China superará a la India en la externalización de servicios de software

Por nuestra reportera LU RUCAI

 

CUANDO los empleados de la información tecnológica hablan del futuro de la externalización de servicos de software de China, la India predomina en la discusión, pues ese país ha encabezado por algunos años la producción global de software de contrato de servicio de otras empresas. Pero los técnicos chinos esperan alcanzar pronto e incluso sobrepasar a sus contrapartes indios.

Emergencia de las ciudades de segunda fila

En los últimos años las zonas de software se han expandido rápidamente en China. Ciudades como Beijing y Shanghai comenzaron a atraer a las compañías del sector desde los primeros años de la presente década, estrategia que siguieron luego urbes de segunda fila, como Xi’an, Wuhan y Chengdu. Hasta la fecha hay parques de software aún en las ciudades más pequeñas de las regiones centrales de nuestro país y en las alejadas del oeste.

El Ministerio de la Industria Informativa ha designado 11 ciudades, incluyendo Beijing, Shanghai, Dalian, Chengdu, Xi’an, Jinan, Hangzhou, Guangzhou, Changsha, Nanjing y Zhuhai, como bases de la industria del software a nivel nacional, mientras que Beijing, Shanghai, Dalian, Shenzhen, Tianjin y Xi’an son bases de la exportación de los programas.

“Las localidades de segunda fila, como Jinan, poseen la ventaja del costo laboral, en comparación con ciudades grandes como Beijing y Shanghai”, señaló Xu Qun, director del Parque de Software Qilu de Jinan. El precio más bajo de la vivienda en esas regiones pequeñas significa un sueldo más bajo, que en el caso de los técnicos de software de Jinan resulta como promedio mil yuanes menos que en Beijing. “Eso significa que la compañía ahorra unos 10 millones de yuanes al año por coste laboral al contratar a 1.000 personas en Jinan, antes que en Beijing”.

Los técnicos indios y chinos se reúnen con frecuencia para intercambiar informaciones.

Jinan es la capital de la provincia de Shandong, en el este de China, y mucho menos conocida en el mundo exterior que grandes urbes, como Beijing y Shanghai. “Muchos extranjeros han escuchado hablar de Confucio, de la montaña Taishan y la cerveza Tsingtao, pero no conocen la provincia originaria de todos estos productos -Shangdong- ni a Jinan”, comentó Xu.

Sin embargo, esta última se ha convertido en base de muchas compañías de software domésticas e internacionales, con 563 empresas que emplean a más de 30.000 trabajadores. Se pueden encontrar allí 33 de las 500 compañías universalmente más poderosas, incluyendo NEC, de Japón, y E5 Systems, de EE.UU., trasladó su base en China de Shanghai a Jinan. “Sabía muy poco de Jinan antes de venir. Pero encontré más tarde que hay una gran reserva de talentos. La mano de obra es barata y el gobierno local nos da mucho apoyo”, afirmó un representante de la entidad estadounidense.

Las 50 compañías de software de Jinan que proporcionan servicios de contrato exterior crearon un valor global de exportación de más de 31 millones de dólares en 2006. Comparado con el mercado nacional del sector, de 1.430 millones de dólares, la parte de la ciudad aún era pequeña. “Pero, nuestra tasa de crecimiento anual ha alcanzado el 86 por ciento, muy superior al promedio nacional, del 50 por ciento”, destacó Xu con mucho orgullo. La industria de software en esta localidad surgió más tarde que en las grandes ciudades, pero Xu cree que la diferencia entre los centros más importantes y las ciudades de segunda fila se estrechará considerablemente dentro de dos o tres años.

Minimizando la brecha con la India

Pese a la prosperidad de la externalización de los servicios de software de China, el centro de software de Bangalore, de la India, es siempre mencionado por los funcionarios chinos, quienes desean construir un proyecto similar en el país. Xu admite que, en comparación con la vecina nación, China aún está atrasada. “Tienen un mejor modo de administración y están más cercanos a los clientes occidentales en términos de idioma y costumbres, pues el país tiene una historia colonial británica y el inglés es una de sus lenguas oficiales”.

Empleadores talentosos de la compañía china de software.

Steve Chen, experto bien conocido en este campo, viajó específicamente a Bangalore, para investigar y aprender gerencia. “Todo el mundo piensa que la industria del software de India es superdesarrollada y su nivel de administración muy alto, así que deseo encontrar su secreto”. Después de una visita concluyó que los empleados indios, aparte de la ventaja lingüística, “son más adaptables a la externalización de servicios y trabajan en función de las necesidades del cliente”. Por otra parte, “parecen ser más insistentes en la ética profesional. El Gobierno chino debe promover más nuestra fuerza tecnológica e industrial, si queremos tener una presencia en el mercado de ultramar”.

