"Nueva Generación" de campeones olímpicos
Por DE YONGJIAN
|
Lin Dan frecuenta las exhibiciones
de moda. |
No
es nada tímida la nueva generación de deportistas
olímpicos de China. Nacidos en la década del 80
del siglo XX, los atléticamente bien dotados jóvenes
que representarán a China en los Juegos de 2008 son mucho
más dispuestos a abrirse al público que sus predecesores,
ya sea comunicándose con sus seguidores, a través
de sus propios blogs, o asistiendo a las discusiones de BBS (foro
en Internet) con sus pares. Sus características, expresiones
y modo de ser han atraído la atención de los patrocinadores,
pero a la vez les han reportado algunos problemas. Ellos son considerados
la "nueva generación" en el círculo deportivo,
dispuestos a llegar al centro de la escena ante la audiencia mundial
en agosto.
"Mr. encanto " Lin Dan
Nacido en 1983, Lin Dan es un jugador de bádminton y uno
de los principales campeones en singles. Antes de las Olimpiadas
de Atenas 2004, ganó sucesivamente cinco torneos abiertos,
asombrando al circuito internacional de la disciplina, que lo
apodó "Super Dan". Sin embargo, en la cita estival
de la capital griega no pasó de la primera ronda del certamen
individual masculino. Después de alentarse, en 2006 Lin
conquistó el Campeonato Mundial de Bádminton, título
que refrendó al año siguiente. Para Beijing 2008
es la mayor esperanza de triunfo de China en su disciplina.
Al igual que sus éxitos notables en bádminton,
la personalidad de Lin es impresionante. Comenzó su carrera
deportiva representando al Ejército Popular de Liberación,
cuando tenía sólo 12 años. Tras ganar un
partido, su costumbre es tirar la raqueta al aire, arrodillarse
y gritar, luego, poniéndose de pie, ofrece un saludo militar
a la audiencia. Acerca de ello dijo que rendir homenaje no es
sólo un hábito que aprendió en el ejército,
sino también el deber de un soldado, aunque en realidad
son pocos los atletas militares que emplean esta manera de cantar
victoria.
|
Lin Dan en la competición.
|
Fuera de la cancha, Lin Dan tiene muchos admiradores. Su pelo
corto, acorde a la moda actual, gafas de sol y ropa Armani o D
& G constituyen su imagen ante el público. A diferencia
de la mayoría de los jugadores masculinos, el joven deportista
habla con franqueza acerca de su afición por las compras.
En su tiempo libre, durante los viajes al extranjero para asistir
a las diferentes competencias, le gusta comprar ropa de marcas
famosas, pese a que sólo la viste los fines de semana.
Para compensar, en las camisetas que usa en sus entrenamientos
diarios, corta el cuello V o T y las mangas y viste modelos diferentes
a los normales.
"Como jugador, quiero crear mi propio estilo, único.
Espero que el público recuerde no sólo mis logros,
sino también mi estilo personal", declaró el
jugador y explicó que su máxima es "luchar
durante la competencia y relajarse en la vida cotidiana.
Por su desempeño en la cancha y su imagen atractiva, ha
ganado millones de fans y ha impresionado favorablemente a los
anunciantes. En 2007, junto con otras superestrellas de deporte,
como Yao Ming y Liu Xiang, estuvo en la lista de los 10 deportistas
que recibieron más atención en los buscadores en
Internet. Como el más popular jugador de bádminton
de China, Lin ha aparecido en anuncios de las compañías
transnacionales FedEx, KFC y Pepsi. "Es probable que se convierta
en otro 'Tiger Woods', popularizando el bádminton más
allá de su tradicional audiencia", dijo el director
de una empresa de marketing deportivo de Shanghai.
Aunque el orgullo y carácter peculiar del deportista le
han hecho famoso, también le han acarreado algunos problemas.
Durante un torneo abierto en la República de Corea, en
enero de 2008, riñó con el entrenador del rival,
a quien incluso lanzó su raqueta. Pese a que la situación
fue resuelta por el árbitro, Lin no se calmó, dobló
y tiró su raqueta, y al final perdió el juego. Hace
poco, en un entrenamiento, "empujó violentamente"
a su entrenador después de una disputa, desencadenando
una tormenta en los medios de comunicación. Finalmente
el campeón se disculpó, pero su inestable disposición
se ha convertido en una verdadera "espada de doble filo ",
que lo ha llevado a ser foco de atención de la prensa.
