Shanxi beneficia el medioambiente actual y futuro

Por GAO YAN y LI LIKUN

Desarrollar la elergía eléctrica de Shanxi es la misión de la Compañía de Energía Eléctrica de Shanxi.

Shanxi es bien conocida como una de las principales fuentes de energías que conduce el desarrollo social y económico de China. La provincia asegura una cuarta parte del carbón del país, así como una decimoséptima parte de la electricidad generada a base del propio mineral y dos quintas partes del coque. Y, como en cualquier región del mundo en desarrollo, el auge de su energía e industria química, dos de los pilares de la economía local, ha llegado a significar un costo elevado para el medio ambiente y los recursos de la región.

Actualmente, el Gobierno ha pedido que se ponga fin a la práctica de procurar beneficios económicos con miopía, a expensas de las futuras generaciones, y los principales representantes del sector industrial local, incluyendo la Compañía de Energía Eléctrica de Shanxi (CEES), están respondiendo positivamente.

“La electricidad es un símbolo de la civilización moderna, fundamental para el logro de una sociedad próspera. Como una gran firma, CEES debe honrar sus responsabilidades sociales en el desempeño de hacer una contribución económica. Esa es la única manera de ganar el respeto del público”, dijo recientemente a sus empleados, Wang Shuxiang, gerente general de la empresa.

Control de los contaminantes

La contaminación crónica es una plaga para Shanxi, y la aplicación de las medidas para resolver el problema a menudo enfrenta una enorme resistencia de algunos organismos locales. Muchos de los objetivos fijados por las autoridades para reducir el consumo energético y la contaminación no habían sido satisfechos. Para cambiar la situación de una vez por todas, Shanxi lanzó en 2006 una campaña concertada contra las industrias contaminantes, reuniendo los esfuerzos de 14 departamentos de administración gubernamentales de la provincia, incluidos los de protección medioambiental, energía, ferrocarriles, bancos y la comisión local de control disciplinario y supervisión del Partido Comunista de China.

El suministro de elctricidad es muy importante para el desarrollo económico y social.

En 2007, el gobierno provincial firmó pactos con nueve de sus ciudades acerca de la revisión de sus industrias de hierro y acero. Cada localidad debe ahora elaborar una relación de los fabricantes contaminantes de ambos productos y cerrar sus negocios. Al mes siguiente de la publicación de la lista, a los involucrados les serán cortados el suministro de agua y electricidad y se les prohibirá usar las vías ferroviarias. Además, en un plazo de tres meses se les revocará su licencia de operación.

Las medidas eficaces de disuasión contuvieron el acceso de los contaminantes de energía, agua, transporte y préstamos bancarios. El mensaje advierte claramente que los infractores, a partir de ahora, pueden enfrentar graves consecuencias.

La CEES es una firme defensora y participante esencial en la campaña. En 2006, en colaboración con las autoridades de protección medioambiental del país, suspendió el suministro de energía eléctrica a 218 minas y 263 fábricas dedicadas a la producción de coque, metalurgia, química y energía, y desmanteló las infraestructuras de más de 26 plantas altamente contaminantes.

La cantidad total de energía eléctrica ahorrada llegó a casi mil millones de Kw/h. En 2007, conforme a la ley, la compañía cortó el servicio eléctrico a 117 fábricas altamente contaminantes e impuso medidas punitivas a otras 148 consideradas ecológicamente irresponsables.

Continúan los trabajos para el desarrollo eléctrico.

La prevención es siempre la mejor política y para ello la empresa ha estipulado que las nuevas empresas no puedan conectarse a la red eléctrica sin haber sido certificadas con las normas que establecen la protección ambiental nacional y local. Asimismo, ha intensificado la inspección de las líneas eléctricas, en particular las que alimentan las minas de carbón, a fin de prevenir que la electricidad sea robada o transferida ilícitamente.

Respetando el refrán de que “uno debe comenzar desde su propio patio”, el gigante corporativo ha promovido la tarea de desulfuración en las plantas de energía y se ha esforzado por aumentar su eficiencia energética y mejora medioambiental. En 2007 publicó su primer informe de responsabilidad social, en el que se compromete a respetar las decisiones adoptadas por los gobiernos central y provincial para la protección del medio ambiente y especificó las medidas que deben tomarse al respecto.

