Barreras verdes a las exportaciones de
té chino
Por LI YAHONG
Luego de desempeñarse durante seis años como gerente
general de la compañía Té Laohuizhou, Cheng
Chunxian regresó a la escuela para estudiar un programa
auspiciado por la Cámara de Comercio de China para la Importación
y Exportación de Alimentos, Productos Nacionales y Derivados
de los Animales (AGRIFFCHINA) sobre la seguridad y la calidad
de las exportaciones de té. Cheng retomó sus estudios
ante la drástica caída registrada en las operaciones
de su compañía en abril 2007, después que
la Unión Europea aumentó a 227 los parámetros
a medir en las pruebas para determinar la presencia de residuos
químicos en el té importado.
Impulsando el control en el país
La disposición de la Unión Europea estuvo antecedida
por la aplicación, por parte de Japón, en mayo de
2006, del sistema que incrementó notablemente el número
de indicadores a medir en los análisis para detectar los
restos químicos en las importaciones de té de 83
a 276. Además, sustituyó el método convencional
de prueba de la sopa de té por un método
disolvente de la infusión. La diferencia en los respectivos
resultados de estos procedimientos es casi siempre de dos dígitos,
afirmó Zhu Siyan, jefe de la Estación de Supervisión
de la Calidad del Té en Beijing. Estos estándares
mucho más draconianos han asestado un duro golpe a los
pequeños exportadores de té de China.
Los exportadores de té a los países europeos
y Japón están viviendo tiempos difíciles,
sentenció Sun Yu , subsecretario general de la sección
de té de AGRIFFCHINA.
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Muchos productores
chinos de té refuerzan el control de la calidad. |
En respuesta a la tendencia, China aumentó el control
y el rigor sobre las exportaciones de té. La Administración
de Inspección y Cuarentena a las Importaciones y Exportaciones
de la provincia Jiangsu canceló la salida al extranjero
de un cargamento de té Ti Kwan Yin (un tipo de té
Oolong) producido por la compañía de Cheng a principios
de este año por el excesivo contenido de residuos químicos
agrícolas. En 2006, unas 1.202 toneladas de té agrupadas
en 25 lotes no pasaron las pruebas en Jiangsu, a las que se sometió
el 60 por ciento de las exportaciones de la infusión de
China.
Tras la cancelación de sus cuotas de exportación
en 2006, China adoptó un sistema determinado de pruebas
de control de exportación, según el cual los exportadores
de té se someterían a los controles de calidad,
seguridad, peso y embalaje impuestos por las autoridades relevantes
chinas, antes de enviar muestras a los posibles compradores extranjeros
y negociar los contratos.
Estas regulaciones preliminares han reducido eficazmente la tasa
de exportaciones de productos alimenticios rechazados por no cumplir
los estándares internacionales de residuos químicos
agrícolas. La tasa de aceptación de las exportaciones
de alimentos de China a la Unión Europea es del 99,8 por
ciento desde 2004, de acuerdo con la oficina de Seguridad Alimentaria
de las Importaciones y Exportaciones de la Administración
General de Control de la Calidad, Inspección y Cuarentena.
Los resultados de los controles realizados en el momento por el
ministerio japonés de Salud, Trabajo y Bienestar en 2006
también indicaron que el 99,42 por ciento de las importaciones
de alimentos de China a la nación pasaron la inspección,
un nivel muy por encima del de Estados Unidos y la Unión
Europea.
Las cada vez más exigentes barreras verdes a las exportaciones
de té de China han resultado ser para bien, puesto que
impulsan el mejoramiento de la calidad del producto. Hemos
elevado los estándares de las exportaciones de té
hasta cubrir un índice de más de 200 indicadores,
que espera por la aprobación del gobierno, añadió
Sun Tu.
Cambia el destino del té orgánico
Los exigentes estándares impuestos a las exportaciones
de té auguran calamidades para los tés genéricos
y un futuro muy alentador para las va-riedades orgánicas.
Nadie mejor que los del ramo saben esto, particularmente Yu Xuewen,
presidente de la compañía limitada Té Gengxiang
de Beijing, cuyo volumen de venta ha aumentado lenta pero consolidadamente
en los últimos años.
El té orgánico se cultiva, como su nombre lo indica,
siguiendo métodos orgánicos. Su procesamiento, embalaje,
almacenamiento y transporte también están libres
de productos químicos.
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Dado los exigentes esándares
que rigen las importaciones de té, los exportadores
chinos se han visto obligados a mejorar la calidad de su producción. |
Yu abrió la primera tienda de té orgánico
de Beijing en 1995 y desde entonces ha evolucionado a una cadena
de 71 establecimientos con un volumen comercial anual de 150 mi-llones
de yuanes. El empresario recuerda cuando comencé
el negocio, el mercado de té orgánico en China era
insignificante. No era una tarea fácil alterar el hábito
de tomar té de los chinos, arraigado por miles de años.
