Treinta años del arte contemporáneo
de China
Por ZHANG
XUEYING
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La regresión fue la tendencia principal del círculo
de bellas artes en 2007, con exposiciones continuas como
Memorias sobre las Exhibiciones Anónimas de Pinturas
(1979), Mirada Retrospectiva a la Gran Exhibición
de Bellas Artes de Vanguardia de 1985 y las Exposiciones
Estrellas, Sueño del Arte Moderno de Qingdao en 1980,
que provocaron sucesivas oleadas sociales que volvieron
a hacer revistas dedicadas al arte contemporáneo
chino de hace 30 años, cuando muchas muestras tenían
que realizarse en sitios nada formales, e incluso algunas
fueron prohibidas por el Gobierno.
Muchos creen que el desarrollo del arte moderno de China
debe dividirse en cuatro periodos: de 1976 a 1984, de la
post-Gran Revolución Cultural, de 1985 a 1989, la
década del 90 y el final de los 90 hasta hoy.
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El óleo
Padre, de Luo Zhongli. |
Las postrimerías de los años 70 del siglo pasado
estuvieron repletas de acontecimientos trascendentes: la conclusión
de la Gran Revolución Cultural, la aplicación de
la política de Reforma y Apertura al Exterior, la corrección
de los errores políticos y la elaboración del lema
Buscar la verdad de los hechos, entre otros aspectos.
Las circunstancias del momento ocasionaban, sin duda alguna, oportunidades
de desarrollo social y produjeron también la aspiración
de los artistas chinos por reflejar la vida real en sus obras.
En aquel entonces en China, aunque no existía un verdadero
régimen académico y una genealogía artística
para oponer, los institutos de bellas artes se encontraban bajo
el estricto control del academicismo y los artistas hallaron muchos
obstáculos al intentar exponer su propia personalidad.
Al mismo tiempo el arte moderno occidental empezó a entrar
al país. Desde 1979 varias exposiciones celebradas en el
Museo de Bellas Artes de China mostraron las obras del naturalismo,
impresionismo y expresionismo de Francia, Estados Unidos y Alemania,
que produjeron fuertes impactos, tanto para los espectadores como
para los pintores, quienes en decenas de años no habían
visto otras pinturas que las de propaganda política y la
Unión Soviética.
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Exhibición retrospectiva
Sueño del Arte Moderno de Qingdao en 1980. |
Las obras de muchos filósofos y teóricos occidentales
también fueron traducidas al chino y causaron grandes influencias
entre los universitarios y los jóvenes, que solían
agruparse para discutir temas culturales, filosóficos y
sobre la naturaleza humana. Unas fotos de la época recogen
a esa generación de chinos con gafas de marco negro y ropa
rústica, reunidos para hablar sobre Friedrieh Nietzsche,
Sigmund Freud, Pablo Picasso y Edvard Munch.
Además de las discusiones, los artistas comenzaron a emplear
las prácticas del arte moderno occidental en sus creaciones.
En 1980 nació el óleo Padre, de Luo
Zhongli, considerada la obra más famosa y representativa
de este período, en la que el pintor plasmó con
un tinte natural la imagen de un campesino chino, común
y pobre, al fotorrealismo proveniente de EE.UU., en contra totalmente
de las expresiones artísticas usuales de la época
de la Gran Revolución Cultural, grandiosidad, felicidad
y brillantez.
En el plano original de la obra no se vio el bolígrafo
en la oreja del viejo campesino, pero más tarde el pintor
agregó ese detalle, por recomendación de un viejo
maestro, para mostrar la nueva imagen de los campesinos chinos,
en correspondencia con la ideología principal.