"Pequeña princesa" Li Na
De 26 años de edad, Li Na es una jugadora china de tenis
de campo. A sus 22 se convirtió en la primera mujer en
la historia del tenis chino en ganar el certamen individual del
Abierto de Guangzhou de la WTA (Asociación Femenina de
Tenistas Profesionales). En 2006 fue la primera china en incluirse
en el ranking de las 30 mejores jugadoras del mundo y clasificó
en el top-8 del torneo de Wimbledon y top-16 del Abierto de EE.UU.
En el Abierto Australia del año siguiente, entró
en el top-16 y ascendió al puesto 16 de la clasificación
mundial. Este año, es la única jugadora china clasificada
para el torneo individual de mujeres de los JJ.OO. de Beijing.
Actualmente ocupa el escaño 30 en el ranking del orbe.
|
A Chen Jianghua se le considera una estrella de la nueva
generación del baloncesto chino. |
Como la más exitosa jugadora del país, Li Na ha
establecido varios registros. Sin embargo, la muchacha, que comenzó
a practicar este deporte a los 8 años de edad, reveló
que durante bastante tiempo aborreció e incluso odió
jugar al tenis. "Salvo el tenis, yo no sé nada más
en mi vida", dijo. En vísperas de los Juegos Asiáticos
de Busan, en la República de Corea, en 2002, anunció
bruscamente su retiro, alegando "lesiones y enfermedades",
así como "una tensa relación con el equipo
nacional".
Sus difíciles nexos con los compañeros y entrenadores
ya dejan una impresión general al público. Pese
a su innegable talento, se percibe en ella obstinación,
capricho y egocentrismo. Ya en su temprana formación, en
su ciudad natal, Wuhan, provincia de Hubei, Li fue apodada "problemas"
por su mal humor. Un reportero de la revista estadounidense Sports
Illustrated señaló una vez que la palabra preferida
de Li era "yo", debido a que con ella comenzó
cada frase de la entrevista que le concediera. Sin embargo, concluyó
que su carácter se adaptaba bien a la competición
de alto nivel, lo que despliega su confianza y agresividad en
la cancha, para no mencionar el hecho de que todos los mejores
jugadores tienen un enorme ego.
Pero el excesivo espíritu egocéntrico deja a Li
fuera del tradicional "colectivismo" del deporte chino.
En opinión de algunos entrenadores y directores, ella es
difícil de manejar, desobedece las órdenes a menudo
y es demasiado individualista y liberal, de ahí que se
considere prácticamente inevitable la tensión que
caracteriza su relación con el equipo nacional. Después
de jubilarse, en 2002, la tenista matriculó en una universidad
de Wuhan y reapareció en el escenario del tenis en abril
de 2004.
"He aprendido muchas cosas y hecho muchos amigos durante
los dos años en el campus, y los contactos con ellos han
cambiado mis ideas sobre el tenis", expresó la joven.
"He venido a darme cuenta de que jugar al tenis es un puesto
de trabajo y que si yo puedo pensar de esa manera, estaré
más contenta".
Seis meses después de su vuelta, Li ganó el Abierto
de Guangzhou y comenzó a crear registros en la historia
del tenis chino. Con la esperanza de ganar una medalla en los
Juegos Olímpicos de Beijing, entiende que la satisfacción
de todo el mundo es imposible. "El tenis, después
de todo, es un deporte individual. "Debo cuidar más
de mis propios sentimientos y mi rendimiento para ganar un Grand
Slam". Sobre su futuro comentó: "Espero hacerme
un ama de casa y llevar una vida simple y cómoda. Muchos
años después, si la gente todavía puede recordar
a Li Na, malgeniada y buena jugadora, estaré satisfecha.
"Chico milagro" Chen Qi
Nacido en 1984, Chen Qi, jugador de tenis de mesa, es generalmente
reconocido como el típico representante de los deportistas
de esta generación. Lleno de individualidad y pasión,
nunca se siente nervioso, especialmente en los partidos cruciales,
y cree firmemente en su capacidad para crear milagros. Pero su
maliciosa y franca personalidad a veces lo lleva a ser impetuoso
y perder el control de sus emociones.
