Viento olímpico de popa impulsa a Qingdao

Por LEONARDO ANOCETO RODRÍGUEZ

El puerto olímpico de Qingdao tiene 670 atraques, que pueden aumentar a 800 con la habitación del canal previsto para cruceros.

Por razones obvias, no toda China podrá vivir tan cerca como quisiera la experiencia de los Juegos Olímpicos, del 8 al 24 de agosto de 2008, pese a los esfuerzos laudables que hace el Comité Organizador, para que el espíritu de la cita se expanda hasta los más apartados lugares de esta milenaria nación y no quede exclusivamente atrapado en la capital y las otras seis afortunadas ciudades que acogerán algunas competencias del evento.

Dentro de ese exclusivo y reducido grupo aparece Qingdao, urbe de más de siete millones de personas localizada en el extremo sudeste de la provincia de Shandong, frente a las aguas de la bahía de Fushan, justamente una de las razones que pesaron en su elección para acoger las regatas de los Juegos, permitiendo así emprender un proyecto que las autoridades locales han concebido mirando más allá de agosto del próximo año.

La celebración del torneo olímpico, en el verano de 2008, será, a no dudarlo, un momento clímax que coronará los esfuerzos realizados en los últimos cuatro años, en los que no pocos cambios han experimentado la fisonomía e infraestructura locales por ser parte de la magna reunión deportiva, pero a la vez marcará el comienzo de una nueva travesía que emprenderá esta ciudad marinera, para no dejar que el Centro Olímpico de Velas quede como un elefante dormido a la orilla del mar.

Capital del velerismo

Qingdao es el lugar de origen de los deportes náuticos en el país y posee bases de entrenamiento o escuelas náuticas nacionales. Poco a poco se ha ido introduciendo en torneos internacionales como la regata Clipper, que por primera vez incluyó a la ciudad entre sus sedes en la temporada 2005-2006 y volverá en 2008-2009, etapa para la que es casi segura la celebración también de una fase de la regata Volvo, en negociaciones avanzadas. La ciudad se convertirá en la capital de las velas en China, afirmó Xia Geng, alcalde de Qingdao y presidente del Comité Organizador de los Juegos en la localidad, en entrevista concedida a reporteros de China hoy y Radio Internacional de China.

“En estos dos años de pruebas para los Juegos Olímpicos hemos formado un equipo de velas, que ya participa en eventos internacionales, y pusimos en marcha un plan para promover la introducción de este deporte en las escuelas e incorporar mil jóvenes a su práctica. Existen ya varios centros de enseñanza que imparten clases de velerismo y algunas empresas los están apoyando con el equipamiento.

“Estamos impulsando el desarrollo de la industria de yates y podemos adelantar que todos los barcos de trabajo que se emplearán durante los Juegos serán de producción nacional. Una vez concluidas las olimpiadas, las instalaciones serán reutilizadas y el Centro Olímpico de Velas, por ejemplo, se convertirá en Centro de Deportes Náuticos, con el fin de popularizar la práctica de esta modalidad, organizar torneos nacionales e internacionales y brindar servicios al turismo”.

La cita estival de 2008, en opinión del alcalde, va dejando un legado intangible en la ciudad, como el mayor civismo que muestran sus habitantes, pero también ha generado cambios importantes en la región donde más de 6.000 años atrás surgió el taoísmo y que con el paso del tiempo se ha convertido en una bella metrópoli, en cuya topografía irregular se combinan el modernismo con las tradicionales construcciones chinas y las edificaciones de marcado estilo europeo, dada la influencia que dejó la ocupación alemana (1897-1914), durante la cual se definieron algunos de los rasgos que aún la distinguen, como su condición de puerto comercial y centro económico.

Incluida entre las 14 ciudades costeras de China abiertas al mundo exterior, Qingdao ha experimentado en las últimas décadas un crecimiento notable, atrayendo inversiones extranjeras de gran magnitud, algunas de ellas provenientes de Alemania, por la relación que perdura con ese país, y numerosas empresas de los sectores manufacturero e inmobiliario.

Ese auge económico ha facilitado el despegue de colosos como la compañía de electrodomésticos Haier y la cervecería Tsingtao, patrocinadores ambas de los Juegos Olímpicos, o el fabricante de llantas Doublestar, los cuales tienen su cuartel general justo en Qingdao.

