Transformaciones antiguas y
contemporáneas de la Gran Muralla

Por LU RUCAI

Shanhaiguan, situado en la acutal ciudad de Qinhuangdao, hebei, era un paso muy importante, que une el norte y el nordeste de China.

UNA encuesta entre influyentes políticos y empresarios de más de 50 países, en relación con los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, dirigida por Feng Huiling, vicerectora de la Universidad del Pueblo Chino, confirma que la Gran Muralla todavía es la primera elección de los lugares turísticos de China.

¿Cuántos kilómetros tiene la Gran Muralla?

“La mayoría de la gente asocia la Gran Muralla con el Paso Badaling”, dice Dong Yaohui, quien, como vicepresidente de la Sociedad de la Gran Muralla de China, es una autoridad en el tema. “La construcción de la obra empezó durante el Período de Primavera y Otoño, hace más de 2.000 años, y continuó en las dinastías posteriores, hasta la Ming (1368-1644). Su longitud total supera los 6.500 Km.” Badaling es solamente una sección del muro, construido justo por la dinastía Ming, que tiene ahora 3,47 Km. de largo y permanece abierto a los turistas. Esta distancia será duplicada para las olimpiadas de este año.

Laolongtou, extremo este de la Gran Muralla, bautizado con este nombre por su forma similar a la cabeza de un dragón.

La construcción de la Gran Muralla se inició por el reino sureño Chu, en el siglo VII a.n.e., cuando en China imperaba la anarquía y varios reinos independientes luchaban entre sí por el poder. Se construyeron entonces muros para reforzar la defensa del estado, estrategia que imitaron el reino Qi y otros en el norte, para garantizar su defensa. Después de unificar el país y establecer la dinastía Qin, en 221 a.n.e., el emperador Qin Shihuang ordenó unir los muros defensivos que habían construido los reinos del norte, alcanzando una extensión de 5.000 Km., desde Liaoning, en el nordeste del país, hasta Minxian de Gansu, en el noroeste. Hoy, sólo unos pocos sectores de la muralla de la dinastía Qin permanecen en pie todavía en el norte de Datong, provincia de Shanxi, hacia el oeste del distrito de Minxian (provincia de Gansu) y en Guyang, en la región autónoma de Mongolia Interior.

La construcción de la Gran Muralla siguió durante las diez dinastías posteriores a la Qin y las obras de mayor envergadura se realizaron en los períodos Han (260 a.n.e.-220) y Ming. La muralla de Han midió más de 10.000 Km. y la de Ming alcanzó alrededor de 6.000 Km., según la investigación.

La mayor parte del baluarte que todavía queda en pie se construyó hace más de 600 años, en la dinastía Ming y la sección dentro de la frontera de Beijing, incluyendo algunas partes bien preservadas, como Badaling, Simatai y Mutianyu, que miden en total 629 Km.

“No importa cuán sólida se haya construido, la Gran Muralla, como cualquier otra cosa, tiene su propia longevidad”, comentó Zhou Youma, subsecretario general de la Sociedad de la Gran Muralla de China. “Su período de garantía de calidad fue de 50 años, de acuerdo con el estándar de la dinastía Ming. Si ocurría algún problema dentro de este lapso, el oficial responsable de su construcción sería castigado. Hoy, incluyendo las últimas secciones construidas, tiene cerca de 300 ó 400 años de historia, razón por la que sus condiciones no son optimistas”.

Zhou confirmó que la Gran Muralla es extremadamente vulnerable ante la erosión, que avanza a un ritmo mucho más rápido que la restauración.

¿Por la guerra o la paz?

La Edificación de la Muralla China, de Franz Kafka (1883-1924), es una descripción imaginativa del proceso constructivo de este antiguo proyecto, pues el escritor checo nunca había estado en China y escribió la novela en la remota Praga, apelando a su imaginación.

En su libro Kafka planteó una duda: “Con este método de construcción (sección por sección) surgieron muchas grandes lagunas” y decía que “algunas lagunas nunca han sido rellenadas; la muralla se construyó como una protección contra la invasión de los nómadas del norte, que se anuncian públicamente, como es sabido universalmente. Pero, ¿cómo puede proveer protección una muralla que no es coherente?”.

