México
busca el equilibrio
--Patricia Espinosa,
secretaria de Exteriores de México, realizó un viaje
oficial a China, durante el cual sostuvo encuentros al más
alto nivel y confirmó la visita del presidente Felipe Calderón
a este país en 2008
Por LEONARDO ANOCETO RODRÍGUEZ
Prefacio de otro intenso capítulo en las relaciones entre
China y México pudiera considerarse el viaje que hiciera
a Hong Kong y Beijing, a finales de noviembre pasado, la secretaria
de Exteriores de México. Más que cerrar un año
cargado de intercambios, el paso de la funcionaria por el gigante
asiático y sus contactos con altos cargos del Gobierno
local, dejan el escenario listo para acontecimientos importantes
en el plano bilateral, que tendrán lugar en 2008, entre
los que destacan la visita a este país del presidente mexicano,
Felipe Calderón (aún sin fecha definida), y la III
Reunión de la Comisión Binacional, constituida en
diciembre de 2003.
La apretada agenda que cumplió Espinosa, primero en territorio
hong-konés, donde se reunió con los embajadores,
cónsules y representantes de organismos mexicanos en la
zona de Asia-Pacífico, y autoridades de la referida Región
Administrativa Especial, como Donald Tsang, su Jefe Ejecutivo,
y la presidenta de la Cámara de Comercio, Lily Chiang,
y más tarde en Beijing, marcada por encuentros con su par
chino, Yang Jiechi, el primer ministro, Wen Jiabao, y el jefe
de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de China (PCCh),
Wang Jiarui, dejaron por sentada la relevancia que las dos naciones
conceden a sus relaciones y el interés recíproco
de incentivar los intercambios políticos, económicos,
culturales, educativos, científicos y tecnológicos,
como parte del impulso a la Asociación Estratégica
(AE), suscrita por ambas un lustro atrás.
|
Patricia Espinosa (izq.)
saluda a personalidades e integrantes del cuerpo diplomático
latinoamericano acreditado en Beijing. |
Titular en los medios fue el anuncio que la propia canciller
hiciera, durante una conferencia dictada en el Instituto de las
Ciencias Sociales de China, en la que dio a conocer la decisión
de la compañía Aeroméxico de iniciar los
vuelos directos entre Shanghai y la Ciudad de México, en
marzo o abril de 2008, un reclamo de años que resultó
muy bien acogido no solo en los dos destinos que quedarán
conectados, sino también en el resto de Latinoamérica.
No omitió Espinosa la treintena de acuerdos en áreas
prioritarias negociados en los últimos cuatro años
dentro del marco de la AE, más que en todos los años
anteriores de nuestra relación diplomática
y subrayó la labor conjunta que despliegan China y México
en el plano multilateral y protección del medio ambiente,
mantenimiento de la paz mundial, lucha contra el terrorismo, protección
de los derechos humanos y permanente diálogo económico
y social.
Precisamente en el plano económico es donde parecen existir
materias por vence, para reducir a un margen más estrecho
el déficit comercial bilateral que carga a cuestas la nación
latinoamericana, situación que el Gobierno de Felipe Calderón
intenta corregir identificando nuevas oportunidades de comercio
e inversión y el fortalecimiento de la cooperación
científica y tecnológica.
Nuestra visión de las relaciones bilaterales, afirmó
Espinosa, se fundamenta en una estrategia a largo plazo. No podemos
perder de vista que China es nuestro segundo socio comercial.
Sin embargo, es claro que tenemos que realizar esfuerzos adicionales
para equilibrarlo.
El flujo comercial entre ambas naciones creció un 719
por ciento de 2000 a 2006 y hasta diciembre de ese último
año alcanzó un máximo histórico de
26.125 millones de dólares, de los cuales 22.750 millones
correspondieron a las ventas chinas.
Pero México, un país con un comercio exterior anual
superior a los 500.000 millones de dólares y tratados de
libre comercio que involucran a 44 naciones, excelente ubicación
geográfica y muy buenas relaciones e influencia en Latinoamérica,
según sus autoridades, tiene mucho más para ofrecer
a China, uno de sus socios prioritarios y pieza
principal de sus relaciones en Asia-Pacífico.
La jefa de la diplomacia mexicana subrayó que su país
se ha planteado, entre otras acciones, ingresar nuevos productos
al mercado chino y promover las inversiones mutuas, que generen
a posteriori mayores flujos comerciales, y reconoció el
interés recíproco de promover el intercambio científico
y tecnológico, incluyendo las fuentes alternativas y nuevas
tecnologías para la eficiencia energética.
En la mesa del debate comercial quedan pendientes temas como
el del ramo textil, cuyos productos se incluyen entre aquellos
en los que México mantiene cuotas compensatorias. Hemos
pedido comprensión a las autoridades chinas acerca de la
sensibilidad que algunos sectores representan para la economía
mexicana y nos han expresado una clara disposición para
emprender un diálogo y un proceso de consultas franco y
abierto.
Como resultado del Programa de Acción Conjunto 2006-2010,
las partes han desplegado también un intenso programa cultural,
que contempló en 2007 la presentación de la jornada
Experimentar China en México, la asistencia de China al
Festival Cervantino y también al Foro Universal de las
Culturas, celebrado en la ciudad de Monterrey.
México estará por su parte, en la Expo Universal
de Shanghai 2010, con el propósito de acercar nuestro
pueblo, nuestra cultura, nuestra forma de ver al mundo a esta
gran nación, confirmó Espinosa, quien llamó
la atención también sobre creciente número
de estudiantes mexicanos en universidades chinas, al tiempo que
se hacen gestiones para abrir otros institutos Confucio en su
país. Existe un interés más alto del
que suponíamos en las universidades mexicanas por un mayor
intercambio de este tipo.
La visita de la Secretaria de Exteriores de México a China
sirvió a las partes para abordar también temas como
la reforma de la ONU y en especial de su Consejo de Seguridad,
a fin de promover una mayor representatividad, eficacia
y transparencia por parte de ese órgano fundamental. (
)
Deseamos una ONU con una renovada capacidad de prevención
y respuesta.
Espinosa ratificó el interés de su Gobierno por
mantener los contactos al más alto nivel, para tratar asuntos
binacionales y multilaterales, como el amplio análisis
hecho con el canciller chino, sobre los preparativos que lleva
a cabo México para la cumbre del Grupo de los 5 (G-5),
del que forma parte junto con China, con el Grupo de los 8 (G-8).
Nos parece importante que el G-5 se consolide como un grupo
de países en vías de desarrollo, con una opinión
y posiciones conjuntas sobre temas internacionales relevantes.
Y en aquellos casos en los que no sean posible las posiciones
comunes, por lo menos que tengamos un intercambio para conocer
a fondo nuestras preocupaciones y fortalecer nuestra posición
en el escenario internacional.
|