Donaciones llegan a su destino

Por nuestro reportera LIU QIONG

Según las estadísticas más recientes del Ministerio de Asuntos Civiles, hasta las 12 del día 21 de julio reciente, las donaciones totales enviadas desde dentro y fuera de China, luego del terremoto de Sichuan, sumaban 57.919 millones de yuanes, de los cuales 22.166 millones habían sido asignados ya a las zonas afectadas por el seísmo. Después de las labores de rescate, cómo utilizar esas donaciones en la reconstrucción de las áreas damnificadas ha sido un problema de interés para los donantes y los propios habitantes a los que van dirigidas.

Destino de las donaciones

El 25 de junio, Wang Peng donó dos millones de yuanes a las zonas damnificadas de la provincia de Sichuan, a través de la Fundación de la Cruz Roja de China (CRCF, siglas en inglés). Antes, había entregado cuatro millones de yuanes en nombre de su compañía, como ayuda de emergencia.

Liu Xuanguo, secretario general adjunto de la Fundación de la Cruz Roja de China, regalando una camiseta con el logotipo de la institución al campeón olímpico de Jamaica, Usain Bolt, en una ceremonia de donación celebrada en Beijing, el 23 de agosto de 2008.

“Deseamos que destinen estos dos millones de yuanes a la reconstrucción de la causa de asistencia médica y sanidad pública, campos que tienen relación con nuestra compañía”, dijo Wang, gerente de Intercambio de la Empresa Novonordisk, que transfirió su donación a la cuenta de la CRCF sólo después de confirmar que ese organismo estaba a cargo de los proyectos de reconstrucción de las clínicas.

Yang Wen, director del Departamento de Cooperación de Proyectos de la CRCF, señaló que la institución respetará la voluntad de los donantes que deseen entregar dinero para algún proyecto específico, pero aclaró que como muchos donantes no conocen muy bien la situación de las zonas afectadas, posiblemente concentrarán su atención en un lugar o en un proyecto, casos en los que la Fundación habla con ellos y redefine el destino del dinero.

Al preguntársele si le preocupaba el uso que se le pudiera dar a su entrega, Wang Peng reveló que su compañía se concentra en los proyectos en que se emplea el dinero, y después de finalizar la construcción de las clínicas investigarán si el nivel de las instalaciones y las condiciones se corresponde con la inversión. Pero según las experiencias previas de cooperación con la CRCF, ésta informa a tiempo sobre el uso de los fondos y el desarrollo de los proyectos.

“Antes y después de la donación, hemos tenido mucha comunicación con los donantes”, dijo Yang Wen. “Tenemos que investigar y planear detalladamente antes de definir y ejecutar cualquier proyecto”.

Después del terremoto de Wenchuan, la Cruz Roja de China envió nueve equipos de inspección para conocer la magnitud de los daños en las zonas afectadas y establecer el plan de ayuda y reconstrucción en la etapa posterior a la catástrofe.

A través de las inspecciones, el organismo determinó dónde invertir los fondos recaudados. Según Yang, se determinó que el dinero se destinara totalmente a las zonas de nivel inferior al distrital, en las que un 40% se usa en la construcción de nuevas viviendas, un 30% en escuelas y un 25% en hospitales y clínicas, mientras el 5% restante es utilizado en la sanidad psicológica y asilos para huérfanos y ancianos desamparados. Los primeros 119 proyectos comenzaron a ejecutarse a principios de julio pasado.

Auditoría de diferentes niveles

La escuela primaria Heqing, del distrito de Anxian, en la ciudad de Mianyang, es uno de los primeros proyectos de reconstrucción después del sismo de Wenchuan, planificado conjuntamente por la CRCF y el gobierno local. Antes, Yang Wen, acompañado por los expertos del Instituto de Diseño Arquitectónico de Beijing (BIAD), inspeccionó el centro y conoció los daños.

Wang Xiaogong, arquitecto de alta categoría del BIAD, comentó a China hoy que ellos diseñaron un proyecto digital en tres dimensiones para la nueva escuela y lo presentaron a los estudiantes y maestros, para conocer su opinión sobre el futuro colegio.

Según Yang, para construir ese centro de enseñanza, el gobierno distrital organizará una licitación entre las compañías de construcción cualificadas, por lo menos de segundo nivel, y supervisará la calidad de las obras a través de una empresa especializada independiente que elegirá la CRCF, también en una licitación, para que controle la administración de los fondos, compras de materiales y proceso constructivo. Además, el organismo humanitario chino enviará igualmente un equipo formado por voluntarios, empleados y expertos en arquitectura, para que participen en las labores de fiscalización.

Con el fin de garantizar la calidad de la obra, los fondos serán asignados en dos etapas, el 75% en la primera etapa, y el 25% por ciento restante en un segundo momento, después de analizarse los informes de conclusión de las obras, revisión y auditoría.

“No basta con la supervisión interior”, señaló Wang Haijing, secretario general de la CRCF. Todos los proyectos se someterán a la auditoría del Gobierno y los departamentos pertinentes. Como esta vez la recaudación es bastante grande, al inicio de la labor de rescate, la Cruz Roja invitó a la Oficina Nacional de Auditoría, institución que apenas dos semanas después del sismo publicó el teléfono y sitio Web de opiniones, recogiendo cada día más de cien cartas electrónicas y teléfonos, para que administrase los fondos.

“Responsabilidad, la base de la existencia”

“Tenemos rigurosos reglamentos para el uso de cada cantidad de dinero”, precisó Wang Ping, director de la Oficina de Emergencia y portavoz de la CRCF. Por ejemplo, antes de comprar materiales, la Cruz Roja hace pública una información dirigida a la sociedad. Como ya tenemos una lista de empresas calificadas para hacer compras gubernamentales, hacemos una licitación entre ellas. El Gobierno también nos envía expertos para evaluar el precio y las compras necesarias. Con la asistencia de los departamentos de Auditoría y Control de la Disciplina, seleccionaremos la empresa donde hacemos compras. Según los reglamentos nacionales, la Cruz Roja puede emplear el 10 por ciento de las donaciones como gastos administrativos, pero esta vez la totalidad del dinero recibido se dedicará a las labores de recuperación.

La Fundación de Cruz Roja invitó a la Oficina Nacional de Auditoría a ayudar con la supervisión de las donaciones para atenuar los daños del terremoto.

“Los ingresos y egresos financieros de la Cruz Roja son transparentes”, indicó Jiang Yiman, vicepresidente de la CRCF, y agregó que frente a esta catástrofe natural, los donantes son entusiastas y numerosos. Cada día más de cien mil personas nos hacen llegar transferencias bancarias. Aunque el Departamento de Hacienda, con la ayuda de una gran cantidad de voluntarios reclutados, trabaja todo el día, pero dada la limitación de tecnología y personal, algunas informaciones no salen al público a tiempo.

El 4 de julio, en la lista recién actualizada del sitio Web de la CRCF, figuraban las 159 entidades donantes del 21 al 24 de junio, en tanto que los donantes individuales deben esperar unas semanas más para consultar los datos de sus entregas.

“Los fondos provienen principalmente de la sociedad. Si no somos responsables, no contaremos con el apoyo de la sociedad y nuestro organismo perderá su razón de existir. La participación de la Oficina de Auditoría en nuestro trabajo preserva nuestro prestigio y nos hace más confiables ante el público. Haremos todos los esfuerzos para elevar la eficiencia y calidad de nuestra labor, para administrar y usar bien cada moneda de las donaciones”.

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