Como indicó Dong Yaohui, vicepresidente de la Sociedad de la Gran Muralla, “la defensa militar se considera por lo general el objetivo de la Gran Muralla. Pero en realidad, de-sempeña una función más pacífica que bélica”.

Dong fue guía del ex presidente de EE.UU., Bill Clinton, y del actual mandatario de ese país, George W. Bush. Ambos quisieron saber por qué tanta mano de obra, material y fondo se habían dedicado a esta obra inmensa de defensa, que aparentemente es incompleta, durante miles de años. Explicó que “la Gran Muralla fue una medida para conciliar la economía agrícola y nómada. Los conflictos entre la etnia Han y las comunidades nómadas ocurrieron a lo largo de toda la historia china.

Los grupos étnicos del norte de la Gran Muralla, tal como los hunos de la dinastía Han y los mongoles de la Ming, prosiguió, se trasladaban de un lugar a otro en busca de pasto para sus caballos, ganado y ovejas. Codiciaban la tierra en la planicie central, donde se asentaban los campesinos de Han, quienes vivían del cultivo. Las ovejas y el ganado de los nómadas arruinaron los cultivos de Han y los campesinos afectados mataron el ganado de los nómadas como represalia, surgiendo así las luchas entre ambos, que luego se agudizaron”.

El conflicto obligó a muchos campesinos a emigrar hacia el Sur, dejando yerma una inmensa área cultivable en el Norte. “Con el fin de detener esta migración agrícola, el Gobierno de la planicie central envió tropas a proteger a los agricultores y sus tierras. Sin embargo, cuando llegaban descubrían que la caballería nómada ya se había trasladado. Pero renovarían su ataque cuando las tropas retrocedieran”. Así que la construcción de la Gran Muralla tuvo el objetivo de recuperar el orden económico agrícola y guarnecer las tropas en ella, con el fin de mantener la paz en la frontera.

Esta parte de la Gran Muralla se perpetua a lo largo de la orilla del río Amarillo.

La Gran Muralla también estimuló el desarrollo del comercio fronterizo. Como la economía nómada sólo produce carne y pieles, los integrantes de estas minorías étnicas atacaban la comunidad agrícola de la Planicie Central y robaban los tejidos e hierro que necesitaban. “La construcción de la Gran Muralla previno los saqueos y estableció el comercio”, indicó Dong Yaohui. Pasos como los de Niangzi y Zijing servían de puestos para el cobro del peaje.

“Pocas batallas tuvieron lugar a lo largo de la Gran Muralla durante sus miles años de existencia. Se construyó para evitar guerras y mantener la paz. Hay horquillas en ciertos tramos y no es continua en regiones montañosas, donde hay laderas escarpadas que son suficientes para obstaculizar el paso. En este sentido, la Gran Muralla no debe considerarse como una obra militar”, concluyó Dong.

“Un principio importante se observó durante todo el proceso de la construcción, el de aprovechar lo más posible las barreras naturales y adoptar medidas apropiadas a las condiciones locales”, explicó Zhou Youma en respuesta a las dudas de Franz Kafka.

Habitantes en la historia de la Gran Muralla

Muchos aldeanos que viven al pie de la Gran Muralla, en Shanxi, Shaanxi, Gansu e incluso Beijing, son descendientes de los constructores y guarniciones de ella.

El emperador Qin Shihuang envió más de 300.000 soldados que se habían organizado como tropa militar en contra de la invasión de los hunos, a construir la Gran Muralla. Además, reclutó también 500.000 obreros, entre los que estaban los condenados. “Los soldados provenían de todo el país y los constructores de la dinastía Ming venían tanto de provincias sureñas como norteñas, como por ejemplo Shandong”, recordó Zhou. Un mural de una tumba de la dinastía Han del Este, descubierta en la aldea Horinger, región autónoma de Mongolia Interior, en 1971, representa el viaje del ocupante de Chang´an (actual ciudad de Xi´an) a Horinger, a través del paso Juyong. Siempre se encuentran diferentes culturas en lugares a lo largo del majestuoso baluarte.

