Relación bilateral México-China y sus perspectivas
Por CARLOS JIMÉNEZ MACÍAS
China
es una referencia obligada en los debates sobre el Estado y perspectiva
de las relaciones internacionales.
Para asombro de muchos en el curso de tres décadas, el
país asiático ha incrementado notablemente su influencia
en la toma de decisiones a nivel global, lo que ha modificado
la percepción sobre él en la sociedad internacional,
prevaleciendo imágenes y reacciones negativas hacia este
desarrollo.
Pero, ¿qué significa para nosotros China? ¿Cómo
percibimos el desarrollo de China desde el Senado? ¿Qué
podemos hacer los legisladores y académicos para ampliar
las bases de acuerdo sobre el manejo de la relación entre
México y China? ¿Cuáles deben ser nuestras
tareas prioritarias?
El desarrollo chino destaca por su velocidad y magnitud. Ningún
país es ajeno a los rápidos procesos de su expansión
económica, comercial y financiera. La evolución
del sistema multilateral de comercio, el comportamiento de los
mercados financieros internacionales y la relación oferta-demanda
de recursos energéticos y materias primas no se pueden
comprender sin tomar en cuenta a esa nación.
Algunas cifras bastan para dimensionar lo que hoy está
sucediendo en China.
Esta Nueva China, ha emergido rompiendo los paradigmas
tradicionales del desarrollo y desafiando a los principales comentaristas
políticos y analistas económicos. Por ello resulta
un tema apasionante, por su continua capacidad de reinventarse
y sorprendernos.
China es hoy la cuarta economía del mundo y la tercera
potencia comercial.
Es ahora el cuarto productor industrial a nivel mundial,
después de EE.UU., Japón y Alemania, y el
principal productor de carbón, cemento, refrigeradores
y televisores, entre otros.
La economía china creció casi un 10% en 2005
por el dinamismo de las exportaciones y la inversión
doméstica, ratificando así el promedio cercano
a dos dígitos de los últimos 28 años.
En el comercio mundial de servicios, China pasó
a ser el octavo mayor exportador (81 mil millones de dólares)
y el séptimo mayor importador (85 mil millones de
dólares).
Se calcula que actualmente un 25% de todos los bienes manufacturados
del mundo se producen en China.
China es el mayor receptor de IED entre los países
en desarrollo y disputa el primer lugar mundial a Estados
Unidos. Durante 2005, su IED alcanzó los 72.400 millones
de dólares, 19,4% más que en 2004.
Las reservas internacionales de China llegaron a los 853.000
millones de dólares en febrero de 2006, superando
por primera vez a Japón, que en el mismo mes contaba
con 850.000 millones de dólares.
|
Personalmente, como legislador me intriga y me maravilla la capacidad
de ese pueblo para ser constantes en la visión de país
que se han dado y su tenacidad en la promoción de sus intereses
nacionales, postura que considero debe imitar México en
la definición del papel que desea desempeñar en
su relación bilateral.
Fortalezas de la relación
Después de 35 años del establecimiento de las relaciones
diplomáticas entre los dos países, se ha profundizado
la confianza mutua, creando instancias de cooperación y
firmando diversos acuerdos en materias de salud, el combate al
tráfico ilícito de estupefacientes y el intercambio
cultural.
Además, ambos países han coincidido y colaborado
en diversos asuntos multilaterales, a partir de su convergencia
de intereses como dos naciones en desarrollo, dispuestas a abrirse
a un escenario internacional cada vez más complejo.
La interacción entre funcionarios de alto nivel, ha desarrollado
sinergias positivas para nuestro país, particularmente
a partir del establecimiento en 2003 de la Asociación Estratégica.
Las empresas chinas van adquiriendo una dimensión global
a medida que expanden su vinculación con el resto del mundo.
Esto significa para México la oportunidad de captar inversiones
procedentes de China aprovechando nuestra ubicación geográfica.
Asimismo, China significa para las empresas mexicanas, que actualmente
tienen presencia en ese país, una puerta para los demás
mercados asiáticos.
Debilidades de la relación
Las acciones manifestadas por el Gobierno de México y
su diplomacia en el intento por fortalecer los vínculos
políticos hasta ahora no han correspondido al interés
y empuje demostrado por el Gobierno chino hacia nuestro país,
al que ve como puerta de entrada a Norteamérica y líder
histórico en Latinoamérica.
En otro ámbito, han surgido varias diferencias en la práctica
con China en relación con la aplicación de sus compromisos
internacionales sobre los principios del comercio justo y el respeto
a los derechos de propiedad intelectual.
