Forjadores
de talentos
Por DE YONGJIAN
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Yuan Weimin (izq.),
en la Villa Olímpica de Atenas´2004. |
El invencible
equipo chino de voleibol femenino de Yuan Weimin. |
El tirador Xu Haifeng se convirtió en el primer medallista
de oro olímpico de China, en los Juegos de Los Ángeles
1984, y de entonces a la fecha el país ha ganado 112 medallas
de oro. Desde Liu Changchun, quien fue el primer atleta chino
en participar en las citas estivales, también en Los Ángeles,
pero en 1932, los deportistas de la nación asiática
se han convertido igualmente en héroes nacionales, aclamados
tanto por sus proezas atléticas como por su papel como
embajadores.
Pero mientras los atletas se convierten naturalmente en foco
de atención pública, el papel de sus entrenadores
resulta cada vez más reconocido, gracias al interés
mundial sin precedentes que despierta el movimiento deportivo
del país. Guiar a sus discípulos a proclamarse campeones
en muchos eventos en los que anteriormente eran inferiores, los
ha llevado a ser incluidos en el top de entrenadores de China
y que se les identifique como la fuerza motriz nacional en la
búsqueda del oro en los Juegos Olímpicos de Beijing
2008.
Yuan Weimin, corazón frío
Yuan Weimin, con 69 años de edad, fue el director técnico
del equipo nacional femenino de voleibol de 1976 a 1984. En 1981,
sus pupilas ganaron la Copa Mundial. Fue la primera vez que China
se alzó con un título del orbe en un certamen por
equipos. En los años siguientes, la selección mantuvo
la hegemonía durante dos campeonatos y obtuvo la primera
medalla de oro olímpica del país en este deporte.
El veterano Yuan nació en Suzhou, una ciudad conocida
por su clima templado y dócil, que parece no haber influido
en su carácter. Casi todos los miembros del equipo lo consideran
un entrenador de "corazón frío". Una jugadora
recordó que a fin de ayudar a sus compañeras a superar
el temor hacia los remates fuertes, ordenó a sus asistentes
ponerse de pie sobre una plataforma y golpear las pelotas con
toda su fuerza hacia las jugadoras. Pese a los moretones que se
podían apreciar en los cuerpos de las muchachas, el preparador
permaneció indiferente, lo que podría calificarse
de maltrato, pero muy pronto las voleibolistas dejaron de temer
a los remates.
El asistente de Yuan todavía recuerda cómo las
mejores jugadoras siempre entrenaban hasta la medianoche, método
que inevitablemente produce quejas amargas. Algunas muchachas
a veces buscaban la forma de tomarle el pelo como venganza durante
el entrenamiento, pero Yuan Weimin no era alguien con quien se
podía jugar.
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. Sun Haiping (dcha.) junto
a Liu Xiang. |
Sin embargo, pese a su estricto carácter, comprendía
los sentimientos de sus jugadoras e instintivamente sabía
lo que era mejor para ellas. Durante la competencia de los Juegos
Olímpicos de Los Ángeles, la atención de
los medios llevó a una de sus mejores discípulos
a pensar demasiado en sí misma, lo que la distrajo y la
hizo dar una mala imagen. Conociendo su personalidad, Yuan la
corrigió con pocas palabras bien escogidas. La jugadora
lloró abiertamente, pero, al mismo tiempo, se inspiró
para luchar, y terminó contribuyendo en gran medida a que
el equipo alcanzara la medalla de oro.
A principios de la década de 1980, China empezó
a poner en práctica sus políticas de reforma, lo
que alentó a la gente a salir al mundo. El éxito
del equipo nacional femenino de voleibol fue considerado como
uno de los primeros logros de ese momento y extendió su
influencia mucho más allá del círculo deportivo:
el espíritu de la selección femenina de voleibol
se convirtió en una noción popular y un ejemplo
para todos.
Después de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles,
Yuan se convirtió en funcionario del deporte local. En
abril de 2000 fue nombrado director de la Administración
Estatal de Deportes, convirtiéndose en el primer titular
de ese cargo con experiencia como entrenador. En diciembre de
2004 dejó el puesto.
El inteligente Sun Haiping
Como representante de la joven generación de entrenadores
chinos, Sun Haiping ha sido durante una década el responsable
de la preparación de Liu Xiang, el hombre volador,
al que entrena desde sus 15 años. Liu ganó la medalla
de oro de los 110 metros con vallas en los Juegos Olímpicos
de Atenas 2004, siendo el primer asiático en dominar esta
prueba. Dos años después, rompió el récord
mundial de la distancia, que fijó en 12,88 segundos, y
en 2007 se impuso en el Campeonato Mundial de Atletismo de Osaka,
Japón. Actualmente el bólido de Shanghai ocupa el
número uno en el ranking mundial de la distancia. Como
su entrenador, Sun Haiping desempeña un papel más
de educador que de instructor y pese a no poseer un diploma que
lo acredite como experto, tiene muchas ganas de estudiar la técnica
deportiva.
