
Por ZHANG XIWEN
Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang,
es una ciudad que frecuentemente está cubierta de nieve.
Bajo las copiosas nevadas y con mucho frío, la gente en
la calle apenas puede mantener los ojos abiertos y siente como
si el fuerte viento les cortase la cara.
Esta es una de las grandes urbes chinas más próximas
a Siberia y su ubicación geográfica, en la llanura
Songnen, no le ofrece ninguna protección contra el frío
proveniente del norte, de manera que la temperatura pueda descender
hasta -38°C en pleno invierno.
Para protegerse del intenso frío, los harbineses se cubren
la cara con una bufanda que sólo deja ver los ojos. En
esta ciudad, se puede decir que el invierno comienza a partir
de noviembre hasta mayo siguiente, mientras que la nieve condensada
se funde y los árboles se ponen a brotar. Casi la mitad
del año transcurre en estas condiciones.
 |
la natación invernal
es una de las pr[activas habituales de algunos lugareños. |
Sin embargo, la población autóctona gusta del frío
y cada invierno celebra competencias de natación y zambullidas
en el agua congelada. Una asociación deportiva suele ocuparse
de preparar la pista, abriendo el hielo del río Songhua,
que atraviesa toda la ciudad. En ese momento mucha gente acude
a presenciar las pruebas. Mientras los espectadores tiemblan a
veces de frío, pese a llevar gruesos abrigos, los nadadores
son vigorosos y llenos de energía. Dicen que las actividades
físicas invernales, como el baño a bajas temperaturas,
esquí, patinaje y ejercicio físico al aire libre,
son buenas para la salud.
Cada año, del 5 de enero hasta el final de febrero, esta
gélida urbe patrocina el Festival Internacional del Hielo
y la Nieve, durante el cual se organizan la fiesta de las linternas
de hielo, la fiesta del esquí y su célebre concurso
de esculturas de hielo y nieve, además de la diversión
en el parque de atracciones Gran Mundo.
Harbin tiene un determinado carácter occidental, no sólo
debido a sus iglesias y edificios de estilo europeo, sino también
por el nombre de algunas de sus calles, como Varsovia, Japón,
Mongolia, Corea, Bélgica, Grecia, Serbia y Balcanes.
Según registros, entre los inmigrantes que antes se instalaron
aquí, se contaban estadounidenses, rusos, británicos,
franceses, italianos, austriacos, portugueses, griegos, daneses,
suecos, turcos, iraníes, coreanos y japoneses. En total,
estas comunidades sumaban decenas de miles de personas. Aunque
muchas de esas familias abandonaron la ciudad desde hace algunas
décadas, a los jóvenes harbineses les gusta celebrar
las fiestas navideñas al estilo occidental.
Hábitos típicos de la región, pese a que
la temperatura sea de -30°C, son por ejemplo, las faldas de
lana y botas altas que prefieren llevar las chicas y andar por
la calle tomando helado. Los hombres y mujeres mantienen la costumbre
de beber cerveza en vasos grandes y a los ancianos les atrae la
natación invernal y la caza, como a los rusos de entonces.
En la actualidad, la mayoría de las iglesias y residencias
de estilo occidental han desaparecido y la antigua estación
ferroviaria de estilo ruso fue sustituida por una nueva.
 |
Obreros sacando
hielo del río Songhua. |
Pero hay excepciones. En Harbin cabe mencionar un antiguo restaurante
de estilo occidental: Huamei. El negocio siempre tiene buena clientela,
tanto en invierno como en verano. La gente lo visita, lógicamente,
para comer, pero también para realizar un sueño
y guardar el recuerdo. Se puede decir que desde su fundación
ha recibido la visita de casi todos los lugareños. El sitio
está amueblado con buen gusto y los platos preparados son
muy originales y europeos. La gente de Harbin suele invitar a
los amigos visitantes a comer allí, donde se pueden probar,
entre otros platos, la carne de oveja, bistec, chuleta de cerdo,
consomé de col y crema de Kiev, pollo asado, así
como beef y cordero cocidos a vapor. La carta de bebidas incluye
vinos, whisky, cerveza Harbin o de otros tipos de alcohol. Las
personas consideran a este lugar conveniente para celebrar acontecimientos
como el ingreso a la universidad o una promoción laboral.
Después de una comida en Huamei, se puede ir al antiguo
hotel de enfrente, de estilo francés, para saborear un
café. Luego se pueden hacer compras en Qiulin, un centro
comercial muy conocido, que se encuentra en un edificio de estilo
ruso. Desgraciadamente, en ese sitio hoy ya no predomina la calma
y elegancia de otras épocas, pues a todas horas recibe
una gran cantidad de clientes.
|