Arte reformista y aperturista
Tan revolucionario como la vida social y económica del
país ha sido el recorrido de las artes chinas a lo largo
de tres décadas de Reforma y Apertura, con las que se rompió
la burbuja que mantuvo a los pintores, novelistas, cineastas,
músicos, actores y otros exponentes de la cultura local
aislados de los clásicos y tendencias contemporáneas
de Occidente.
La corrección de los errores de la Revolución Cultural
abrió las puertas de los museos e instituciones artísticas
del país, hasta entonces un gueto de la propaganda política
y el arte proveniente de la desaparecida Unión Soviética,
a obras del naturalismo, impresionismo y expresionismo de Estados
Unidos, Alemania o Francia, que generaron una gran repercusión
en el público y los creadores locales, y la traducción
al mandarín de libros de muchos teóricos y filósofos
occidentales, todo lo cual resultó caldo de cultivo para
las jóvenes generaciones y en especial los universitarios.
No pasó mucho tiempo antes que una nueva hornada de pintores
chinos, ávidos por confrontar otras vertientes, hicieran
época llevando a sus obras el realismo lleno de críticas
y pronósticos de una sociedad que iniciaba entonces
una acelerada andadura de inserción en el escenario internacional
en todos los sentidos, sacando a la luz los contrastes entre
la pobreza y la prosperidad, el progreso y el atraso, lo novedoso
y lo viejo, y generando la polémica propia que acompaña
a todo proceso de este tipo, usualmente salpicado por capítulos
antagónicos entre los ortodoxos que acceden a los cambios
a regañadientes ante la presión social y quienes
impulsan las transformaciones.
El interés mundial por un país que comenzaba a
deslumbrar al mundo con sus zancadas económicas se hizo
notable también por la plástica, el cine, la literatura,
la música y otras manifestaciones artísticas de
esta milenaria nación y poco a poco, a fuerza de la calidad
de sus propuestas, los artistas chinos fueron ganando un merecido
espacio en las principales capitales culturales de Europa y América.
Botón de muestra de ese talento será la ceremonia
inaugural que prepara Beijing para dar la bienvenida a los deportistas
de todo el mundo que acudirán a los Juegos Olímpicos
del verano próximo, confiada a uno de los más destacados
exponentes de la industria cinematográfica local, Zhang
Yimou.
Los artistas rompieron ataduras y surgieron muchos grupos de
jóvenes talentos inspirados en el espíritu de libertad
e innovación, contribuyendo con sus obras a la reflexión,
liberación del pensamiento y promoción de la reforma
social y política. El contenido de su arte ganó
el reconocimiento e interés de afamadas galerías
foráneas, muchas de las cuales han tenido que voltear la
mirada en los últimos años a los tantos espacios
artísticos creados en la capital china y el resto de las
ciudades del país.
Han sido tres décadas de florecimiento, no exentas tampoco
de inconvenientes, desaciertos y vicios, que han allanado el camino
al mercantilismo, el desorden, el aburrimiento, la desorientación
y la decepción, lo que obligó luego a los artistas
a replantear conceptos y realizar un viraje importante hacia la
vida real de los chinos.
|