Prevalecerá la prosperidad
La
tranquilidad fue rota en Lhasa, capital de la región autónoma
del Tibet, el 14 de marzo pasado. Armados con piedras, ladrillos
y palos, los alborotadores dejaron una estela de crímenes,
incluyendo palizas, saqueos e incendios, maltratando injustamente
a los residentes en la ciudad. ¿Cómo sucedieron
estos hechos violentos? ¿Cuál fue su impacto? El
24 de marzo, Feng Jianghua, de Beijing Informa, entrevistó
a Tanzen Lhundup, investigador y vicedirector del Instituto Económico
y Social, del Centro de Investigaciones Tibetológicas de
China.
La
estabilidad social es una condición previa para la prosperidad.
¿Quiénes quieren cambiar la vida próspera
y pacífica por la confusión?
Tanzen Lhundup, investigador y subdirector del Instituto
Económico y Social del
Centro de Investigaciones Tibetológicas de China.
La tranquilidad fue rota en Lhasa,capital de la región
autónoma del Tíbet, el 14 de marzo pasado. Armados
con piedras, ladrillos y palos, los alborotadores dejaron una
estela de crímenes, incluyendo palizas, saqueos e incendios,
maltratando injustamente a los residentes en la ciudad. ¿Cómo
sucedieron estos hechos violentos?
Cómo afectaron los disturbios la vida de los residentes
de Lhasa?
Tanzen Lhundup: Las revueltas perturbaron seriamente el
ambiente social y la vida diaria de los residentes locales. Alrededor
de una docena de personas inocentes fueron asesinadas, la población
no podía ir normalmente a trabajar y sentía miedo
de caminar por las calles, los niños no podían dejarse
en la escuela sin la compañía de los padres y los
dueños de las tiendas tuvieron que cerrar sus negocios.
La parte buena fue que el gobierno local contuvo los disturbios
en dos o tres días y restauró el orden social. Las
autoridades mantuvieron plena seguridad y decisión, haciendo
una demostración de su capacidad para gobernar y manejar
la crisis.
¿Cómo vieron los residentes locales los disturbios?
TL: El mayor deseo de los residentes locales del Tíbet
es la vida pacífica, feliz y próspera. En la actualidad
los tibetanos construyen a su manera su propia prosperidad y son
generalmente felices con sus vidas. Los recientes crímenes
violentos fueron resultado de la conspiración de un pequeño
grupo de personas. Los criminales no sólo quebrantaron
las leyes, sino que también actuaron en contra de la voluntad
de los tibetanos y dañaron sus intereses.
¿Cuáles son las expectativas de la población
local sobre el desarrollo económico y social del Tibet?
TL: El Gobierno chino ha tenido una misión y política
constante, que consiste en mejorar el nivel de vida del pueblo
y dejar que los tibetanos disfruten de todos los beneficios de
la Reforma y Apertura. Para ayudar a su pueblo a salir de la pobreza,
las autoridades del país han destinado al Tíbet
una gran cantidad de personas, materiales y financiamiento y han
cubierto la mayor parte de los gastos fiscales del gobierno local
en infraestructura y construcción. De hecho, por cada 10
yuanes (1,40 dólares) que el gobierno de la región
autónoma del Tíbet gasta, 9 yuanes (1,26 dólares)
provienen de la Hacienda Central.
|
Estudiantes de la Escuela
Segundaria No. 2 de Lhasa de regreso a sus clases. El centro
reanudó sus actividades el 17 de marzo, después
de los violentos disturbios ocurridos tres día antes. |
Con un promedio de altitud de más de 4.000 metros sobre
el nivel del mar, Tíbet es conocido como el techo del mundo.
El poco desarrollo del transporte retrasó el progreso social
y económico de la región. Actualmente, con las políticas
de ayuda del Gobierno Central, la construcción de infraestructuras
ha experimentado un salto hacia delante. En el pasado aquí
no existían modernas carreteras, pero actualmente se dispone
de una red de autovías, aerolíneas y ferrocarriles.