En aquel entonces la transformación social y la
liberación del pensamiento constituían el tono fundamental
del país, intentando colocar en su debido lugar lo trastrocado
de la política. Muchos problemas surgieron a raíz
de la apertura del país hacia el exterior, como el fuerte
contraste entre la pobreza y la prosperidad, el progreso y el
atraso, lo novedoso y lo viejo. Bajo tal circunstancia los chinos
tuvimos que reflexionar sobre nuestra sociedad, liberar el pensamiento
y promover la reforma social y política. Ese es exactamente
el valor de las obras de algunos artistas jóvenes de entonces,
llenas de crítica social y pronóstico por el futuro
del país. Por su posición, siempre a la vanguardia
del movimiento social, estos creadores se destacaron por su rebeldía
y perspectivas, comentó Li Xianting.
El 27 de septiembre de 1979, en las rejas al este del Museo de
Bellas Artes de China, aparecieron muchas esculturas colgadas,
que atrajeron una gran cantidad de espectadores. Esta exposición
fue denominada Estrellas y organizada voluntariamente
por más de veinte artistas. Wang Keping fue miembro importante
de los organizadores de la Primera Exposición Estrella
y escultor muy capaz, al expresar las emociones con sus obras.
De las 30 esculturas de madera de este evento, una llamada Silencio
fue calificada como la más representativa. En ella el autor
creó una cabeza humana con los ojos y la boca vendados.
Otra pieza suya, Respiración, refleja una cara
con expresiones nerviosas, encamisada de la nariz a la boca por
un tubo de plástico, y los ojos saltones por las dificultades
para respirar.
Tres días después la exposición fue cancelada
por su estilo radical y por atentar contra el orden del
tráfico, lo que provocó que los artistas realizaran
una manifestación bajo la consigna de Libertad para
el Arte. Lo dramático fue que la protesta alcanzó
el objetivo de mantener la exposición, que logró
un gran éxito e influencia social al año siguiente
y no se limitó a la exhibición dentro del Museo
de Bellas Artes de China, sino que también estableció
un récord de venta de entradas, con más de 9.000
por día.
Aunque nunca se silenciaron las discusiones y críticas
por las obras en la Exposición Estrella, nadie puso en
duda la promoción dada por el evento al desarrollo del
arte moderno en China. Según afirmó Bao Pao, el
mayor significado de la muestra consistió en despertar
a los intelectuales chinos por su propia personalidad.
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Memoria Azul, de Liu Ye. |
Al entrar en 1985, en medio de una atmósfera tolerante
y espaciosa, romper las ataduras y tomar iniciativas creativas
continuó siendo el objetivo final de los artistas. En la
Exposición Internacional de Bellas Artes Paz y Juventud
celebrada en abril de ese año en Beijing, se exhibieron
obras que se caracterizaban por sus variadas prácticas
artísticas, superación del límite del tiempo
y espacio y eludir lemas políticos y descripciones literarias,
que provocaron en los espectadores sensaciones muy novedosas y
granjearon altas calificaciones, cuya influencia profunda por
la creación de bellas artes chinas estaba fuera de las
perspectivas de los organizadores.
Muy pronto, en mayo siguiente, en la Exposición de Bellas
Artes Jóvenes Chinos en Marcha, auspiciada por el Gobierno,
Inspiración de Adán y Eva en la nueva época,
creada por Zhang Qun y Meng Luding, y otras pinturas de diferentes
tendencias artísticas occidentales recibieron galardones,
echo que emitió otra vez la información clara de
la liberación y apertura en el terreno artístico.
Animados por esta actitud, los artistas jóvenes empezaron
a presentar sus obras al público y conformaron el círculo
del arte chino, muy llamativo y alborotoso.
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Póster de la Exhibición
de Arte Estrella, creado por Huang Rui. |
En julio de 1985, la revista Pinturas de Jiangsu publicó
el artículo Opiniones personales sobre la pintura
tradicional china, de Li Xiaoshan, estudiante de postgraduado
de Pinturas Tradicionales de China del Instituto de Arte de Nanjing,
que generó una amplia discusión sobre si esta manifestación
había entrado o no en un callejón sin salida. El
debate, bajo una atmósfera libre y caliente, hizo famoso
al joven autor de la noche a la mañana y logró tal
influencia que pronto se sumó a la discusión un
gran número de participantes, además de motivar
a la gente a reexaminar la relación entre el progreso y
la tradición, entre Occidente y China.