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El hombre volador,
Liu Xiang. |
Antes de que Liu Xiang se volviese famoso, Sun filmó los
entrenamientos de conocidos corredores extranjeros de la distancia
y lo trajo consigo a China, para analizarlo. Tras varios años,
ha acumulado muchos cajones con cintas de vídeo. Además,
cuenta con la capacidad de hablar inglés y puede leer y
traducir los artículos profesionales internacionales.
El 1999, el preparador entró en la Universidad de Indiana,
EE.UU., para estudiar profundamente la teoría sobre las
carreras con vallas. Al cumplir la etapa de aprendizaje, encontró
la brecha para que su pupilo superase a los corredores europeos
y americanos. Bajo sus orientaciones, Liu, quien posee un don
nato de ritmo deportivo, después de recibir el entrenamiento
especial concebido por Sun, se convirtió en el mejor atleta
del mundo en los 110 metros con vallas. Aprovechando su propia
ventaja, a pesar de su menor masa muscular, ha sabido imponerse
a sus rivales y quebrar un récord que se había mantenido
vigente durante 13 años.
La inteligencia de Sun también se refleja en el entrenamiento
cotidiano de su discípulo. A diferencia de otros instructores,
no prepara muchas horas de ejercicios para cada día. Como
máximo programa tres horas, pues considera que para que
los atletas de alto rendimiento cuenten con el coraje de desafiarse
a sí mismos y a los límites, lo más importante
consiste en convertir el entrenamiento en una diversión
y dejarles que gocen de estas horas, de modo que puedan encontrar
la brecha. Aunque Liu ya es el objetivo perseguido por otros deportistas,
Sun insiste en su principio de entrenamiento alegre.
En marzo de 2008, Liu Xiang obtuvo la medalla de oro en la prueba
de 60 metros con vallas, correspondiente al Campeonato Mundial
Bajo Techo de Valencia, España, mostrando de nuevo su hegemonía
en este evento. Cinco meses después, este afamado velocista
se alista para participar en las Olimpiadas de Beijing y bajo
la atención de su entrenador Sun, se esfuerza por conseguir
su segundo título olímpico.
Cai Zhenhua, siempre victorioso
De 1989 a 2004, en su puesto de entrenador del equipo nacional
masculino de tenis de mesa y más tarde como entrenador
jefe de la escuadra nacional, Cai Zhenhua se convirtió
en un verdadero invencible. Bajo su dirección, el equipo
chino de ping-pong consiguió todas las medallas de oro
en los Juegos Olímpicos de 1996 y 2000, un éxito
único e incomparable entre todas las selecciones nacionales.
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Cai Zhenhua, dando instrucciones
en un entrenamiento. |
En realidad estas victorias las logró Cai Zhenhua a partir
de amargas derrotas y fracasos. En noviembre de 1989, cuando asumió
el cargo de entrenador del equipo masculino, el tenis de mesa,
apodado pelota nacional de China, se hundió
en su punto más bajo. El mismo año los chicos perdieron
los campeones en todas las modalidades en la cita del orbe y dos
años después, en el propio evento, ocuparon el séptimo
lugar en la competencia por equipo, mientras las chicas cayeron
ante Corea y perdieron la medalla de oro por primera vez en 16
años. Este resultado generó una amplia insatisfacción
a escala nacional y los jugadores fueron blanco de las críticas
públicas.
En junio de 1991, Cai Zhenhua asumió el cargo de entrenador
jefe del equipo masculino, bajo una enorme presión. En
aquel entonces, debido a las derrotas consecutivas ante los jugadores
europeos, muchos de los principales exponentes de China en este
deporte, en lugar de esforzarse por alcanzar a los rivales, perdieron
radicalmente la fe en sí mismos, lamentándose por
haber nacido en una época en que los europeos se hacían
poderosos e invencibles. Sin embargo, sólo medio año
después, el entrenador los llevó a imponerse a las
escuadras poderosas de Europa y conseguir la Copa Mundial por
equipos.
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Zhang Yining, campeona olímpica
en el certamen individual femenino de Atenas´2004. |
En el Campeonato Mundial que tuvo lugar en Tianjin, en 1993,
bajo su dirección, el cuadro nacional de varones cosechó
el oro por equipos y el resto de las modalidades, lo que marcó
el inicio de la historia invencible de Cai Zhenhua. A partir de
entonces y durante más de una década, la selección
se alzó con todas las medallas de oro olímpicas,
así como las de las 7 modalidades del Campeonato Mundial.