V Murali, vicepresidente de Servicios Informáticos de Satyam Ltd., se hace eco de las palabras de Steve Chen, referentes a la fuerza informática de la India. “China puede aprender de nosotros. India sobresale en los estándares de servicio y modos de desarrollo, mientras que China tiene la ventaja de la gerencia de proyecto, bajos costes y abundantes recursos”. Por otra parte, Murali señaló que “los técnicos chinos tienen sabiduría y aprenden rápido, pero las perspectivas de la industria dependen del mejoramiento de las técnicas, la estandarización del desarrollo y el proceso de servicio, así como de la familiarización profunda de los modos de uso extranjeros”.

Limitado por la barrera idiomática, el gigante asiático sirve principalmente al mercado del Este de Asia, especialmente a Japón y Corea. Zhang Mingxi, subdirector del Departamento de Industria de Información Electrónica de la Zona de Alta Tecnología de Jinan (ZAT), ha estado en reiteradas ocasiones en Japón, Corea y EE.UU., para promover el Parque de Software Qilu, que se ubica dentro de la ZAT. El 80 por ciento de los pedidos recibidos por Qilu vienen de Japón y Corea. Nacionalmente, el 60 por ciento de los pedidos proceden del territorio nipón, mientras que los de EE.UU. y Europa representan el 15 y el 10 por ciento, respectivamente. El 70 por ciento de los pedidos del mercado global de software se hicieron por las empresas occidentales, lo que constituye un gran desafío para China en este sector.

“Hasta la fecha, nuestros clientes son principalmente japoneses y coreanos”, admitió Zhang Mingxi. “Pero ahora apuntamos hacia el mercado estadounidense y hemos encontrado varios clientes por medio de asociaciones profesionales americanas. Estamos animando a las empresas en la zona que se familiaricen con las costumbres del negocio y la cultura de las compañías americanas, y preparando cursos de capacitación con eso en mente”.

Todos concuerdan que las personas talentosas son un punto crucial para desarrollar la industria de contrato exterior. “Todas las grandes bases de software están situadas en las ciudades que cuentan con cierto número de universidades”, explicó Zhang Mingxi. “Ninguna ciudad puede depender de la importación de talentos de otros lugares. Necesitamos desarrollar la reserva local de personas competentes”. Jinan tiene 59 centros docentes superiores, que gradúan anualmente cerca de 20.000 estudiantes de tecnología informática. Hay 459 estudiantes universitarios por cada 10.000 habitantes en la ciudad, cuatro veces el promedio nacional. “Pero, el Parque de Software Qilu todavía enfrenta la escasez de talentos, porque no todos los graduados responden a los estándares de las empresas locales”.

Steve Chen cree que los técnicos chinos son tan buenos o aún mejores que sus contrapartes indios. “El nivel de los ingenieros indios es igual al de los estudiantes universitarios chinos. Por lo general, un técnico indio con dos años de experiencia alcanza el estándar profesional de los técnicos chinos con seis meses de experiencia laboral”. Pero el sueldo medio de los técnicos indios oscila entre 1.000 y 3.000 dólares por mes, mucho más alto que los 400 a 1.300, pagados en China.

Aunque la India y China son los competidores dominantes en el reino de software, también existe cooperación entre los dos países. Los tres exportadores de software más importantes de India —Satyam, Tata e Infosys – han invertido en Shanghai y establecido compañías subsidiarias durante 2002 y 2003. Satyam ahora está ampliándose hacia ciudades medianas como Nanjing.

Dentro de China, las diferentes zonas de software compiten entre ellas para hacerse más atractivas a los clientes. El Parque de Software Qilu, por ejemplo, ha establecido reglas rigurosas para proteger los derechos de propiedad intelectual y un fondo de violación de DPI. Si ocurre una usurpación de este último, el parque paga primero a la parte afectada una compensación del fondo, antes que la parte culpable lo haga, según la ley. Además, el parque también presenta cargos criminales contra las violaciones de DPI y las compañías agraviadas pueden someter el caso directamente a las autoridades de seguridad. Una delegación de otras diez bases de software de nivel nacional vino recientemente a Qilu a aprender sus prácticas de protección, con el propósito de promover estas medidas en otros lugares.

Entonces, pese a las ventajas que tiene la India, Zhang Mingxi cree que una economía bien manejada y el sistema educativo superior, permitirán a China “alcanzar y sobrepasar a la India dentro de unos años”. La ayuda entusiasta de gobiernos locales también desempeñará un papel decisivo en el desarrollo de la creciente industria del software en China.

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