Nueva comunidad y su cultura

Por HOU RUILI

Votación en la comunidad de Meiliyuan para elegir el director del Comité de Vecinos.

En las nuevas comunidades residenciales, donde se yerguen modernos edificios de viviendas comerciales, la relación con los miembros del Comité de Vecinos resulta muy diferente. Allí los residentes participan activamente en la administración pública y elevan conscientemente su capacidad en el auto-control comunitario y la defensa de sus propios intereses y derechos. En estos lugares, además de su función de coordinador del Gobierno en la administración de los vecinos, el consejo desempeña un papel sensitivo en la creación de la propia atmósfera cultural de la comunidad, caracterizada por su apertura y acceso fácil a todos sus miembros.

Jia Yumei y su comunidad moderna

Jia Yumei (primera a la dcha.) y los vecinos de su comunidad.

Dos años después de concluir su construcción, la comunidad residencial Meiliyuan (que en chino significa hermoso jardín) se planteó organizar un Comité de Vecinos. Consciente de su naturaleza de preferir el trato con las personas, más que con las cifras, Jia Yumei se decidió a abandonar su puesto de directora de oficina y su labor de contabilidad en una empresa de capital extranjero durante cinco años.

Al mismo tiempo también deseaba trabajar más cerca de casa, para cuidar mejor a su hijo, que actualmente cursa la escuela primaria. De este modo se despidió de su empresa y, después de pasar el examen público, se convirtió en trabajadora social. Como tal, no tardó mucho en ser designada para participar en los preparativos del Comité de Vecinos en Meiliyuan.

Además de superar el examen público, si alguien quiere ser director del Comité de Vecinos, tiene que ser elegido por los residentes del lugar. Según la Ley de Administración del Comité de Vecinos, el director, subdirector y miembros del consejo deben recibir los votos necesarios de las personas mayores de 18 años que vivan en la zona con derecho a elección (excluyendo aquellas que estén privadas de sus derechos políticos), por los representantes enviados por cada familia, o basado en la opinión de los electores, ser escogido entre los candidatos recomendados por cada grupo de habitantes.

“Primero elaboré y pegué una carta pública a todos los miembros de mi comunidad y luego acudí a cada familia, para confirmar si querían participar en la elección. En aquel entonces todos me prometieron tomar parte y firmaron un documento. Luego, los candidatos preparamos nuestras propias presentaciones y propuestas sobre el trabajo del Comité y las expusimos ante la comunidad con unos carteles hechos por nosotros mismos”, recordó Jia.

Competición femenina de trabajos manuales en la comunidad de Meiliyuan.

Después de dos rondas de votos para definir los candidatos y los miembros oficiales, finalmente se eligieron los 5 integrantes del Comité de Vecinos de la comunidad de Meiliyuan, entre los que Jia Yumei obtuvo el respaldo necesario para ocupar el cargo de directora durante un periodo de tres años, pero ya va por un lustro en el puesto, después de ganar la elección para un segundo mandato.

Este consejo aplica un grupo de normas laborales propuestas por Jia, como que sus miembros porten su identificación en un lugar visible, tratar con cortesía a los vecinos, no usar expresiones como “no sé”, “no se permite” y no dar largas charlas cuando se visita la casa de alguna persona por motivos de trabajo, así como preguntar si existen otras necesidades al terminar su servicio comunitario.

En realidad se adoptó un estilo de administración empresarial y la imagen del Comité ha dejado impresiones profundas entre los residentes de la comunidad. Además, se establecieron también varias directivas guías de más de diez aspectos para los trámites relacionados con la solicitud de beneficio social y la administración de los asuntos relacionados con personas provenientes de otras ciudades del país, entre otros aspectos. Cada trámite se define sistemáticamente en cuanto a motivo, personas o grupos objetos, orden de realización, materiales necesarios y período requerido.

Equipo de baloncesto de las mujeres mayores del vecindario.

Hasta la fecha en Beijing se ha efectuado en tres ocasiones la contratación pública de los candidatos a miembros de los comités de vecinos. Licenciados e incluso académicos del más alto grado han llegado por esta vía a trabajar en los consejos. Sin embargo, la cifra todavía es limitada, debido a su salario relativamente bajo, generalmente alrededor de los 2 mil yuanes. La aguda competencia por conseguir trabajo y la necesidad de cuidar mejor a la familia, no obstante, han posibilitado que aparezcan en este círculo algunos cuadros de experiencia laboral y alta habilidad, como Jia Yumei.