Muchos grupos de jóvenes creadores surgieron inspirados
en el espíritu de libertad e innovación. Según
Gao Minglu, artista vanguardia de los 80, desde 1985 y hasta principios
de 1987 se formaron más de 90 grupos a escala nacional
y se organizaron más de 150 actividades con la participación
de unos 2.000 artistas. Brotó una oleada de pintores y
creaciones talentosas, así como conceptos novedosos, lo
cual es conocido actualmente como la Nueva Corriente del 85, que
propinó fuertes golpes a los viejos pensamientos, sistemas
y costumbres con un valor pionero y una cuantiosa energía.
La generación del 85 no se dedicó a oponerse a
la tradición artística de China antes del siglo
XIX, sino al sistema del arte en ese período. Llenos
de energía y entusiasmo juvenil, consideramos el arte como
el medio de hacer realidad la libertad personal. Como en aquel
entonces sólo se permitía un canal de expresión
en el mundo de arte y la voz monótona de dar a conocer
la ideología, era casi imposible que un artista pronunciara
su voz personal, particular o independiente bajo tal sistema,
recordó Mao Xuhui, importante artista de esa etapa, proveniente
del suroeste del país.
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La Inspiración
de Adam y Eva en la Nueva Era, de Zhang Qun y Meng Luding. |
Instalación,
de Xu Bing: Libro desde el Cielo. |
En ese tiempo, había que pasar por las selecciones del
canal oficial para entrar en las exhibiciones nacionales de arte.
Mao Xuhui y otros jóvenes enviaron en varias ocasiones
sus obras para tomar parte en las exhibiciones, pero fueron rechazados.
Tal situación no les dejó otra opción que
rebelarse. 20 años después de la Nueva Corriente
del 85, no pocos compararon el movimiento con el Renacimiento
Europeo, el cual se caracterizó por la ilustración
espiritual y artística, pero que emanaba de la burguesía
recién nacida de Europa, que buscaba obtener una posición
y derechos políticos.
A comienzos de los 80, Wang Guangyi, Gao Minglu, Xu Bing, Shu
Qun y Zhang Xiaogang, renombrados maestros de arte en la China
actual, acababan de graduarse de las academias de bellas artes
y se convirtieron en protagonistas principales de la Corriente
del 85. Nacidos en los 50, los jóvenes estuvieron entre
los primeros universitarios del arte, después de la restauración
del examen de entrada a la universidad, al terminar la Revolución
Cultural. En comparación con el público general,
los noveles creadores permanecieron más expuestos al arte
occidental y sentían profundamente que China había
quedado a la zaga de EE.UU. y Europa. Según ellos, el núcleo
espiritual, libertad e individualidad, reflejados por el arte
moderno occidental, podían curar el malestar en el espíritu
de los chinos.
Desde 1985 hasta 1989, habíamos probado casi todos
los medios artísticos de Occidente tras la década
del 60 e introdujimos todos los tipos de lenguajes del arte. El
significado era brindar la oportunidad a los artistas chinos de
experimentar completamente el arte moderno occidental, dijo
Xu Bing, pintor muy exitoso de la actualidad.
Un incidente sucedido en 1988 representó el ambiente social
del país de aquel entonces. Desde el 1 de enero, la tribuna
de Tian´anmen, símbolo del poder estatal y la historia
empezó a abrirse al público. El misterio del
régimen del poder fue diluido por la reforma económica
proclamada en 1978, dijo Li Xianting, cuya fama le ha valido
el calificativo de Padrino del arte moderno chino.
