El protocolo de comer

Frecuentemente los extranjeros se quedan sorprendidos por lo variado de la comida china y algunos tienen problemas con los palillos.

En China “¿Has comido?” es el saludo más escuchado, aunque en los sitios de hábitos occidentalizados, como oficinas de las grandes compañías, éste tiende a ser sustituido por “¿Cómo estás?”. El primero también suele emplearse entre los vecinos chinos, pues la gente de este modo muestra una especial familiarización y cercanía. De aquí podemos notar la posición que el comer ocupa en la vida de los chinos.

“Ante un banquete rico, en los ojos de los chinos se nota lo mismo que los de los occidentales, cuando miran un grupo de bellas mujeres”, expresó con humor una escritora china. Es una broma, pero lo cierto es que los naturales de este país se acostumbran a relacionar la belleza femenina con la delicia de los platos. Tradicionalmente se considera perfecta la mujer que combina su buena apariencia con la habilidad para cocinar.

Cultura culinaria

Faltando aún mucho tiempo para la llegada de la celebración más importante de China, la Fiesta de la Primavera, que este año comienza el 7 de febrero, la mamá de Kong Fanying comenzó a estudiar el menú para la denominada noche vieja. “Sin duda alguna va a preparar las albóndigas”, afirmó Kong con anticipación. No sólo en la mesa de su familia, sino en la de casi todas las familias chinas, esa noche se sirve este platillo, porque su forma se considera un voto para el nuevo año, de unidad familiar y que el nuevo período termine de manera feliz. Aunque a Kong Fanying no le gustan nada las albóndigas, esto no le impide heredar la costumbre de su mamá de prepararlas en los días festivos.

Además de las albóndigas, hay otros platos para los buenos votos, como el pescado, que supone abundancia, mientras los tallarines son necesarios para el festejo de cumpleaños por su significado de larga vida y frente a los pasteles siguen manteniendo su dominio.

El licor desempeña un importante papel en los banquetes de los chinos. Muchos restaurantes de comida china en el extranjero han cambiado el sabor original para adaptarse al gusto local.

Al librarse de la amenaza del hambre, la gente empezó a preocuparse más por la atmósfera en la mesa que el contenido y disfrutar también de la alegría de la familia reunida. Recientemente una telenovela popular reveló un tema similar: cinco hijos de una pareja adulta, abandonaron su casa para emprender su propia vida. Para tener más oportunidades de ver a sus hijos, a partir de entonces más ocupados, el anciano fingió estar enfermo y pidió que sus descendientes volvieran a vivir en su casa y las nueras prepararan la comida de toda la familia por turno. Después de muchos malentendidos, resistencia y riñas, la familia logró acercarse en la mesa.

Esta telenovela narró una típica historia china, que corresponde a la tradicional ética del país: la gente comparte un sentimiento muy cercano al compartir en la mesa una olla de comida. Quizá por esa razón es muy difícil convencer a los chinos que acepten el régimen de comida occidental, que sirve a cada uno su porción individual.

Menú en chino e inglés expuesto en un bar de Shanghai, la ciudad del país que más extranjeros y chinos reisdentes en el exterior recibe. Un extranjero aprende a preparar los ravioles en el solsticio invernal, comida especial para ese día en el norte de China.

Lo cierto es que el acto de comer sobrepasó ya el placer del paladar y se ha convertido en una actividad sentimental. A ojos de los extranjeros, la comida de los chinos siempre es alborotosa y ruidosa, por las conversaciones en alta voz. En realidad, detrás de un ambiente tan animado, existen numerosos y complicados protocolos propios del banquete.

Kong Fanying proviene de la provincia de Shandong, pueblo natal del Confucio, y desde muy niña conoció bien estas cortesías necesarias en la mesa. El asiento principal pertenece al papá, el segundo a la mamá y los hijos toman el orden según su edad. El menor debe sentarse más cerca de la puerta o el pasillo. Hace 2.500 años Confucio dijo: “Cuanto más refinada sea la comida y más picada la carne, tanto mejor”, dando especial importancia al corte y preparación de los materiales. Y agregó que no se debe servir carne mal cortada ni colocar los asientos desordenadamente.

