Ciudadano de honor,
portavoz y estrella de cine
-Guillermo Dañino
Ribatto, fanático peruano de la cultura china
Por WANG SHISHEN
En la lista de la historia china de intercambio cultural figuran
Marco Polo, en el siglo XIII, Matteo Ricci, en el siglo XVI, Edgar
Snow, Agnes Smedley y Anna Louise Strong, en el siglo XX... Para
los chinos, los nombres de estos extranjeros, que entregaron toda
su vida a la difusión de nuestra cultura, resultan muy
familiares. En los últimos años, en el terreno cultural
de los países hispanohablantes, sobresale Guillermo Dañino
Ribatto, profesor de la Universidad Católica de Perú.
Dañino nació en 1929, en una familia rica, dedicada
al comercio, de la ciudad costera de Trujillo, en el norte de
Perú. Es el menor de 12 hermanos y sus padres son fieles
católicos. Al año siguiente de la muerte de su padre,
toda su familia se trasladó a Lima, lo que le permitió
estudiar en una escuela fundada por la Asociación de Hermanos
Cristianos, cuando tenía 8 años. Después
de recibir una educación estricta, a los 17 años,
se incorporó a dicha asociación y pronto entró
en la Universidad Católica. Luego fue a Europa, para continuar
su formación, y se graduó de la Academia Superior
de París.
Tras regresar a su país, comenzó a impartir clases
de literatura y lingüística en el Seminario de la
Asociación de Hermanos Cristianos, la Universidad Estatal
de San Marcos, la Universidad Cristiana y la Universidad de Lima.
A partir de los años 70 del siglo pasado, invitado por
la Universidad de Nanjing, y hasta la actualidad, ha viajado reiteradamente
a China, para estudiar la milenaria cultura de esta nación.
Un ciudadano chino de honor
Dañino suele decir a otros que él es muy afortunado.
Desde que pisó tierra china, su destino se conectó
estrechamente con el pueblo y la cultura de este país.
Para mí, China es mi casa y mi segunda patria. Aquí
tengo amigos de distintos sectores. He conocido a los poetas y
filósofos admirados por mí hace mucho tiempo. Vivir
acá es como haber logrado una segunda vida, pues en este
país legendario empiezo una vida totalmente nueva.
Durante 20 años, excepto la provincia de Qinghai, este
académico peruano ha recorrido casi todas las regiones
de la vasta China y aunque es profesor, afirma: Tengo la
sensación de ser alumno. Lo que he enseñado a mis
discípulos en tantos años es muy poco comparado
con lo que me han dado mis amigos y alumnos. Aprendo del idioma
chino, de usar palillos al comer, montar bicicleta, pintar sobre
China y desempeñar algún papel en las películas.
Según un dicho chino, a más vivir, más
saber.
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Dos obras de
Guillermo Dañino sobre China. |
Se da cuenta que los chinos son simpáticos y hospitalarios.
Charlar con ellos para Dañino es sin duda interesante y
a través de ese diálogo puede descubrir muchas cosas
que antes nunca había oído ni visto. Según
su punto de vista, la cultura china de larga data dota el temperamento
del pueblo: simpatía, laboriosidad, optimismo, sinceridad,
sabiduría, generosidad y buen humor. Y todos estos
son los calificativos más valiosos de la Humanidad. La
amistad de la gente y la riqueza de la cultura me dejan una profunda
impresión al vivir en China.
El profesor peruano cuenta su vida a sus parientes y amigos en
su país a través de cartas que después coleccionó
para editar el libro Reportaje proveniente de China, publicado
por la Universidad Católica de Perú, en 1990, y
reemitido por la Compañía de Petróleo de
Perú, en 2002. La obra abarca 28 apuntes y cartas que relatan
el trabajo, vida, viaje e intercambio con los amigos chinos, así
como las leyendas, cuentos históricos, historia, geografía,
lenguaje y literatura local, entre otros tópicos. Para
los que nunca han estado en esta nación o tienen pocos
conocimientos sobre ella, leer este libro es como charlar cara
a cara con el autor y escuchar de él todas sus experiencias.
Para los que anhelan conocer la historia, cultura y vida real
del pueblo chino después de la aplicación de la
Reforma y Apertura al Exterior, Reportaje proveniente de China
ofrece el mismo resultado que Las cartas de Beijing, de Anna Louise
Strong, publicado en los años 50 del siglo pasado.
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en compañía
de algunos amigos. |
Mario Vargas Llosa, escritor afamado de Perú, al comentar
este libro, destacó: Otros me hablan de los considerables
cambios de China, sostengo siempre dudas; sin embargo, tengo confianza
en lo que me relata el Sr. Dañino. Desde el punto de vista
de un occidental, él estudia lo que ha visto y oído
en China calma y objetivamente. Como al hablar de su propia patria,
presenta su experimento con orgullo, lo cual lo hace convincente.
De la propia obra dijo por su parte Leopoldo de Trazegnies, reconocido
poeta, novelista e historiador peruano: Es un libro escolar,
que orienta a la gente para conocer China. Con un lenguaje que
los occidentales pueden entender, nos describe lo particular,
exquisito y encantador de la cultura china y su pura, transparente
y permanente alma. Nos trae un aire fresco y nos deja conocer
otra forma de pensamiento y lo esencial de otro mundo perceptivo.
Esta cultura antigua está mostrando su vigor juvenil y
nos brinda esperanza. Además, navegar entre lo poético
y pintoresco de la antigua China sirve para formar el temperamento.