No obstante, fue muy alto el precio que Cai Zhenhua pagó
por estos triunfos. En 1996, en vísperas de los Juegos
de Atlanta, tuvo que someterse a una operación, debido
al empeoramiento de las lesiones en su cintura, que le provocaban
una intensa fatiga. Poco después, haciendo caso omiso a
las advertencias médicas sobre el riesgo de sufrir una
parálisis y soportando un fuerte dolor, insistió
estar en los entrenamientos del equipo e indicar las instrucciones
extendido en una mesa. Aunque luego tenga que quedarme en
cama el resto de mi vida, ahora necesitaré llevar a mi
equipo a competir y lograr el triunfo, sostuvo entonces.
Después de los Juegos de Atenas 2004, Cai dejó
el cargo de entrenador jefe de la selección nacional del
tenis de mesa y se convirtió en funcionario directivo al
respecto. En abril de 2007 asumió la sub-dirección
de la Administración Estatal de Deportes de China, tomando
un camino similar al del ex-entrenador jefe del equipo nacional
femenino de voleibol, Yuan Weimin.
La "Tenaz" Yu Fen
A la mayoría de las personas probablemente no les resulte
familiar el nombre de Yu Fen, pero su discípula, Fu Mingxia,
es bien conocida. Yu siempre creyó en Fu Mingxia, quien
ganó el primer campeonato de clavados a la edad de 12 años,
el más perfecto trabajo de su vida.
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Yu Fen y una de sus discípulas. |
Después de sorprender al mundo, en 1990, Fu obtuvo las
medallas de oro en Barcelona y los Juegos Olímpicos de
Atlanta. En 2000, tres años después de su jubilación
como atleta, volvió a los entrenamientos y participó
en los Juegos Olímpicos de Sydney, donde alcanzó
la presea dorada en el trampolín de 3 metros. Ella no es
sólo la mayor ganadora de medallas de oro olímpicas
de China, sino que también ha aparecido dos veces en la
portada de la edición para Asia del semanario Time.
Pese a su enorme éxito, Fu Mingxia no poseía el
prototipo ideal para hacer una carrera brillante, por tener un
pie ligeramente deformado. Además, comenzó en el
clavado a los nueve años, lo que se considera un poco tarde
para esta disciplina. Sin embargo, Yu Fen hizo caso omiso de tales
desventajas obvias e insistió en enseñar ella misma
a Fu Mingxia. Después de tres años, la adolescente
asombró al mundo con su espléndida hazaña.
La tenacidad de la entrenadora le ayudó a descubrir el
talento de la pequeña saltadora, pero su actitud rigurosa
también hizo tensa la relación entre las dos. Durante
su adolescencia, Fu Mingxia creció con rapidez, tanto mental
como físicamente. El aumento de su peso se convirtió
en un handicap para cumplir bien los movimientos. Al mismo tiempo,
fue una típica adolescente rebelde y su personalidad obstinada
le provocó rechazo por el entrenamiento una y otra vez.
Descontenta con la atleta, la preparadora le reprendió
severamente, e incluso llegó a darle bofetadas. En aquel
momento, Fu Mingxia fue prácticamente borrada de la selección
nacional por falta de entusiasmo.
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Jugadoras eufóricas
al ganar la medalla de oro en Atenas´2004. |
El sonriente
entrenador Chen Zhonghe. |
En 1997, la clavadista decidió jubilarse, mientras Yu
Fen optó por abandonar el equipo nacional y crear otro
elenco en la Universidad Tsinghua, pero tres años más
tarde ayudó a Fu Mingxia a volver y ganar la medalla de
oro en Sydney. Entonces tropezó con un problema inesperado:
debido a un nuevo reglamento, los saltadores de la Universidad
Tsinghua abandonaron el equipo para representar a sus provincias,
con vistas a obtener más oportunidades de competir. Yu
Fen no podía hacer nada más que entablar pleitos
contra los deportistas que estaban incumpliendo sus contratos.
Al final, muchos regresaron al equipo universitario.
Con la proximidad de los Juegos Olímpicos de Beijing,
la tenaz Yu Fen anunció en enero de 2008 que había
presentado su solicitud para volver al equipo nacional. Según
ella, varios de los principales integrantes del actual equipo
chino provienen de la Universidad Tsinghua. Está familiarizada
con ellos y su potencial y se considera capaz de mejorar su competitividad
en la cita estival de la capital china.
El Sonriente Chen Zhonghe
Siendo entrenador jefe de actual equipo femenino chino de voleibol,
Chen Zhonghe llevó a las muchachas a ganar la Copa Mundial
de 2003 y en 2004 logró la presea de oro en los Juegos
de Atenas 2004, que fue la única medalla de oro colectiva
obtenida entre todas las delegaciones chinas concursantes en la
capital griega.