Tiempo para el cambio

Desde que el país iniciara la Reforma, hace tres décadas, la economía china ha hecho progresos espectaculares. Esta prosperidad, sin embargo, se ha logrado con un gran costo para el medio ambiente y la salud pública. De hecho, la contaminación ha llegado a un nivel tal que en la actualidad representa un riesgo perjudicial para el desarrollo futuro del país, obligando a adoptar prontas medidas correctivas.

Para el XI Programa Quinquenal (2007-2012), China estableció la meta de reducir su consumo de energía en un 20 por ciento del PIB, y su volumen total de emisión contaminante en un 10 por ciento.

La reunión central del trabajo sobre la economía de 2007 llamó a llevar adelante con firmeza y de manera constante un fuerte control de la utilización de la energía y las emisiones. Shanxi tiene abundante carbón, por lo que la población local se jacta: “Sólo se necesita una pala para explotar el carbón en Shanxi”.

Los ricos yacimientos carboníferos por un lado contribuyen a generar enormes volúmenes de electricidad, fomentando la economía de la provincia, pero por el otro, contaminan la atmósfera. De la polución del aire, el 57 por ciento es causado por el dióxido de azufre y la mitad de la descarga química puede atribuirse a la industria eléctrica local.

Una seria solución al problema es colocar instalaciones de desulfuración en las centrales termoeléctricas con carbón como combustible, lo que significa una transformación formidable para una gran cantidad de plantas de energía en Shanxi y la pérdida considerable de producción y, en consecuencia, de beneficios, a causa de la construcción durante el tiempo de inactividad.

Tomando en consideración los costos de corto tiempo y las ganancias a largo plazo, la CEES ha estimulado desde 2006 a sus plantas a implementar la desulfuración actualizada y ha programado atentamente su funcionamiento, para hacer viable la suspensión de la producción en algunas plantas. Gracias a su plan general y medidas paliativas, el impacto de este cierre temporal de los grupos generadores en la economía local se redujo al mínimo.

De acuerdo con las cifras de la Administración Estatal General de Protección Ambiental, las emisiones de dióxido de azufre en el territorio disminuyeron en 37.900 toneladas, ó 2,5 por ciento, en 2006, respecto del año anterior. El descenso, aunque fuera modesto, fue el primero de su género en 20 años de avance económico. Este ímpetu continuó en 2007.

En los primeros seis meses del año pasado, la emisión de dióxido de azufre y DQO (Demanda Química de Oxígeno) registró una reducción de un 6,6 y 3,5 por ciento, respectivamente, y se estima que el consumo de energía por cada valor agregado de 10.000 yuanes en la producción industrial bajó más de un 4,23 por ciento. Al mismo tiempo, el valor bruto de producción de la provincia sumó 251.160 millones de yuanes, una subida de un 14,1 por ciento en comparación con el mismo período del año previo. Hasta el cierre de 2007, todas las plantas eléctricas de Shanxi completaron el trabajo de desulfuración.

Dolorosa reorganización

A fin de economizar la energía y aumentar la eficiencia, el Estado ha pedido a los gobiernos locales y las empresas más pequeñas cerrar sus unidades de generación y reemplazarlas con las más grandes, a través de fusiones y adquisiciones.

El equipo disciplinario de la Compañía de Energía Eléctica de Shanxi es una garantía laboral.

El Consejo de Estado especificó que durante el XI Programa Quinquenal, en la provincia de Shanxi, deben eliminarse obligatoriamente las pequeñas unidades generadoras con una capacidad total de 2,67 millones de Kw. En 2008 se han parado los generadores similares de 150 mil Kw.

Antes de finalizar el 2007, la provincia abandonó las pequeñas unidades generadoras de un total de 660 mil Kw. Apagar tantas plantas en un período tan breve inevitablemente ha traído tensiones a la red eléctrica local y amenazó con importantes subidas de los precios de la energía.

La Compañía de Energía Eléctrica de Shanxi prepara con antelación las políticas para corresponder la influencia. Por ejemplo, después de cerrar los cuatro generadores de las unidades de 12 mil Kw. de la Central Bagong y cuatro de 25 mil Kw. en la Central de Houma, a fin de disminuir las pérdidas económicas, transfirió rápidamente sus cuotas restantes a otras plantas eléctricas. También envió personas a otras regiones, para aprender de sus experiencias, de modo que cooperando con el Gobierno y empleando materiales de primera mano, elaboren políticas y medidas fáciles de aplicar, de acuerdo con las condiciones locales.