El sistema de elección del director del Comité de Vecinos hace que Jia siempre mantenga un sentido de crisis por su empleo. “Aunque hayas hecho un buen trabajo antes, si hoy no eres capaz de satisfacer a la gente, vas a ser despedido. Ya me he sometido a dos procesos electorales y no sólo me siento nerviosa, sino que también veo que tengo un conocimiento más profundo de mi trabajo y una perpetua madurez personal”, comentó.

Puente entre el Gobierno y los vecinos

Actividad de enseñanza y difusión científica para los niños.

Según Jia Yumei, dar explicaciones sobre las políticas gubernamentales forma parte importante de la labor del Comité de Vecinos. En comparación con las viejas comunidades y barrios, donde los residentes provienen de círculos sociales muy variados, este trabajo resulta más fácil en las comunidades de media y alta categoría, como Meiliyuan, en la que sus miembros son principalmente intelectuales, comerciantes, oficiales gubernamentales e integrantes de círculos artísticos y literarios.

Mientras, explicar a las personas cómo aprovechar plenamente las políticas estatales para sacar mayor beneficio es también sumamente primordial. Por ejemplo, con una cédula de anciano, los mayores de 70 años pueden tomar el autobús y entrar en los parques públicos gratuitamente. Esa identificación debe tramitarse a través del Comité de Vecinos. Los hijos de los trabajadores foráneos pueden ser admitidos por las escuelas en Beijing y los trámites concernientes se realizan en un plazo de apenas tres días en el consejo, que se ocupa igualmente de otras funciones administrativas del Gobierno, como el registro de las personas provenientes de diferentes regiones del país, equipamiento de las instalaciones contra los incendios, etc.

A partir de 2006, las autoridades chinas otorgaron a cada Comité de Vecinos 80 mil yuanes de fondo, destinados a los proyectos propuestos por sus directivos, que una vez aprobada la solicitud, se encargan de llevarla a la práctica. El capital que sobra en un año puede preservarse para el siguiente y continuar usándose.

Como la población china está envejeciendo y los mayores constituyen el principal grupo de personas que permanecen en la comunidad por el día, muchos comités aprovecharon este fondo para construir las casas para ancianos o salones de actividades, donde éstos juegan cartas o se reúnen a charlar y divertirse. En Meiliyuan, por ejemplo, dado el alto porcentaje de intelectuales que tiene la comunidad, se instaló una biblioteca. “El constructor nos brindó gratuitamente la sede para esta institución y el Gobierno invirtió 100 mil yuanes. El Comité organizó la mano de obra para la remodelación y compró los primeros libros. Cada año solicitamos un presupuesto de lo que nos asigna el Estado, para adquirir nuevos títulos, revistas y periódicos. La biblioteca está abierta a todos los habitantes de la comunidad, por el día quienes vienen son principalmente los ancianos, y por la noche los jóvenes y personas de mediana edad.

Contiguo a la biblioteca se ubica un salón de actividades, donde frecuentemente se celebran espectáculos organizados por los propios vecinos. Recientemente, con el dinero que entrega el Gobierno, se compraron los equipos necesarios para un Karaoke.

Por lo limitado que es el fondo asignado, conforme a Jia, ella siempre piensa en aprovechar al máximo el valor de este dinero y trata de gastar menos e incluso no gastar nada.

Construir la plataforma de ayuda mutua entre los vecinos

En la sala de actividades de la comunidad, Song Liying está enseñando a seis vecinas cómo hacen los artículos artesanales con pequeñas bolitas de plástico, entre las cuales la mayor tiene más de 80 años. Song se jubiló como obrera hace muchos años y desde entonces permanecía casi todo el tiempo en casa. Cuando vio el aviso de que el Comité estaba reclutando voluntarios, no dudó en poner su nombre y fue designada encargada del grupo para la enseñanza de la cultura física y artística, dedicado a desarrollar plenamente las habilidades de los miembros de la comunidad y ofrecer diversas actividades. De este modo abrió su clase de tejido.

Voluntarios de la comunidad de Meiliyuan.

Enriquecer el contenido de la vida de los vecinos con el aporte de los voluntarios es otro sistema planteado por Jia. Peng Yan, de 47 años, trabaja como bibliotecario en la Universidad Pedagógica de la Capital y en calidad de voluntario realiza la misma labor en la biblioteca de la comunidad, donde llevó a cabo la clasificación y etiquetaje de más de diez mil libros, aprovechando su conocimiento profesional. Una señora del vecindario que acudió a solicitar un texto, señaló que antes, cuando vivía en los antiguos callejones, el servicio comunitario que podía disfrutar se limitaba a cortarse el cabello o reparar las bicicletas gratuitamente.

