Nueva industria de Ningxia

Por LU RUCAI

En el enfrentamiento a sus difíciles condiciones naturales, Ningxia ha encontrado un camino industrial propio.

A pesar de contar con apenas 66.400 km cuadrados de superficie, esta región dispone de una amplia reserva de recursos naturales.

En la curva en “U” del río Amarillo, cercano a Ningxia, existe gran potencial de desarrollo.

Tras conducir en auto desde la capital regional, Yinchuan, por más de 40 km, se llega a la base energética y química de Ningdong. Los ordenados edificios y los limpios caminos semejan un poblado recién establecido. Zhang Bawu, vice director de la Comisión de Desarrollo y Reforma de Ningxia, subraya que esa base apoya su sustento en el yacimiento de hulla de Ningdong. Se trata de una de las 13 bases de carbón nacionales con capacidad de producir 100 toneladas cada una, y sus reservas verificadas alcanzan más de 27.000 toneladas, lo que representa más del 85 por ciento del total de tales recursos en la región autónoma.

“Lo que preocupa a los lugareños es si la construcción de la base de industria química deteriorará el medio ambiente,” observa Wang Zhengwei, quien promete que en Ningdong no se asimilará ningún rubro que produzca contaminación. “Todos los proyectos –agrega-- consumen poca energía”. Ello explica el hecho de que la base de Ningdong haya sido la única en pasar todas las pruebas de la Administración Estatal de Protección Ambiental. Según Wang, es imposible que la olefina de gas no cause contaminación, pero ellos se esfuerzan por economizar la energía y disminuir los escapes, a la vez que mantienen un desarrollo sostenible.

La base de Ningdong está formada por las secciones de carbón, termoelectricidad e industria química de carbón. Para el 2020 se convertirá en punto importante del proyecto de “envío de electricidad al este del país desde el oeste”. La construcción de Ningdong es un paso inicial. La inversión total para construir la base hasta el 2020 alcanzará los 200.000 millones de yuanes, mientras que su culminación en el mismo año puede traer un valor añadido de producción de 30.000 millones de yuanes y promover el aumento del valor productivo en 90.000 millones de las industrias relacionadas, cifra suficiente para crear “una nueva Ningxia”.

Exploración para una agricultura peculiar

Cosecha de cambroneras chinas.

La ciudad de Zhongwei en Ningxia lleva por sobrenombre “pueblo natal de las cambroneras chinas” cuya superficie de plantación sobrepasa los 200 mil mus (15 mus=1 hectárea). En los JJ.OO. de Beijing 2008, el melón Xisha (de arena de selenio) de esta ciudad reverdeció su fama gracias a su delicioso sabor.

Zhongwei está situada en el centro de la región autónoma, donde se sufría mucho por la sequía. Ahora, sus granjeros plantan melones en muchos lugares, lo cual constituye un nuevo método para incrementar sus ingresos.

Wu Jinhua, mujer de 26 años, vive en la aldea Beigang del distrito de Zhongning y está a cargo de plantar y mantener sandías en una plantación de 20 mus. “Antes, el suelo no era conveniente para sembrar sandías. Traíamos tierra y arena desde otros sitios con tractores para cubrir el suelo. Desde el año pasado, empezamos a desarrollar el melón Xisha”, dice Wu. Esta plantación suya puede generar ingresos en más de 10 mil yuanes para la familia.

Yinchuan, capital de la Región Autónoma de la Etnia Hui, posee una industria de cultivo de flores desarrollada.

A fin de resistir la sequía, los campesinos han ideado una manera de recolectar y mantener el agua: se pavimenta el suelo con piedras, gracias a lo cual el sembrado de sandías puede absorber el agua del rocío que queda debajo de las piedras por la noche. En comparación con el antiguo suelo de sembrado de arena que Wu alistó hace un año, el actual le dejará el doble de ingresos para el próximo año. El precio de venta mayorista de melones Xisha es más alto que el de las sandías normales y alcanza hasta 0.5 yuanes por kilo. “Antes, el gobierno local ayudaba a los campesinos a buscar compradores. Pero ahora, debido a la gran fama del melón Xisha, muchos comerciantes llegan de las provincias de Sichuan y Hubei a negociar directamente con los plantadores”, revela Haisheng, subjefe del cantón. También su familia cultiva decenas de mus de este melón. En virtud de las largas horas de insolación y la gran diferencia de temperaturas, en esta zona no es necesario aplicar abonos químicos. Además, las sandías son bien acogidas por los consumidores. A la fecha, en los 20 cantones y poblados de la ciudad de Zhongwei se han plantado más de un millón de mus de sandías, que han aportado ingresos de venta en 600 millones de yuanes.

