Costa Rica: Histórico paso
Separatistas
de Taiwan cada vez más aislados
Por
ANTONIO FERNÁNDEZ ARCE
No podía ser de otro modo. Cuando a comienzos de junio
último se anunció que Costa Rica había decidido
establecer relaciones diplomáticas con la República
Popular China y romperlas con Taiwán, un sismo político
remeció a los separatistas dirigentes de esa isla.
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Aún no había
relaciones, pero los promotores de China Ya firmaron
un convenio con el Consejo Chino para el Fomento del Comercio
Internacional. |
Comenzaba a colapsar en Centroamérica la diplomacia
del dólar, practicada por el régimen taiwanés,
cuyo ministro de Asuntos Exteriores se vio obligado
a renunciar. En verdad fue un duro golpe para la diplomacia de
un Estado espurio, sustentada en la compra de respaldo exterior.
La realista decisión del Gobierno de Oscar Arias fue,
lógicamente, recriminada dentro y fuera del país
por círculos conservadores beneficiarios de esas dádivas,
pero aclamada por sectores progresistas y nacionalistas que expresaron
público respaldo a las autoridades.
Paso trascendental
No escapa a muchos observadores la trascendencia de esta decisión.
Costa Rica, por su tradición democrática e innegable
prestigio e influencia en la región, era uno de los puntales
de la añeja diplomacia de países que reconocen a
esa isla china como Estado. Otros 24, excepto el Vaticano, que
por razones políticas y religiosas disiente de la R.P.
China, aún no tienen ese perfil internacional.
Todos ellos, sin distinción, son estados soberanos. El
que persistan en sus relaciones con el régimen de un territorio
que jamás fue ni será nación soberana, sólo
es un rezago de políticas ya superadas.
Las razones del presidente Arias son irrefutables. Serán
las mismas que harán que otras naciones centroamericanas
y caribeñas dejen en mayor aislamiento diplomático
al régimen taiwanés.
La mitad de los países que mantienen relaciones con Taiwan
son de América Latina y el Caribe. Siete de ellos son de
habla española. En los pequeños estados de esa región
se ha generado una cruzada cívica que exige relaciones
diplomáticas con la R. P. China y tratar a Taiwan como
parte inseparable de ese país, siguiendo las pautas de
la ONU y de la inmensa mayoría de las naciones del mundo.
China Ya, una de esas organizaciones impulsora de
las relaciones con el gigante asiático, jugó un
papel importante en la decisión de Costa Rica. Formada
hace cinco años por pragmáticos empresarios, ganó
la adhesión de las cámaras de comercio de América
Central y del Caribe. Alberto Güell y Fabio Piedra, máximos
directivos de ambas instituciones, organizaron misiones de empresarios
centroamericanos y caribeños para hacer negocios y contactos
en importantes eventos y ferias chinas, como las de Cantón,
dictaron seminarios y conferencias sobre la realidad china, editaron
publicaciones y fueron tenaces en promover el establecimiento
de vínculos diplomáticos con Beijing.
El lema de su ya expandida organización es elocuente:
China Ya. Así llegó la decisión
del Gobierno de Costa Rica, el país políticamente
más calificado de Centroamérica, de sólo
51 mil km2 y más de 4 millones de habitantes, sin ejército,
con economía pujante y sede de prestigiosos organismos
internacionales. Esa acción presagia el fin de un anacrónico
esquema diplomático en la región.
Alberto Güell y Fabio Piedra convocaron inmediatamente,
con patrocinio del Gobierno, una Feria de Productos Chinos, que
se celebrará en agosto en San José, capital de Costa
Rica, en la que participarán más de 150 empresas
chinas.
El separatismo es reciente
El régimen de Taiwan, isla china de 23 millones de habitantes,
en la que en 1949 se refugiaron las huestes del Kuomingtang de
Chiang Kai-shek tras la victoria de la revolución comunista
encabezada por Mao Zedong, va quedando cada vez más aislado,
pero persiste en sus descabellados propósitos independentistas.
La realidad es que el derecho internacional no ampara a los separatistas
y hasta sus tutores políticos les recriminan su ineptitud
política. Históricamente, Taiwan es parte inseparable
de China. Y así está reconocido por la propia ONU.
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Diálogo de China
Ya con líderes de la Conferencia Cosultiva Política
del Pueblo chino. |
Los medios de comunicación costarricenses están
aclarando lo que antes les era confuso o ambiguo y empiezan a
comprender porqué Taiwan nunca fue un Estado independiente,
pese a lo que alegan los separatistas. En 1943, la Declaración
de El Cairo, firmada por China, EE. UU. y Gran Bretaña,
y luego aprobada por la Unión Soviética, reconoció
que Manchuria, Taiwán y las Islas Penghu eran territorios
ocupados por Japón y tenían que ser devueltos a
China.
La Declaración de Postdam ratificó más tarde
ese acuerdo y denegó los reclamos de los regímenes
títeres del Manchukuo y Nanjing, planteados durante la
guerra de resistencia contra Japón. Derrotado Japón,
volvieron a la República China, jurídicamente
subrogada por la República Popular China tras la victoria
de Mao Zedong.
El patriarca del Kuomingtang nacionalista, Chiang Kai-shek, no
tuvo la osadía de querer desmembrar su patria. Derrotado
en 1949, tras una guerra civil que costó la vida a 20 millones
de chinos, Chiang se refugió en la isla de Taiwan, donde
fue protegido por la séptima flota norteamericana. Mao
Zedong proclamó la República Popular China el primero
de octubre de 1949.
Consigna china de ese tiempo y de los años 60 y 70 fue
"Liberaremos Taiwan", cambiada a finales de los 70 por
"Reunificación Pacífica", pero sin renunciar
al uso de la fuerza en caso necesario.
Una sola China
Ni Chiang Kai-shek ni el Gobierno de su hijo Chiang Ching-kuo,
que le sucedió en el poder en Taiwán, renegaron
del principio de "Una China". Universalmente es reconocido
ese precepto y el hecho de que el de Beijing es el único
Gobierno legítimo del país y Taiwan es territorio
inalienable de China.
El problema comenzó a mediados del régimen de Lee
Teng-hui, quien empezó a hablar de Independencia
y de Una China y un Taiwan. A finales de julio de
1999 agravó la tirantez al declarar a una radio alemana
que China y Taiwan son dos Estados, lo que suscitó
la indignación de Beijing, que ya en 1995 reaccionó
airadamente ante un intento del mismo Lee de considerar a la isla
como un país. Hubo amenazantes maniobras misileras en el
estrecho, cerca del litoral taiwanés.
Se debe recalcar que, de acuerdo al derecho de legado de soberanía
que prescribe el Derecho Internacional, la República Popular
China es legataria de los derechos de la anterior República
China, como establecimiento gobernante del país,
incluyendo todos los territorios, entre ellos las islas de Taiwan
y Penghu. Sólo hay un Estado chino. Los cuatro componentes
de un Estado reconocido por la ley internacional, son: Población,
Territorio, Gobierno y Soberanía. La República Popular
los tiene, Taiwan no.
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