Independientemente de si el equipo gana o pierde, Chen siempre
está sonriendo. Durante el juego final en la cita ateniense,
aunque el sexteto perdió los dos primeros sets, él
preservó su acostumbrada sonrisa, contrario al director
técnico de la escuadra rusa, Nikolai Karpol, quien estaba
gritando nerviosamente todo el tiempo. Al final, sus chicas se
impusieron en los últimos tres parciales y la sonrisa del
preparador fue calificada más tarde como la de Mona
Lisa por los medios nacionales e internacionales.
Chen admite francamente que es mucho más suave que su
maestro, Yuan Weimin. En 1979, a los 21 años de edad, llegó
al seleccionado nacional femenino, del que Yuan era entrenador.
Con su ventaja física, él imita a las jugadoras
elites mundiales, para capacitar a las integrantes de su conjunto.
Su sonrisa es ampliamente conocida desde que debutó como
entrenador principal del equipo, en 2001. Cuando se le preguntó
por qué estaba siempre así, declaró que sería
difícil para las voleibolistas comprender sus intenciones,
si todo lo que hiciese fuera gritar. Su objetivo es inspirar
a las jugadoras y trasmitirles sus ideas usando sólo una
mirada, una expresión o una palabra.
Sin embargo, su vida ha estado llena de tristeza. En 1992, cuando
estaba preparando la selección para los Juegos Olímpicos
de Barcelona, como entrenador asistente, su esposa murió
en un accidente de tráfico. Cuatro años más
tarde, poco antes de la apertura de los Juegos Olímpicos
de Atlanta, su madre cayó gravemente enferma. Y en 2004,
en un momento crucial durante los preparativos para los Juegos
Olímpicos de Atenas, una de sus principales jugadoras se
rompió su pierna derecha. Cuando fue a visitarla, Chen
lloró con dolor ante la cama de la chica.
Actualmente, el entrenador alienta al equipo para que haga todo
lo posible por mantener el título olímpico. Las
principales atletas, que habían padecido lesiones, se han
recuperado y reintegrado al equipo. En respuesta a la ferviente
expectativa del mundo, después de ganar el Campeonato Mundial
de 2003, pidió que no se me justifique un fracaso
cuando pierdo, ni se me considere un hombre capaz de todo cuando
logro el éxito.
Ma Junren, legendario entrenador
En las Olimpiadas de Atlanta 1996, la atleta china Wang Junxia
ganó la medalla de oro en la carrera de los 5.000 m. y
la medalla de plata en los 10.000 m. Fue el primer título
olímpico de China en esa prueba de fondo. En agosto de
1993, en el Campeonato Mundial de Atletismo de Stuttgart, Wang
y sus compañeras, Qu Yunxia y Liu Dong, conquistaron los
máximos lauros en las disciplinas de 10.000 m., 3.000 m.
y 1.500 m., respectivamente.
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El legendario
entrenador Ma Junren. |
Wang Junxia,
después de proclamarse campeona olímpica. |
Su entrenador, Ma Junren, estaba preparando al equipo femenino
de medio fondo y fondo de la provincia de Liaoning, que en septiembre
del mismo año, batió sucesivamente los récords
mundiales de los 1.500 m., 3.000 m. y 10.000 m. en los VII Juegos
Nacionales, lo que fue catalogado como un milagro de atletismo
mundial por las agencias internacionales de noticias.
El creador de esa proeza, Ma Junren, es también una persona
legendaria. Al principio era profesor de Educación Física
en una escuela secundaria de Liaoning y después se convirtió
en entrenador aficionado de atletismo. En 1986, cuatro de sus
estudiantes ocuparon los primeros cuatro puestos en el concurso
mundial de la carrera a campo traviesa de 3.000 m. para jóvenes
de secundaria. Dos años más tarde fue investido
como entrenador profesional del equipo femenino de Liaoning.
Es único el método de entrenamiento empleado por
Ma. A su juicio, hace falta reajustar y optimizar la acción
y los pasos de los corredores, imitando las posturas de algunos
animales. Por ejemplo, él exigía a sus atletas observar
los ciervos mientras corrían y aprender sus pasos, para
formar una serie de posturas más convenientes.
Además, tiene una comprensión profunda sobre la
acupuntura, el masaje y la medicina tradicional china. En la preparación
empleaba alimentos tradicionales como nutrientes, para que sus
atletas recuperasen rápidamente la fuerza después
de los intensos ejercicios. Al obtener fama, en 1993, fue invitado
para ser embajador de imagen de una empresa dedicada a los alimentos
nutritivos.
En noviembre de 1996, Ma dejó el trabajo como entrenador
y se dedicó a la cría de perros. Actualmente, es
presidente del Club Nacional del Perro Tibetano y mantiene más
de 100 ejemplares de esa raza. Entre sus objetivos está
criar menos animales y ganar los campeonatos mundiales caninos.
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