En el cantón de Shenlin, distrito de Longde, hay galpones de cultivo de verduras por todas partes. Uno de los que acuden a este método es Li Kaiqing, de 53 años, quien está recogiendo chiles, para lo cual dispone de cuatro galpones sobre una superficie de 0,6 mus, donde cultiva pimientos. Cada galpón puede rendirle mil yuanes. Pero si cultivara trigo, el ingreso total apenas rebasaría los 400 yuanes. Li cuenta a la reportera que el gobierno local subvenciona los galpones de verduras. Sólo en las cuatro aldeas del cantón hay más de tres mil mus de verduras.

Este método, que mejora el cultivo de productos agrícolas mediante la ciencia y la tecnología, se denomina “agricultura de instalación”. En palabras de Wang Zhengwei, la agricultura de instalación en Ningxia llegará a un millón de mus, o sea, cada familia campesina posee un mu, caso excepcional en el país.

Turismo ecológico por desiertos

Shapotou, situado en la parte delantera del sureste del desierto Tengger, dista 20 km de la ciudad de Zhongwei. En la Reunión Contra la Desertificación Global, celebrada en Nairobi, capital de Kenia, en 1977, los delegados chinos mostraron las fotos: cuadros de paja de trigo y plantas que crecen en la arena cubren firmemente las dunas movedizas, escena que convenció a todos los participantes de que el tratamiento de la arena en Shapotou es casi un milagro.

Instalando redes de pajas para contener el avance de la desertificación.	En la zona turística Shahu abundan los paisajes naturales pintorescos.

En 1958, se abrió la línea ferroviaria arterial Baotou-Lanzhou, que conecta a Beijing con el noroeste de China. La línea pasa seis veces por el desierto en el área de Zhongwei. A fin de resistir el impetuoso movimiento de la arena, sobre todo en Shapotou, se han colocado estos cuadros a 100 metros de distancia de ambos lados del ferrocarril, para lo cual se necesitaron cinco millones de kilos de paja de trigo cubriendo 16.000 mus de superficie. Tras varias décadas de esfuerzos, la Academia de Ciencias de China y el Ministerio de Silvicultura han logrado proteger la ferrovía contra los efectos del viento y la arena mediante este método.

La superficie afectada por la desertificación en Ningxia ha descendido de los 1,65 millones de hectáreas a principios de los años 80, a 1,1 millones en la actualidad. Delante de la puerta del Museo del Control de la Arena de Shapotou, con frecuencia pasan camiones de pasajeros y de mercancías. A los viajeros les cuesta asociar esta escena con las fotos que han visto sobre el estado previo de la zona.

Hoy Shapotou es famosa por el turismo de desierto. En esta zona turística de categoría estatal 5 A, los visitantes pueden viajar en vehículo a través del mar de arena. También pueden patinar sobre arena, practicar bungee y pasear en balsa por el río Amarillo.

Tong Facai, antes aldeano en Shapotou, trabaja ahora como barquero en la zona paisajística local. De abril a octubre es la temporada pico del turismo en Shapotou, cuando llegan los turistas a montones. En la actualidad, muchos aldeanos de Shapotou han dejado de cultivar la tierra, y en su mayoría trabajan en otras ciudades, o en esta zona de precioso paisaje. El salario mensual de Tong sobrepasa los dos mil yuanes. Su mujer trabaja como fotógrafa en la zona de paisaje, con un ingreso anual de más de 10 mil yuanes. Su hija de 18 años está por entrar en una universidad de Kunming y su hijo mayor todavía no ha encontrado empleo, pero se muestra renuente a labrar la tierra. Tong Facai quiere enviarlo al ejército.

Cada año concurren más de un millón de visitantes al lugar, al que dejan ingresos que superan los 200 millones de yuanes. La zona de turismo de Shizuishan, que adquiere fama a la par que Shapotou, gana más de 100 millones de yuanes al año. Según funcionarios locales, se planea invertir el ingreso generado por el turismo ecológico de desierto en plantar más árboles y prevenir la desertificación.