Para los amantes de la buena mesa

Por WANG JING

Mao Zedong, presidente de la República Popular China hasta 1976, afirmó: “El que no suba la gran Muralla no es un hombre valiente”. Actualmente los beijineses añaden: “El que no pruebe el pato laqueado lo lamentará toda su vida”. Los turistas que visitan la capital del país saben que este plato es la comida más representativa y característica de la ciudad.

Arte de comer pato laqueado de Beijing

Comer el pato laqueado de Beijing es un arte. Es necesario elegir la temporada, ya que esta exquisitez viene mejor en otoño, invierno y primavera. En el restaurante el cocinero corta primero la piel del ave para los comensales y luego, la carne. Según un maestro, un pato de 2 Kg. puede ser cortado en 108 pedazos y cada uno de igual tamaño.

La carne es relativamente grasosa y es mejor envolverla en una tortilla, acompañada de salsa dulce de soja, puerro y pepino o zanahoria.

Puerta principal de Quanjude.	Feria nocturna de comida de Beijing.

Para comer el pato laqueado más original se recomienda ir al restaurante Quanjude, cuya reputación es centenaria. Aunque a este lugar acuden muchos clientes y a veces es necesario esperar. El restaurante Bianyifang es también muy famoso y sirve el pato laqueado con una leve fragancia a té.

Los bocadillo de Beijing

Los bocadillos de Beijing se dividen en tres tipos: han, musulmán e imperial.

La leche de soja constituye una de las favoritas de los habitantes locales y en invierno resulta agradable beberla caliente, con verduras saladas. En tanto, la torta de harina de guisante es más apetecible en primavera y verano, mientras la pelotilla de arroz glutinoso se vende todo el año

Leche de soja de Beijing.	Restaurante de comida occidental.

Es necesario pasear por toda la ciudad para conocer sus bocadillos. En la calle Qianmen, muy cerca de la plaza Tian'anmen, se concentran muchos restaurantes antiguos. Los más conocidos son el mencionado Quanjude (especializado en pato laqueado), Duyichu (ravioles rellenos al vapor), Kaifengdiyilou (empanadas jugosas cocinadas al vapor), Laozhengxing y Yitiaolong. A la caída de la noche, se puede pasear por la calle Longfusi, donde se ofertan comidas de todo el país.

Comidas extranjeras

En los últimos años, cada vez más extranjeros han venido a instalarse en Beijing, por lo que las comidas extranjeras comienzan a penetrar el mercado chino. En las metrópolis como la capital pueden probarse no sólo los variados platos chinos, sino también del resto del mundo entero, incluidas la francesa, italiana, rusa, brasileña y japonesa.

Si se quiere comer en un restaurante francés, se puede visitar el BleuMarine, cuyo nombre nos da un sentido del Mediterráneo. Allí se sirven un apetitoso y atractivo bistec, camarones fritos con tres tipos de pimienta y Pastis del sur de Francia. Se puede ir igualmente al restaurante Dadi, si se desea probar el caviar negro y el caldo ruso, o al Adria, si lo que se busca es la comida italiana. Este último fue el que introdujo en China la pizza horneada con madera frutal.