Irradiación de la
solidaridad internacional con Sichuan
Por WU JIANMIN

* Wu Jianmin:
Rector de la Universidad de Relaciones Exteriores
de China, subdirector de la Comisión de Asuntos
Exteriores y subsecretario general y vocero del Comité
Nacional de la Conferencia Consultiva Política
del Pueblo Chino.
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Inmediatamente después del devastador terremoto de Wenchuan,
en la provincia de Sichuan, el 12 de mayo pasado, el primer ministro
chino, Wen Jiabao, acudió con gran rapidez a la zona del
desastre, mientras los medios informativos reflejaban la lucha
de resistencia y rescate, lo que conmovió a China y el
mundo. La comunidad internacional apreció altamente la
situación del país asiático y ofreció
su ayuda de manera oportuna.
Luego del sismo, asistí a dos reuniones internacionales,
la Cumbre del Medio Oriente del Foro Económico Mundial,
celebrada en Egipto, y una conferencia internacional efectuada
en Japón. Todos los representantes que encontré
me expresaron su simpatía y solidaridad, haciendo grandes
alabanzas sobre las medidas efectivas tomadas por el Gobierno
chino y el respaldo y espíritu heroico de su pueblo en
la superación de las calamidades naturales.
En la conferencia de Japón, los representantes de Estados
Unidos y la República de Corea me dijeron que la lucha
antisísmica de China hizo sentir que este es un país
con una buena dirección y orden. El comportamiento de los
dirigentes chinos ganó el apoyo, tanto del país
como del mundo.
Los presidentes de varias compañías transnacionales
reconocieron en Egipto que antes del seísmo algunas fuerzas
antichinas planearon deliberadamente denigrar a la milenaria nación
asiática, aprovechando los Juegos Olímpicos. Sin
embargo, tras el desastre, el gran coraje del Gobierno y pueblo
chinos y la simpatía y apoyo de todo el mundo descompusieron
su estrategia. Ahora falta poco para celebrar la cita estival
y debemos mantener vigiladas sus acciones.
El terremoto de Wenchuan fue una enorme catástrofe, pero
la reacción adecuada de las autoridades y la población,
más la ayuda internacional merecen mucha reflexión.
De ahí la irradiación de la solidaridad.
En primer lugar, Un Mundo, Un Sueño. El ser humano tiene
mucho valor común. En el planeta existen más de
200 países y 2.000 etnias, bajo distintos sistemas políticos
y sociales, culturas y conceptos de valor. Pese a todo ello, la
simpatía hacia las víctimas, pues cuando surgen
dificultades, la ayuda viene de todas partes y sobresalen
los valores comunes de la humanidad, en tanto que el cariño
y ayuda de la sociedad internacional reflejan estos valores.
Como segundo aspecto debe considerarse que todos los pueblos
del mundo guardan una balanza imparcial en su corazón.
Aunque muchos medios occidentales tengan prejuicios hacia nosotros,
cuando la verdad de nuestros esfuerzos antisísmicos llegó
a ellos, la apreciación del mundo fue justa y su amistad
y apoyo, sinceros.
En tercer lugar, hay que reconocer la importancia del papel desempeñado
por las organizaciones no gubernamentales, tanto nacionales como
foráneas, que durante el proceso de resistencia y rescate
ejecutaron una labor activa.
Cuando asumía el cargo de representante permanente y embajador
extraordinario plenipotenciario de China en la oficina de Ginebra
de la ONU y otras organizaciones internacionales en Suiza, realicé
algunos estudios acerca de su contribución. En la Carta
de la Organización de Naciones Unidas, publicada en 1945,
dichas instituciones fueron mencionadas y su aparición
no fue casual, sino producto del progreso de la sociedad humana.
Al saber que sus necesidades básicas materiales están
satisfechas, las personas, naturalmente, se preocupan más
por sus similares, el país, la sociedad y el mundo. Cuando
la capacidad organizativa del Gobierno no podía cubrir
la demanda de la zona damnificada, surgieron las organizaciones
no gubernamentales.
En mi vida diplomática de 25 años, vi a muchas
de ellas materializar numerosos actos ventajosos. De hecho, el
Gobierno no puede resolver todos los problemas y contradicciones
existentes en la sociedad, pero el papel que juegan las organizaciones
no gubernamentales no puede ser menospreciado.
China se encuentra en la actualidad en un período de grandes
cambios, con notables dificultades y tendremos gran espacio de
exploración sobre el despliegue del rol de esas instituciones
para aliviar las diversas contradicciones.
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