Entonces pocas casas de té se interesaron en servir el
té orgánicamente producido por Yu.
Pero la marea comenzó a cambiar en 2000 y el 1 de julio
de este año, la Unión Europea aprobó criterios
más estrictos a la presencia de residuos químicos
agrícolas en el té importado, pasos que rápidamente
siguieron Estados Unidos y Japón. Las nuevas restricciones
tuvieron un impacto positivo en la compañía de Yu,
cuyo negocio dio un gran vuelco. Como puntualiza él mismo,
con satisfacción comprensible, un mundo de más
censura por la calidad del té supone una mayor conciencia
por la salud entre los propios consumidores de la infusión,
cosa que nos favorece.
El número de productores certificados de té orgánico
en China, conjuntamente con la creciente demanda de esta bebida,
ha aumentado a 300, con un área de siembra de 8.000 hectáreas
y una producción de 3.000 toneladas de té al año.
La compañía limitada Té Hunan tiene la mayor
participación en las exportaciones chinas del rublo a la
Unión Europea con ventas de 6,51 millones de dólares
en 2006.
Por su parte, la compañía limitada Té Gengxiang
ostenta el mayor jardín de té del país y
sus exportaciones han crecido a una tasa anual del 20 por ciento.
La empresa vende la mitad de las 200 toneladas de té orgánico
que produce año tras año a Japón, la Unión
Europea y la República de Corea.
Las nuevas normativas aplicadas a las exportaciones de té
condujeron inevitablemente a la reestructuración del sector
del té en China, eliminando a los actores cuyos productos
son de baja calidad y aumentando la participación en el
mercado de los sobrevivientes.
La clave es la calidad
Lamentablemente, la gran tajada del mercado ha sido costosa.
La presión para mantener al alta calidad del té
preocupa con creces a Yu Xuewen, quien pasa muchas noches sin
poder conciliar el sueño. Su ansiedad la justifica el reciente
reconocimiento y determinación sin precedentes del gobierno
chino a salvaguardar la seguridad alimentaria. El primer ministro,
Wen Jiabao, presidió la conferencia del Consejo de Estado
que aprobó el borrador del reglamento especial sobre la
supervisión de la seguridad alimentaria el pasado 25 de
julio de 2007. El país trabaja ahora en el establecimiento
de una red de supervisión alimentaria más estricta,
con inspectores asignados a cada etapa de la producción,
procesamiento, almacenamiento, transporte y cadenas de venta.
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Jardín de té
orgánico en la provincia de Fujian |
En vista de los últimos estándares aplicados
a la importación de té por la Unión Europea
y Japón, hemos emitido una lista de químicos prohibidos
y llamado a los productores de té a minimizar el uso de
pesticidas, explicó Sun Yu. Los cultivadores de té
tienen que elegir una variedad de opciones biológicamente
amigable en cuanto a control de plagas y uso de pesticidas se
refiere, tales como la siembra compacta y jardines de té
protegidos por la sombra de los árboles.
Las pruebas más estrictas impuestas por los importadores
han hecho un imperativo para los productores de té chino
aumentar su nivel de industrialización, que adopta el patrón
de vigilancia del campo a la taza, agregó Sun Yu.
Todos los actores del sector han tomado la necesidad con suma
seriedad. A esta altura, Yu Xuewen, viaja todos los días
de Beijing a la base productora de su compañía en
Wuyi, provincia de Fujian. Conscientes de que el suelo y el agua
son normalmente fuentes invisibles de contaminación de
la hoja de té, Yu ha invertido 1,5 millones de yuanes en
el control ambiental de la región. El peor de los panoramas,
como detalló Yu, sería si una nube cargada
de elementos nocivos vierte su contenido a su paso por un jardín
de té, entonces estamos en un gran problema.
La compañía de Yu tiene una base de té de
mil 300 hectáreas, que se complementa con un centro de
Investigación y Desarrollo, plantas de procesamiento y
plantaciones. La empresa se concentra en la investigación
y desarrollo del té, además de organizar a los campesinos
locales para administrar sus sembradíos de té sobre
bases contractuales.
Este es el modelo de operación que Cheng Chunxian tiene
en mente para su compañía. Las barreras a las exportaciones
de té pueden haberse elevado pero no son, en lo que a ella
concierne, infranqueables. Como patentiza Cheng todo lo
que podemos hacer es analizar y darle solución al asunto.
Yo, por mi parte, no tengo la más mínima intención
de perder el gran mercado de la Unión Europea.
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