Editores
necesitan salir del
estado
depresivo
Por ZHANG
XUEYING
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Lectores en una lebrería
en Hong Kong. |
A medida que se multiplica el número de supermercados
de libros en las ciudades de Shenzhen y Guangzhou, cercanas a
Hong Kong, los editores de esta última empiezan a preocuparse
por el futuro. El aumento constante del costo del terreno y la
mano de obra ha causado lo mismo con las publicaciones de esta
región administrativa especial de China.
Otrora sólo nos preocupaba Taiwan, pues los libros
editados en la parte continental de China no podían competir
con los de Hong Kong ni en la calidad de la impresión ni
en la encuadernación. Además, los lugareños
no conocían los caracteres simplificados. Sin embargo,
ahora todo ha cambiado. El retorno de Hong Kong a la jurisdicción
patria ha estrechado la relación entre las dos partes.
Ahora muchos hongkoneses no sólo saben hablar mandarín
sino también leerlo. Al mismo tiempo, numerosas casas editoras
de la parte continental han experimentado un desarrollo acelerado,
convirtiédose en grupos masivos de alta categoría,
subrayó Sun Lichuan, redactor subjefe de la Editorial Mundial
de Libros de Hong Kong.
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Sun Lichuan. |
La baja tasa de nacimientos en ese territorio también
constituye una amenaza potencial para este sector. Li Qingsheng,
gerente general y miembro del Consejo Directivo Regional de la
Editorial de la Universidad de Oxford en Hong Kong lleva más
de 30 años en la edición de libros de texto. Sus
palabras revelan su preocupación por el futuro. Hace
10 años, el número anual de recién nacidos
en Hong Kong era de 63.000, cifra que disminuyó a 48.000
en 2006. En comparación con los 80.000 en la época
auge, la disminución implica un 50 por ciento menos en
la demanda futura del sector. Al mismo tiempo que se va
modificando el ambiente, se incrementa el riesgo de publicar libros.
El gobierno de Hong Kong aplicará un nuevo sistema de
enseñanza secundaria superior en 2009, con el fin de adecuarse
a los estándares internacionales. La duración de
esta enseñanza pasará de dos años a tres.
Y tenemos que someter los materiales revisados a la aprobación
antes de enero de 2008. Es decir, no podremos recuperar nuestra
inversión hasta despúes de 2009. Frente a esta situación,
muchas editoriales medianas y pequeñas han expresado que
no van a participar. Como la competencia se volverá cada
vez más aguda, la fusión en gran escala será
inevitable, comentó Li Qingsheng.
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Los libros importados en
el segundo piso de la Editorial Mundial |
En los últimos diez años, los libros impresos por
las editoriales hongkonesas han registrado una alza sostenida.
En 1997 se editaron 9.800 títulos nuevos, que ascendieron
a 14.603 en 2005, lo que significó un 30 por ciento de
crecimiento. Por otro lado, han aparecido muchas editoriales nuevas
en esa década. Según el presidente del Grupo Editorial
Lianhe, Chen Wanxiong, una cuarta parte de las primeras 50 casas
editoras en mayor venta de libros en 2006 se han fundado en ese
período. Por añadidura, algunos grupos de medios
de comunicación masiva se han incorporado también
a esta industria.
¿Cuántos hongkoneses van a comprar libros localmente
editados? Sun Lichuan destacó al respecto: "Hace siete
u ocho años, un best-seller podía vender de 20.000
a 30.000 ejemplares, pero actualmente llegar a 10.000 es un éxito".
Chen Wanxiong indicó que, en comparación con 10
años atrás, ha cambiado el hábito de leer
de los hongkoneses. Antes el instrumento auxiliar de estudio era
el cassette, mientras que ahora son los reproductores MP3 e Internet.
Los libros de finanzas e inversión han pasado de servir
exclusivamente a los profesionales a orientar a las masas sobre
cómo administrar su fortuna. Los libros sobre el ciudado
de la salud se han convertido del tipo clínico a la metodología
de mantemimiento. Aunque los libros de turismo más vendidos
siguen siendo los referentes a viajes a Japón y sureste
de Asia, presentan un rápido aumento los de viajes a los
sitios con trasfondo histórico y cultural. Al mismo tiempo,
los textos de computación y software de oficina, que eran
bien comercializados 10 años atrás, ahora vuelven
a la venta floja. Por otra parte, la acelerada popularización
de Internet ha ejercido una gran influencia en este sector.
A fin de adaptarse al cambio mercantil, los editores no han dejado
de buscar alternativas. "Esperamos que nuestros productos
puedan cautivar a más lectores jóvenes. Nuestros
intentos por editar caricaturas han resultado negativos y hemos
probado firmar convenios con escritores fuera de Hong Kong. Estamos
esforzándonos para penetrar en el mercado continental y
de Taiwan. No obstante, debido a las restricciones existentes
en ambas regiones, nuestro progreso no va rápido,
señaló Sun Lichuan.
La Editorial Mundial ha organizado frecuentes simposios en su
librería o en algunas universidades para promover la venta
de libros. Al mismo tiempo, ha abierto la comercialización
en su página web. Lo que hace sentirse orgulloso a Sun
Lichuan es la librería de su editorial, considerada "sitio
adonde deben ir los intelecturales".
La Editorial dispone de 80.000 a 100.000 títulos de libros.
Frente el mercado no favorable, Sun tiene confianza. "La
librería es la marca de la cultura de Hong Kong. No importa
cuánta dificultad haya, continuaremos esta causa. Esto
constituye un duro golpe al dicho de que Hong Kong es un desierto
en la cultura. Conforme a un plan del gobierno, desde Tongluowan
hasta Wanzai, la zona más desarrollada, se levantará
una extensa área de librerías. "Para entonces,
esos edificios formarán un nuevo panorama cultural de Hong
Kong", agregó.
En el último período, la disminución del
personal profesional ha impedido el desarrollo de la industria
editorial. "Pocos jóvenes quieren entregarse a esta
rama. Aunque existe en Hong Kong un gran potencial para la edición
de libros, mucho más que la parte continental y Taiwan,
carecemos de personas calificadas para este trabajo. Es realmente
una lástima", expresó Li Qingsheng.
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