El primer ferrocarril de la zona, Qinghai-Tíbet, fue inaugurado
el 1 de julio de 2006, abriendo un nuevo capítulo en la
historia de la región. El desarrollo de la transportación
ha impulsado el desarrollo industrial y se ha establecido un moderno
sistema de industrias con características tibetanas.
Con el crecimiento económico y social, el nivel de vida
de la población local se ha elevado significativamente.
Uno de los cambios más notables es el avance del transporte,
que ha posibilitado el arribo de un gran número de turistas,
estimulando la industria de la gastronomía y hotelería
local, incrementando la demanda por los productos típicos
tibetanos, como los Tangka y las esculturas en madera, y generando
empleo y mayores ingresos para los campesinos y pastores.
Por otra parte, para proteger los intereses económicos
de los residentes locales, las autoridades regionales han estipulado
que las empresas foráneas que inviertan en el Tíbet
tienen que contratar a los residentes locales y pagarles al menos
el salario mínimo. Además, los proyectos de infraestructura
financiados por el Gobierno Central son contratados con empresas
dentro del Tíbet, para promover la creación de puestos
de trabajo y beneficiar a los residentes locales.
|
Centro comercial incendiado
por los alborotadores. |
Los tibetanos pueden disfrutar de amplios servicios de asistencia
sanitaria. La atención médica es asegurada por una
red que cubre tanto las áreas rurales como las urbanas
y por equipos médicos compuestos fundamentalmente por miembros
de la etnia tibetana. La región mejora su sistema de salud
y nivel de vida ante el auge demográfico. En estos momentos
la población local asciende a 2,7 millones de habitantes,
mientras que en 1959 llegaba a un millón. La tasa de mortalidad
infantil ha descendido a 3,1 por cada mil nacidos vivos, de 43
por cada mil nacidos vivos en 1959, y la expectativa de vida promedio
de los tibetanos aumentó a 67 años, contra 35,5
a finales de la década del 50 del siglo pasado.
Hoy el estilo de vida de los residentes en Lhasa, especialmente
de la generación joven, es muy parecido al de Beijing.
Las personas visten ropas modernas y cenan fuera apetitosas comidas.
Puede leerse el sitio de publicaciones Booklovers.com, incluyendo
14 revistas y 10 periódicos en lengua tibetana y los internautas
pueden navegar por el cyberespacio en los bares.
Recientemente, el primer ministro, Wen Jiabao, expresó
que la política gubernamental preferencial hacia el Tíbet
no cambiará bajo la dirección del nuevo Gobierno
Chino, elegido en la XI Asamblea Popular Nacional. En los próximos
cinco años, las autoridades realizarán mayores inversiones
y promoverán un rápido y constante desarrollo económico
y social en la región. Bajo la política preferencial,
más y más residentes tibetanos están viviendo
una prosperidad moderada y ven avances hacia un futuro promisorio.
La estabilidad social es la condición previa para el bienestar.
¿Quién desea negociar una vida pacífica
y próspera por la confusión?
TL: Los recientes crímenes violentos tienen obviamente
intenciones políticas. La mayoría de los residentes
tibetanos se sienten molestos por los disturbios. Muchos de ellos
arriesgaron sus vidas para rescatar y proteger a los chinos de
la etnia Han. Esto demuestra la armonía entre los diferentes
grupos étnicos en Tíbet y fue una razón clave
para que las revueltas pudieran ser controladas rápidamente.
¿Perjudicarán los alborotos el desarrollo económico
y social del Tíbet?
TL: Los incidentes afectarán el desarrollo económico
y social del Tíbet en un corto plazo. El gobierno mantendrá
una observación atenta sobre el impacto. A largo plazo
nadie podrá bloquear el desarrollo económico y social
en la región. La tendencia histórica es irreversible.