En los banquetes oficiales existen muchas normas para servir los platillos, que por lo general el restaurante se encarga de atender. Lo que corresponde a los clientes es sentarse según el orden. El asiento principal pertenece al anfitrión y frente a él casi siempre se ubica un compañero suyo, para velar por las necesidades de los invitados.

En diferentes regiones del país hay detalles muy desiguales en la cortesía, pero una política fundamental consiste en que los invitados son lo primordial.

Cortesía del anfitrión

El esposo de Kong Fanying trabaja en una compañía de capital foráneo y frecuentemente participa en las reuniones familiares del presidente extranjero, celebradas con motivo del cumpleaños de éste o de los distintos festejos occidentales. Los invitados se presentan siempre con obsequios sencillos, como una botella de vino tinto. Esto dejó al padre de Kong Fanying un poco sorprendido. Según el suegro, la tradición indica que los subordinados deben invitar a sus directores a comer, y en las ocasiones en que acuden a una cena en casa de este último, deben llevar regalos relativamente caros, para mostrar su respeto.

Buscar ostentación y mostrar el debido respeto forman un factor necesario de consideración cuando los chinos planean celebrar alguna reunión o actividad, por eso muchos no entienden que en estas ocasiones los occidentales sólo sirvan a los invitados un sándwich sencillo. En abril de 2006, el presidente de China, Hu Jintao, fue invitado por el magnate de Microsoft, Bill Gates, a cenar en su casa. El menú estuvo compuesto por una selección de varios platos principales, como ensalada de gallina de Guinea ahumada con avellanas, filete de carne de res, marisco de Alaska y vegetales, y como postre una torta de crema y almendra. Cuando el menú fue revelado por la prensa, muchos chinos expresaron que esta cena no se correspondía con la posición del dueño, entre las personas más ricas del mundo. Pero en realidad esto sólo es una diferencia entre el hábito y la cultura.

Sea una reunión entre amigos o familiares o las cenas por motivo de trabajo, los chinos creen que lo importante y primero es la abundancia, mucho más rica que los días ordinarios. Lo impresionante para Kong Fanying es que, aunque la economía familiar anduvo en apuros, su mamá pidió dinero prestado para comprar carnes y licores y atender a las visitas.

Para los asuntos de negocios, el acto de comer en sí pasa a un segundo plano, lo importante es seleccionar un lugar conveniente. “En establecimientos de alta categoría, significa que damos más atención a los asuntos relacionados con los negocios”, y por supuesto resulta más accesible para llegar a un fin satisfactorio. Por esa razón, en el círculo comercial la gente concibe una cena o un almuerzo como el mejor medio para establecer una relación de cooperación.

Deudas en el trato social

Puede decirse que desde su nacimiento, la vida de los chinos está llena de oportunidades para sentarse con personas conocidas a disfrutar una rica comida, ya sea para celebrar cumpleaños, bodas, aniversarios u otros acontecimientos.

Cuando uno recibe una invitación para tales motivos, por lo general tiene que asistir con obsequios. En otras épocas, los regalos fueron variados, pero últimamente la gente prefiere regalar dinero directamente.

Se calcula que en esas oportunidades de trato social, las familias urbanas gastan anualmente miles de yuanes, cifra que en el campo se reduce a centenares de yuanes, aunque en ambos casos equivalen a una parte considerable de los egresos familiares.

Incluso, los alumnos universitarios también están influenciados por esta costumbre. Una encuesta realizada en el Instituto de Administración Económica de la Universidad de Comercio de Hebei mostró que un 90% de los estudiantes tiene que invitar a sus compañeros a comer por sus cumpleaños, gastando desde 50 yuanes hasta miles de yuanes. Además, obtener la beca o ser seleccionado como cuadro estudiantil, también representan motivos justificados para convocar a una buena cena.

Este tipo de proceder fue criticado como “burbuja de relación social”. Para gozar puramente de las exquisiteces, entre los jóvenes se forma la moda de que varios desconocidos hacen citas por Internet para compartir una comida en un restaurante y luego pagan por separado. Muchos expresaron que esta medida garantiza saborear más platillos deliciosos por menos dinero, pero por otro lado reveló una separación cada día más grande entre las personas.

Dirección: Calle Baiwanzhuang 24#, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoyes@yahoo.com.es
---------chinahoylm@yahoo.com.mx
Todos los derechos reservados: China Hoy