La vejez de los ancianos enfermos

Por HOU RUILI

Hospital en la Agonía Songtang.

LA anciana Gui Zhen, de 80 años, padece de hipertensión hace más de treinta años y cada día toma medicamentos para controlar su presión. Antes de jubilarse, era empleada de la Fábrica de Gaucho N.° 1 de Beijing. Entonces sus gastos médicos eran cubiertos por la compañía. Pero a partir de 2001, año en que el Estado aplicó el sistema de seguro médico que cubre el ámbito de todos los empleados de las ciudades y poblados, ella resultó una de las beneficiadas. Escogió cinco hospitales como contratantes, especializados en las enfermedades cardiovasculares, como los conocidos Fuwai y Hangtian que están más cerca de su casa y poseen equipos y servicios de buena calidad, lo que le permite ir con frecuencia.

Cada año ella recibe un subsidio de 1.284 yuanes de parte del gobierno, que paga el 90 por ciento para la parte superior a los gastos médicos de 1.300 yuanes, de modo que Gui Zhen no tiene que sacar mucho dinero de su propio bolsillo.

Hace poco tiempo la anciana sufrió un derrame cerebral, que le produjo la paralización de la mitad de su cuerpo. El doctor le recomendó tratamiento y cuidado médico durante el periodo de recuperación, como masaje, ejercicios, etc. Sin embargo en Beijing la mayoría de los hospitales son integrales y se encuentran muy pocas instituciones en que los enfermos pueden conseguir cuidado con esmero para las enfermedades crónicas, centros para recuperarse y para enfermedades de estado avanzado.

En estos contados organismos, los empleados no poseen una rica experiencia ni reciben formación especializada y las condiciones son relativamente malas. Algunos hospitales con buenos equipos médicos y atención esmerada cobran mucho, lo cual sólo puede satisfacer a una pequeña parte de los ancianos con buena condición económica. Por lo tanto, Gui Zhen no tiene otro remedio de quedarse en casa y contratar a una chica para que la cuide. Los gastos mensuales registran alrededor de dos mil yuanes, equivalentes a la mitad del salario de su hija.

Hace 15 años murió su marido. Después, Gui Zhen conoció a Gao, que no tenía trabajo fijo y no tiene por tanto pensión ni seguro médico. Él seguía siendo soltero y por el momento vive del subsidio mínimo que le da el Gobierno, de 330 yuanes.

El matrimonio de Gui Zhen se beneficia del sistema de seguro médico de la ciudad.

Los dos ancianos habían convivido durante más de 10 años, pero no se habían casado. Ambos entienden que para ellos el problema principal son los gastos médicos de Gao, quien ha llegado a una avanzada edad sin seguro médico, por lo que recibir en su caso un tratamiento médico requeriría de una considerable cantidad de dinero.

En el otoño de este año, Gao recibió el aviso de que el Estado empezaría a emplear el seguro médico para los ancianos y niños de las ciudades y poblados. A partir del 1 de octubre, las personas de esas edades que no tienen seguro médico sólo deberán pagar cada año 300 yuanes, en tanto el Gobierno cubrirá el 60 por ciento de la parte superior a los gastos médicos de 1.300 yuanes. Sin vacilar, Gao puso el dinero y accedió al seguro.

Ahora, Gui Zhen se queda en cama y para facilitar su cuidado, los dos decidieron contraer matrimonio. Gracias a la compañía de su marido, la anciana está recuperándose rápidamente.