Con la elección como subsede olímpica, el progreso de la ciudad se ha acentuado. “En los últimos cuatro años –ilustró Xia– hemos creado 100.000 puestos de trabajo, el Producto Interno Bruto ha crecido a un ritmo de un 16,4 por ciento anual y el ingreso per cápita de los habitantes se ha incrementado un 15,1 por ciento en la ciudad y un 11,8 por ciento en el campo, los más altos de la historia. En sentido general, ha mejorado mucho la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente en las áreas de servicios médicos y cultura”.

Estadísticas no completas, según el alcalde, muestran que la inversión en obras relacionadas con los Juegos asciende a los 20.000 millones de yuanes (más de 2.600 millones de dólares, al cambio vigente), al tiempo que se restauraron la Biblioteca Municipal, la Galería de Bellas Artes y el Auditórium Municipal, se construyeron un teatro de la ópera y un moderno centro de canto y se trabaja en un túnel submarino, el puente sobre el golfo y la ampliación del aeropuerto internacional, entre otras infraestructuras, además de renovarse notablemente el servicio de transporte público y acortarse a solo cinco horas el tiempo de viaje en tren desde Beijing con el reciente incremento de la velocidad promedio que experimentaran los ferrocarriles chinos.

“Ha mejorado también nuestro entorno y en la actualidad Qingdao es una de las ciudades pilotos del país en la protección del medio ambiente. En 2006 el 91 por ciento de los días fueron excelentes y se registró una buena calidad del aire”, puntualizó Xia.

Un evento como los Juegos Olímpicos, que miles de millones de personas siguen en todo el mundo a través de la televisión, la radio y los medios impresos de comunicación es a todas luces una promoción de alcance global para la industria turística de cualquier destino, más si al igual que Qingdao, el sector constituye uno de los pilares de su economía y tiene ya un camino recorrido.

Sede del Club Náutico del Centro Olímpico de Velas de Qingdao.

El mar, su arquitectura chino-europea con sus templos, palacios y edificios modernos, una gastronomía marcadamente marinera, los valores culturales e históricos, la montaña Laoshan, cuna del Taoísmo, la isla Xiaoqing y el parque Xiaoyushan, entre otros atractivos, así como su desarrollo económico y comercial, motivaron la visita de casi 30 millones de persona en 2006, de las cuales 850.000 provinieron del extranjero. La cifra total representa un crecimiento de un 20 por ciento anual en comparación con 2002.

Qingdao, distinguida por las autoridades chinas como Ciudad Histórica y Cultural, amplía cada vez más sus vínculos con el mundo. Además de poseer relaciones económicas y comerciales con unos 110 países y regiones, está hermanada con 13 ciudades de 12 naciones y mantiene nexos de amistad y cooperación con otras 29 urbes de 18 estados.

“Estamos haciendo promociones fuertes en más de 30 países y regiones, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, Japón y Corea del Sur. En los últimos cuatro años, la ciudad ha construido un mundo marino, un mundo marino polar, el museo de la cerveza Tsingtao, el parque del Monte Laoshan y se ha adaptado a las normas internacionales del servicio turístico”, subrayó Xia.

“En lo adelante tenemos cuatro tareas fundamentales. Finalizar con calidad todas las instalaciones olímpicas y colaterales antes de terminar este año, perfeccionar la organización del evento, servicios, seguridad, programas emergentes de todo tipo que estamos elaborando y ensayos, desplegar una campaña promocional en los medios de comunicación y organizar algunas actividades. Las más importantes, además del conteo regresivo de un año y 200 días, serán las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos y el relevo de la antorcha olímpica”, añadió el funcionario.

Al nivel de los mejores del mundo

Agosto de 2007 dio la última palabra sobre las condiciones en que se encuentra Qingdao para la celebración de la regata de los Juegos Olímpicos, en ese mismo mes, pero del año siguiente. Por segundo verano consecutivo, la ciudad concentró toda su atención en lo que acontece en las aguas de la bahía de Fushan, escenario por esos días de último torneo test final, que demostró cuánto han avanzado los organizadores y qué tan listas están las instalaciones que acogerán el certamen de vela del principal evento deportivo mundial.

El Puerto Olímpico emplea muchas tecnologías avanzadas, como lámparas que funcionan con energía solar y aerogeneradores

Mucho puede avizorarse ya en el horizonte, por el estado actual de las obras y las medidas que adopta el Comité Organizador de esa ciudad para asegurar que en 2008 todo salga a pedir de boca. La Villa Olímpica, que podrá alojar hasta 800 personas, el Centro Internacional de Velas, los muelles de atraque y las instalaciones recreativas y de logística, de los cuales meses atrás sólo se podía tener una idea mirando la maqueta del Centro Olímpico de Velas, están prácticamente listos.

