Listas las Familias de Hspedaje Olímpico

Por HUA SHAOJUN

Han Rubing y su hijo muestran la placa oficial para hospedar a los extranjeros.

Según las previsiones del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing (BOCOG, siglas en inglés), la capital china acogerá cada día alrededor de 250.000 espectadores foráneos durante la cita estival, cifra que se incrementará hasta los 550.000 al contar a los aficionados locales, los cuales convivirán cada día en la ciudad.

En consideración a la insuficiente capacidad de los hoteles para cubrir la demanda durante el período de la Olimpiada, la Administración Municipal de Turismo de Beijing seleccionó desde marzo de 2007 las viviendas locales que podrán hospedar a los visitantes, identificadas como Familias de Hospedaje Olímpico, un elemento novedoso en China. Por ello, si los extranjeros, además de ver los Juegos, quieren compartir la vida diaria de los chinos, vivir entre estas personas es una buena opción.

Toda la familia preparada

Han Rubing, profesora de la Universidad de la Unión de Beijing, vive en un barrio cercano a la Villa Olímpica. Bastan 15 minutos para llegar al Estadio Nacional (“Nido de Pájaro”) y al Centro Nacional de Natación (“Cubo de Agua”). Su familia está compuesta por su esposo, Miao, que es abogado y vivió cierto tiempo en Alemania, y Zhuangzhuang, su hijo, que como los otros niños chinos, adora los dibujos animados de Ultraman y Doraemon.

Cinco familias practican sus habilidades culinarias antes de recibir a los visitantes.

El 10 de abril de 2008, Han, Miao y Zhuangzhuang se convirtieron en Familia de Hospedaje Olímpico. Según ella, los tres toman muy en serio el trabajo de acogida de los huéspedes extranjeros y han cambiado incluso algunas costumbres de vida. Al prepararse para acoger a los amigos extranjeros, cada uno ha experimentado una gran alegría. Zhuangzhuang practica diariamente artes marciales y espera poder mostrar sus habilidades a los visitantes que acojan, y la pareja ensaya la ópera de Beijing. “Nuestro objetivo no es cantarla tan excelente, sólo queremos presentarla a los amigos extranjeros, porque es lo más típico de China”, explicó Miao.

Después de un año de preparación, Han tiene confianza en la receptividad de los visitantes, pero se preocupa por las condiciones de vida, pues su apartamento sólo dispone de dos habitaciones.

“Esta vivienda no es tan grande y su diseño no es moderno”, dijo la esposa. Las condiciones materiales no pueden cambiarse, pero toda la familia quiere ofrecer una atmósfera armoniosa y demostrar cortesía, para que los huéspedes se sientan como en su casa.

Han vivía con una familia de Sydney cuando estudiaba en Australia y aquellas personas le dejaron una profunda impresión, que le ha servido de ejemplo para ser una Familia Olímpica. Todavía ella recuerda la sinceridad de los australianos que la acogieron. No la trataban como una extranjera y le dejaban un buen espacio individual.

En su opinión es fácil proporcionar comodidad a los visitantes y recomienda que los chinos no los cuiden tan minuciosamente. “En China existe la práctica de animar a los huéspedes a comer y beber o compartir los artículos higiénicos para mostrar la amabilidad. Esto es muy normal para nosotros, pero a quienes viven en otros países no les gusta”.

Con plena preparación

En el barrio donde vive la familia de Han hay también otras familias olímpicas, que poseen cada una su especialidad. Ma Yu, de 65 años, visitó Alemania varias veces como ingeniera de la industria automovilística china durante los años 80. Una noche vivió la navidad en la casa de un amigo alemán, porque no había tenido tiempo de reservar un hotel, y con aquellas personas aprendió el arte de acoger a los huéspedes. “Preparamos la comida navideña, cantamos juntos y al final, recibí un regalo que me conmovió mucho”.

Una familia que vive cerca de la Villa Olímpica presenta su candidatura para hospedar visitantes extranjeros.

Tras esta experiencia, Ma elegía la opción de vivir entre familias alemanas siempre que viajaba a ese país y así se convirtió en una especialista sobre Alemania. Después de ser nombrada Familia de Hospedaje Olímpico, comenzó a remodelar la casa. A los chinos les gustan las camas duras, pero los alemanes prefieren los colchones más suaves, por lo que compró un colchón nuevo para sus huéspedes.

Con su cocina limpia, habitaciones de estilo chino y occidental y el fluido alemán que habla, el hogar de Ma es la mejor opción para los visitantes germanos.

Pero también hay en Beijing familias que hablan español, familias de diplomáticos, familias de cantantes de la ópera de Beijing o familias de coleccionistas de antigüedades a la espera de los Juegos Olímpicos, todas están preparándose. Esperamos que los huéspedes extranjeros puedan pasar un maravilloso verano olímpico en Beijing.