Comida china
La comida es, sin dudas, uno de los principales ingredientes
de la cultura de cada país y, por fortuna, uno de los primeros
elementos con los que toda persona tiene contacto una vez llegada
a cualquier destino, por el obvio apetito que sentimos después
de un viaje, mayor en aquellas oportunidades en que vamos de un
hemisferio a otro del planeta.
Entre las expectativas intangibles que cargamos todos en nuestro
equipaje aparece siempre el interés por conocer el arte
culinario del lugar al que nos dirigimos, en especial cuando lo
hacemos por primera vez, y más aún si se trata de
una nación mítica y milenaria como China.
Desde la lejana época del célebre Marco Polo, no
son pocas las historias que se han cocido sobre la
comida china más allá de mares y fronteras, a las
que la infalible teoría del rumor ha añadido todo
tipo de ingredientes, algunos de los cuales han contribuido
a crear mitos absurdos, como aquel que afirma que para los chinos
todo lo que camine, nade o vuele es comestible.
Ciertamente la dieta de los habitantes de este país es
tan rica y diversa como la magnitud misma de su vasto territorio
y múltiples nacionalidades, y los hábitos alimenticios
de algunos varían en dependencia de la región y
pueden tener un diapasón mucho más amplio que los
de otros, llegando a incorporar platillos impensables en ciertas
latitudes, pero como dice el refrán, ni tan calvo,
ni con dos pelucas.
Conocer un país en toda su dimensión requiere indiscutiblemente
de un acercamiento respetuoso a su historia, cultura, costumbres
y tradiciones, pues sabido es que pese a que los emigrantes chinos
en América, Europa u otros rincones del planeta tratan
de preservar sus valores, entre ellos los culinarios, terminan
por amoldarse a la realidad que los circunda y hacen concesiones
que, quieran o no, degeneran su legado.
De ahí que no pocos aficionados a la comida china de grandes
ciudades europeas o americanas, donde existen los muy concurridos
barrios chinos, plagados de pequeños restaurantes o comercios,
encuentren realidades y sabores muy diferentes a los imaginados
o conocidos una vez que visiten este país.
La oportunidad de conocer la China actual, su culinaria y el
progreso que la ha llevado a incluirse en la vanguardia de la
economía mundial, la tendrán cientos de miles de
personas de todo el mundo en el verano próximo, cuando
Beijing y otras seis ciudades acojan la XXIX edición de
los Juegos Olímpicos, cuyo Comité Organizador incluirá
en el menú de los participantes algunas de las exquisiteces
locales, muchas de las cuales dejarán muy satisfechos a
quienes las degusten.
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