En particular, para algunos funcionarios y empresarios pesa el
hecho de que en los últimos cinco años el comercio
bilateral creció en un 496%. Sin embargo, el déficit
comercial que acusa nuestro país se incrementó en
un 547% en el mismo periodo.
 |
El gobierno chino hace reajustes en la política,
para aliviar las fricciones con Occidente en el comercio. |
Los mexicanos, en estos momentos, nos enfrentamos al reto que
significa el término de la aplicación de cuotas
compensatorias a las importaciones chinas, lo que nos sitúa
en una disyuntiva complicada, en la medida que nuestro compromiso
con el comercio libre se enfrenta a nuestra preocupación
y protección de industrias claves para la economía
nacional, tales como la del textil, calzado y juguetes.
La competitividad china y su capacidad exportadora han desplazado
a nuestro país como segundo socio comercial del mercado
estadounidense, teniendo un efecto negativo en la generación
de empleos en México.
Por otro lado, los intercambios académicos y la presencia
del sector cultural mexicano en China, hasta ahora, no han alcanzado
todo su potencial, en detrimento no sólo de una mayor comprensión
de China, sino de la generación de profesionales capaces
de negociar e interactuar con sus homólogos chinos.
Asimismo, la cooperación técnica y tecnológica
sigue siendo un elemento constante en la retórica, pero
casi inexistente en la práctica.
Teniendo en cuenta estos factores, la Comisión de Relaciones
Exteriores, Asia-Pacífico del Senado ha observado que nuestra
contraparte china tiene una idea bastante clara de lo que busca
en México y América Latina. Por ello, su intensa
actividad diplomática en la región va acompañada
de una estrategia consistente y eficaz, de ahí que hayamos
decidido agrupar nuestras actividades en cuatro rubros principales:
1. Trabajo Legislativo
El trabajo que en la Comisión se realiza en esta materia,
permite construir puentes de acercamiento, lo que genera inercias
positivas que coadyuvan a una relación armoniosa y de cooperación
en temas de interés mutuo, pero también ayudan a
corregir el rumbo de las estrategias que no son o han dejado de
ser beneficiosas para el país.
2. Diplomacia Parlamentaria
 |
Un 25% de todos los bienes manufacturados del mundo se producen
en China. |
En el marco de la XV Reunión Anual del Foro Parlamentario
Asia Pacífico (APPF), que se llevó a cabo en enero
pasado en Moscú, Rusia, la Delegación Mexicana sostuvo
un encuentro bilateral con la contraparte china, en el que se
abordó el enorme potencial de intercambio comercial e inversión
entre ambos países.
Finalmente, China dio su apoyo a la resolución que México
presentó al pleno en materia de emigración.
Además, la Comisión ha sostenido tres encuentros
con funcionarios chinos de alto nivel, buscando fortalecer el
diálogo político bilateral, de manera que abra puertas
y genere beneficios concretos para nuestro país.
3. Vinculación Académica
El tercer pilar de nuestras responsabilidades en el Senado lo
forman los contactos con el sector académico, que consideramos
parte medular para nuestra labor.
En esta materia, la Comisión de Relaciones Exteriores,
Asia Pacífico sostuvo un encuentro con la Presidenta del
Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai (SIIS), Sra.
Yu Xintian, el 29 de marzo pasado, con el objetivo de intercambiar
experiencias y puntos de vista acerca de la las perspectivas de
la Asociación Estratégica México-China; el
papel de México en los procesos de integración en
el Pacífico; y las posiciones compartidas entre México
y China en los organismos internacionales.
4. Difusión Cultural
La difusión cultural es el cuarto pilar de nuestro trabajo.
Mediante este mecanismo se estrechan los vínculos entre
la sociedad mexicana y las culturas de otras naciones. Este esfuerzo
coadyuva a la cercanía y cooperación entre los pueblos
y gobiernos.
Por este motivo, y en el marco del 35 aniversario del establecimiento
de las relaciones diplomáticas entre China y México,
se presentó en el Patio Central de la sede del Senado,
del 20 de julio al 4 de agosto, la exposición retrospectiva
Experimentar China en México; en la que se
pudieron apreciar más de 100 fotografías representativas
de los diversos encuentros entre mandatarios de ambos países.
Perspectivas
El pronóstico de que el siglo XXI será el siglo
de Asia, nos exige el diseño de mecanismos novedosos y
diferenciados de interacción. China junto con los países
de Asia-Pacífico, ocupa un lugar prioritario en los esfuerzos
que realiza el Gobierno de México para diversificar sus
relaciones con el exterior.
Estoy convencido de que el desarrollo saludable de nuestra relación
bilateral depende de procesos que escapan al ámbito estrictamente
gubernamental, como la necesidad de contar con una iniciativa
clara del sector privado mexicano para vincularse al mercado chino,
basada en un mejor conocimiento de nuestras respectivas sociedades.