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Póster
de la Exhibición del Arte Vanguardia de China. |
Performance,
de Zhang Nian en 1989: Período de Incubación. |
En febrero de 1989 tuvo lugar la Exposición del Arte Moderno
de China, acontecimiento que hay que mencionar al hablar sobre
la historia del arte contemporáneo del país, en
la que participaron 186 pintores activos en el círculo
de la plástica de todo el país, incluso del Tíbet,
y se exhibieron obras que abarcaban la pintura, instalación,
perfomance, fotografía y video, subvirtiendo totalmente
la experiencia tradicional de los chinos sobre el arte. Uno de
los curadores de la muestra y actual profesor de arte de la Universidad
de Pittsburgh, Gao Minglu, recordó: Desde principio,
tuve conciencia de la importancia del Palacio de Bellas Artes,
pero no me atrevía a ir a preguntar allí, porque
sabía que seguramente no iban a aceptar. Pero el movimiento
de arte del 85 no emergió de la situación clandestina
hasta entrar en esa instalación. Por este motivo
Gao Minglu dedicó medio año a utilizar todas las
relaciones para persuadir a la institución y al fin consiguió
el acuerdo. La exposición se inició sin ningún
contratiempo, pero no pocos espectadores se sentían sorprendidos
ante lo visto.
El artista Wu Shanzhuan vendía camarones para subvertir
la imagen oficial del Palacio de Bellas Artes, indicando que era
también un lugar de negocios. Otros artistas de perfomance
se presentaron sin invitación. Li Shan lavaba sus pies
en una jofaina pintadas con muchos retratos de Ronald Reagan.
Wang Deren tiraba condones delante de casi todas las obras artísticas,
desde el primer piso hasta el tercero. Dos artistas, envueltos
en tela blanca, entraron despacio en el salón de la exhibición
y fueron llevados fuera por policías en ropa de civil.
En el pabellón del segundo piso, Zhang Nian se sentó
en el piso, ataviado con un sombrero pequeño y papel blanco,
en el que escribió: Es mi periodo de incubación.
Rechazo discutir, para no lastimar a la generación posterior.
A su lado colocó 18 huevos.
Lo más asombroso fue que Xiao Lu disparó dos tiros
contra su trabajo de instalación, Diálogo.
Los policías intervinieron y sitiaron el museo. La exposición
se vio obligada a cerrar durante cuatro días y el protagonista
del suceso no dio ninguna explicación sobre su acto hasta
2001. Otros abrigaron su profundo sentido de la historia,
política y misión, pero yo sólo estaba desconcertado
en las emociones personales. Según mi apreciación,
el mundo era mío.
Li Xianting calificó los disparos como la última
reverencia antes de caer el telón del arte vanguardista
y explicó: Los dos tiros impulsaron hacia más
allá el punto crítico del arte vanguardista,
el límite que los artistas buscaban para imponer sus nuevos
conceptos y modos a la sociedad, lo mismo que el espíritu
moderno, un fenómeno también particular del arte
actual de China.
Después de 1989 se destruyó totalmente la
esperanza de los intelectuales chinos de resolver los problemas
del país con el modernismo occidental, de ahí que
empezaran a adoptar una actitud más práctica al
tratar las cuestiones nacionales, especialmente el ambiente de
vida local. En aquel entonces vivíamos desordenados y aburridos.
Se había destruido la vieja norma, pero no se había
edificado la nueva. En este periodo cada uno enfrentó un
mundo espiritual roto y se sintió desorientado. En realidad
el arte del periodo inicial y medio de los 90 también fue
marcado por estos antecedentes históricos, subrayó
Li Xianting.
Sin llamar mucho la atención apareció entonces
una nueva corriente y se puso de moda con su mentalidad y lenguaje
similares, de sensación de aburrimiento, humor rufián
y estilo realista cínico, es decir, el pop-político.
Al mismo tiempo, surgieron también la literatura
rufián, representada por el escritor Wang Shuo, y
la literatura del nuevo realismo, encabezada por Liu Zhenyun y
Chi Li. En el círculo de la música florecieron los
grupos de rock roll post-Cui Jian.