Dañino espera con sinceridad que el gigante de Asia nunca
abandone su rica cultura y excelentes tradiciones. Reiteró
que China se encuentra en la mejor época de su historia,
con un acelerado desarrollo económico y estabilidad social.
La gente tiene confianza en su futuro. En un artículo publicado
en el Periódico Mensual Dongfang, escribió con emoción:
Como un nativo peruano, yo quisiera decir a los chinos residentes
en el extranjero que estén orgullosos por su cultura. Deben
conocerla, desarrollarla y difundirla. Así pueden hacer
más contribuciones a Perú y el mundo.
Según su punto de vista, el pueblo chino y su cultura
se han fundido ya en sus huesos y sangre, deviniendo sentimiento
permanente. Durante estos 20 años, siempre que salgo
de China la extraño mucho. Al regresar, me siento relajado
y me digo a mí mismo: ¿Qué más
puedo pedir, si ya estoy en China?.
Un amigo íntimo peruano, emocionado por su fiel sentimiento
hacia este país, le concedió al profesor el título
de Ciudadano de Honor Chino y éste acogió
el merecido nombramiento y desde entonces suele firmar con él
las cartas que escribe a sus amigos.
Portavoz de la cultura china
En un artículo de la famosa estudiosa argentina, Adriana
Colda, publicado en marzo de 1996 en Siglo 21, la autora indica
que Debido a los motivos históricos, más la
influencia de la cultura europea y americana, los latinoamericanos
conocen muy poco de la cultura china. No obstante, Dañino,
con su pincel, nos cuenta sus experimentos en China, con su extraordinaria
voluntad y esmero y excelente estilo de escritura, traduce la
esencia de los sobresalientes literatos chinos al español.
Lógicamente, deviene portavoz de la cultura china.
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En la Ciudad Prohibida. |
Una de sus tareas como portavoz de la cultura china
es la de interpretar y presentar la literatura local, sobre todo
las poesías clásicas. Al hablar sobre ello, expresa
su agradecimiento a un guardia anciano, quien le recomendó
explorar este campo. Fue en los años 80, cuando Dañino
impartía clases en Beijing. Pese a que él llevaba
varios años estudiando el chino, no tenía una meta
definitiva. Este anciano le regaló el libro Cien
Poesías de la Dinastía Tang, que después
de leer consideró oportuno traducir al castellano.
Durante su tiempo libre, terminó la traducción
del poemario, al que califica como Libro del cielo.
Es la primera antología de poesías de la dinastía
Tang traducida del chino al español en los países
latinoamericanos, que la Universidad Católica de Perú
publicó con el título Pagoda blanca,
en 1996, y la Editorial Española HIPERION reeditó
en 2000. Al referirse a este trabajo, su autor comentó
que la cultura china se caracteriza por su amplia magnitud,
profundidad y variedad. El interés mío por ella
no me deja parar la traducción. Por otro lado, la interpretación
para mí significa un proceso de estudio, con el que puedo
profundizar el conocimiento sobre el pueblo y cultura chinos.
A partir de ese momento, el intelectual peruano no ha dejado
de traducir literatura china al español. En sus propias
palabras, es para que cada vez más amigos y lectores compartan
la alegría de descubrir y conocer este legendario país
asiático. Hasta la fecha ha publicado más de diez
libros sobre poesías, modismos, cuentos y leyendas chinos.
Su próximo plan es traducir los poemas de Tao Yuanming.
Al analizar las obras de los eruditos de la dinastía
Qin, me he percatado del concepto del universo de los chinos,
que observan y arreglan las cosas desde el punto de vista del
conjunto y el movimiento. Como el taoísmo presta atención
a la armonía entre el sujeto y el objeto, la gente puede
por lo tanto conseguir el equilibrio psicológico,
concluyó en uno de sus trabajos y añadió:
También me ayuda a revalorar la cultura occidental,
incluida la de Perú, el concepto del valor y la creencia.
Para un intelectual que se encuentra entre el marco de las dos
culturas, es sumamente importante.
Una brillante estrella de cine
A este erudito de modales elegantes, la gente le cuesta asociarlo
con el cine. Sin embargo, Dañino fue una brillante estrella
del celuloide en los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando
actuó en más de 20 películas chinas, en las
que apareció interpretando personajes occidentales. En
los filmes muchas veces volví a vivir. A veces fui un caballero,
a veces un bribón; he sido rey y también vagabundo.
Su primera película fue Alma de espalda. Después
asumió diversos roles. Entre ellos, sobresalen actuaciones
como Rewi Alley, en la telenovela Mao Zedong y Snow, y Hurley,
en Negociaciones de Chongqing.
Es lógico que también haya encontrado dificultades.
Al principio su capacidad para hablar y entender el mandarín
era pobre. Le resultaba muy difícil representar un personaje
en una película china, como le ocurrió en el filme
La chica moderna, cuando otro actor le preguntó: ¿Está
de acuerdo en darle un 10 por ciento de comisión?,
y él contestó en castellano: Gracias, todos
mis familiares gozan de buena salud. Luego le dijo: Queremos
que nos transporten la mercancía por vía marítima,
y él respondió: No, gracias, no bebo cuando
estoy trabajando. No obstante, Dañino siempre toma
una actitud seria, hasta que el director esté satisfecho.
Todas sus experiencias en el ámbito cinematográfico
fueron recogidas en el libro ¿Ahora quién soy yo?.
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