El
pueblo chino continuará sus esfuerzos, muy elogiados en
los medios internacionales de comunicación, para proteger
el medio ambiente. En la actualidad incluso la más mínima
variación negativa en el índice del medio ambiente
es motivo de preocupación nacional. Muchos automovilistas
renuncian voluntariamente al uso de sus vehículos conscientes
de que los gases de escape y partículas en suspensión
son los principales culpables de la contaminación del aire.
De esta manera, en lugar del coche, optan por el ejercicio físico
propicio y van a su oficina en bicicleta.
La vida de Li Wen contra
la contaminación
Por LIU QIONG
Un día sin coche en la esperanza de un cielo azul
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Basureros nuevos fabricados
con materia desechable. |
Todo el mundo en mi oficina sabe que he comenzado a ir
al trabajo en bicicleta, aseguró Li Wen, de 43 años,
a este reportero. La empresa donde labora se encuentra en la Calle
Jintai, del Distrito de Chaoyang, en Beijing, mientras su casa
está cerca del Centro de Comercio Internacional, a unos
cuatro kilómetros de distancia. Antes cada día le
costaba unos 25 minutos conduciendo ir de un lugar a otro. Sin
embargo, en bicicleta ha reducido ese tiempo a la mitad. Es
maravilloso saber que estoy contribuyendo a la conservación
del medio ambiente de la ciudad y al mismo tiempo haciendo ejercicio
físico, comentó con satisfacción.
Li Wen fue un gran automovilista durante más de 10 años,
previo a participar en la campaña voluntaria promovida
por Bicycling en Beijing, sin coches por un día,
para la protección medioambiental, realizada hace unos
meses. Me incorporé a la actividad por voluntad propia.
Abandonamos nuestros vehículos por un día, a favor
de la bicicleta, con la esperanza de que otros siguieran nuestro
ejemplo. Es la mejor manera de reducir la amenaza al medio ambiente,
al tiempo que se alivia la presión actual sobre el transporte
público.
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Zhouzhou, personaje
popular en Internet, hizo propaganda sobre sus bolsas de lienzos,
para proteger el medio ambiente. |
Durante los cuatro días de pruebas de calidad del aire
(del 17 al 20 de agosto de 2007), como parte de los preparativos
para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, 1,3 millones
de automóviles permanecieron en sus garajes por turno,
en dependencia de si su matrícula terminaba en número
par o impar. La calidad del aire en esas cuatro fechas fue un
aceptable grado II, según las estadísticas de la
Comisión Municipal de Protección Ambiental de Beijing.
Guardar un kilovatio para las generaciones futuras
Li Wen no pertenece a ningún grupo ambiental, pero se
enorgullece de mantener un buen medio ambiente en su hogar, tanto
dentro como afuera. Indefectiblemente apaga los aparatos eléctricos
después del uso y, por consejo de sus amigos, se ha desplazado
del uso del gas común al sin plomo. Nunca abandona su coche
con el motor en funcionamiento cuando está parado y evita
la aceleración y frenado brusco, así como la conducción
a alta velocidad innecesariamente.
"Mi madre fue un buen ejemplo, pues yo no procedo de una
familia rica y desde muy niño, a menudo nos advertía
que apagáramos las luces al salir de la habitación.
En un primer momento no la entendí, pensando que ella era
excesivamente ahorrativa. Más tarde me di cuenta de que
es realmente necesario ahorrar los recursos de la Tierra.
Desde entonces Li Wen ha aprendido que aproximadamente el 80
por ciento de la electricidad generada en China tiene su origen
en el poder termoeléctrico, cuyo principal recurso es el
carbón. Se requieren 350 gramos de carbón estándar
para generar un solo kilovatio. Como Li señaló que
además del agotamiento de las fuentes de recursos
no renovables, pagamos un alto precio ecológico por cada
kilovatio que utilizamos. En ese sentido, cada kilovatio ahorrado
es de importancia ecológica para nuestra sociedad.
Sus esfuerzos y los de sus compañeros son exactamente
lo que el gobierno chino defiende. En 2006 el Producto Interno
Bruto (PIB) del país equivalió sólo al 5,5
por ciento del total mundial, mientras el consumo de energía
a esta medida excesiva provoca graves problemas de libertad dentro
de un modo de desarrollo económico. En consecuencia, las
autoridades chinas definieron el 2007 como el Año
de la Eficiencia Energética y la Reducción de Gases
de Escape, para lo que han pedido la contribución
de todos los ciudadanos. La empresa de Li Wen, como otras miles,
recibió instrucciones de no poner el control de temperatura
de los aires acondicionados por debajo de los 26 grados centígrados
durante los meses de verano. El resultado, según las estadísticas,
fue un 2,78 por ciento de reducción en el PIB por unidad
de consumo energético en el primer semestre del año,
en comparación con 2006.
Los esfuerzos interiores y exteriores
Li Wen adopta un enfoque microeconómico para la protección
del medio ambiente, que se extiende más allá de
apagar las luces antes de salir de la sala, o desconectar los
electrodomésticos cuando no están en uso. Siempre
lleva una bolsa de lienzo cuando va de compras al supermercado.
Muy rara vez, o nunca, pide una bolsa de plástico o una
caja de plástico para la comida rápida. Tampoco
usa cepillo de dientes desechable. Estos son los boicoteos a emular,
sean en forma de cajas para la comida rápida, cuchillos,
tenedores, vasos, tazas, botellas de refrescos o manteles dese-chables
de plástico, cuya descomposición toma todo un milenio.
Durante ese tiempo, tales desechos limitan en un 30 por ciento
los suelos de cultivo y se convierten en una fuente potencial
de contaminación de las aguas subterráneas.
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Qiao Yang, de cinco años,
participó con su padre en el Día sin coche. |
Mi conciencia de proteger el medio ambiente fue inspirada
por un buen amigo mío, recordó. A él
le gusta el montañismo y a menudo organiza grupos de amigos
para ir a las colinas que rodean Beijing durante los fines de
semana. Siempre lleva una bolsa para recoger la basura dejada
por otros escaladores o excursionistas. Mientras que otros quedan
agotados después de la escalada, al punto que apenas pueden
llevar su propia carga, él trae una bolsa de basura, además
de su propio envase.
Li sigue el ejemplo de su amigo por hacer todo lo que esté
a su alcance para proteger el medio ambiente. Hay en realidad
millones de pequeñas cosas que podemos hacer en la vida
cotidiana para preservar el entorno, como asegurarnos de que los
grifos estén debidamente cerrados y nunca dejar correr
el agua mientras nos cepillamos los dientes, nos lavamos la cara
y lavamos la ropa. El agua que se utiliza para limpiar el piso
después del lavado también puede ser reciclada,
y la que se emplea en lavar las verduras es buena para regar las
plantas. El agua en la que se ha lavado el arroz o los fideos,
con un poco de bicarbonato de sodio añadido, es más
eficaz que los detergentes en la eliminación de la grasa.
Según su punto de vista, como él y otros ciudadanos
comunes no tienen ningún control sobre la industria del
aire y el agua, cerrar las empresas es el deber del gobierno.
Pero todo el mundo puede hacer algo en la vida diaria para la
conservación del agua limpia.
Resguarden las cosas, tanto dentro como fuera de la casa.
Con la participación de millones de hogares en los esfuerzos
de protección del medio ambiente, podremos hacer de nuestro
mundo un lugar más seguro para vivir, sugirió.
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