En la construcción de muchas partes de Mutianyu, un tramo de 2.250metros de largo en el distrito de Huairou, Beijing, Jiayuguan es el paso más al oeste de la Gran Muralla de Ming. A diferencia de muchos pasos, la única puerta de la Gran Muralla, Dajing, se encuentra hacia el oeste de la ciudad de Zhangjiakou, Hebei.

Después de la construcción de la obra, enviaron a ella las guarniciones para la defensa fronteriza. Tanto los soldados como los campesinos locales fueron organizados para cultivar parcelas a lo largo de la muralla y pagar impuestos, a fin de proveer las provisiones de las guarniciones.

Por lo general, la guarnición en la Gran Muralla no fue superior a uno o dos soldados por atalaya. En caso de ataque enemigo, hacían señales de humo durante el día y encendían fuego en las noches, para avisar a las tropas de cercanía. Los mensajes podían trasmitirse de atalaya a atalaya, hasta el cuartel militar en la capital. En la dinastía Ming prendían fuego y disparaban un cañón al mismo tiempo, lo que elevaba la alarma e indicaba el número de invasores, respectivamente. Este sistema de alerta permitía que en apenas dos horas llegara a la capital la información sobre el ataque, no importaba a cuántos miles de kilómetros tuviera lugar.

Muchos consideran que la Gran Muralla es solamente un muro gigantesco, pero en realidad consiste en numerosas y vitales instalaciones militares, como las barreras, pasos, terrazas, atalayas y arsenales, así como los campamentos militares y cuarteles de guardia. Sus funciones múltiples incluían la lucha, mando, observación, comunicación y vivienda. Una obra de defensa de esta envergadura fue salvaguarda efectiva contra la caballería nómada.

Papel contemporáneo de la Gran Muralla

Desde su apertura al público, en 1952, el número de visitantes al paso Badaling de la Gran Muralla ha superado los 150 millones, incluyendo más de 400 jefes de Estado.

Aparte de este punto, otras secciones de Beijing, como Mutianyu, Simatai y Juyongguan, cuya longitud total tiene sólo 30 Km., abrieron sucesivamente a los turistas. Algunos tramos no accesibles empiezan a atraer turistas también, pero como están en malas condiciones y necesitan mucha reparación resultan muy peligrosos. El Reglamento sobre la Protección de la Gran Muralla prohíbe el acceso de los turistas a estas áreas.

Dong Yaohui cree que el desarrollo turístico es una espada de doble filo. “Si nadie visita la Gran Muralla, ¿para qué sirve hoy en día?” Los lugares más desarrollados en su opinión son aquellos mejor conservados. La venta de entradas genera suficientes fondos a las autoridades de administración, para invertir en su conservación y hacer una gestión más eficiente, razón por la que el funcionario espera que se abran más secciones al turismo.

Sus esperanzas van a materializarse pronto. Sitios como Huanghuacheng, Qinglongxia y Shuiguan están actualmente en reparación y, según la Administración Municipal de Reliquias Culturales de Beijing, una vez terminen los trabajos van a abrir al público.

La provincia de Gansu aventaja a Beijing en lo referente a la protección y utilización de la Gran Muralla. El departamento local encargado del cuidado del patrimonio cultural contrató la reparación y mantenimiento de una sección de la dinastía Ming con un campesino local, Yang Yongfu, en 2000. Yang invirtió 800.000 yuanes en su restauración y firmó un contrato de protección, reparación y utilización por 30 años. La Zona Paisajística Shiguanxia de la Gran Muralla ha sido designada lugar turístico.

Aparte de la industria turística, la de bienes inmuebles y el círculo cinematográfico también aprovechan la potencialidad de esta maravilla en la promoción comercial. Un ejemplo es un complejo de arquitecturas conocido con el nombre de la “Comunidad al pie de la Gran Muralla”, diseñado por 12 arquitectos sobresalientes de Asia, en la zona de Shuiguan, al norte de Beijing.

El paisaje de esta obra en el telón de fondo y su estilo arquitectónico de vanguardia, lo ha hecho merecedor de varios premios del sector. Ahora se ha convertido en un hotel peculiar, sede de la celebración de eventos y conferencias de prensa.

“El simbolismo de la Gran Muralla tiene ahora más sentido que su significación histórica. Es de todas maneras un hito, independientemente de su papel en la historia”, sentenció Dong Yaohui.

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