2008: Oportunidad para el desarrollo
de las relaciones China-Japón
Por WU JIANMIN*
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* Wu Jianmin:
Rector de la Universidad de Relaciones Exteriores de China,
subdirector de la Comisión de Asuntos Exteriores
y subsecretario general y vocero del Comité Nacional
de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo
Chino.
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En los últimos dos años, los cambios que se produjeron
en las relaciones chino-japonesas llamaron la atención
de la comunidad internacional. En octubre de 2006, el entonces
primer ministro nipón, Shinzo Abe, realizó una visita
a China, considerada como el corte del hielo, lo que
puso punto final a la fría situación política
entre los dos países.
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Jóvenes chinos y japoneses
visitan reserva de Pandas en Sichuan. |
El primer ministro chino, Wen Jiabao, devolvió el gesto
en abril del año pasado, al trasladarse a Japón,
en lo que fuera calificado como el viaje que derritió
el hielo. Más tarde, en diciembre siguiente, Yasuo
Fakuda arribó a China en un viaje para saludar la
primavera. Las relaciones bilaterales comenzaron a entrar
así en el camino del desarrollo sano.
Durante el Foro Económico Mundial de Davos, clausurado
recientemente, tanto los estadounidenses como los europeos con
los que tuve la oportunidad de conversar me aseguraron que se
sentían consolados por la mejora de estos lazos, en especial
los asiáticos, quienes mostraron mayor satisfacción.
Veo la verdadera tendencia general y voluntad del pueblo en este
sentido.
2008 será importante para el progreso de los nexos de
los dos países asiáticos. Este año se cumplió
el 30 aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad China-Japón,
uno de los tres documentos políticos que contribuyeron
a sentar las bases políticas para las relaciones entre
ambos Estados. La práctica de tres décadas evidencia
que la suscripción del pacto, en 1978, fue oportuna y desempeñó
un papel activo en la posterior promoción de los vínculos
bilaterales.
Cuando florezca la sakura, el presidente chino, Hu Jintao, visitará
Japón, acontecimiento que tendrá un gran significado,
pues será la primera vez en la última década
que un mandatario del gigante asiático viajará al
vecino archipiélago. Se espera que este desplazamiento
fomente el avance enérgico y a grandes pasos de las relaciones
basadas en los éxitos logrados.
Este año el mundo ha enfrentado los mayores desafíos
económicos y financieros desde su entrada en el siglo XXI.
El tema predominante del Foro de Davos fue si la crisis de creditiera
de Estados Unidos generará una recesión económica
en ese país, haciendo que el crecimiento global sea lento.
El que la economía estadounidense pueda decaer ha causado
probablemente una turbulencia brusca en los mercados de valores
y financieros, mientras tanto, disminuye la velocidad del incremento
económico en Europa. Sin embargo, las economías
de China, la India y otros países asiáticos mantienen
un desarrollo rápido y marcado. En una circunstancia en
que la economía global tiende a ser cada día más
seria, el mundo deposita más su esperanza en Asia.
Japón es la segunda gran potencia económica del
planeta y el volumen de su intercambio comercial con China ocupa
el cuarto puesto mundial. Su cooperación ha tenido una
influencia colosal, sobre todo este año, en el que la colaboración
y desarrollo económico, comercial y financiero de ambos
no sólo afectará a Asia, sino también al
resto de los países.
Hay que mirar a estos nexos con una visión larga. Al hablar
de las relaciones de China con otras naciones, el desaparecido
presidente chino, Deng Xiaoping, mencionó sólo a
Japón para el siglo XXIII. En su entrevista con el entonces
primer ministro nipón, Yasuhiro Nakasone, el 25 de marzo
de 1984, el líder chino subrayó que se deben
considerar y desarrollar las relaciones chino-japonesas vistas
en perspectiva. El primer paso se dará en el siglo XXI
y más tarde en el XXII y XXIII, para que la amistad exista
para siempre.
El presidente Hu Jintao señaló en varias ocasiones
que el proceso de desarrollo de los nexos chino-japoneses testimonia
que la paz beneficiará a las dos partes y la hostilidad
las perjudicará. Yasuo Fukuda también afirmó
que China y Japón no tendrán otra opción
que la paz y la amistad.
Ambos estados han decidido priorizar la cooperación en
los sectores de energía y protección medioambiental.
Esta es una acción con amplia visión, pues la economía
china experimenta un desarrollo a alta velocidad, pero la tasa
de utilización de las energías de nuestro país
sólo equivale a un 10 por ciento de la de Japón.
En aras de elevar la eficiencia, este último necesita transferirnos
las tecnologías concernientes. Es algo que representa una
doble ventaja. Japón puede abrir nuevos mercados en China,
y ésta, por su parte, puede reducir en gran medida el consumo
energético y la contaminación, cambiando la forma
de desarrollo económico.
Los nexos estatales radican en los pueblos. Como el contacto
directo es la mejor forma de entendimiento, los dirigentes de
las dos naciones prestan igual atención al intercambio
de visitas de los chinos y japoneses, sobre todo los jóvenes,
para que acrecienten su comprensión y que la amistad se
enraíce de generación en generación en su
conciencia. Ello constituye también una garantía
para su desarrollo constante, estable y sano.
Aprovechar la oportunidad de 2008 y fomentar activamente la cooperación
amistosa entre China y Japón no es sólo el deseo
de ambos pueblos, sino también la esperanza de la comunidad
internacional.
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