Aprovechando al máximo cada
centavo en la zona de desastre

Por ETHEL LU

La preocupación de la opinión pública sobre los fondos proveninetes de las donaciones dedicadas al terremoto de Sichuan exige que el Gobierno lleve a cabo una contabilidad estricta de las entregas caritativas y una administración abierta y trasparente.

Donación de dinero para las víctimas del terremoto, el 14 de mayo de 2008.

"He donado todo mi salario de este mes, unos 3.000 yuanes”, afirmó Chen, una ciudadana común y corriente que reconoce que esta “es mi más grande ofrenda.” Trabaja para una compañía de seguros en Beijing, pero su caso no es un ejemplo aislado. Entre sus amigos, casi todos han hecho aportes. “La mayoría de mis amigos ha hecho su parte. Todo el mundo va a hacer lo que pueda para ayudar a aliviar el sufrimiento”, expresó.

Quien ha dado dinero siempre espera que su pequeña contribución beneficie a las personas que pretendía ayudar. Por lo tanto, Chen ha hecho pública una propuesta, utilizando un foro en Internet, a través del cual ha llamado a los departamentos de administración civil a hacer pública la forma en que son utilizadas las donaciones. Su propuesta ha obtenido cientos de apoyo como respuesta.

Al buscar en Google palabras claves como “terremoto, donación y hacer públicas,” se pueden encontrar cientos de sitios relacionados escritos por gente común y corriente.

En la mañana del 26 de mayo, la cantidad de dinero y ayuda humanitaria aportada, tanto por los ciudadanos chinos residentes dentro y fuera del país, como por otros países, llegó a 30.876 millones de yuanes, con un total recibido de 23.002 millones de yuanes, y dinero y bienes ya asignados por valor de 9.054 millones de yuanes.

Esa cantidad de dinero, sin embargo, ha despertado la preocupación pública de que los fondos podrían ser mal manejados o tratados de otra manera abusiva, si no se asegura una buena supervisión. En vista de esa inquietud, la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central del Partido Comunista de China, los ministerios de Supervisión, Asuntos Civiles y Finanzas y la Auditoría Nacional publicaron conjuntamente el 20 de mayo un anuncio para fortalecer el control sobre los fondos y la ayuda humanitaria.

Wei Kexing, entrenador chino de fútbol, hizo un donativo en Changchun a las víctimas del sismo, el 17 de mayo de 2008.

“En cuanto a la utilización de los donativos, todos los días el Ministerio de Asuntos Civiles hace públicas las asignaciones. El gobierno local también está dispuesto a dar a conocer detalladamente el destino de las donaciones”, explicó Jiang Li, viceministro de Asuntos Civiles. “El público puede enterarse de la situación de estos recursos y las estadísticas a través de las noticias”.

Sobre la gestión de las organizaciones sin fines de lucro, el Ministerio de Asuntos Civiles ha establecido ciertas normas básicas de supervisión: esforzarse en el registro de las actividades de donación, exigir que las bases de fundación abran cuentas especiales para las contribuciones e informar diariamente a la opinión pública todas las donaciones recibidas el día anterior. “Una vez que terminen las labores de socorro, las fundaciones tendrán que hacer claras y abiertas las cláusulas de ayuda y se pondrán en marcha auditorías y revisiones de los estados de cuenta”, añadió Yang Yue, subdirector general de la Administración de Organizaciones No Gubernamentales del Ministerio de Asuntos Civiles.

Además, la propia cartera ha dado instrucciones de que cualquier grupo que reciba donaciones no destine ninguna parte del dinero a gastos de trabajo. La Cruz Roja y la Federación de Caridad de China no deben conservar ningún fondo recibido como capital acumulado.

La Auditoría Nacional y KPMG, una de las principales empresas de consultoría internacional, han enviado personal de auditoría a la Cruz Roja. “Nosotros prometemos que todos los fondos y bienes donados serán utilizados exclusivamente para la labor de socorro, sin ningún tipo de gastos administrativos o fondos excedentes”, confirmó Wang Ping, portavoz de la Cruz Roja China.

Normalmente, ese organismo asigna un cinco por ciento de las contribuciones que recibe para gastos administrativos, pero en este caso esa disposición no es aplicada.

Con respecto a la utilización de los fondos, el primer principio es respetar el deseo del donante. Por ejemplo, si el dinero se obtuvo con la esperanza de construir una escuela u hospital, no puede utilizarse de inmediato. Y las contribuciones para Gansu no pueden asignarse a Sichuan.

Liu Guolin, secretario general de la Federación de Caridad de China, indicó que los fondos marchan en dos direcciones. Una parte va directamente a la Federación de Caridad de Sichuan y el Departamento Provincial de Asuntos Civiles. La otra se dedica a la compra de bienes de socorro para las zonas afectadas. Además de informar sobre la cuenta al Consejo de Estado, la lista de donación se hace pública diariamente.

Una vez que el trabajo de emergencia termine, los fondos se irán concentrando en la reconstrucción.

La filial de la Cruz Roja de China en Sichuan ha publicado una lista de nombres de los donantes, habida cuenta de las cantidades y fecha en su sitio web. Zhangbo, secretario del grupo dirigente del Partido de la Cruz Roja expresó que se está poniendo la cuenta en conocimiento del público, para garantizar su transparencia.

Al mismo tiempo, la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central y el Ministerio de Seguridad Pública han declarado también que la corrupción, apropiación y retención de las donaciones están estrictamente prohibidas. Un cuadro dirigente en Sichuan ya ha sido castigado por guardar algunos suministros de ayuda. Estas políticas y medidas son necesarias, porque las donaciones son recibidas para aquellos que realmente las necesitan.