporte de rescate sin condición alguna. “Para una empresa privada, que se encarga de afrontar sus beneficios y pérdidas en un mercado altamente competente, no es fácil tomar una decisión como ésta”, comentó un periodista hongkonés.

Envío de material humanitario

A las diez horas del 13 de mayo, los empleados de la empresa empezaron a realizar donaciones para las zonas damnificadas. Al mediodía se habían recogido más de un millón de yuanes y la línea aérea también hizo su aporte. Con ese dinero, el centro de servicio se encargó de comprar material de ayuda.

Momento de la llegada a Shenzhen de 34 herido. Los trabajadores de la aerolínea cargaron el material de rescate.

Al enterarse de que el cargamento se destinaría al rescate del sismo, los proveedores también concedieron su apoyo. En corto tiempo se recogieron más de diez toneladas de productos necesarios y cuatro horas después más de 20 camiones llegaron al aeropuerto de Shenzhen.

Avión de pasajeros transformado para transportar a los heridos.

De las 14:00 horas a la medianoche, se embarcó toda la ayuda a bordo de dos aviones de carga Boeing 747 y en la mañana del 14 de mayo, las aeronaves aterrizaron en Deyang, una ciudad gravemente dañada por el seísmo. La empresa Shenzhen Airlines se convirtió así en la primera de su ciudad en acceder a la zona damnificada, llevando los materiales comprados.

En la tarde del 13 de mayo, otra aeronave de la compañía voló a Tianjin y cargó 248 toneladas de la primera ayuda humanitaria, ofrecida en este caso por la Comisión Nacional de Reducción de Desastres. Liu Hang, subsecretario del comité del Partido de la empresa, arribó con anticipación al aeropuerto de Chengdu, para coordinar el trabajo, y el vicepresidente de la aerolínea, Liu Qinggui tripuló personalmente el vuelo.

El capitán y otros 40 pilotos oriundos de Sichuan trabajaron sin descansar durante las difíciles jornadas posteriores al temblor. Algunos pasaron dos o tres veces por Chengdu durante diez días, pero no pudieron ver a sus familiares.

Comprensión de los pasajeros demorados

A las 23:00 del 15 de mayo, después de esperar ocho horas, los 82 pasajeros del vuelo ZH 9988 para Shenzhen comenzaron a embarcar en el aeropuerto de Yinchuan.

Antes de abordar, Xu Yue, director de la sucursal de Yinchuan de la empresa, presentó sus excusas a los viajeros. Sus colegas ya habían trabajado sin descanso desde hacía 31 horas, para transportar el material humanitario.

Al conocer que Ningxia proporcionaría otras 30 toneladas de ayuda por un valor de 700.000 yuanes, la compañía solicitó al Departamento de Asuntos Civiles trasladar la carga y los equipos médicos a Chengdu y se tomó entonces la decisión de prorrogar dos vuelos regulares.

Una vez enterados de la causa de la demora de su vuelo, los pasajeros expresaron su comprensión. Pese a todo, en nombre de la compañía, el gerente de Relaciones Públicas agradeció a los viajeros y prometió que el precio de sus boletos sería reintegrado totalmente si la espera sobrepasaba las ocho horas, según los reglamentos de la empresa. No obstante, ningún pasajero reclamó compensación alguna.

Transformación de aviones para el rescate

Los recursos médicos de las zonas damnificadas resultaban insuficientes y un gran número de heridos necesitaban trasladarse a otras ciudades. En la noche del 19 de mayo, las autoridades designaron a la CAS para llevar a estas personas.

Para cumplir la tarea, se decidió transformar dos aviones de pasajeros Boeing 737-900, los de más capacidad disponibles en la flota, y en la madrugada del 21 los tripulantes empezaron a crear las condiciones en su interior para poder colocar las camillas. Cinco horas después, los 189 asientos, aparte de los 50 destinados a los médicos y enfermeras, fueron desmontados, creando espacio para 30 camillas.

A las 22:00 del 21 de mayo, el avión despegó de la zona afectada con 34 heridos y 44 acompañantes a bordo. Durante el vuelo, la tripulación prestó suma atención para cuidar bien a los lesionados.

El día 22, a las 01:00, los pacientes llegaron sanos y seguros al aeropuerto internacional de Shenzhen y fueron transportados enseguida a los hospitales de la ciudad en 70 ambulancias.

Hasta el 30 de mayo, la empresa había cumplido 150 vuelos humanitarios, transportando gratuitamente 3.880 toneladas de material humanitario y trasladando 350 agentes de rescate y 1.800 heridos. Los departamentos de asuntos civiles de varias provincias enviaron misivas para expresar sus agradecimientos a la Compañía Aérea de Shenzhen.

Acciones de la Compañía Aérea de Shenzhen en el rescate

Fue la primera compañía de aviación que empezó a transportar sin ninguna condición el material humanitario; fue la primera compañía de aviación que transformó sus aviones de pasajeros en aviones de carga; fue la primera compañía de aviación que transformó sus aviones para el uso de los heridos; fue la primera empresa que solicitó al Gobierno la participación en los trabajos de rescate; y fue la primera empresa que envió su material humanitario a la zona damnificada.

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