El diseño de todo este complejo, concebido por la empresa australiana COX, según Li Zhipeng, director del Departamento de Obras y Protección del Medio Ambiente, emplea muchas tecnologías de avanzadas, para asegurar el respeto al entorno, como la instalación de 168 lámparas que funcionan con energía solar, lo que supone ocho horas diarias adicionales de electricidad, y otras 41 con energía eólica, equivalente a 6.750 Kw./h, suministrada por varios aerogeneradores instalados en uno de los muelles.

La instalación, añadió Li, cuenta con 670 atraques, que pueden incrementarse hasta los 800 si se habilita el canal previsto para los cruceros, así como un área para acoger a unos 5.000 espectadores, que por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos tendrán la oportunidad de ver pasar frente a ellos las embarcaciones, algo que en anteriores ediciones solo podían contemplar unas pocas personas. Incluso, la Federación Internacional de la disciplina accedió a modificar la competencia para que la última ronda se aproxime al público y los botes lleguen hasta el lugar de la premiación. “Buscamos acercar a la gente a la práctica de este deporte y creemos que el centro estará al nivel de los mejores de su tipo en el mundo”.

Acerca de las condiciones de la bahía de Fushan para la celebración del certamen olímpico, Li señaló que “generalmente durante el mes de agosto en esta parte de la costa china no hace mucho viento. En la prueba de 2006 hubo que retrasar dos días el evento precisamente por la falta de aire, pero ese margen es aceptable según las normas internacionales del velerismo. Luego el tiempo mejoró y la prueba fue un éxito. Confiamos en que el año que viene las circunstancias sean similares. Esta es la primera vez en la historia que se organizan dos test previos a los Juegos, por la falta de experiencia de China en la modalidad”.

El complejo ha creado las condiciones también para recibir a los atletas con discapacidad física que participarán en los Juegos Paralímpicos, del 6 al 17 de septiembre siguiente, y ha asegurado ya todo lo referente a alimentación, transportación interna, actividades culturales y religiosas, puntualizó Shan Liang, directora del Departamento de Logística de la Villa Olímpica de Qingdao.

Considerando que el Centro abarca un área bastante grande, comentó, vamos a establecer un sistema de transporte con vehículos eléctricos, que recorrerán un circuito interno cada 10 ó 15 minutos, y pondremos a disposición de los deportistas bicicletas y patinetas.

Tenemos garantizadas ya las fuentes de productos exclusivos para la alimentación, acorde al menú del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing, que incluirá platos típicos, pero respetará las costumbres y cultura de cada país. Además, habilitaremos determinados espacios para que los musulmanes y católicos puedan rendir culto y un área recreativa ubicada en uno de los edificios del complejo, a la que podrán acceder los habitantes de la ciudad y relacionarse con los atletas, detalló.

Después de los Juegos

Con la clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del próximo año se cerrará un ciclo y se abrirá otro más ambicioso y duradero para Qingdao y el Centro Olímpico de Velas, que aparte de comenzar a fomentar a partir de ese momento la práctica del velerismo en la ciudad, se convertirá en un importante complejo turístico y recreativo de propiedad pública bajo la administración de varias empresas.

Los dos edificios que funcionarán como villa se convertirán en un hotel y lo que durante el evento deportivo será el centro de logística quedará ocupado por un centro comercial, cines y otros espacios culturales y de recreación.

Voluntarios

El 11 de noviembre de 2005 comenzó el programa de reclutamiento de voluntarios en Qingdao. En el test del año pasado participaron 1.300 aspirantes y se estima que en las pruebas olímpicas trabajarán 3.600 voluntarios. La mayoría de los inscriptos, cuya cifra supera ya los 11.000, son jóvenes de 18 a 24 años de edad y más de un 20 por ciento de ellos tiene experiencias de estudio o trabajo en el extranjero. El interés por apoyar los Juegos ha despertado una fraterna competencia entre los candidatos. La selección final, además de considerar los mismos requisitos que en Beijing, tendrá en cuenta dos elementos adicionales, saber nadar y no marearse durante la navegación, por tratarse de un evento deportivo en el mar. Los voluntarios no reciben salario, pero durante el evento tienen garantizado el transporte, alimentación, productos para protegerse del Sol y seguro contra accidentes. Algunos de ellos serán contratados en el extranjero.

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