Los artistas de los 90 nacieron en su mayor parte en la década
del 60 y se graduaron de las universidades en los 80, etapas que
constituyeron diferentes contextos de crecimiento y experiencia
social, lo que les hizo muy diferentes a sus antepasados.
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Escultura representativa,
de Yue Minjun. |
Ellos dejaron a un lado el idealismo y heroísmo de las
generaciones anteriores, así como el abstractismo filosófico
y el simbolismo abstruso occidental que se aplicaba usualmente
en los 80 y empezaron a observar la vida desde un ángulo
más general y emplearon el medio rufián para interpretar
los episodios comunes, sin sentidos, contingentes o absurdos de
la vida a su alrededor. Sus comentarios consideraron que este
cambio de ángulo dio a conocer una comprensión correcta
de la mentalidad general de los chinos en aquel entonces.
Las obras representativas de los grupos rufianes
mostraron el sentido del humor en dos formas: los primeros optaron
por seleccionar directamente de la vida los episodios absurdos,
insignificantes y ordinarios, y los otros caricaturizaron los
asuntos serios e importantes. El pintor
Fang Lijun retrató a su amigo bostezando y creó
su propio lenguaje simbólico: imagen de un calvo rufián.
Se considera que la aparición del pop-político
simbolizó un importante viraje en la historia artística,
marcando un cambio de rumbo en la atención de los creadores
de las corrientes de arte y pensamiento moderno de Occidente hacia
la vida real de los chinos y el humor que contiene en el pop representó
una tendencia para disminuir el núcleo político,
una de las evidencias de que el arte moderno chino había
empezado a tomar su propio camino.
El cambio de la actitud artística responde al cambio del
modo de vida de los artistas. Las aldeas de pintores en el parque
Yuanmingyuan aparecieron en este momento como el jardín
imperial más gigantesco y majestuoso de China, un área
que gozaba de una fama similar al Jardín de los mil jardines,
incendiado y destruido totalmente por las tropas aliadas anglo-francesas
en el siglo XIX. Sus ruinas fueron consideradas como símbolo
de la humillación en la historia contemporánea china.
Desde el principio de la década el 90, muchos artistas
de diferentes partes del país decidieron dejar el trabajo
estable y venir a Beijing a buscar oportunidades. Normalmente
se concentraban en la zona del Parque Yuanmingyuan, ocasionando
choques fuertes con el estricto sistema de registro civil y el
régimen laboral de entonces. El motivo de reunir
a estos artistas era que ellos vivían de una manera diferente
a los principales sentidos de valor, hábitos y modos de
ser. Aunque habían transcurrido más de diez años
de la Reforma y Apertura al Exterior y la sociedad se volvía
cada día más múltiple y colorida, el grado
de tolerancia seguía siendo bajo, rememoró
Yu Changjiang, sociólogo dedicado al estudio a largo plazo
sobre los grupos de la sociedad china.
En 1994 nadie esperaba que hubiera tantos maestros artistas de
las aldeas de pintores en Yuanmingyuan, como Ding Fang, Fang Lijun,
Yue Minjun, Yi Ling, Yang Shaobin, Xu Yihui y Chi Nai, entre otros.
A nivel mundial, en otras metrópolis modernas, también
surgieron tales grupos marginales de artistas, como el radical
Chelsea y el actual Hoxton, de Londres, el Grenwichi Village y
Sohu, de Nueva York, la Orilla Izquierda del Sena, de Francia,
etc.
Después de alcanzar la fama y el éxito, Fang Lijun
recuerda frecuentemente los días pasados en la aldea de
pintores, donde creó un estilo cínico y ganó
el reconocimiento internacional. En 1993 participó en la
Bienal de Venecia y luego fue personaje de portada del diario
The New York Time. Sin embargo, actualmente permanece lejos de
la vida de la aldea y prefiere quedarse a solas en
su estudio. Allá hay ahora demasiado ruido, por causa
del dinero, apuntó.