Reglamentos generales

En los últimos años, la CEES se ha atenido al principio del Estado sobre la demanda de una producción más limpia, mayores unidades generadoras y menos instalaciones pequeñas y poco eficientes. A la luz de este principio, la compañía cumple activamente las responsabilidades empresariales y coopera con el gobierno provincial en elaborar el objetivo de ajuste y control de la generación eléctrica anual, así como su administración estricta, respetando el índice emitido por la Comisión Provincial de Economía.

Llevar la luz eléctrica a todos los rincones de Shanxi.

Teniendo en cuenta esos aspectos contratan a los supervisores de las fábricas y mediante sus informes mensuales sobre la red de control de la información en el sitio Web, se reúnen cada tres meses, a fin de revisar el ajuste y administración de la energía eléctrica.

En estas circunstancias, las centrales de Tianqiao y Wanjiazhai han logrado generar volúmenes récord de energía. Las horas promedio de uso de sus unidades grandes y medianas se acercan o sobrepasan las seis mil por año; el tiempo laboral anual de la unidad generadora de desulfuración se ha incrementado en 50 horas, mientras llega a las 100 horas para las unidades de refrigeración de aire y 100 horas para el suministro de unidades térmicas.

El funcionamiento de las unidades de producción combinada de calor y electricidad depende de la cantidad de calor necesario por parte de las empresas. El funcionamiento de las pequeñas unidades alimentadas por gas de horno de coque, gas de altos hornos de carbón y gas de calor restante se ha programado de acuerdo a la cantidad de residuos de gas y calor a disposición. Para las unidades generadoras menores se genera electricidad tomando el principio de no malgastar el agua, y en los casos de las menores con alto consumo de carbón, se reducen las horas laborales. Además, la CEES ha bajado la tasa de pérdida del voltaje en su transmisión de 7,45 a 7,35 por ciento, a través de una inversión en la red y la gestión.

Diferencia de precio de la electricidad

A fin de controlar la contaminación, la Compañía de Energía Eléctrica de Shanxi adoptó varias estrategias. A partir del 1 de octubre de 2006 comenzó a aplicar la política diferencial en el precio de la electricidad e incrementó su tasa de 0,1 y 0,03 yuanes por Kw/h, respectivamente, para las empresas que pertenecen al tipo prohibido y restringido, como las de hierro y acero, ferro-aleaciones, cemento y carburo de calcio. Igualmente, desde el 1 de enero de 2007, dicha cifra subió en 0,15 y 0,04 yuanes por Kw/h para 400 fábricas. El alza de precios ha significado que es imprescindible para los grandes consumidores de energía adoptar técnicas y realizar transformaciones, o de lo contrario corren el riesgo de ir a la quiebra.

Liu Guang (centro), secretarios del Comité del Prtido Comunidsta de China en la Compañía de Energía Eléctrica de Shanxi, en su puesto de mando.

De acuerdo con las “Opiniones sobre la aplicación de la política de diferencia en el precio de la electricidad”, un documento emitido conjuntamente por la Administración de Precios, la Comisión de Desarrollo y Reforma, la Comisión de Economía, la Administración de Protección Medioambiental y la Oficina de Supervisión de la Electricidad, de la provincia de Shanxi, señala que el costo de la electricidad ocupa un porcentaje alto en los productos de consumo de alta energía de tipo restringido, como el de aleación de hierro y carburo de calcio, que registra un 50 por ciento. Sin embargo, según los cálculos realizados, la CEES perderá 1.300 millones de Kw/h por la aplicación de esta política. El ingreso obtenido por la diferencia en el precio de la electricidad va a parar a las finanzas del Estado. Además, sólo en 2006 se redujeron 700 millones de Kw/h.

Por largo tiempo el sector de la energía eléctrica se sitúa en una posición monopolista. No obstante, este viaje a Shanxi nos permitió percatarnos del fomento de la conciencia en las responsabilidades sociales de la CEES. Las empresas no escatiman sacrificar sus beneficios pequeños para responder a las medidas y políticas del Estado, lo que sin dudas es también un progreso. El “tigre de la electricidad anterior” se ha fundido en la familia social y ha hecho contribuciones para la prosperidad de la sociedad y el desarrollo de la economía.

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