La carrera de Chen siempre ha estado marcada por "milagros".
En mayo de 2004, este joven de 20 años, un desconocido
hasta entonces, necesitó sólo medio año para
situarse entre los cinco mejores del ranking mundial. "Consiguió
un milagro en poco tiempo. Eso no ha ocurrido en los últimos
10 ó 15 años", dijo su entrenador. En los Juegos
Olímpicos de Atenas, el entonces novato y su pareja encontraron
formidables rivales en la semifinal de los dobles masculinos.
Chen mostró una increíble pasión frente a
ellos, destruyó su defensa y salió victorioso, para
llevarse al final la medalla de oro.
Su comportamiento durante la ceremonia de entrega de premios
mostró el carácter típico de los jóvenes
que nacieron en los años 80. En el podio, su pareja, mayor
que él, lloró de emoción, pero Chen se mantuvo
extraordinariamente tranquilo con su corona de laurel y su medalla
de oro olímpica. Sin embargo, una vez fuera del escenario,
al leer una carta de sus padres, estalló en lágrimas.
Tal abundancia de pasión, combinada con su feroz estilo
deportivo le reportan al tenista victorias, pero a la vez ataques,
cuando no controla bien su genio. En el torneo individual masculino
de la Copa de Asia, celebrado en Japón en marzo de 2006,
Chen fue derrotado por su compañero y descendió
al segundo puesto por cuarta vez sucesivamente en certámenes
de este tipo. Después del partido, no pudo controlar su
irritación, tiró fuertemente su raqueta contra el
piso y pateó las gradas, lo que causó un alboroto
entre los espectadores. Más tarde no sólo se le
ordenó ofrecer disculpas, sino que también se le
envió durante una semana a un poblado pobre, cercano a
Beijing, como medida reeducativa.
En la vida cotidiana, Chen Qi es la quintaesencia de los
80. En el equipo masculino, presta más atención
a su imagen y utiliza una gran cantidad de cosméticos masculinos.
De todos sus compañeros de la selección, las chicas
lo consideran el más encantador. Aunque ha grabado un vídeo
de hip hop, tartamudea un poco cuando se pone nervioso, lo que
no le impide ser un cantante talentoso.
Ahora, el joven jugador no escatima esfuerzos para cumplir los
requisitos de los Juegos Olímpicos de Beijing. Teniendo
en cuenta la concentración de talentos en el equipo nacional
de tenis de mesa, que barrió en las últimas dos
ediciones cuatrienales de verano, la rivalidad entre compañeros
es aún más intensa que la competición durante
las Olimpiadas. Pero Chen ha ganado el respeto de todos los entrenadores
por su excelente desempeño en la etapa de preparación.
Si puede aparecer en la edición del próximo agosto,
será otro de sus milagros.
El joven genio Chen Jianghua
En el baloncesto chino, los jugadores más conocidos son
Yao Ming y Yi Jianlian, nadie más. Empero, ¿quién
le pasará los balones a ellos en la Olimpiada de Beijing?
Un artículo de El Tiempo de Nueva York, publicado en 2003,
señalaba entonces que Chen Jianghua, de sólo 14
años y jugador del Equipo Esperanzas Olímpicas,
podría asumir esta responsabilidad y tenía grandes
posibilidades de convertirse en el primer zaguero de China de
nivel mundial.
De pelo negro y sonrisa de ángel, la postura de
rodaje de Chen es tan elegante como la de Ray Allen, el mejor
tirador de la NBA, señaló la publicación,
para la que sus fuertes piernas muestran un poder explosivo.
Nacido en 1989, en Guangzhou, ciudad sureña de China,
Chen Jianghua tiene un don nato para el baloncesto. A los seis
años, el chico abrazaba la bola para dormir, acto que sorprendió
a sus familiares; a los diez, empezó su carrera en esta
disciplina, cuando entró en una escuela de deportes para
adolescentes. Dos años después, su forma de meter
el balón con un giro de 360 grados asustó a todos.
En 2003 fue seleccionado para integrar el Equipo Esperanzas Olímpicas,
una organización especial para formar los talentos en este
deporte y se volvió famoso de la noche a la mañana
en los círculos del baloncesto chino. En 2006 fue admitido
directamente en el equipo nacional masculino, siendo el jugador
más joven en la historia del seleccionado principal del
gigante asiático.
|
Chen Qi es el típico deportista de los 80. |
El joven, de 1,88 metros de estatura, tiene talento, excelente
constitución y estilo de juego. Como punto fuerte posee
una extraordinaria capacidad de salto y velocidad de dribling.