En ese contexto, la política exterior debe seguir siendo
considerada como una herramienta que contribuye al desarrollo
económico y social del país. Además, es necesario
impulsar una estrategia encaminada a consolidar la nueva dimensión
que se ha dado a nuestros vínculos, así como dar
un enfoque integral a la relación con China que se ajuste
a nuestras realidades nacionales.
Diálogo Político
La excelente relación política con China debe ser
una constante. El diálogo al más alto nivel sobre
asuntos bilaterales y temas internacionales y regionales es intenso
y frecuente. La siguiente etapa es fortalecer este vínculo
tomando en cuenta el peso específico que tienen los dos
países en sus respectivas regiones, y que genere las condiciones
adecuadas para la promoción de nuestros intereses en China.
Relaciones económicas
 |
En el comercio nundial de servicios, China pasó a
ser el octavo mayor exportador y el séptimo mayor importador. |
En cuanto a las relaciones económicas, China es hoy nuestro
segundo socio comercial y el primer competidor en nuestro principal
mercado de exportación. Es igualmente nuestro primer competidor
en materia de recepción de inversiones extranjeras directas
y ha tenido un muy fuerte impacto en industrias altamente generadoras
de empleos, como la textil, automotriz y del calzado.
Más allá, el intercambio comercial de México
con China se ha caracterizado por el bajo nivel de las exportaciones
mexicanas y el creciente monto de las importaciones procedentes
de ese país, que registran un dinamismo sorprendente.
Por ello, el primer paso para avanzar en la consolidación
de nuestra alianza estratégica, es la generación
de beneficios compartidos. Debemos impulsar acciones coordinadas
que permitan fortalecer la presencia de México en ese país,
así como enfrentar constructivamente las fricciones en
el terreno comercial.
Vinculación académica y cultural
La relación educativa y cultural debe seguir estando vinculada
al intenso proceso que se desarrolla en otros ámbitos de
la relación. Sin embargo, es importante mencionar que no
hemos correspondido con la atención que nuestros amigos
de esa milenaria cultura nos han demostrado.
Es por ello que en la Comisión existe la convicción
de que la promoción de la imagen de México debe
fortalecerse y consolidarse como instrumento esencial de la política
exterior, y en este esfuerzo la comunidad académica tiene
también una gran responsabilidad.
Desarrollo tecnológico
El desarrollo técnico y científico es un área
en la que China ha avanzado notablemente. Por ello, la atención
prioritaria a la cooperación científica y tecnológica
debe combinarse con el acercamiento de CONACYT y de instituciones
académicas mexicanas con sus contrapartes chinas, con el
fin de identificar áreas de cooperación, incluyendo
la formación de recursos humanos.
Comentarios finales
La perspectiva integral y de largo plazo que se ha dado a la
relación con China es el camino para alcanzar el potencial
de nuestra relación bilateral.
El elemento de planeación que se introdujo con la suscripción
del Programa de Acción Conjunta 2006-2010, será
fundamental para enfrentar este reto de manera constructiva, involucrando
la participación no sólo de la Secretaría
de Relaciones Exteriores, sino de diversas dependencias gubernamentales;
de la iniciativa privada y la académica.
El primer paso para administrar eficientemente las complejas
realidades de nuestra relación, es justamente diseñar
una estrategia. Parece una obviedad pero a menudo nos encontramos
como sociedad, dispersos y dando saltos en nuestra búsqueda
sectorial por alcanzar este fin.
Si los sectores políticos, económicos, académicos
y culturales de nuestro país no podemos ponernos de acuerdo
en cómo percibimos a China y en cómo nos relacionamos
con ella, dudo mucho que podamos trascender la retórica
hueca y las buenas intenciones.
Es necesario que la sociedad mexicana encuentre puntos coincidentes
que nos lleven a definir una estrategia consensuada y de largo
plazo, que asegure la promoción de los intereses nacionales
en el marco de un sistema internacional, cuya balanza de poder
se inclina progresivamente hacia el Oriente.
Creo, sin temor a equivocarme, que los mayores retos en cuanto
a la relación con China, los encontramos dentro de nuestras
fronteras. Es momento de redoblar esfuerzos para profundizar nuestra
alianza estratégica con uno de los países que está
llamado a ser una de las potencias del futuro cercano.
*El
autor es senador y presidente de la Comisión de Relaciones
Exteriores Asia-Pacífico del Senado de México. Este
artículo son extractos de una conferencia suya en la Universidad
Nacional Autónoma de México, organizada por el Centro
de Estudios China-México (CECHIMEX).
|