Actualmente hay 5 grupos de voluntarios en la comunidad. El de servicio para los mayores se dedica a ayudar a los ancianos con dificultades de locomoción y el de reforestación y protección ambiental se encarga de plantar árboles, limpiar el césped y recoger los envases de plástico. Según las normas, cada voluntario tiene que cumplir un tiempo mínimo de servicio de 50 horas por año, pero todos trabajan durante mucho más tiempo. Pese a la prioridad de acceder a servicios ajenos de los voluntarios, Jia Yumei confirmó que realmente la promoción mayor para éstos es la exhibición de sus méritos en los carteles al final del año. Con el objetivo de lograr el orden y la armonía de la comunidad, los sistemas resultaron imprescindibles, pero intransigentes e incompletos, pues se requiere también del estímulo espiritual y sentimental a los comunitarios para su participación en mayor grado.

En el supermercado ubicado al lado de la entrada del vecindario el Comité se puso de acuerdo con dos vendedores de verduras y éstos les facilitaron sus teléfonos, para que los residentes puedan hacer sus pedidos y recibir las entregas en la casa. Más de 10 negocios próximos a la comunidad llegaron a arreglos similares con el Comité, como un salón de belleza, una farmacia, una lavandería y una tienda de mascotas, en cuyas puertas se pegan logotipos repartidos por el consejo, que recomendó tales servicios a las personas y solicitó precios más baratos para los minusválidos, ancianos y niños, y exige se garantice la calidad. Si se presentan reclamaciones por parte de los miembros de la comunidad, al año siguiente se cancela el acuerdo de cooperación.

Candidatos o directores de comités de vecinos del distrito de Daoli, en la ciudad de Harbin, tomaron parte en un examen de habilidades por ordenadores.

En los días festivos, el Comité organiza espectáculos de gran magnitud, ocasiones en las que desempeñan un rol principal los grupos de danza, coros y equipos de Kong-fu de la comunidad, además de algunas personas que muestran su especialidad artística. En una presentación Wang Nan tocó varias piezas con el Zheng (instrumento musical tradicional chino), recibiendo los aplausos del público, y finalmente participó en una danza colectiva. “¡Fantástico!”, exclamó excitada la chica, mostrando una expresión de satisfacción. “Después de tanto tiempo de práctica y ejercicio es inevitable que se sienta aburrida y harta. Pero con la oportunidad de exhibir su habilidad con el Zheng ante el público, aumentó mucho su interés y pasión por tocar este instrumento”, comentó su mamá.

En Meiliyuan hay más de 580 familias de “nido vacío”, más de dos quintas partes del total. El Comité frecuentemente organiza actividades como excursiones o visitas turísticas. De este modo “los mayores poseen una plataforma de comunicación e intercambio y pueden atenuar su soledad.

“En las nuevas comunidades residenciales, la familiarización entre los vecinos cercanos está sustituida por una nueva relación pública, el cambio que otorgó a los vecinos las oportunidades de participar en el trato social y concebir una nueva cultura pública. Este incremento del nivel de autoadministración y de la pasión por participar en los asuntos públicos va constituyendo el fomento y energía para impulsar a China a entrar en la sociedad de la ciudadanía”, señaló Miu Qing, investigador adjunto de la Academia de Ciencias Sociales de Beijing.

Actualmente, acaba de comenzar a desarrollarse la cultura comunitaria, en la que toma parte el público. Según una encuesta realizada por Miu Qing en 2006, un 43% de los encuestados no sabía cómo asistir a las labores comunitarias, un 30% consideraba que las actividades organizadas en la comunidad carecen de atractivos, un 24% se mostraba indiferente por lo que sucede en el entorno donde viven y el 67% creía que la población no quiere participar en el trabajo de su zona residencial por falta de tiempo. Sobre este resultado, Miu Qing comentó que por un lado comprobó que hay todavía un gran espacio para el desarrollo de la participación pública en las administraciones comunitarias y municipales, y por el otro, cómo promover la participación de los ciudadanos en la administración de las comunidades futuras, especialmente una participación sistemática de abajo hacia arriba, con el fin de satisfacer las diversas necesidades de la población, será una cuestión que necesitará de estudios más profundos.

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