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Artistas en la
aldea de pintores de Yuanmingyuan. |
Trabajo de Fang
Lijun: Li Xianting está nadando. |
Hasta principios de los 90, transcurrida más de una década
de la Reforma y Apertura de China, acompañada por la llegada
de la libertad artística apareció el mercado económico.
Después de los 90, poseemos espacios más amplios,
pero todo cayó en el lodazal del consumismo, fustigó
Fang Lijun.
La obra de perfomance de Sun Ping, titulada Acción
de tipo A de RMB de la empresa Sun Ping S.A. de C.V., se
exhibió en la Bienal de Guangzhou, en 1992, y fue la más
representativa de tal circunstancia.
Después que en los años 80 los comerciantes privados
se convirtieron en los primeros ricos, en la siguiente década
las acciones fueron el medio más sencillo y fácil
para conseguir un enriquecimiento mitológico, por eso Sun
Ping eligió este campo como signo para reflejar públicamente
las características de esta mentalidad. Una introducción
breve de la empresa corresponde exactamente a las
que más tarde se oyeron con frecuencia en las compañías
de arte o galerías: Es la primera empresa privada
del arte moderno chino, dedicada a la industrialización
artística. Cuenta con los creadores calificados en la investigación
de los productos avanzados, de fina calidad y alta categoría,
también muy capaces en las estrategias de operación
y habilidades de promoción, producción y explotación.
A mediados y en las postrimerías de la década del
90 se empezaron a combinar el arte y la comercialización.
Subió considerablemente la cotización de la tierra
en la zona de Yuanmingyuan y vinieron muchos turistas. Los artistas
comenzaron a abandonar el lugar y se mudaron poco a poco a otros
sitios, formando las aldeas de pintores en Songzhuang, Taller
798 y Shangyuan, entre otros espacios. También emprendieron
una ruta de profesionalización, que los dividió
gradualmente en pobres y ricos.
La aplicación de la Reforma y la Apertura y los dos tiros
en el Palacio de Bellas Artes de China, en 1989, despertaron el
interés de Occidente por el arte moderno de China.
Cuando varios extranjeros fundaron sus galerías en el
país, a comienzos de los 90, como la Puerta Roja, en Beijing
y la Shanghart, en Shanghai, el mercado del arte moderno local
era todavía un terreno inculto. Después de casi
diez años de roturar y explotar, éste produjo ricas
cosechas por el alza que experimentó en el mercado internacional
la cotización de las colecciones de arte moderno chino.
El florecimiento del arte moderno en el siglo XXI se presenta
en cuatro aspectos: las frecuentes celebraciones de las exposiciones;
los negocios activos de las galerías, que si eran comerciales
se desarrollaban rápidamente, a diferencia de las no comerciales,
que abrían y cerraban rápidamente; la entrada de
capital tras el arribo al país de una gran cantidad de
inversionistas y empresas internacionales que invirtieron en la
operación y colección de arte; y la comercialización
y subasta extraordinariamente activas.
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Songzhuang, famosa
aldea dongde se concentran los artistas. |
Graffiti en
la Zona de Arte 798. |
En una venta nocturna del centro cultural Poly, celebrada hace
poco, se reescribió otra vez el récord de la subasta
del arte moderno chino. La obra Máscara N.° 14, de
Zeng Fanzhi se vendió por 8,8 millones de yuanes, ocho
veces más que lo estimado antes de iniciarse la pugna.
Con apenas 1,76 millones de yuanes, el pintor Zhang Xiaogang
logró el precio más alto de las obras de pequeño
formato, por su creación Serie de Camarada: Hombre,
que él mismo se encargó de romper con otra obra
de la Serie de Camarada: Mujer, adquirida por 1,98
millones de yuanes.
