Experimentar China en México
a través de la cultura

Por VIANEY LOZANO RAQUEL*

Los espectáculos que tuvieron lugar en la Ciudad de México, en el Teatro de la Ciudad y el Zócalo capitalino, a finales del mes de julio y principios de agosto de este año, mostraron expresiones tradicionales y modernas de uno de los países más enigmáticos y fascinantes del mundo. La China actual, con su milenaria tradición, nos ha sorprendido como siempre. La enorme capacidad creativa de su pueblo, sea en manifestaciones corporales, como las danzas Mi sueño o el Kungfu de Shaolin; en la belleza de su música antiquísima, o en las prendas de manufactura delicada, habla de una sociedad altamente refinada. Y además, ahora nos sorprende con su modernidad. Las Olimpiadas de 2008 serán la ventana para miles de espectadores de esta imagen.

Aficionado mexicano al kung fu chino.

México ha sostenido relaciones también antiguas. Las relaciones comerciales y culturales datan de la época de la colonia. Su influencia se puede observar en nuestra artesanía. Los trabajos de porcelana, biombos, figurillas de jade y vestimenta –recordemos nuestra “china poblana”– son fruto de un intercambio, cuyos efectos todavía permanecen en nosotros, como el recuerdo legendario de la “Nao de China”.

Este acercamiento entre el Gobierno de la Ciudad de México y China nos renueva y nos hace mirar hacia el futuro. En el horizonte del México de hoy está, mirando al Pacífico, la posibilidad de un enriquecimiento mutuo de experiencias como ésta.

*Vianey Lozano Raquel, Secretario de Cultura del Gobierno del Distrito Federal.