Obviamente, pese a que el desarrollo social y económico
del Tíbet es satisfactorio, existen todavía algunos
desafíos. En las tres décadas de la política
de Reforma y Apertura, las regiones costeras suroccidentales de
China han tenido un desarrollo cada vez más rápido,
eclipsando el crecimiento de la economía del Tíbet.
Para mantener la estabilidad duradera en la región es necesario
acelerar la velocidad de crecimiento, con el propósito
de recortar las diferencias entre ésta y las zonas desarrolladas
del país.
En mi opinión, los recientes disturbios recordarán
al pueblo tibetano apreciar mejor la vida pacífica y estable
de la que gozan ahora. Mientras tanto, las revueltas también
ayudaron a las autoridades a comprender la necesidad de mantener
la armonía y estabilidad en el Tíbet y que es importante
mejorar el nivel de vida de los residentes locales y llevarles
los frutos de la modernización.
Hechos y Cifras del
Tíbet en 2007 |
En 2007 las ventas totales de bienes de consumo en el Tíbet
alcanzaron los 11.200 mil millones de yuanes (1.590 millones
de dólares), un 24,9 por ciento más que el
año previo y el crecimiento de la producción
del sector industrial cerró con 2.600 millones de
yuanes (368,8 mi-llones de dólares), para un incremento
del 1,7 por ciento, en comparación con el año
anterior.
El
ingreso per cápita en la ciudad ascendió a
10.720 yuanes (1.521 dólares), mientras el de los
campesinos y pastores sobrepasó los 2.788 yuanes
(395 dólares), un 14,5 por ciento por encima de 2006.
Un total de 697 millones de yuanes (99 millones de dólares)
fueron destinados a cuestiones sociales en la región
autónoma del Tíbet, de los cuales 472 millones
fueron invertidos en educación, para construir 39
escuelas primarias y 13 secundarias en áreas rurales.
En el último año, la matrícula promedio
de la enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria
y universitaria tibetana llegó a un 98,2 por ciento,
90,7 por ciento, 42,96 por ciento y 17,4 por ciento, respectivamente.
El índice de analfabetismo entre jóvenes y
adultos, en tanto, descendió un 4,76 por ciento.
El sistema médico en las áreas de cultivo
y pastoreo locales beneficia a todos los campesinos y ganaderos,
cuyo subsidio médico per cápita ascendió
a 100 yuanes (14 dólares).
Por su parte, el desarrollo de la ciencia y la tecnología
ha jugado un papel más importante en el progreso
económico de la región, al cual las autoridades
autonómicas destinaron 56 millones de yuanes (7,9
millones de dólares) y el Gobierno Central asignó
111 millones de yuanes (15,7 millones de dólares)
de los fondos estata-les de las ciencias, para financiar
el desarrollo de la ciencias y la tecnología local.
La radio y la televisión registraron una cobertura
del 87,8 y 88,9 por ciento, respectivamente, del territorio
tibetano, y el gobierno regional invirtió 758 millones
de yuanes (107,5 millones de dólares) en proyectos
de viviendas para los residentes locales, que beneficiaron
a 56.000 familias o 294.000 campesinos.
La construcción de carreteras completó mientras
tanto los 9.616 kilómetros en zonas rurales, que
conectaron 94 distritos y 848 aldeas. A finales del año
pasado, una población de 180.000 personas de 348
aldeas en 96 distritos disfrutaba del acceso a la electricidad
y otros 332.800 pobladores accedían al sistema seguro
y limpio de agua potable.
El servicio de correo está disponible ya en los
65 distritos más importantes y 700 poblados fueron
conectados con el mundo exterior a través del teléfono.
Gracias a los esfuerzos del gobierno local en el área
de empleo, Lhasa se convirtió en la primera ciudad
capitalina del país sin desempleo familiar. Alrededor
del 95,41 por ciento de los más de 8.000 graduados
universitarios en la región autónoma encontraron
trabajo en el último año. El ingreso mínimo
per cápita de los residentes tibetanos en las ciudades
fue de 230 yuanes, 32,60 dólares.
|
|