Puede alcanzar los 3,5 metros y corre los 100 metros en 10,6 segundos.
Tiene plena confianza en sí mismo, lo que lo hace un poco
tiránico, pues le gusta controlar la bola la
mayor parte del tiempo. Está especializado en el juego
uno contra uno. En un partido ante el equipo estadounidense, rompió
la defensa de Dwayne Wade, quien tiene el sobrenombre de relámpago.
Por sus excelentes esfuerzos, después de la competencia,
el entrenador del equipo de EE.UU. expresó su aprecio hacia
Chen y predijo que tendría un futuro brillante.
Igual que algunos jugadores geniales, el joven baloncestista
chino también muestra pereza e indisciplina en el campo
de entrenamiento. Si falla un tiro, no puede concentrarse en la
defensa, sino que se rasca el pelo como si no estuviera despertado,
apuntó El Tiempo de Nueva York. Como de vez en cuando viola
la disciplina de la selección y rechaza el entrenamiento
por no querer ser jugador de reemplazo, casi es expulsado del
Equipo Esperanzas Olímpicas, pero su entrenador no quiso
desaprovechar su talento y decidió preservarlo.
En marzo de 2008, Chen Jianghua fue convocado para la preselección
nacional de China que se prepara para los Juegos Olímpicos,
un paso importante para convertirse en el organizador del quinteto
y ser el encargado de hacer llegar los balones a Yaoming y Yi
Jianlian en Beijing. Pero si finalmente puede o no figurar en
la lista olímpica de doce jugadores dependerá de
sus notas en los últimos meses. Pase lo que pase, este
joven de 19 años prometió dedicar todos sus esfuerzos
en los partidos, como su ídolo Allen Iverson, jugador de
NBA.
Hu Kai, Volador con gafas
En China, muy pocos deportistas compiten con gafas, y no muchos
se proclaman campeones en eventos internacionales siendo estudiantes
universitarios. Hu Kai, de la Universidad Tsinghua, ganó
los 100 metros en el certamen de atletismo de los Juegos Deportivos
Universitarios celebrados en Turquía. Es un caso especial.
Mientras se prepara para asistir a las Olimpiadas de Beijing,
cursa un master en la especialidad de administración empresarial
en esa alta casa de estudios. Es conocido como el volador
con gafas.
Antes de cumplir los 18 años rompió el récord
de salto alto de su escuela. Hasta entonces Hu Kai, quien nació
en 1982, nunca había recibido entrenamiento regular de
atletismo. Su profesor de deporte persuadió a sus padres
para que lo dejasen a entrar al equipo de atletismo. Sólo
tres meses después, corrió los 100 metros en 11
segundos. Ese mismo año fue admitido por la Universidad
Tsinghua, debido a sus excelentes resultados académicos
y su habilidad atlética. En 2005 ganó la medalla
de oro del hectómetro para hombres en los Juegos del Este
de Asia.
Como estudiante de la mejor universidad china, el alto
diploma educativo es su característica particular.
Su entrenador señaló que como atleta universitario,
Hu posee alta comprensión del deporte. Tras comenzar los
estudios superiores, sus resultados en los 100 metros han bajado
de 10,7 a 10,27 segundos.
Pese a que es famoso desde 2005, Hu nunca deja de prestar atención
a su desempeño académico. Lleva una vida tranquila
y al conceder entrevistas a los medios enfatiza que para él
el estudio sigue siendo lo primordial. Respeta estrictamente el
horario de clases, a las que asiste durante mañana y tarde,
además de realizar su estudio individual de noche. Si
no puedo conseguir las notas requeridas no me permiten graduarme,
subrayó.
Para incorporarse a la Olimpiada de Beijing, Hu Kai, hizo una
pausa en sus estudios y puso toda su energía en el entrenamiento.
Por el momento, ya fue admitido en el relevo masculino de 4x100
metros de China y posiblemente participará en los Juegos,
tras los cuales retomará la maestría en la universidad,
para cumplir sus dos sueños, ser campeón olímpico
y obtener el título de master.
|