Disfrute del sol al aire libre

Por RAO DANXI

Los tibetanos tienen una especial afección por la naturaleza. Cuando hace buen tiempo, los árboles y los pastos reverdecen y las flores se abren, la gente se viste de gala y sale al campo con los familiares y amigos. Ellos, en diferentes grupos, sentados en sus propias tientas o en sábanas tendidas en el suelo, beben vino de cebada del altiplano o té preparado con mantequilla, mientras tocan los instrumentos musicales autóctonos y cantan canciones tradicionales o simplemente se entretienen jugando al póquer, ajedrez, billar tibetano y dados. Al atardecer, la multitud, un poco borracha, vuelve a casa alegremente. A algunos les gusta ir al arroyo para lavar la ropa y luego descansan cómodamente en el césped o debajo de un árbol, escuchando el agua correr. Cuando la ropa está seca y el sol se pone, vuelven felices al hogar.

Linkha, una larga tradición

La gente juega al ajedrez a la sombra de un árbol.

“Linkha”, en tibetano significa “gran parque en el que la gente planta árboles que protegen cuidadosamente”. Para los tibetanos, ir al Linkha a pasar las vacaciones es el mejor gozo del año.

Por lo general la fiesta de Linkha empieza más o menos el 15 de abril de cada año y termina la primera decena de agosto del calendario tibetano. Durante este período el sol en la meseta es espléndido y la brisa es suave. En los Linkhas, donde hay los árboles frondosos, el aire es especialmente fresco. La gente de la vecindad de Lhasa, Shannan y Xigaze llega a Linkha para pasar unos días. Visten trajes de fiesta, llevan té de mantequilla, vino de cebada del altiplano y otros deliciosos alimentos. Algunos vienen en coche, con sus tientas portátiles, utensilios de cocina y entretenimientos, equipos de música y otros objetos.

En el Festival de Linkha se disputan algunos deportes, principalmente el tiro con arco, y en el caso de Xigaze también celebran carreras de burros y caballos, tiro con arco y otros concursos. Los hombres y mujeres, niños y mayores se reúnen en este abrazo a la naturaleza.

Carreras de caballos. Los pastores visten de gala en la Fiesta de Linkha.

Los tibetanos siempre han sido muy dados a la vida al aire libre. Sus antepasados inventaron las tiendas portátiles de pelo de yac sólo para disfrutar mejor de las acampadas en plena naturaleza.

Además, los alimentos tradicionales del pueblo tibetano, como el zanba (harina de la cebada qingke), queso, carne seca, mantequilla y el vino de cebada del altiplano, son buenos para la vida al aire libre. Como ya están preparados, se pueden consumir enseguida, sin fuego ni agua. Esta facilidad y rapidez puede competir con cualquier comida rápida y su sabor único no es inferior a los alimentos cocidos. Teniendo en cuenta estas razones, el agradable clima fresco del altiplano y el sol espléndido, no es de extrañar el afecto que los tibetanos sienten por la naturaleza.

Las mujeres tibetanas lavan la ropa en un arroyo.

Según registros históricos, los habitantes de la región tienen la costumbre, desde hace mucho tiempo,de hacer banquetes campestres, que en el caso de la antigua clase aristocrática del Tíbet eran lujosos y extravagantes. En su Obras escogidas de los datos culturales e históricos del Tíbet, Chapai Cedain Puncog escribió: “(...) El banquete en pleno verano era una gran fiesta, en la que participan todos los funcionarios. Este tipo de conmemoración solía ser celebrada conjuntamente por dos funcionarios aristocráticos superiores del cuarto rango oficial. Para un aristócrata, a su vez, esto sólo ocurría una vez en su vida y el enorme costo era sin duda un desastre para una familia noble normal. Sólo los utensilios de cocina, vino y decoración de la sala, a menos que los pidieran a otros aristócratas o templos, no serían suficientes”.

Después de la liberación del Tíbet, la vida de los tibetanos es cada día más holgada e ir a Linkha es una actividad asequible para todos los residentes locales.

Armonía entre el hombre y la naturaleza

Las personas de edad avanzada no son tan enérgicas para las excursiones y caminatas, ni suelen estar muy interesadas en bailar y cantar. Pero ellos tienen su propia diversión. Sentados a la sombra en verano o al sol en invierno, los más ancianos charlan, juegan a las cartas y beben vino, junto a varios animales de compañía extendidos cómodamente.

A algunas personas que tienen buenas condiciones de vida no les gusta el ruidoso ambiente del campo y prefieren preparar una miniatura de “Linkha” a la hora del crepúsculo en su propia terraza o jardín de la vivienda espaciosa y limpia. De hecho, los sentimientos son los mismos. En el verde césped, junto a las hermosas flores, en compañía de la música suave, es fácil entrar en un estado de éxtasis, olvidando el tiempo.

Un anciano llamado Blo-bzang construyó un edificio de dos pisos en la ciudad de Lhasa. Pero él nunca pasa ni una noche en la vivienda. Le gusta dormir en el pasillo junto al jardín. “Ahí, con el aire fresco y la amplia perspectiva, todos los días me duermo con calma bajo las estrellas”, expresó.

Los tibetanos son fieles amigos de la naturaleza. Su profundo apego a ella nunca remitirá. Los tibetanos aman la vida silvestre y en la región la armonía entre el hombre y la naturaleza ha sido encarnada perfectamente.

Dirección: Calle Baiwanzhuang 24#, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoyes@yahoo.com.es
---------chinahoylm@yahoo.com.mx
Todos los derechos reservados: China Hoy