El Gran Buque Insignia, de Liu Ye comenzó
a cotizarse en 1,2 millones de yuanes y al final su comprador
se lo adjudicó en 9,35 millones de yuanes. La Rosa
Negra de la Danza y Memoria, de Mao Yan, se vendió
en 9.845.000 yuanes; mientras, la creación de Shi Chong,
Paisaje de Hoy, portada del folleto de presentación
de la subasta, salió por 16,5 millones de yuanes. Muchos
chinos con la ambición de enriquecerse casi se volverán
neurasténicos, debido a los estímulos de las crecientes
cotizaciones de las obras de arte moderno de China.
La galería de Huang Liaoyuan y Zhang Haoming se estableció
a la orilla del lago contiguo al Estadio de los Trabajadores de
Beijing, en septiembre de 2004. Según su posición
e influencia en el círculo de arte, a 3 años de
su apertura todavía es un lugar joven, pero su negocio
es muy próspero y activo. Huang Liaoyuan compró
una gran cantidad de obras de pintores de segunda línea,
pero pronto el valor de los cuadros creció en cinco o diez
veces y pasaron a competir con los artistas de primera línea.
Sólo 7 meses después de su inauguración,
la galería empezó a tener ganancias. El mercado
de los coleccionistas, hasta entonces dominado por los compradores
internacionales, se vio inundado por los nuevo ricos que surgieron
durante treinta años de Reforma y Apertura de China,
manifestó Huang Liaoyuan.
Sin embargo, tal florecimiento también generó preocupaciones
en el sector artístico nacional y extranjero. La opinión
del director del Museo Municipal de Arte Moderno de París
es muy representativa: Es muy llamativo el desarrollo del
arte en China, pero es preocupante su mercantilización
en demasía.
Por
su parte, Wang Yishan, gerente general de la Compañía
de Subasta Rongbaozhai, agregó que la cotización
de las obras artísticas de China ya no corresponde a la
ley del mercado, fuera de la capacidad económica de los
empresarios más exitosos del país, obviamente es
una burbuja.
Cuando poseíamos un mayor grado de libertad, aparecieron
al mismo tiempo más seducciones que nos hicieron perder
la habilidad de concentración. Pienso que hay un gran malentendido;
la gente siempre evalúa el grado de libertad por si es
controlado. Por eso cuando el Gobierno desató las riendas,
se pensó que iban a existir más espacios para la
creación artística, pero en realidad el mercado
y el interés comercial ocuparon el espacio para los libres
pensamientos. Según mi punto de vista, actualmente no es
el Gobierno, sino el mercado quien está limitando e influyendo
en la libertad de las personas. Por otro lado, es ahora que la
gente ha adoptado una actitud más madura por la política,
indicó Xu Bing, ante su obra Escritura del Cielo,
terminada en 1988.
El modernismo del arte chino comienza a aprender e imitar a Occidente,
que más tarde, como una cultura poderosa, dominó
la orientación del desarrollo del arte contemporáneo.
Por otra parte, en los últimos dos años las autoridades
se han vuelto más tolerantes y los artistas se han convertido
de chicos de espíritu rebelde e independiente en consentidos.
Desde los dos estándares de independencia de la realidad
social y el valor artístico, se carece de excelencias auténticas
en el círculo de arte del país, por eso ya es tiempo
de realizar ajustes y reflexiones. Me parece que los artistas
deben hacer una retrospectiva de la década del 80, es decir,
regresar al punto de partida del arte moderno de China, para meditar
sobre el futuro del arte, opinó Xu.
Es necesario buscar un espíritu humano perdido,
un espíritu artístico por el que pueda lucharse
de manera independiente, pese a la dominación de la globalización,
la mercantilización y la sistematización. Sueño
con que el arte moderno chino deje de ser muestras y mercancías
y se convierta en un terreno, igual que la ciencia, la religión
y la filosofía, capaz de producir una influencia positiva
sobre la cultura china y mundial, suspiró el famoso
curador Gao Minglu.
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